El día en que SuHo ya no quiso más hermanitos.
La familia Choi-Cho había sido reunida en la sala, sin faltar siquiera el pequeño Bugsy como parte de esta. Omma Kyu y Appa Won estaban tomados de la mano, ambos sonrientes, mientras observaban los risueños rostros de sus pequeños llenar el sofá que habían mandado a confeccionar especialmente para ellos. Suho, siempre perspicaz, reconocía esa situación mucho mejor que sus jóvenes hermanos. O eso creía él.
- ¡Ya no quiero más hermanitos! -Exclamó Suho a todo pulmón antes de que sus padres mencionaran palabra alguna. Ciertamente, el reclamo de su hijo mayor sorprendió a ambos padres, quienes se miraron entre sí con cierto deje de estupor y una obvia expresión de incredulidad en sus semblantes.-
- ¿Qué dices, Suho? -Alcanzó a preguntar SiWon, pero Suho solo frunció su delgado ceño y observó a sus padres, temerario, justo como quien lo había dado a luz. No por nada su adorado Heenim hyung lo había apodado como "Cutest brat"; y es que era idéntico al maknae que todos conocían y amaban.
- ¿Por qué ese cambio tan repentino, hijo? Hasta hace poco nos pedías ocho. -Recordó KyuHyun, quien muy a su pesar, se encontraba feliz por poder al fin convencer a su hijo de que no debía pensar en cosas de ese estilo. Sin embargo, antes de que pudieran obtener una respuesta, Suho salió corriendo del sitio de reunión.
- ¡Porque no! ¡Ustedes siempre olvidan a Suho! -Reclamó el pequeño niño desde la seguridad de su escondite.- Minho juega fútbol, así que ustedes van a todos sus partidos. Jino canta tan bonito como omma... y Suho, Suho no hace nada de eso. ¡Quieren más mis hermanos, admítanlo! Y ahora vendrá otro... -Un insistente pataleo y un suave sollozo se escuchó desde la cocina, y entonces, incluso sus hermanos supieron dónde se encontraba. SiWon mandó a los niños a jugar un momento, para que no se prendieran del comportamiento del mayor; mientras KyuHyun se metía bajo la mesa del comedor junto a su hijo.
- ¿Cómo es que llegaste a esa conclusión, Suho? -Interrogó en voz muy baja, en lo que estiraba uno de sus brazos para rodear los hombros del niño.
No, el pequeño monstruo no lloraba con frecuencia y he allí el porqué de hasta buscarse un escondite para que no lo vieran. Solo así es que se dieron cuenta de que algo iba mal, más KyuHyun no sabía qué hacer ante las acusaciones de su hijo. Además de que el silencio que siguió a su pregunta no hizo más que impacientarlo aún más. Por ende, llamó al único que sabía cómo calmar a ese chiquillo, con un suspiro resignado.
- ¡Won! ¡Ven aquí! -Gritó, haciendo a su joven hijo dar un respingo a su lado.-
- Kyu appa, no grites, le harás daño a bebé... -Murmuró el niño, muy a su pesar. Y una sonrisa luchó por dejarse ver en los labios de su padre, puesto que la excesiva preocupación y el poner a los demás por encima de sí mismo, era una característica tan típica de su marido.
Marido que, en cuestión de segundos, ya se encontraba espiando debajo de la mesa con ojos centelleantes de curiosidad. Oh, cómo odiaba reconocer rasgos de SiWon en cada uno de sus hijos. Y Minho era el vivo retrato, ni cómo achacárselo a otro.
- ¿Qué pasa con este campeón? -Se oyó la voz jovial y calma del mayor en su hogar, metiéndose entonces en el escondite de su hijo aun cuando el espacio escaseaba.
- No soy un campeón, Minho lo es. -Refunfuñó el niño, cruzándose de brazos y recuperando en su rostro la expresión de molestia, con el tan conocido ceño fruncido y el puchero que, aunque intentara SiWon negarlo, amaba más que nada.
- ¿Cómo que no? ¿Y quién es el artista que siempre gana los concursos de arte de la escuela? -Preguntó su Won appa, al mismo tiempo que elevaba sus grueso par de cejas en señal de sorpresa. Suho más adelante entendería que su padre era excelente actuando, pero por ahora, su expresión era de lo más convincente y una chispa de emoción cruzó el semblante del pequeño. KyuHyun sintió un pequeño chispazo de envidia, por lo fácil que era el lidiar con niños para su cónyuge.
-Es verdad, Suho, también ¿quién es el mejor para inventar historias para dormir a sus hermanos? Mira que ni siquiera yo lo logro... -Reconoció Kyu, frotando ese delicado hombro que aún mantenía sujeto bajo su palma. SiWon sonrió, y como respuesta a eso, recibió una mirada asesina que muy lejos estaba de asustarle.
- Hijito... sí, aún si es que llega un nuevo hermanito, pero oye, ¿qué sería de nosotros sin ti? Eres quien les cuida en la escuela, quien les enseña acerca de dragones y dinosaurios, a creer que existe mucho más allá de lo que podemos ver. Y a nosotros, nos enseñaste a tener paciencia y a querer a otra persona que no seamos nosotros mismos. ¿Sabes, Suho? Yo no dejaba que nadie se le acercase a tu Kyu appa, era un chico muy celoso. Y aunque nos enteramos que estabas en camino, tuve que hacerme a la idea de que otro hombrecito iba a tocar a la persona que considero más mía que otra. -Recitó SiWon, llevando una de sus manos sobre la cabecita de su hijo, y esbozando una sonrisa que buscaba robarle otra al pequeño, cosa que logró.
- Además, Suho... es una niña. La pequeña hormiga, ¿no crees que será lindo tener una niñita en casa? -Añadió KyuHyun, incapaz de aportar mucho en la conversación porque el muy estúpido de su esposo había conseguido conmoverle con su discurso.
- ¿Una niña? ¿Puede llamarse Kimera? -Soltó el niño, con una reluciente sonrisa, poniéndose en pie de un salto y sonsacando a sus padres una sonora carcajada.
-Ya veremos cómo llamarla... por ahora, ¿tenemos tu palabra de que cuidarás a tu hermanita tanto como a tus hermanos?
- Claro que sí, appa, omma, Suho hará un buen trabajo.
- Como siempre, campeón, como siempre. -Asintió SiWon, saliendo de debajo de la mesa con un movimiento ágil y rápido, para luego sostener la mano de su esposo y así, le ayudó a salir muy cuidadosamente, haciendo que el menor rodara los ojos. Los cuidados que tenía su familia para consigo eran absurdos a veces.
Suho les siguió poco después, de pronto siendo víctima de la vergüenza y teniendo que disculparse con una venia antes de salir disparado a donde se encontraban sus hermanos para darles la noticia.
- Lo mucho que se parece a ti me asusta. -Murmuró KyuHyun, quien ahora se encontraba entre los brazos de su hyung, recibiendo los mimos que tanto le venían en falta cuando su humor cambiaba.
- Tiene tanto de ti que me sorprende. -Respondió SiWon, solo entonces riendo ambos al unísono. Probablemente Suho terminaría teniendo sus tan ansiados ocho hermanos algún día si mantenían ese ritmo.