TODO FUE POR CULPA DE UNA GRAN BORRACHERA
Y UNA CANCION INDECOROSA
Una salida con amigos, beber un poco o mejor dicho bastante, bailar, conocer personas, divertirse con desenfreno, esa era la tentadora propuesta de sus amigos, no sonó en absoluto mal. Son chicos universitarios, es normal que al finalizar los exámenes las calles se llenen de jóvenes sedientos de diversión y él en ese sentido no es diferente al resto.
Y fue así pues que un cándido Cho Kyuhyun -después de un incontable número de shots de soju, cerveza y demás bebidas espirituosas con mayor o menor graduación alcohólica, y luego de haber hecho un recorrido por los diversos bares de la zona-, no sabe cómo o más bien no recuerda, ha llegado a parar a una discoteca, en si no le importa mucho mientras él pueda seguir allí en la barra superando los records de alcohol en sangre.
Lo que le desconcertaría si no estuviera tan borracho, sería el estar rodeado de tipos y tipas que se meten mano sin pudor, bueno hasta ahí todo normal, la nota curiosa sería que básicamente el patrón es el que tipos les estén metiendo mano a tipos y tipas hagan lo mismo con tipas, hasta que en un momento de iluminación lo entiende: está en una discoteca gay, como ha llegado ahí, no tiene idea. Tal vez en un par de días cuando su pobre higadito haya librado a su cuerpo de todo el alcohol que se ha metido y le funcione el cerebro les haga un par de preguntitas a ese par de imbéciles a los cuales les hace el favor de brindarles su amistad. Mirando un poco a su alrededor los encuentra restregándose cual almas impuras al son de esa música repetitiva y tribal en volumen demasiado alto. En otro momento le medio impactaría saber o más bien confirmar sus sospechas acerca de esa íntima y cercana amistad de hace mil años. Pero como ya se sabe va muy borracho y no le importa ahora mismo, le importa más esa bebida verde, surrealista y deliciosa. El alcohol le está sorbiendo el cerebro y no hace más que reír.
Ha decidido librar al mundo de ese pez idiota y ese mono involucionado, ese es su pensamiento a la millonésima vez que siente que alguien le ha estrujado el culo, sabe que lo tiene bonito pero como que esto ya le ha hecho sentir usado y no se da la vuelta porque no quiere tentar a la suerte y le toquen otras partes más… ¿sensibles? Mueve la cabeza no está como para andar buscando sinónimos, el centro del lenguaje en su cerebro está de fiesta, sonríe ante su absurdo pensamiento, de verdad debe de estar bien borracho.
Mientras espera que le rellenen la copa, con el firme pensamiento de que esta será la última y luego se arrastrara hasta su dormitorio, se encuentra con la mirada obscena de un viejo calvo que en cuanto puede se relame los labios como si estuviera saboreándole, bebe de su vaso de lo que parece ser vodka lentamente mirando ocasionalmente hacia el calvo pervertido que no le quita los ojos de encima, descarta la idea de salir de la discoteca, que tal que el tipo le persigue y le quita la honra en algún callejón oscuro de la zona roja de Seúl, está borracho y nunca se le ha dado bien eso de pelear con los puños.
- ¿Puedo invitarte una copa? – reprime un escalofrío porque piensa que el tipo calvo, viejo y pervertido se ha acercado y que ahora sí se lo llevara hasta el cuarto oscuro y… - No sé si te has dado cuenta pero Hong no ha dejado de mirarte y es un poco asqueroso/escalofriante cuando ubica a niños bonitos que vienen por primera vez – un momento ¿le acaban de llamar niño bonito?
- No soy un niño, sino ¿cómo hubiera entrado aquí? – ¿eso ha sonado tan infantil como cree que ha sonado?, no puede evitar un ligero sonrojo, al final se digna a levantar la mirada y mandar a volar al idiota que se ha atrevido a llamarle “niño bonito”. Mala idea.
Junto a él, apoyado de manera chula en la barra del bar, está un tipo demasiado guapo para el bien de la reproducción de los demás hombres del planeta, así de fatal.
Tan mal que siente despertar a su hormona gay, esa que ignoraba que tenía. Debe de andar muy pero muy borracho.
- Por supuesto que no eres un niño – le gesticula de manera exagera al tiempo que mueve las manos – eres todo un hombrecito y muy lindo además- y ahí está, una enorme sonrisa y la consiguiente formación de unos perfectamente centrados hoyuelos en cada mejilla, claro, aparte de todo tenía hoyuelos, puta injusta suerte, personalmente le encantaban los hoyuelos, a parte de una bonita frente siempre, siempre le gustaron en una chica, piensa que se ven lindas, pero en este tipo los hoyuelos son descaradamente sexies, tratando de recuperar el control frunce el ceño y decide ignorar al tipo idiota y a su hormona gay.
- Me llamo Siwon, por cierto Hong se está acercando – el anciano calvo asqueroso le está mirando con gula, eso es lo que percibe, aún con lo borracho que va, puede notarlo y no puede evitar estremecerse de mal modo, mierda el calvo asqueroso se lo quiere comer, su instinto de supervivencia se activa.
- Me llamo Kyuhyun – dice mientras recarga su cuerpo en el de Siwon – desde ahora eres mi novio falso y te acepto esa copa – para luego mirarle y sonreírle encantadoramente.
- Claro – ve a Siwon pasar de la confusión a la compresión y de ahí a la ¿satisfacción? Mientras pide dos vasos de vodka y le deja uno.
- Hola guapos - ¡Oh santo Dios! Tiene miedo
- Hola Tony - siente a Siwon pasar una mano por su cintura y acercarlo más a su cuerpo y se sonroja, esa posición le hace sentir como una chica, pero no es tan desagradable.
- ¿No vas a presentarme a esta lindura? – se enojaría, pero el alcohol le confunde y también el perfume de su novio falso.
- Claro, Kyuhyun él es Tony Hong, Tony él es Kyuhyun mi novio – ve que el tal Tony hace una especie de puchero nada sentador para un hombre de su edad.
- ¿Por qué siempre tienes que conseguir a los niños más lindos?
- ¿Mi encanto? – Kyuhyun piensa que un noventa por ciento es para huir del calvo asqueroso y pedófilo.
- Presumido, como sea, desde ahora soy tu boyfan Kyuhyunnie, eres tan lindo. – casi podría jurar que el tal Tony pervertido Hong estuvo a punto de pellizcarle las mejillas si no es que Siwon lo evita interponiéndose entre ese hombre y él. Un minuto…
Podrían parar de llamarle niño, lindura, lindo, bonito, y todas esas mierdas gay, para después contradictoriamente, querer desnudarlo y comérselo con la mirada, no sabía que estaba tan bueno.
- ¿Bailamos bonito? – solo es consciente de que está siendo arrastrado a la pista de baile, de camino le vuelven a sobar el culo, pero como que ya se acostumbró y casi ni lo nota, lo que sí puede notar es que está un poco nervioso porque es un negado para la danza. El mono maldito le ha dicho en la cara que tiene dos pies izquierdos, le ha bajado terriblemente la autoestima. ¡Já!
- No estés asustado – le oye decir cerca de su oído, el ritmo de la música cambia y todos se vuelven locos, es más lento ahora y más sensual, que le parta un rayo, conoce esa canción, porque el mono imbécil se la ha hecho escuchar tantas veces que se la sabe de memoria, es esa indecente canción de un tipo proponiéndole a alguien a pasar un buen rato en el asiento trasero de su coche.
Siwon le guía y de algún modo está bailando contoneando las caderas, él, una persona super tímida se encuentra en medio de una discoteca gay con el cuerpo pegado probablemente al tipo más guapo, sensual, sexy y perfecto que ha visto en su vida.
Siwon le canta al oído provocando que todo su cuerpo vibre, como nunca lo ha hecho antes. Va muy borracho ¿cierto? Debe ser por eso, no es de piedra y tiene las hormonas muy alocadas, al parecer su hormona gay ha tenido una gran escalada de poder mediante un golpe de estado relámpago y se ha hecho del control de sus emociones y acciones. Pequeña tirana.
- Alright boy, wanna touch your body all night. – no está bien que una persona le diga esas cosas a otra que está muy borracha y luego esperar que no pase nada. Sus siguientes acciones no son en absoluto su culpa.
Con cierto asombro logra ponerse de puntillas y de manera torpe acerca sus labios a los del hombre que le tiene firmemente sujeto de la cintura y con sus cuerpos imposiblemente pegados.
Se siente eufórico, porque de lejos es el mejor beso que ha tenido en la vida, a pesar de las cantidades poco saludables de alcohol que lleva en el cuerpo y que deberían adormecerlo como mínimo, al contrario siente con intensidad y disfruta cada segundo asombrosamente con la mente clara y dispuesto a alargar el momento todo lo que sea posible.
Hay química y atracción entre ellos, Kyuhyun decide abandonar las filas de la heterosexualidad a partir de ese momento, parece que lleva eternidades entre los brazos de Siwon, besando a Siwon, bebiendo de la boca de Siwon, siendo acariciado por Siwon, está seguro que ha encontrado su lugar en el mundo cuando acomoda la cabeza en ese pecho fuerte y protector.
~~~~~~
Las mañanas de resaca son un asco, lo sabe y como cada vez que tiene una se promete a sí mismo y a sus antepasados jamás volver a probar una solo gota de alcohol en lo que le queda de vida, es más va a donar sus botellas de vino a la iglesia que queda cerca del campus - hasta que se encuentre con otra tentadora invitación – jamás de los jamases volverá a beber.
Deja pasar un par de minutos, intentando recordar si se avergonzó mucho cuando andaba de borrachote perdido por las calles de Seúl.
El control de daños va bien, no se peleó con nadie, no vomito en los zapatos de nadie, no se besuqueó ni manose…
- ¡Oh mierda! – es un suave susurro, mierda, mierda, mierda, y grandísima mierda. Un compilado de imágenes llegan a su mente de manera desordenada, él bebiendo, luces intermitentes y de colores en un bar gay, un calvo mirándolo con gula, un Siwon que es su salvador y con el cual baila esa canción, una voz gruesa y masculina diciéndole que no tenga miedo que le desea, luego… si bueno, sí hubo mucho manoseo y besuqueo, eso fue muy real.
Tan real como que siente los labios hinchados y un tanto partidos, tan real como que solo lleva los boxers cuando él es muy de dormir con pijama, tan real como que esa no es su cama y mucho menos ese es su dormitorio, tan real como el Siwon en persona que acaba de entrar con una bandeja en las manos, descalzo, en chándal gris y camiseta blanca con el pelo húmedo y esa sonrisa con hoyuelos. Todo muy real y no producto de un raro sueño gay.
- ¡Buenos días bonito! – intenta sentarse, un solícito Siwon después de dejar la bandeja en la mesita de noche le ayuda acomodando una almohada en su espalda para luego sonreírle tendiéndole un vaso con agua y un par de aspirinas.
- Gracias – murmura suavemente, el agua es una bendición y su garganta se lo agradece, ahora está avergonzado sin saber qué hacer.
- De nada- de nuevo le sonríe - si quieres puedes tomar una ducha – le dice mientras recibe el vaso vacío.
- No quiero molestar – mataría por una ducha – además mi ropa…
- ¡Oh! Es verdad, puedo prestarte algo de la mía o si prefieres pongo a lavar la tuya enseguida. – Siwon parecía ser una persona muy cálida, y Kyuhyun estaba muy muerto de la vergüenza en esos instantes, sin poder recordar aún como es que había llegado a lo que supone es el departamento de Siwon. – Toma un baño mientras preparo el desayuno, te sentirás mejor, te dejaré algo de mi ropa mientras lavamos la tuya ¿de acuerdo bonito? – le vio caminar hasta el armario y sacar prendas de distintos cajones para luego dejarlas sobre la cama. – El baño está ahí- le señala una puerta - hay toallas limpias en el estante – Kyuhyun simplemente asiente tan cohibido que es incapaz de mirar a Siwon a los ojos , a quien le parece que Kyuhyun es increíblemente lindo, reprime las ganas de ir por el chico y llenarlo de besos - Entonces te espero en la cocina- le sonríe otra vez y cierra la puerta con cuidado sin poder creer las cosas que le están pasando y la suerte que tiene por haber encontrado a esa dulce criatura la noche anterior.
Kyuhyun sabe que su vida ha dado un giro, lo siente en los huesos, lo siente en la piel, algo le dice que es bueno, muy bueno.
La ducha le ayuda a aclarar sus recuerdos y a ordenar sus pensamientos, nunca antes había sentido especial interés por algún hombre, pero en cuanto vio a Siwon entrando por la puerta supo que le gustaba, que le atraía, también supo que le gustaba su olor y que si no estuviera muy avergonzado le hubiera hablado un poco y que se sentía cómodo en su presencia.
Sus ropas le quedaban grandes a Kyuhyun, dejando a la vista ese hermoso cuello blanco y largo que besó anoche y que moría por volver a besar, pero debía tomar las cosas con calma.
- Yo… siento estar causando tantas molestias – susurró suavemente mientras comía con ganas el desayuno preparado por Siwon.
- No es ninguna molestia, es agradable tener alguien con quien compartir el desayuno. – rellenó el vaso de Kyuhyun con más jugo fresco de melón. – Soy Chef, se podría decir que me gusta cocinar y alimentar a las personas. – recibió una mirada de admiración por parte de Kyuhyun.
- A mí me gusta mucho comer, pero soy estudiante de música post moderna, así que mi primera pasión es la música. – la conversación fluyo naturalmente.
Kyuhyun se enteró que Siwon era el Chef ejecutivo de su restaurante favorito de comida italiana, al cual sólo iba con sus padres porque era exclusivo y muy caro, que tenían gusto similares en cuanto a música y películas, que Siwon era mayor por cinco años, por lo tanto era un hyung que le prometió - si quería- podría cocinar para él sus mejores recetas, a lo cual aceptó encantado, un pequeño pretexto para verlo otra vez, no se iba a hacer de rogar.
Por otra parte Siwon supo que Kyuhyun tenía veintidós años, que estaba a punto de acabar la carrera y ya tenía un espacio en el conservatorio de música de Seúl, que una vez perdida la timidez resultaba ser encantador, pero también sumamente inteligente y un punto sarcástico, y se enteró de sus planes de venganza para con esos amigos que le habían llevado a la discoteca la noche anterior.
- Voy a tener que interceder por tus amigos Kyu, sino fuera por ellos no podría haberte conocido y eso sería una tragedia.
- ¡Nah!, agradécele a señor Hong, de otro modo no te hubiera pedido que seas mi novio fal… – Kyuhyun se sonrojó, bajó la guardia y definitivamente metió la pata.
- Bueno, eso sí, también Tony ayudó – Kyuhyun que había bajado la mirada respingó al sentir como Siwon suavemente levantaba su barbilla y con el pulgar acariciaba sus labios.
- Si no fuera por ellos, no podría haber hecho esto – Siwon sin poder resistir más la tentación, acercó sus labios a los de Kyuhyun y fue un roce, suave y ligero, para luego unir sus frentes – me gustas Kyuhyun quiero conocerte más.
- También me gustas hyung – las palabras simplemente abandonaron sus labios, pero eran sinceras, Siwon se separó y miró atentamente en sus ojos buscando la sinceridad que Kyuhyun encontró en los suyos y sonrió satisfecho, para unir sus labios nuevamente en un beso entregado, dulce y con sabor a melón.
Kyuhyun regreso al dormitorio universitario pasadas las seis de la tarde, con la ropa de la noche anterior, con las manos en los bolsillos y una sonrisa que no podía reprimir mientras tarareaba la canción indecorosa, pensando en qué debía ponerse mañana para la cita que había pactado con Siwon hyung - después de que este le dejara en la entrada de los dormitorios, darle un par de besos más de los cuales ya era adicto - para la hora del almuerzo.
Todo era nuevo y emociónate, pero independientemente de ello, se sentía bien, se sentía correcto, por lo que simplemente decidió dejarse llevar y guiar por Siwon, el tipo que era un peligro para la reproducción masculina, pero que amablemente había cuidado de él y de su honra.