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dos cabezas piensan mejor que una... por supbroruri

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Notas del fanfic:

bueenou, solo basta con decir que los personajes no son mios y que le pertenecen a Oda-sama

Notas del capitulo:

creo que... esto va dedicado a dos personas... bueno tres:

1- a Monkey D. Keara, por apoyarme al escribir esto (muchas gracias pelinegra picamadres XD tu sabes que te quiero uwu y gracias)

2-Roronoa Misaki, por querer leer esto con entusiasmo y envidiarme por escribir tan rapido segun ella -3- te quiero, pero tu de seguro buscas matarme XD

y ultima pero no menos importante:

3- mi querida Sam, que me aguanta cuando estoy triste o encabronada (la mayoria del tiempo encabronada XD) te quiero!!! besos y abrazos n.n

Era mediodía… apenas mediodía cuando el cielo se tornó gris y comenzó a llover descontroladamente, pero no era tanto como para que algunos niños no salieran a jugar, aunque el escenario que esa tarde se presentaba no era ningún motivo para celebrar o jugar o cualquier otra cosa que incluyera reír y jugar, no, era algo terrible lo que había pasado en el archipiélago shabondy esa tarde gris… un orfanato se incendió por completo y no dejo ningún sobreviviente, todos los niños murieron o al menos eso pensaron las autoridades.

-te dije que era mala idea prender los fuegos artificiales en la cocina Eustass-ya- decía un niño moreno de 7 años con ojeras apenas visibles en sus lindos ojos grises. Su nombre, era Trafalgar Law.

-bueno... al menos no nos quemamos como los demás idiotas del orfanato…- decía otro niño menor en edad que el primero y con vendajes en su ojo izquierdo. Con 4 años de edad Eustass Kid era un demonio andante y su carita era tan inocente a primera vista: pelirrojo y con una piel blanca que lo hacía ver tan mono, curiosamente sin cejas y unos ojos ambarinos con los cuales no dudarías en darle lo que te pidiera.

Esos dos, eran el infierno en la tierra. Los padres de Law y su hermanita habían muerto por una terrible enfermedad sin cura y a los padres de Kid les habían quitado la custodia por ser criminales buscados, dejándolos a ambos en aquel orfanato en el cual se habían hecho amigos inseparables apenas un año atrás.

-cállate idiota, ¿Qué haremos si nos descubren?- dijo preocupado el moreno, él le había rogado a Kid para que no encendiera los fuegos artificiales en la cocina, pero ese no era el problema, el problema era que al pequeño pelirrojo se le había ocurrido meterlos al horno… fue una mala idea y Law reacciono a como pudo, salió corriendo mientras que Kid se quedó atontado viendo como todo se quemaba y no le dio tiempo de apartarse a la hora en que el horno exploto y como resultado le dejo dos horribles heridas en su ojo izquierdo, alcanzando a quemar una gran parte de su hombro izquierdo también.

-no nos descubrirán hahaha- rio el pequeño pelirrojo acercándose al moreno para abrazarlo- lo siento por tus libros Law… pero agradece que tuvimos tiempo de subir a por nuestros ahorros…- Law sonrió.

-tienes razón… nos alcanzaran para conseguir buen alimento por al menos un mes…- Law se cargaba dos mochilas con ropa mientras que el pelirrojo se cargaba la que traía el dinero.-pero en serio Kid… ¿Qué haremos si descubren que fuimos nosotros quienes quemamos el orfanato?-

-oh bueno, no había pensado en eso… habrá que huir de shabondy…-

-¿¿y en que escaparemos Bakastass-ya??-

-¡¡no me llames así!!- exclamo el pequeño cabreado, el odiaba que Law lo llamara así, siempre lo había molestado con eso.

-¡es la verdad, es una maldita isla!, ¡la única manera es huir en un barco!-

-entonces subámonos a un barco pirata, nos esconderemos bien, somos pequeños y cabremos bien por donde sea- el pequeño le sonrió a Law y este se alegró un poco.

-está bien, pero primero vamos a comer algo, que ya es hora del almuerzo y tengo mucha hambre…- Kid asintió y lo tomo de la mano para ir a buscar un restaurante.

Media hora después se encontraban en el restaurante de una mujer llamada Makino que adoraba a los niños y siempre recibía a esos dos en su restaurante, aunque aquella tarde estaba muy confundida al ver que Kid y Law cargaban tres mochilas y no tenía idea de cuál era el contenido de esas mochilas. Al parecer no se había enterado de nada aun.

Se acercó a los dos niños que ya estaban sentaditos en una mesa para dos y les dio la bienvenida con una sonrisa radiante.

-¿Cómo están hoy chicos?- pregunto  acariciándole la cabeza a ambos.

-estamos bien Makino- contestaron los dos al unísono aunque Law agrego su “ya” al final del nombre de la mujer.- ¿Qué hay de ti?- pregunto Kid sonriéndole.

-pues hoy ha habido muy pocas personas pero no me quejo… ¿puedo hacerles una pregunta?-

Los dos asintieron comenzando a sentirse un poco nerviosos.

-¿Qué hay en esas mochilas chicos?- lado la cabeza y apunto a las tres mochilas que estaban en el piso a un lado de Kid.

Law le guiño un ojo a Kid y este capto al instante que el otro se haría cargo de inventar una excusa.

-pues veras Makino-ya, estábamos de excursión en el zoológico, pero nos dio hambre así que decidimos escaparnos de las cuidadoras para venir a comer, ya que ni el desayuno tuvimos tiempo de comer…-Kid se quedó viendo a Makino esperando a que se tragara el cuento que Law le acababa de inventar. La chica le examino la cara un rato a ambos y después les volvió a sonreír como antes.

-está bien, pero ya no vuelvan a hacerlo, se meterán en problemas por escaparse y los castigaran- volvió a acariciarles la cabeza a ambos y se fue a la cocina para traerles algunos sándwiches y jugo. El pequeño pelirrojo volteo a ver a Law.

-la buena que te armaste esta vez Law…-

-gracias, pero solo fue una mentira, ahora, en cuanto Makino-ya traiga la comida, comeremos tan rápido como podamos y después saldremos de aquí a buscar un barco pirata para colarnos- Kid sonrió y Law igual,  y esperaron muy incomodos en silencio a que Makino les trajera el almuerzo, ambos sabían que la chica no les cobraría por ser tan “monos” como decía ella.

Al rato la mujer vino con una enorme charola de sándwiches tanto de queso como sándwiches de helado, acompañados de dos enormes vasos de jugo. Los niños solo se quedaron sonriendo inocentes, como si no hubieran hecho nada mal en su vida, pero ellos sabían que no era así, y en cuanto Makino les dejo todo en la mesa le dijeron “gracias” y está respondió con una risilla por la escena de aquellas “monadas” sentadas en su restaurante, desde el primer día en que entraron a ese lugar ella los recibía con cariño, como si fueran sus hijos ya que ella no podía tener propios y por eso esa adoración hacia aquellos dos. La imagen que ella estaba teniendo era demasiado linda, un pequeño de 7 años ayudando al otro de 4 a limpiarse después de que este comía sin control ni modal alguno en la mesa, ambos comiendo apurados y sus piernitas ni siquiera llegaban a tocar el piso ya que las sillas eran demasiado altas para niños de su edad.

Pero pronto callo en cuenta de algo y su cara se torció en una mueca de dolor, se dio cuenta de que Kid traía vendas por todo su bracito izquierdo y parte de su cara del mismo lado. Lo cargo en brazos y este solo gruño un poco, Law preocupado se paró y fue tras ella ya que se le hizo muy repentino todo aquello, pero claro, antes de ir tras ella tomo las tres mochilas y cuando se dio cuenta de a dónde iban se alivió un poco, Makino había llevado a Kid a donde estaba un botiquín de primeros auxilios, lo sentó en un banco alto y abrió el botiquín para sacar gasas y desinfectante y por supuesto, un líquido para anestesiar la herida. Rápido, quito todos los vendajes y casi se desmaya al ver las heridas que el pequeño de apenas cuatro años se cargaba.

-¡Eustass-chan! ¿¡Que estuvieron haciendo!?- chillo la chica bañando un algodón en desinfectante para tratar las quemaduras- ¡esto se ve terrible!-

-¡AUCH!- grito el pelirrojo al sentir el desinfectante en su brazo. Law se acercó a jalar del vestido a Makino para que volteara a verlo, cuando esta volteo empezó a explicar.

-Eustass-ya y yo jugábamos con fuegos artificiales y accidentalmente uno salió disparado hacia él y yo hice lo que pude para vendarlo bien y que sus quemaduras no entraran en contacto con el aire…- Law agacho la cabeza tiernamente en señal de arrepentimiento y Makino suspiro preocupada.

-mira nada más como quedo tu preciosa carita Kid-chan- Kid dejo de quejarse por el ardor cuando se acostumbró y solo agacho la cabeza.

-lo siento, pude haber lastimado a Law también…- la chica sonrió con ternura.

-ya, pero lo que más me preocupa es que esto se infecte… habrá que llevarte con un doctor- ambos niños se quedaron helados de los nervios al escuchar aquello, rápidamente Kid negó con la cabeza y Law volvió a hablar.

-no será necesario Makino-ya, con los cuidados y atenciones que le estas dando estará bien y sus quemaduras cicatrizaran ya verás…-

-¡sí! Law tiene razón, estaré bien mientras seas tú quien me cure, no necesito a ningún doctor para que me atienda, todo lo que tu hagas está bien…- Makino no conforme, torció la cara en una mueca de desaprobación y chasqueo la lengua.

-miren par de diablitos…-les hablo en un tono regañón pero muy suave-… iré por la noche al orfanato para decirles a sus encargadas que lleven a Kid-chan a un doctor, quieran o no ¿entendido?-

Los niños solo asintieron nerviosos y Makino continuo curando a como pudo a Kid. Una vez término de volver a colocarle los vendajes a Kid, los tres se dirigieron a la mesa donde se habían quedado los sándwiches y el jugo, los niños se sentaron de nuevo y Makino fue a atender a otros clientes que habían llegado.

-Eustass-ya, tenemos que irnos, come lo que te haga falta y larguémonos de aquí…- Kid lo miro y se hecho lo que restaba de un sándwich a la boca, mastico y termino.

-no te preocupes Law…- se tomó el jugo con rapidez, unas gotas se resbalaron por la comisura de su boca y continuo hablando-… ya termine, ahora, vámonos y busquemos un buen barco en el cual irnos…-Kid se paró y tomo la mochila del dinero, Law lo imito pero tomo las mochilas de ropa. Se dirigieron a la caja a donde estaba Makino, para avisarle que se iban. Kid en el camino se desvió hacia un estante que tenía varias libretillas, una de ellas era un libro que contenía las recompensas de los piratas más peligrosos y buscados del nuevo mundo. Tomo el libro y lo metió a la mochila sin que nadie se percatara de aquello. Volvió a con Law que ya le había dicho a Makino que se retiraban.

-cuídense chicos los veo más tarde en el orfanato, y cuídense de los tipos que secuestran a la gente para subastarla… - Makino se arrodillo y les dio un beso en la frente a cada uno, ellos solo protestaron y la abrazaron con fuerza, ambos sabiendo que talvez sería la última vez que verían a aquella chica que cuidaba de ellos y que tanto les quería. Se despidieron definitivamente y salieron del restaurante para dirigirse al puerto de la zona sin ley, donde la marina no podía detener a los piratas. Una vez llegaron tomaron asiento en una banca que estaba por ahí, a esperar a que una de las embarcaciones se desalojara y poder colarse entre lo más profundo del barco.

Horas más tarde, al atardecer más o menos, llego una peculiar embarcación, un barco enorme y lujoso que parecía ser de los tenryuubitos, Kid y Law se quedaron observando y aprovecharon que nadie los veía para esconderse y que nadie los viera, así no tendrían que arrodillarse ante esas “asquerosas porquerías” como los llamaban todos. Una hora después, cuatro tenryuubitos acompañados por más de diez guardias salieron del barco y ambos niños aprovecharon eso para irse a subir al barco sin que nadie los viera, y afortunadamente lograron meterse a lo más profundo de la embarcación, en un lugar donde nadie los encontraría, ya estaba oscureciendo y ambos estaban exhaustos por todo lo que habían hecho ese día, así que se acomodaron uno abrazado al otro y el primero en caer fue Kid, pero Law no durmió, él se quedó despierto con otro plan en la mente, el saldría a explorar el barco sin que lo vieran y poder saber que haría para hacerse del barco…

*con Makino 11:30 P.M.*

Makino cerró las puertas de su restaurante, para dirigirse a su casa pero recordó que tenía que ir al orfanato a decirles a las encargadas que llevaran al pequeño pelirrojo al doctor. Dos cuadras antes de llegar al orfanato un olor a humo le llego a la nariz y rápido volteo hacia adelante para darse cuenta que no solo el orfanato, sino la cuadra entera estaba totalmente quemada. Corrió para ver pero un montón de cinta amarilla rodeaba el lugar para alejar a los curiosos y se detuvo horrorizada viendo varios cuerpos totalmente quemados, el olor a muerte se percibía en el aire y se golpeó mentalmente por nunca enterarse de lo que pasaba a los alrededores de shabondy. Un oficial se acercó a ella y le pidió que se retirara pero esta se negó y pregunto.

-¿Qué ha pasado aquí oficial?...- temiendo por la respuesta. El oficial solo agacho la cabeza y le dijo en un tono de pena y dolor.

-un incendio, no hay ningún sobreviviente y todo está demasiado quemado como para poder reconocer los cadáveres…-

Algo dentro de Makino se rompió, las lágrimas inundaron sus ojos y no pudo evitar soltar varios sollozos antes de romper en llanto: sus dos adoraciones habían muerto.

*con Kid y Law. 03:45 A.M.*

Kid sentía como algo le picaba la mejilla, él no quería despertar aun, pero un mordisco suave pero un poco doloroso en su dedo índice lo despertó por completo.

-¿Qué pasa ahora?...-dijo tallándose el ojo derecho para poder ver a Law que estaba sentado frente a él, este sonreía y acaricio su cabello-…¿Qué hora es Trafalgar?- en la voz de Kid había molestia, pero sus mejillas rojas y ojitos hinchados por el sueño lo hacían ver adorable.

-no tenemos que preocuparnos por ser vistos Eustass-ya, levántate, iremos a una habitación para dormir más cómodos…-Law lo agarro de la mano para ayudarlo a levantarse y se dirigió a la habitación más grande en todo el barco, entraron y halo a Kid que iba más despierto, se subió a la cama y ayudo al menor a subir, se acomodaron y Law jalo una sábana gruesa para taparlos a ambos.

-Law… ¿Por qué ya no nos vamos a preocupar por que nos vean?-dijo adormilado el pelirrojo.

-veras Eustass-ya, cuando te dormiste me fui a dar un paseo por el barco, y encontré en la cocina varias ollas con sopa, pensé en una manera de deshacerme de todos y busque por toda la cocina hasta dar con una bolsa de veneno para ratas, la abrí y la vacié en las ollas, después me escondí y espere a que todos regresaran, una vez llegaron los guardias sirvieron la comida a los nobles mundiales y ellos se comieron las sobras, por fortuna eso fue suficiente para que todos cayeran muertos, busque entre la armería balas de cañón y le ate una a cada uno incluyendo a los nobles, después los lance al mar a como pude…- Law tomo una gran bocanada de aire y suspiro, satisfecho por su trabajo, esperando a escuchar lo que Kid tenía que decir.

-bien hecho Traffy…-el pequeño sonrió y se acostó en el pecho de Law abrazándolo con fuerza y restregándose contra el-… ni siquiera el pirata más inteligente de todos hubiera pensado en hacer eso…-y cayo dormido de nuevo, y un Law bastante sonrojado y halagado lo abrazo también para caer dormido a su lado.

*a la mañana siguiente* Law se levantó antes que Kid para preparar el desayuno y zarpar antes de que las autoridades de shabondy sospecharan. Por suerte había leído varios libros de navegación y había estudiado para saber qué tipo de barco era y como se navegaba, al identificarlo sonrió con autosuficiencia al encontrarse navegando el barco a mar abierto, había revisado el clima y al parecer era un día perfecto, el viento estaba a su favor y ya nadie los podía capturar por lo que habían hecho.

Kid despertó y se encontró a si mismo abrazando una cómoda almohada de plumas, pero bufo, él prefería despertar abrazado al cuerpo calientito de Law y no una estúpida almohada. Se levantó de la cama y salió de la habitación para buscar a Law, una vez en cubierta encontró al moreno al mando del timón y se acercó a él con paso suave para llegar y abrazarlo, pero se detuvo al ver que no podría ya que Law se encontraba parado sobre dos cajas de madera para poder alcanzar el timón y poder ver hacia donde iba, bufo cabreado y se acercó a grandes zancadas, tanto como sus piernitas se lo permitían, golpeo una de las cajas y Law volteo a verlo.

-buenos días Eustass-ya…- el pelirrojo solo frunció el ceño e hizo un adorable puchero-…al parecer no estas de buenas hoy…-

-¡claro que no, odio cuando te remplazas a ti mismo y me dejas abrazado a una jodida almohada!- el pequeño se puso rojo del coraje y Law estallo en carcajadas.- ¡¿de qué carajos te ríes?!-

-se nota que eres un crio Eustass-ya, ahora resulta que debo esperar por las mañanas a que te despiertes solo para que estés de buen humor…- el menor solo se encabrono más.

-¡como si tú fueras un gran mastodonte!, ¡que te den!- el moreno solo siguió riendo y al ver que Eustass se regresaba a los interiores del barco le grito con diversión:

-¡oye! “señor mayor”, hay desayuno en la cocina, ya está servido… e iré en un rato para cambiarte esas vendas-

-¡tsk!- Kid se dirigió a la cocina y se encontró con un enorme plato lleno de tocino y huevos, así fuera su orgullo tan grande, su apetito era mayor, así que de mala gana se sentó y se puso a comer enfurruñado.

Después de que Kid se fuera Law fue a halar de una palanca para que el ancla del barco bajara y poder dejar desatendido el timón por un rato. Fue a la enfermería y busco varias cosas, entre ellas vendas, gasas y cualquier otra cosa para cambiarle los vendajes a Kid. Se fue a la cocina pero no lo encontró, se rasco la cabeza y fue a buscarlo a la habitación en donde habían dormido, y ahí estaba acostado en la cama hecho un ovillo y con el ceño fruncido echando algunas maldiciones. Law se acercó y se subió a la cama para destaparlo y quitarle los vendajes de una vez por todas. Kid solo gruño y se volteo hacia otro lado. El moreno solo le dio la vuelta bruscamente y se subió sobre el casi aplastándolo, comenzó a retirarle los vendajes y el menor solo se quedaba quieto.

-¿ves? Es más fácil cuando cooperas- le sonrió suavemente al pelirrojo y este otro le saco la lengua.- venga Eustass-ya, ¿te enojaste por lo de hace rato?

-¡claro que sí!, yo voy y te digo que me gusta abrazarte y tú te burlas…- Kid se volteo a otro lado sonrojado y Law se sintió un poco mal por haberse burlado de el hace rato, se bajó del pequeño y continuo cambiándole las vendas en silencio.

-listo…-anuncio Law y Kid solo se acomodó las vendas para que no le molestaran tanto, pero se sorprendió cuando Law lo abrazo con fuerza y el correspondió.-…lo siento Eustass-ya- dijo con voz arrepentida y Kid solo acaricio suavemente su espalda haciéndole saber al otro que lo perdonaba. El resto del día se la pasaron acostados jugando y haciendo bromas, pero no todo era risas y alegría… en la cubierta se escucharon pasos y Kid y Law se quedaron totalmente callados, pero lo que seguía no se lo esperaban. Alguien tumbo la puerta de la habitación y los dejo totalmente asustados, un hombre alto, demasiado, que llevaba gafas de sol puestas y un esponjoso abrigo de plumas rosa, entro a la habitación, la sonrisa que llevaba hubiera acojonado a cualquiera pero Kid y Law no eran cualquiera. El hombre se acercó a ellos y los examino por un rato.

-fufufu ¿Qué tenemos aquí?...-pregunto ladeando la cabeza y mirándolos con un toque de ternura ya que los dos estaban abrazados y temblando, mirándolo con ojos desafiantes y frunciendo el ceño.- ¿Qué hacen dos enanos como ustedes en un barco de la nobleza?...-

-¡no es de tu incumbencia!- le grito Law sin importarle con quien estaba hablando. El hombre solo soltó una carcajada y con una mano fue suficiente para tomarlos a ambos del cuello de sus poleras y alzarlos en el aire.

-¡SUELTANOS PAJARRACO!- exclamo Kid cabreado, odiaba que le dijeran enano, odiaba que se rieran de él y ese tipo lo ponía de los nervios.

-fufufu respeta a tus mayores niñato o te arrojare por la borda y venderé a tu amigo en una subasta…- el pelirrojo se encabrono más y empezó a soltar puñetazos al aire, obviamente el tipo no pensaba tirarlo por la borda, los dos criajos parecían interesantes así que salió con los dos en mano y fue a avisarle a sus hombres que se retiraban, porque obviamente todos ya se habían hecho con todo el dinero que el barco traía, regreso a su barco y depósito a los niños en el piso, con una sola orden el barco de los nobles exploto y rio sádicamente. Volteo a ver a los niños que seguían abrazados.- vamos… no pensaran que les haremos daño ¿o sí?, es más me presentare… soy Donquixote Doflamingo, ¿Cuáles son sus nombres?- Law le mostro su dedo corazón y Doflamingo soltó una risilla.- ¿no tenéis modales o qué?... supongo que tendré que llamarlos “enano uno” y “enano dos”, tu, el moreno, serás el uno y el pelirrojo será el dos…- fue todo, Kid llego a su límite y pego un grito de desesperación.

-¡ME LLAMO EUSTASS KID CARAJO!-

-Trafalgar Law, mucho gusto Donquixote-ya…- Doflamingo sonrió satisfecho y se acercó a revolverles el pelo.

-fufufu un gusto conocerlos Law-chan y Kid-chan, ya conocerán al resto de la tripulación después, por ahora, quiero que me cuenten como llegaron a ese barco…-

Los dos niños se vieron muy indecisos pero al final accedieron a contarle todo a Doflamingo.

Las carcajadas de Doflamingo podrían haberse escuchado a un kilómetro de distancia, pero es que era imposible que no le diera risa el hecho de que por culpa de las ocurrencias de un pequeño pelirrojo dos niños hayan terminado de esa manera.

-¡pequeño diablillo, incendiaste un maldito orfanato fufufu!- Kid y Law ya habían agarrado confianza con Doflamingo ya que parecía no querer hacerles daño, hasta ellos se reían con él.

-y tuvimos que caminar por un buen rato en la lluvia para escapar y que nadie nos encontrara...-dijo inocentemente Kid.

Doflamingo se tranquilizó y le dio un trago a la botella de sake que tenía en la mano, a ambos niños les habían dado agua ya que no tenían otra bebida no alcohólica en el barco.

*meses después*

Kid y Law corrían por un verde campo en la isla de Dressrossa, pero esta vez los acompañaba una niña llamada Baby 5 que estaba encantada con sus nuevos compañeros de juego, las quemaduras de Kid habían dejado unas terribles cicatrices pero estas no le quitaban su aspecto adorable,  jugaban a las atrapadas y a Kid le tocaba perseguir a los otros dos, por otro lado Doflamingo estaba sentado bajo un árbol leyendo el periódico y echándole un vistazo a los niños que corrían contentos de aquí para allá, en el periódico aun salían las noticias sobre dos cuerpos desaparecidos en el accidente de un orfanato que se incendió, el rubio soltó una risilla y expreso con diversión:

-estos niñatos…- unos minutos después llegaron los tres chiquillos a tomar algo ya que estaban exhaustos, se dejaron caer al césped y se acostaron ahí.

-es muy divertido jugar aquí- dijo Baby 5 jadeando por haber corrido tanto.

-sin duda, y es aún más divertido porque Kid no nos alcanza…- agrego Law.

-ya verán que los alcanzare, no lo hice porque estoy cansado…- se excusó Kid.

-sí, aham…- dijeron los otros dos al unísono y el trio se echó a reír. Doflamingo que escuchaba divertido lo que los niños decían.

-hey trio de enanos, hay que volver a casa para el almuerzo…- los tres se voltearon a verlo y se miraron cómplices entre los tres.

-¡LLEVANOS CARGANDO, ESTAMOS CANSADOS!- le gritaron, Doflamingo se paró y tomo primero a Kid y Law para subirse uno a cada hombro y por ultimo a Baby 5, a quien se llevó en los brazos… y a partir de ese día, Kid y Law pudieron disfrutar sus infancias, recordando cada día a todos los que mataron por estar felices y recordando a la pobre Makino, a quien habían llamado por den-den mushi para avisarle que estaban vivitos y coleando…

Fin.

Notas finales:

espero sus reviews personas n.n... en especial de ti Andrea 7w7


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