Byun BaekHyun era un muchacho de complexión delgada y pequeña, media 1,68 cm, de pelo castaño y ojos marrones oscuros, trabajaba en un restaurant de gente adinerada.
BaekHyun era un chico inteligente y responsable, este año había sido duro para él, ya que había cumplido la mayoría de edad (18 años) y tuvo que dejar el orfanato y arreglarselas para trabajar y poder conseguir un departamento donde vivir, él creía que todo mejoraría, pero no sería como lo deseaba.
Resulta que uno de los cocineros se robaba el dinero de la caja, los dueños sospechaban de los trabajadores y comenzaron la investigación, el cocinero temeroso de ser descubierto, culpó al inocente Baek del robo del dinero.
Cuando la policía lo detuvo él no lo podía creer, gritó y gritó a todos que él era inocente, pero nadie le creyó, después de todo nadie le creía a un muchachito que recién había salido del orfanato
Intentó pedir ayuda a gente cercana, para poder tener un buen abogado, pero nadie lo ayudó.
Su condena : un año y nueve meses en la cárcel.
De esa manera una mañana del día miércoles llegó a la penitenciaria.
Baek estaba muy nervioso , después de todo, él jamás se había metido en problemas y de repente ir a un lugar rodeado de personas violentas , no era el mejor panorama. Realmente la vida parecía estar en su contra, en el orfanato la había pasado mal y al parecer no todo había mejorado si no que las cosas parecían empeorar peor.
Lo mandaron a desnudarse y sumisamente lo hizo , estaba avergonzado de que tantos hombres lo vean de tal manera pervertida, finalmente dos policías lo revisaron y le dieron un uniforme que constaba en un patalón color celeste claro, una musculosa blanca y una camisa del mismo color del pantalón, los presos y uno que otro policía lo miraban y reían, eso lo puso muy nervioso.
Al doblar el pasillo se toparon con un policía, alto y de pelo rubio que silbó mirando a Baek
-Guao por fin llegó el indicado, El Mandamás se volverá loco tan solo verlo
Todos ríeron por lo dicho.
Baek perdió el color de su rostro, estaba pálido y su mente comenzó a hacer preguntas que no podía responder
¿Quién era El Mandamás? ¿A que se refería aquel policía?
No pudo ni siquiera pensar nada más ya que, volvieron a doblar esta vez a la derecha mostrándo a todos los reos distribuidos en el enorme patio, al parecer estaban en el horario de recreación, había llegado a la sala de celdas.
Los presos apenas vieron a BaekHyun comenzaron a silbar y gritar groserías como "papito" "Qué culito follable" "Ponte en cuatro" "Mámamela" y otras palabras que mejor no decir
Él trató de ignorar los comentarios pero su palidez lo delataba, estaba muy asustado con lo que pasaría durante todo el tiempo que estuviera en ese horrible lugar. Fue escoltado por guardias hasta el segundo nivel y lo metieron en una celda muy diferente a las demás, esta era grande, tenía ventanas y cortina, tenía camas con enorme colchón e incluso muy lindos muebles, le pareció algo muy raro.
Allí dentro había un enorme hombre sentado en una de las camas leyendo el diario.
-Ey! Mandamás le llegó el milagro -Habló uno de los policías que estaba a su lado -lo traje para que vea que pienso en su comodidad
El tipo bajó el diario y abrió enormemente sus ojos mirándolo -Dios! Eres malditamente violable -Exclamó excitado
-Disfrútalo mi Mandamás -Dijo el otro guardia, todos salieron de la enorme habitación
Baek intentó mantenerse indiferente, le dio la espalda al tipo para acomodar sus cosas en su lugar, pero no se sentó en ningún momento, haber si ese tipo no le hacía algo, realmente tenía miedo, mucho miedo.
El hombre miró todo su cuerpo y pudo ver a través del pantalón las nalgas redonditas que poseía el de cabellos castaños, tenía el rostro aniñado y un cuerpo chiquito, tenía la perfecta estatura, era él indicado para él, porque tenía lo que necesitaba para cumplir con su deseo, deseo que no había podido cumplir porque no se encontraba al indicado, hasta ahora.Se relamió poniéndose de pie.
Enseguida Baek se dio la vuelta para encararlo, respirando agitadamente, el tipo frente a él era enorme, medía casi 2 mts, era musculoso, tenía puesta la misma ropa que él poseía, pudo apreciar un tatuaje de una calavera en llamas en su brazo derecho, tenía le pelo de color negro y un poco cortado, sus ojos eran de un color marrón oscuro, parecían negros muy aterrador.
-Aquí me dicen el Mandamás -Extendió su mano, su voz era demasiado grave y varonil -Pero me llamo Park ChanYeol
Extrañado BaekHyun se avergonzó, había juzgado mal a aquel tipo, suspiró y tomó la mano del otro -Me llamo Byun BaekHyun, un placer
ChanYeol le sonrió y Baek se puso nervioso, el tipo no le soltaba la mano
-Qué mano tan blanca, pequeña y suave tienes -Dijo seductor, mientras con la mano libre se sobaba la entrepierna
BaekHyun ensanchó los ojos, forcejeando para soltarse de aquel hombre que solo se divertía mirándo como hacía fuerza el pequeño, después de un rato ChanYeol lo soltó provocando que Baek caíga de culo al suelo
-Estúpido -Musitó Baek sobandose sus nalgas
ChanYeol cruzó sus brazos en su pecho y sin tacto dijo
-Mira niño, aquí las cosas son así: Yo soy el jefe de esta basura y me encantan los nenes como tú, así que la cosa es muy sencilla, o estás conmigo complaciendome solo a mí, con lo que estarás protegido, o se reparte tu culo entre todos.
- ... qué ... -Exclamó aún sin creerselo
Yeol lo miró con lujuría, acercándose -Yo te trataría bien
- ¡No me toques, maricón! -Gritó el pequeño empujándolo, pero el hombre no se movió ni un milimetro -¡Búscate un puto como tú y dejame en paz!
ChanYeol sonrió malisiosamente - Cómo quieras, yo no soy quien para obligarte - Dijo corriéndose a un lado para que Baek pase, estaba más que seguro que aquel muchachito le suplicaría
Alterado, Baek no pensó en nada y salió rápidamente de allí, caminó y caminó sin siquiera saber donde iba
Mascullaba maldiciones en contra de aquel titán, estaba muy asustado, era su primer día y ya lo había intimidado
Desde la puerta ChanYeol lo miraba caminar mientras sonreía, un chico de cabellos anarajados se acercó -Entonces no quiso? -Preguntó divertido
-Rabieta de mocoso -Respondió el grandulón sin perder de vista al pequeño
-Por fin te darás el gusto hombre -El de pelo anaranjado lo golpeó en su brazo derecho
-Maldita sea, sí -Comenzó a caminar -Vamos antes de que me violen
Baek llegó al patio, allí habían varios grupos de hombre, unos jugaban basquet, otros las cartas, el ajedrez y otros ejercitaban en las máquinas, desubicado, Baek solo se apartó, sentándose en uno de los escalones que te bajaba para ir al patio de afuera, agachó la cabeza, él era inocente, no tenía que estar allí, en ese asqueroso lugar.
De pronto vio una sombra y se giró bruscamente, parados había alrededor de ocho reclusos que lo miraban
- ¡Cielo santo! -Exclamó un pelicastaño - Miren que chiquito más bonito
Baek ignoró lo dicho por ese tipo e intento marcharse, pero frente a él se paró un tipo alto tal vez de un metro ochenta -¿Pero a dónde vas bonito?
-Córrete -Intentó ser agresivo. Pero la verdad, estar rodeado de ocho reclusos enormes y pinta de matones, no difundía mucho temor
-Primero me vas a mamar la polla, caramelito - Dijo el pelicastaño intentando besarlo
Baek se echó para atrás para evitarlo, pero entonces sintió como dos tipos lo sostenían - ¡Suéltenme estúpidos!
El pelicastaño le dio una puñetazo en el estómago haciéndose doblarse por el dolor -Esta boquita no está hecha para decir grosería, sino que está hecha para hacer cosas mucho más ricas -Dijo sobándose el pene aún dentro del pantalón, haciendolo notar lo duro que estaba por la excitación ...
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