Mio
Donghae estaba ya harto del comportamiento de su hermano menor, Kyuhyun; pues éste se negaba a ir a la escuela. Hace más de una semana que faltaba y no sabía la razón de ello, por eso aquella tarde había irrumpido en la tranquilidad de su habitación con la finalidad de arreglar aquel asunto.
—Bien, vamos a hablar de una buena vez—dijo apagándole la consola de Xbox y haciendo enojar al menor
— ¿Pero qué demonios te pasa? Estaba en medio de una partida importante
—No me interesa, esto es mucho más importante que un videojuego… ¿Por qué has faltado a la escuela? Y no me salgas con que sí vas, porque me han dicho que ni siquiera te presentas
—Maldito Hyukjae—murmuró molesto. Hyukjae era el novio de Donghae, desde la infancia se conocían, de ahí surgió su atracción y su amor, se alegraba de ver lo feliz que era su hermano, pero en ocasiones le molestaba lo pesado que podía llegar a ser— sí, debo admitirlo, he faltado… pero no es por decisión propia.
— ¿A no? ¿Entonces por qué? Porque no entiendo nada, Kyu tú eres la persona más aplicada que conozco— se acercó hasta su hermano y se sentó a un lado de él en la cama.
—A ti es a quien menos puedo mentirle, a fin de cuentas lo sabrás... me he sentido vigilado estos últimos días, mucho más en la escuela y necesitaba alejarme para ver si era solamente en ese lugar, pero no… a cualquier lado que voy me siento observado.
—Kyu, debe ser tu imaginación, a lo mejor es el estrés de los exámenes pasados que te hace ver y sentir cosas que no, tranquilo ¿sí? Ve a la escuela mañana, si no lo haces mamá se preocupara mucho, prometo estar todo el tiempo contigo.
— ¿Y estar viéndote como te das tus agarrones con Hyuk? No gracias, prefiero quedarme con Sungmin y Leeteuk Hyung.
— ¿Entonces eso es un sí?—dijo Donghae con su mirada iluminada a lo que Kyuhyun asintió con un leve movimiento de su cabeza. Hae se le tiró encima y comenzó a hacerle cosquillas— ya verás que todo mejorara, ahora a dormir.
— ¿Te has vuelto loco? ¿Acaso sabes la hora que es?
— Me vale un reverendo cacahuate la hora que sea, te acuestas y te duermes que mañana te levanto temprano para irnos y pobre de ti si te encuentro otra vez despierto a las 3 de la madrugada jugando en la computadora— le revolvió el cabello y salió de la habitación. Kyuhyun solo soltó una risita, apagó todo y se acostó con su PSP a jugar un rato hasta que nuevamente escuchó los gritos de su hermano.
— ¡TE DIJE QUE APAGARAS TODO, ESO INCLUYE EL PSP!
—Tss se nota que me conoces bien Hyung, vale lo apagaré... ¡Descansa!— se echó a dormir a los brazos de Morfeo para después soñar con unos ojos tan penetrantes como la oscuridad…
La mañana siguiente llegó y como había prometido se levantó perezosamente, se aseó e hizo lo que rutinariamente se debía para un día “normal” de escuela y se dirigió junto con Donghae a esta.
En la entrada del institutito, Kyuhyun paró abruptamente haciendo parar también a su hermano, tenía un miedo terrible, volvía a sentir aquella pesada mirada que no sabía de dónde provenía. Hubiera preferido quedarse en casa y seguir jugando y estudiando por su propia cuenta.
— ¿Sabes? Mejor me regreso a casa, hoy no amanecí muy bien… tengo dolor de estomago y puede perjudicarme en los estudios, si eso…..
—No, no tú no me vas a engañar de nuevo con eso, así que te metes por tus propios piecitos o te meto yo con métodos que no quieres imaginar— Donghae se situó detrás de él para empujarlo y llevarlo por todo el patio hasta a la puerta de su aula a regañadientes— hasta aquí te dejo ¿o quieres que te lleve hasta tu pupitre agarradito de la mano?
— ¡No!, no ya fue suficiente vergüenza que me llevaras a rastras hasta acá, ya te puedes ir hermanito yo sé llegar.
—Te esperare aquí para irnos a la cafetería en el descanso— el menor se dio la vuelta para irse a su lugar, pero el pececito (como su novio le decía) lo había llamado nuevamente— y Kyu… tranquilo ¿sí? Todo irá bien— el chico pálido sólo atinó a sonreír e irse a su asiento y esperar a que la clase se llenara completamente por sus fastidiosos compañeros.
No contaba con la inesperada visita del director a su salón. “¿Qué querrá ahora este viejo amargado? De seguro que hagamos horas extras limpiando los salones” se dijo mentalmente antes de prestar atención a aquel hombre rechoncho y chaparro.
—Buenos días estudiantes, cómos sabrán la querida maestra Song Ji Hyo tuvo que retirarse por algún tiempo a causa de su embarazo, todos deseamos que su bebé y ella salgan con buena salud y bienestar— “ni enterado estaba, poco me importa lo que haga esa señora, mejor para mí, siempre iba a tener la razón en cuanto a literatura. Por Dios ¿quién reprueba al gran Cho Kyuhyun?....” — por lo consiguiente, este joven será su nuevo profesor… adelante por favor.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por la entrada de un chico de no menos de 26 años, de piel morena, algo obscura si se comparaba con la del menor, que era más pálido; el pelo negro algo alborotado, cejas muy pobladas y sus ojos….
Se detuvo por unos momentos a observarlos y en un instante estos lo miraban directamente a él, cómos si supieran que siempre se sentaba en el mismo lugar, junto a la última ventana de aquel salón.
—Un gusto en conocerlos, mi nombre es Choi Siwon y espero nos llevemos muy bien— hizo una pequeña reverencia al alumnado y volvió a dirigir la mirada hacia el castaño, Kyuhyun comenzaba a inquietarse por la atenta mirada del profesor. ¿Por qué lo miraba fijamente solo a él? ¿Se conocía? Pues no recordaba haberlo visto en ningún lado.
Así pasó toda la clase, un Kyuhyun muy incómodo y sin prestar nada de atención a ninguna de las explicaciones del profesor, pues éste no dejaba de observarlo fijamente, explicaba el tema pero siempre volteando a ver al delgado chico.
El timbre sonó dando por terminada la clase y el castaño solo pensaba en salir lo más pronto posible de aquella aula y de la intensa mirada de su profesor, pero no contaba con que se tropezara con una de las sillas que alguno de sus estúpidos compañeros dejó fuera de su lugar “maldito idiota el que haya sido”
—Vaya que eres despistado y de pies torpes.
La voz aterciopelada y dulce de aquel hombre hizo que se levantara rápidamente y se pusiera totalmente nervioso “me siento como una colegiala frente a su amor platónico ¡compórtate Cho!” suspiró pesadamente esperando que su acompañante no se diera cuenta.
—Bue….bueno…y-yo— “estúpido, estúpido ¿no puedes hablar más coherentemente? Qué forma de hablarle a la persona que tal vez te acose, bravo Kyuhyun” se reprendió mentalmente.
Su profesor fue acercándose lentamente hasta que quedaron pecho con pecho, sentía la exhalación en su nuca, no quería elevar la cabeza y toparse con su mirada… su intensa mirada.
—Eres muy hermoso, me costó mucho trabajo volverte a encontrar pequeño.
— ¿De…de qué hablas?
El mayor sólo rió, acarició su nívea cara y quitó unos cuantos cabellos que traviesamente se posaron en su rostro.
—Hablo… de que eres mío Cho Kyuhyun y no dejaré que te vuelvas a escapar
El corazón de Kyuhyun comenzó a latir desenfrenadamente “¿pero qué mierda me está pasando? Deja de comportarte así ¡por Dios!” Seguía regañándose mentalmente. No se había dado cuenta que Siwon se acercaba peligrosamente a sus labios y extrañamente no quería moverse, sentía su cercanía reconfortante y cálida, quería que ese beso llegara…
Pero no lo hizo.
En cambio sólo sintió como Siwon se alejó de sus labios y se separó de él con cuidado, el menor se sentía frustrado ¿Cómo era posible que este idiota lo dejara con las ganas de probar aquellos apetecibles labios? Sacudió su cabeza ligeramente ¿Qué es lo que estaba pensando? ¿Besar a alguien que dice acosarlo? ¡Ni loco!
Sólo vio cómo aquel profesor chiflado se iba no sin antes lanzarle una última mirada que Kyuhyun no supo interpretar, se quedo un buen rato recargado en la pared aclarando sus ideas hasta que un golpe en la cabeza lo hizo reaccionar.
—¡¡Auch!! Oye idiota me dolió.
—No reaccionabas…. Y no me llames idiota que soy tu hermano mayor
—¿Y eso te da el derecho a golpearme?— le dijo el menor al recién llegado mientras se encaminaban a la cafetería dónde sus demás amigos los estarían esperando.
—Hmm prácticamente… sí, en fin. Quiero hablar de alg… ¿porque estás tan rojo?
Kyuhyun dejó de caminar y miró a Donghae con cara de shock ¿rojo? ¿Estaba ruborizado? Se sentía tonto al pensar que se veía como una adolescente con las hormonas alborotadas por su amor platónico
—¿De…de qué hablas Hyung?
—No te hagas Cho Kyuhyun, sabes perfectamente que te conozco y que conozco tus preferencias sexuales... ¿Es ese maestro sustituto que te da clases?
—¡QUÉ!... no… nada que ver Hyung… por Dios— apresuró el paso hacia la cafetería para que aquel pez impertinente dejara de hacerle preguntas incómodas, ya no quería pensar en aquel hombre.
“Eres mío Cho Kyuhyun”
Esa maldita frase no dejaba su cabeza.
—Entonces dime ¿Por qué tan rojo hermanito?
—Tenía calor, ¿contento? Los ventiladores del aula no funcionaban.
—Hmm te creeré… por ahora.
El menor entró volando a la cafetería para divisar a Sungmin, su mejor amigo y confidente. Rápidamente se sentó enfrente de él y se escondió con su mochila en la cabeza, Sungmin lo miraba divertido y curioso así que volteo a ver en la dirección que veía su amigo y vio a Donghae que lo buscaba, al poco rato llegó Hyukjae y la feliz pareja se fue a los jardines a pasar el descanso ahí.
—Ya se fue, que milagro volverte a ver, niño ¿Por qué te escondes de Donghae?
—Me estaba atormentando con preguntas sobre… olvídalo. Donghae me trajo a la fuerza.
—Bien lo olvidaré, pero alguna vez me lo tendrás que contar. Me alegro que tu hermano te trajera de las orejas, no podías perder más clases.
Oh, claro que sí podía y lo haría si no arreglaba pronto el asunto del maestro “oh.yo.te.acoso.desde.que.tienes.uso.de.razon”
—Lo siento Min, sentía que la escuela me asfixiaba así que... me tomé un tiempo para mí.
—Claro, como el niño es el primero en todas las clases y tiene premios hasta para dormir sobre ellos no le preocupa en nada.
—Con la inteligencia se nace, mi querido amigo— comenzó a reírse por los cachetes inflados de su mejor amigo, adoraba hacerlo enojar. Pero repentinamente dejó de reír pues sintió nuevamente aquel frio, aquella mirada penetrante sobre su espalda, volteó de apoco hacia atrás para toparse con su profesor de literatura.
Vio como Siwon articulaba una sola frase “eres mío” mientras le daba una de sus brillantes sonrisas matadoras, Kyuhyun volteó a ver Sungmin que luchaba por abrir el empaque de su emparedado.
— ¿Qué te pasa?
— ¿Recuerdas de las miradas que sentía en la espalda y de que me sentía vigilado?
—Sí, recuerdo que te estabas poniendo histérico e insoportable ¿por?
Se levantó y se sentó a un lado de Sungmin para poder platicar en secreto, pudo ver mejor que Siwon no despegaba la vista de él hasta que estuvo al lado de Min su rostro cambió a uno más serio, como si estuviera enojado
O celoso…
Kyuhyun le cruzó por la mente un plan, jugaría con aquel profesor y vería hasta qué punto podía llegar, podía salir perdiendo, pero por alguna extraña razón le gustaba verlo así. Abrazó a su mejor amigo y comenzó a susurrarle en el oído sin dejar de ver a su maestro de literatura.
—Por nada, solo quería decirte que ya he dejado de sentirlas y que se quién es.
— ¿De verdad? ¿Quién?— Sungmin en un acto inocente volteó a ver a Kyuhyun y sus labios casi se tocaban, ninguno de los dos se incomodó pues se conocían desde la secundaria. Pero a alguien más si le había incomodado, Siwon haciendo un fuerte ruido en la mesa, se levantó hecho furia y salió de la cafetería rápidamente.
Kyuhyun sonrió, su plan iba viento en popa, miro a un Sungmin confuso por tal acto del profesor.
—Es….¿es él?
—Tal vez mi querido conejín… te dejo, tengo que ir a la biblioteca, me toca servicio hoy y si llego tarde de nuevo me regañará Dara… ya sabes cómo se pone esa mujer.
—De acuerdo… pero tendrás que contármelo TODO Cho Kyuhyun, ya vete—el menor se despidió y salió rumbo a la biblioteca, aunque no lo demostrara sentía un poco de miedo, así que fue cauteloso por todos los pasillos hasta llegar a su destino. Dara lo felicito por haber llegado temprano, cosa que nunca hacia.
—Lleva estos libros a sus respectivos estantes y cuando termines necesito que captures en la computadora a los de nuevo ingreso.
—Señor, sí señor— Dara tan sólo rió y le dejó los libros en la mesa, Kyuhyun los tomó y fue colocándolos uno por uno en sus lugares, estaba tan absorto en su trabajo que no se dio cuenta que alguien se había parado detrás de él. Lo sujetó por la cintura y comenzó a respirar en su cuello, aspirando el dulce aroma que desprendía el más joven.
Kyuhyun entró en shock al sentir esas cálidas manos alrededor de su cintura y esas exhalaciones en su cuello que hacían que pequeñas descargas se pasearan por su piel sensible.
—Pro… profesor
—Shh… no me llames así, dime por mi nombre: Siwon— comentó susurrándole en el oído el mayor mientras acariciaba el pecho de Kyuhyun— dime la verdad Kyu ¿te traes algo con Sungmin? Y no me mientas.
Kyuhyun no podía pensar coherentemente con aquellas manos paseándose por su cuerpo, dio media vuelta para mirarlo de frente. Gran error pues así lograba ver los ojos llenos de pasión y enojo que tenía su profesor.
—N… no… no tenemos nada, Sungmin y yo solo somos amigos
— ¿De verdad? Pues no parecía ser así en la cafetería, recuerda pequeño— se acercó a sus labios y dio un pequeño rose para después dirigirse a su oído— eres mío nada más— y sin más atacó los carnosos labios del joven castaño, Kyuhyun se sentía volar, pero esto no podía seguir así, tenía que saber porque aquel profesor estaba obsesionado con él.
—Pa… Para por favor
— ¿Quieres que pare? ¿Quieres en verdad que pare?— dijo besando nuevamente sus labios mientras daba pequeños círculos en su espalda.
— ¡BASTA! Necesito explicaciones ¿de dónde mierda me conoces? ¿De dónde mierda nos conocemos? ¿Por qué tanta maldita obsesión conmigo?
Kyuhyun sentía que se desmayaría pronto, le faltaba el aire y se sentía mareado. Siwon lo miró serio, se separó de él y se sentó en una de las mesas de aquella área, era muy poco probable que alguien los interrumpiera, pues casi nadie se paraba en horas de clase.
— ¿Quieres explicaciones? Bien, te las daré. Nos conocimos gracias a tu primo Leeteuk cuando éramos más pequeños, tú, Donghae, Leeteuk, y yo éramos inseparables; cuando comenzamos a crecer comencé a verte con otros ojos, quería protegerte, tenerte solo para mí, pero mis padres me mandaron estudiar fuera y tuve que alejarme de usted… a tal punto que tú y Donghae me olvidaran— terminó de relatar Siwon con la cabeza agachada. No era posible que su Hyung Won, su Wonnie fuera ese hombre, tantas emociones hicieron que colapsara y lo último que vio fue a un Siwon preocupado.
***
Despertó desorientado, lo único que recodaba era que estaba con Siwon hablando en la biblioteca, ahora se encontraba en lo que parecía ser la habitación de alguien. La habitación se encontraba pulcramente acomodada y era de un lindo color crema que hacían juego con las sábanas de la cama.
Se levantó con cuidado y caminó hacia una puerta que imaginaba era el baño, entró en él y se sostuvo en el lavamanos de color hueso, abrió la llave para mojar su rostro y al momento de levantar su cabeza escuchó el ruido de la puerta de la habitación abrirse.
—¿Kyu?
—Estoy en el baño— no hubo más que decir, sabia quien era y se sentía nervioso ¿Qué le diría después de casi 10 años de no verse? Sintió la presencia del mayor detrás de él y volteó a verlo, su rostro parecía aun más preocupado que cuando se desmayó, se veía triste y apenado; tenía unas inmensas ganas de acariciar su rostro y decirle que no se preocupara, pero freno sus impulsos.
—Discúlpame por… darte aquella noticia tan de repente, pero tú querías que te diera explicaciones… entenderé si me odias por causarte terror e incomodarte, me odio por hacerte eso.
—No… no, no Siwon… no, perdóname tú a mi Wonnie por no reconocerte… por no reconocer al Hyung del cual estaba enamorado.
Siwon levantó la mirada ¿había escuchado bien? ¿Aun tendrá una oportunidad con su pequeño después de tanto tiempo?
—Es ence…
—Shh, no hables… me toca a mí hacerlo. Después de que nos enteramos que te habías ido mi corazón se rompió, me sentí lastimado, pues siempre me cuidaste y me confiabas todo y que no me dijeras que te ibas y ni te despidieras me dolió… más me había dolido el no poderte decir el cuanto te amaba… Sí, tal vez a la edad de 12 años aun no supiera que era el amor, pero sabía lo que sentía por ti.
— ¿Y… aún lo sientes pequeño?
Kyuhyun se quedó pensando ¿aún lo quería? Recordar aquellas manos en su espalda mientras los ardientes labios se paseaban de su boca a su cuello, la mirada ardiente y lujuriosa de aquel hombre y recordar su infancia cuando él lo llevo al parque a admirar la lluvia de estrellas que sería momento sólo de ellos dos, cuando lo abrazó por haber ganado su primer premio en matemáticas.
No quería perderlo nuevamente.
Se acercó al mayor quien tenía la mirada gacha, tomó su mentón sonriéndole tiernamente y le besó, no fue un beso desesperado, ni tampoco uno lleno de pasión. Fue un beso de reencuentro, un beso en el que se decían lo mucho que se extrañaron y se necesitaron esos 10 años
Siwon acunó la cara del menor mientras profundizaba más, mientras penetraba con su lengua aquella cavidad exquisita, lo cargó como princesa sin separar los labios y se encaminaron hacia la cama, lo tumbó en aquella suavidad mientras se posaba sobre él:
—Te amo y no sabes cuánto esperé para tenerte aquí conmigo “eres y serás mío”
—Siempre lo he sido Wonnie, te amo…
Siguieron explorándose mutuamente, regalándose besos por todos los lugares existentes
Y lo demás…….
Se los dejo a su imaginación.