Sentí las manos de Minho hyung pasar por mi espalda junto con la esponja.
Eché mi cabeza hacia atrás para disfrutar más de esa sensación, la esponja pasaba por toda mi espalda y se detenía en los omoplatos. Estaba seguro de que toda mi piel estaba llena de espuma.
Las manos de Minho no se detenían e igual a como lo hizo con la esponja había frotado la barra de jabón. Suspiré cuando sus manos pasaron a mi pecho deslizándola. Relamí mis labios y cerré los ojos.
La barra de jabón se frotó contra mis pezones, sentí su miembro punzar contra mi espalda baja y sólo por mi diversión me moví hacia atrás para tocarlo más.
Suspiré porque sus manos olvidaron la barra de jabón para bajarlas hacia mi vientre y de ahí irse hacia mi pelvis. Jugaba con que me enjabonaba pero en realidad sólo estaba provocándome. Sus yemas pasaban por mi piel rozándola.
-Ahh~- gemí leve cuando su derecha tomó mi miembro para estimularlo.
-Shhh.- susurró contra mi nuca.
Sentí un beso en esa parte de mí, el agua tibia comenzaba a salir de la bañera por lo que fruncí el entrecejo.
-Minho, el agua.- susurré.
Pero no me contestó, seguía dándome ese masaje en mi miembro. Mis manos soltaron los patitos de goma para llevarlas hacia sus piernas que estaban a los lados de las mías.
Después de todo yo estoy sentado delante de él pero dándole mi espalda, así él podía enjabonarme. En teoría, porque en realidad aprovechábamos estos momentos para ser un poco más pasionales.
Mis manos las deslicé desde sus rodillas hasta sus tobillos, a como me lo permitía, el mismo vaivén que él estaba haciendo en mi miembro yo lo reproducía en sus piernas. Lo escuché jadear y luego hizo más marcado ese vaivén en mi cuerpo.
Me empujé con los pies hacia atrás para tocar su pene erecto, él movió su cadera un poco pero no lo suficiente o como me gustaría porque la bañera es realmente muy pequeña. Inicialmente sólo puede ser usada por una sola persona, pero también por ser pequeña es un buen lugar para intimar.
Relamí mis labios al sentir sus dedos delinear mi glande y apretarlo en la división que hizo la circuncisión. Mordí mis labios para no gemir porque su otra mano fue hacia mis testículos para masajearlos.
Yo no abandoné la reproducción de los movimientos de su mano en mi falo, en ocasiones noté que Minho juntaba sus piernas y me apretaba. Sentí un líquido caliente en mi espalda que hizo contraste perfecto contra la tibia agua en la que ambos estábamos, luego los movimientos en la mano de Minho se hicieron más rápidos.
Eché mi cuerpo hacia atrás, igual cerré mis piernas que había mantenido abiertas para él, luego fui presa de un orgasmo.
Dejé de mover mis brazos en sus piernas para dejarme descansar contra su pecho.
Volteé a verlo desde abajo, él igual estaba descansando su cabeza contra el borde de la bañera.
-Minho.- le llamé.
-¿Mmm?-
-Ahora estamos sucios.- susurré riendo.
-Tendremos que volver a ducharnos y a usar la bañera.- contestó abriendo sus ojos para mirarme.
-Nos ducharemos pero esta vez no entraré a la bañera contigo.- dije mirando al agua que estaba entre mis piernas, en donde los patitos de goma flotaban pero vi una curiosa mancha blanca su costado, no pude evitar ponerme rojo.
-¿Por qué no? Así ahorraremos tiempo y agua.- se movió para sentarse mejor, en esto me llevó con él para acomodarme también.
-Porque no me gusta meterme a la bañera contigo.- susurré moviendo el agua para que mi semen se perdiera. –Siempre que me meto me resbalo.- hoy casi me quedo con rostro bonito porque el agua con jabón hace más resbaloso el materia de la bañera.
-¿Sólo por eso?- preguntó pasando sus brazos por mi pecho para pegarme a su cuerpo.
-Además de que cada que nos movemos se tira agua.- me quejé. -No me gusta tirar agua.- declaré con un tono de voz más infantil.
-¿Entonces es por eso?- susurró contra mi cabello húmedo, luego sentí y escuché que lo besó.
-Sí, sólo es por el agua.- contesté hundiéndome más en el agua para no pasar frio, pero al tiempo, dejando que él me abrazara mejor. –Y porque me resbalo al entrar.-
-Pero siempre tomo tu mano para que no caigas.- sí, lo sé. Antes de que él se siente en su lugar en la bañera me da la mano para entrar también, y no es hasta que yo esté sentado que él lo hace.
Entonces veo toda el agua que sale por el espacio que ocupa Minho.
-Pero el agua…-
-Míralo desde este lado, si nos bañamos juntos ahorramos agua.- dijo riendo al final, pero era una risa leve sin burla.
-El agua que ahorramos es la que se tira cuando entro a la bañera.- contesté.
-Entonces no llenaremos la bañera de agua hasta que los dos estemos dentro.- declaró.
-Eso podría funcionar.- contesté riendo.