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WonKyu Fest 2014 / Día 19 por Whispers_Shippers

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Notas del fanfic:

Esperamos que disfrutéis de este evento y apreciéis el esfuerzo de las personas que lo han hecho posible, tanto el staff organizador como los escritores que han aportado sus textos.

Tendréis un nuevo fic cada día exceptuando los domingos, así que revisad la página si os interesa leerlos. Se añadirán como capítulos en este mismo post.

Hay escritores excelentes y desconocidos hasta la fecha entre ellos y escritores conocidísimos que no publican en estos lares, pero que merece la pena leerlos, así que la administración de WKShippers / Cho-i Team será los publicará en esta página, contando con todos los permisos de sus autores.

¡Criaturas del mundo, celebremos el mes del WonKyu como nuestra amada ship se merece! 

Notas del capitulo:

Autora: Kurara

Título del fanfic: La rubia camarera

Parejas: WonKyu

Tipo: Yaoi.

Género: ¿No tiene género? No estoy muy segura, creo que es inclasificable XD

Advertencias: Puede inducir a error

Comentario del Autor/a: Bueno... Uhm... Esta idea creo que es muy obvia de dónde salió, pero para descubrirlo deberéis leerlo o sino perderá toda la gracia si os lo digo de antemano.

En su momento mucha gente me pidió que escribiera sobre ello, pero entonces no era algo que me interesara. Acostumbro a funcionar así, cuanto más me insisten en una cosa, menos ganas tengo de hacerlo, así que cuando la euforia inicial pasó y yo casi que me olvidé un poquito del asunto, la idea surgió tranquilamente en mi cabeza y así lo escribí.

Reconozco que tal vez podría haber hecho algo más de este escrito, pero últimamente, aparte de lo ocupada que estoy, me apetece descansar de vez en cuando y hacer un poco el vago XD

En fin, sea como sea y después de tantos detalles innecesarios de mi vida, aquí os dejo este tercer escrito mío para el WonKyuFest!

 

 

La rubia camarera

 

Contoneando sus caderas, una rubia camarera caminaba entre las mesas y rincones privados de un selecto bar tomando notas.

 

El lugar era exclusivo y muy lujoso. La luz tenue daba un ambiente de privacidad a las discretas conversaciones que los clientes tenían entre ellos. Al fondo del establecimiento había varios cubículos privados dónde se llevaban a cabo varias reuniones entre hombres y mujeres poderosos y de alto nivel adquisitivo. En el lado opuesto se encontraba la barra del bar dónde un par de mujeres charlaban sobre el atractivo barman que en ese momento estaba alcanzando una botella del estante más alto de la estantería de cristal pulido, bien surtida de botellas de colores con distintos tipos de bebidas alcohólicas, que había tras la barra.  Cuando el hombre se giró y abrió la botella dispuesto a vaciar parte de su contenido en la coctelera que había dejado en la repisa interior de la barra, sonrió a la rubia camarera que se acercaba hacia allí.

 

-Estás preciosa esta noche -la saludó.

 

-Tres cervezas, un cosmopolitan y un Martini para la mesa tres -ella decidió ignorar el cumplido.

 

Él le sonrió divertido. Pareció tener intención de decir algo más, pero alguien llamándole se lo impidió.

 

-Siwon -el jefe del establecimiento llegó a la barra pulcramente vestido y claramente nervioso-. Tenemos clientes muy importantes en el reservado de arriba -le informó.

 

El barman y la camarera intercambiaron una mirada. Al parecer la persona que habían estado esperando desde su contratación tres días atrás, había llegado. El reservado de arriba solo se usaba para reservas exclusivas de famosos o políticos influyentes.

 

-Sírveles sólo de lo mejor y cualquier cosa que pidan -añadió-. La factura me la pasas directamente a mí.

 

-Por supuesto -aceptó el barman-. ¿Quiere que busquemos una camarera exclusiva para ellos? -sugirió.

 

-Excelente idea -lo felicitó el hombre.

 

-Yo estoy libre -mintió la camarera rubia,  no iba a dejar pasar esa oportunidad,  Siwon se encargaría de darle sus mesas a otra camarera.

 

-Excelente -aplaudió él entusiasmado ante la idea-. Sube arriba y atiéndelos como si fueran reyes. No les hagas esperar.

 

Ella asintió y se despidió del barman con una mirada antes de dirigirse a las escaleras de la entrada. Subió al piso de arriba y tocó dos veces en la puerta del reservado antes de abrir.

 

La habitación era una sala cuadrada, bastante más grande que los cubículos privados del piso de abajo. Un gran sofá en forma de "U" ocupaba la pared paralela a la puerta y las laterales de forma que el asiento estaba encarado hacia un televisor. En medio de la sala había una mesita baja, dispuesta para poner las bebidas.

 

El sofá estaba ocupado por tres hombres y cuatro mujeres jovenes exageradamente destapadas. Su uniforme era hasta cierto punto revelador, pero nada que ver con los vestidos que lucían ellas. No hizo falta que le dijeran a qué se dedicaban las muchachas.

 

-Buenas noches, me llamo Sung Ji Joon -se presentó-. Voy a ser su camarera esta noche -explicó haciendo una venia-. ¿Me permiten que les tome nota?

 

Uno de los hombres la miró de arriba a abajo de forma bastante descarada y le sonrió, ella se alegró de llevar su camisa prácticamente abotonada por completo. Otro de los hombres habló antes de que al mirón le diese tiempo a abrir la boca y pidió una serie de bebidas caras para todos ellos. Ella lo apuntó y se despidió con una venia antes de salir de la sala.

 

Cuando giró al final de las escaleras, se dio cuenta que Siwon observaba en su dirección, atento a su llegada. Se acercó a la barra, procurando no llamar demasiado la atención y se inclinó contra ella enseñándole a Siwon el papel con las bebidas apuntadas, como si tratara de explicarle algo sobre ellas, pero en su lugar, pronunció unas palabras que no parecían tener nada que ver:

 

-El sujeto uno está arriba.

 

Siwon asintió sutilmente e inspeccionó el papel una vez más antes de empezar a preparar las bebidas.

 

Cuando tuvo las mezclas listas, ella las subió con cuidado al reservado, sus tacones aumentaban el riesgo de un tropezón con sus ya comúnmente patosos pies y no era algo que quisiese sufrir con semejante cantidad de dinero líquido sobre su bandeja.

 

Tocó como pudo a la puerta y entró en la habitación saludando. Colocó las bebidas en la mesa y finalmente dejó la cubitera con una botella de caro champán francés sobre la mesa.

 

-Un regalo de la casa -explicó con una sonrisa.

 

Uno de los hombres le agradeció con una mirada y ella tomó eso como su señal para salir. Antes de llegar a la puerta, una mano sobó su trasero, por lo que se apresuró a marcharse. Horas atrás no lo habría dejado pasar simplemente, pero se había acostumbrado a las manos descaradas durante toda la noche, además no era el momento de empezar una discusión, no era el hombre indicado para eso tampoco.

 

Regresó abajo y se acercó de nuevo a la barra a dejar la bandeja. Observó a Siwon secar un vaso con un trapo y con la mirada distraída. Mirándolo con más detenimiento, reparó en el diminuto aparatito en su oreja.

 

-¿Dónde pusiste el micrófono? -preguntó en voz baja cuando se aseguró que no había nadie cerca.

 

-En la cubitera -respondió regresando su mirada a ella para guiñarle un ojo.

 

-Muy astuto -lo felicitó.

 

Él le sonrió y volvió a centrar su atención en el vaso. Volvió a fingir concentrarse en él. Ella se quedó un par de minutos en silencio junto a la barra, pero pensó que allí resultaba sospechosa y decidió marcharse.

 

-Voy al almacén a por otra botella de champán -le susurró-, no creo que les dure mucho.

 

Siwon la miró y asintió.

 

-¿Son siete personas, no?

 

Ella asintió.

 

-¿Cuatro chicas? -dedujo él.

 

-Cuatro putas de lujo -concretó ella antes de desaparecer tras la puerta que había junto a la barra.

 

Siwon asintió para sí mismo. Tampoco se había esperado otra cosa.

 

-Siwon -un camarero dejando su bandeja en la barra llamó su atención-, prepárame la cuenta del cubículo del fondo. Ahora vuelvo -y despareció tras la puerta que había estado mirando apenas un segundo antes.

 

Rió divertido ante la actitud del chico. Era tan evidente. Se imaginó la facilidad con la que ella se lo quitaría de encima.

 

-¿Qué es tan divertido?

 

Eun Sang, otra de las camareras, lo distrajo al llegar a la barra.

 

-Nada. Sólo que es divertido ver cómo la gente no sabe disimular su interés.

 

-Oh -comprendió ella-. ¿Cuantas clientas van ya que intentan echarte el lazo? -preguntó divertida.

 

Siwon rió por el malentendido. No se refería al mal disimulo del interés de las mujeres del club hacia él, más bien se refería al interés de los camareros del lugar hacia su rubia compañera.

 

-Unas cuantas -decidió que no valía la pena sacarla de su error. Tampoco es que aquello hubiese sido una mentira.

 

Ella rió y a continuación le pidió las bebidas a por las que había ido. Él las preparó, las sirvió y ella se las llevó. Después preparó la cuenta que le habían pedido, consciente de que el camarero tardaba demasiado en salir espantado del almacén.

 

Aprovechando que la barra estaba vacía de clientes y todos los camareros parecían tener bebidas que servir, decidió ir a echar un vistazo a ver qué pasaba allí dentro. Cruzó la puerta a la trastienda y atravesó el estrecho pasillo hasta el almacén. Se detuvo sorprendido ante la escena que se desarrollaba en el interior.

 

Ji Joon estaba apoyada contra una de las estanterías. Acorralada por el camarero que había entrado detrás de ella.

 

-Oh, vamos. ¿Por qué no me quieres dar tu número? Pasaríamos un buen rato, ¿sabes?

 

-No me interesa.

 

-Puedo comprarte uno de esos bolsos caros que tanto os gustan.

 

-No necesito bolsos.

 

-¿Quizá unos zapatos? Tus piernas se ven preciosas con esos tacones...

 

Siwon vio sorprendido como el hombre acariciaba una de las piernas descubiertas por la minifalda del uniforme que ella vestía.

 

-Tienes una piel muy suave, ¿sabes?

 

El camarero se inclinó sobre ella con la clara intención de besarla. Y aquello ya fue la gota que colmó el vaso. Si ella no iba a hacer nada para impedirlo, pensaba hacerlo él.

 

-Yo que tú no lo haría...

 

El camarero giró la cabeza sorprendido, pero Siwon no le dio oportunidad de hablar.

 

-No pareces muy inteligente, así que te lo voy a decir clarito -Siwon caminó hacia ellos con gesto decidido-. Quítale las manos de encima a mi chica o te arranco la cabeza.

 

El hombre no dudó en obedecer ante el tono amenazador. Siwon por lo general parecía una persona amable y simpática. En ese momento parecía un mafioso acostumbrado a cortar cabezas. Por si de casualidad retirar su mano de su pierna no fuese suficiente, se apartó también dos pasos de la nueva camarera.

 

-Eeeehhh... Lo siento -se disculpó viendo como Siwon se ponía delante de Ji Joon en gesto protector-. No sabía lo vuestro.

 

-No es razón para que sigas insistiendo cuando ya te había dicho que no -habló ella desde atrás.

 

-Bueno... sólo pensé que te estabas haciendo la estrecha -se explicó.

 

Ella rodó los ojos.

 

-No es una buena táctica de cualquier forma  -lo iluminó.

 

Él tuvo intención de decir algo más, pero Siwon lo interrumpió.

 

-Largo de aquí.

 

Su aura amenazadora impidió que se lo pensara dos veces.

 

Cuando el hombre se hubo marchado, Siwon se dio la vuelta para mirarla.

 

-¿Y tú se puede saber por qué no te lo has quitado de encima? -le reclamó-. Eres tan fuerte como él, podías tumbarlo de un puñetazo. Es un enclenque.

 

-No puedo delatarme o perderemos el negocio -le recordó ella tirando de su falda hacia abajo, tratando de cubrir inútilmente sus muslos. ¡Estúpida minifalda ajustada!

 

-¿Y piensas aguantar a tipos babosos como él y ya? -preguntó sorprendido.

 

-Es lo que llevo haciendo toda la noche -lo iluminó-. Te recuerdo que fuiste tú el que me convenció de hacer la entrevista.

 

-¿Y qué querías que hiciéramos? -preguntó él tratando de defenderse ante la acusación-. Necesitábamos entrar a trabajar los dos aquí, este bar es el mejor sitio para que el tipo haga sus chanchullos -le recordó señalando hacia el techo, haciendo referencia al hombre que se encontraba en el reservado privado de arriba-. ¿Qué culpa tengo yo de que me cogieran a mí de barman en lugar de a ti?

 

-No, ninguna. De lo que tú tienes culpa es de obligarme a hacer la entrevista para camarera.

 

-¿Y qué otra cosa podía hacer? -cuestionó-. El hombre éste sólo busca tías buenas para servir a sus clientes, sólo hay un camarero y eso es porque es su hijo.

 

Ella rodó los ojos mientras se giraba hacia la estantería, mirando hacia arriba. Ahora que Siwon lo había mencionado, recordaba que había entrado en el almacén en búsqueda de una nueva botella de champán para el sujeto número uno de su investigación.

 

-Bueno, pues gracias a eso y a tu maravillosa idea, hoy ya he perdido la cuenta de los tíos que me han tocado el culo -le hizo saber localizando la botella que buscaba en el estante de arriba.

 

Se subió en el taburete que había a su lado para alcanzar dicha botella. Tuvo que ponerse de puntillas y hacer un par de intentos para agarrarla.

 

-No me extraña...

 

Mirando hacia atrás, atrapó a Siwon con la vista clavada en su culo.

 

-¡Siwon por el amor de Dios, céntrate! -le reclamó bajando del taburete con la botella en una mano y tratando de alargar su falda a base de tirones inútiles.

 

-No puedo si te me contoneas con tu culito embutido en esa falda -respondió sonriéndole torcido.

 

-¡Eres un pervertido, Choi Siwon! -le reclamó.

 

-Me pregunto la cara que pondría el tío ese si supiera lo que escondes debajo de esa faldita que tanto parece haberle gustado -comentó divertido, pero sin quitarle los ojos de encima.

 

-Te recuerdo que me he puesto una peluca, una falda y unos tacones por trabajo. No para que tú te diviertas a mi costa -le reprochó-. Así que céntrate. No quiero que la investigación se nos vaya a la mierda porque si no me habré paseado por el mundo vestido de mujer para nada.

 

Caminó dispuesto a salir de allí, cuando Siwon lo agarró de la cintura volteándolo. Bajó sus manos y apretó su culo fuerte antes de besarlo con pasión y hambre. Él ni siquiera llegó a responderle al beso por la sorpresa.

 

-Por qué no te dejas la falda y la peluca cuando lleguemos a casa ¿eh, Kyu? -le sugirió mirándolo lascivamente.

 

-Pervertido -le respondió revolviéndose entre sus brazos-. Suéltame.

 

Siwon lo soltó a desgana y lo vio dirigirse hacia la puerta. Sin embargo, antes de salir, se giró para mirarlo.

 

-¿Sabes qué? -le preguntó-. Este uniforme -señaló bajando una mano hacia su falda-, lleva una liga -apuntó levantando un poquito el bajo de la falda.

 

Siwon vio sorprendido una cinta de encaje negro rodeando el pálido muslo del chico. Levantó su mirada hacia sus ojos, buscando en ellos una innecesaria confirmación de lo que ya había visto. Kyuhyun le sonrió, le guiñó un ojo y salió del almacén  riéndose en voz alta por dejar a su novio con semejante problema entre sus piernas. No iba a ser él el único que se pasara el turno sufriendo...

 

 

Notas finales:

Y sí, todo esto salió de la presentación de Kyuhyun vestido de tipa rubia :D 


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