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WonKyu Fest 2014 / Día 29 por Whispers_Shippers

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Notas del fanfic:

Esperamos que disfrutéis de este evento y apreciéis el esfuerzo de las personas que lo han hecho posible, tanto el staff organizador como los escritores que han aportado sus textos.

Tendréis un nuevo fic cada día exceptuando los domingos, así que revisad la página si os interesa leerlos. Se añadirán como capítulos en este mismo post.

Hay escritores excelentes y desconocidos hasta la fecha entre ellos y escritores conocidísimos que no publican en estos lares, pero que merece la pena leerlos, así que la administración de WKShippers / Cho-i Team será los publicará en esta página, contando con todos los permisos de sus autores.

¡Criaturas del mundo, celebremos el mes del WonKyu como nuestra amada ship se merece! 

Notas del capitulo:

 

Título del fanfic: Cenizas que queman más que el propio fuego

Autora: Pixie Stilinski

Parejas: Siwon/Kyuhyun - WonKyu

Tipo: Yaoi

Género: Angst

Advertencias: Deprimente y amorfo ;3;

Comentario del Autor/a: Se suponía que no iba a mandar nada Angst, pero el hacer sufrir a Kyuhyun es superior a mí :’D

 

 

 

 

 - Cenizas que queman más que el propio fuego -

   

Las risas cesan. Las palabras quedan suspendidas en el aire y las miradas se entrecruzan con incredulidad.

 

“Un accidente. Una de ellas ha muerto. Fue un choque”

 

Un grito estrangulado rompiendo el aire. El silencio asentándose con una pesadez que lo agobia.

 

Y tiene miedo, y está asustado. Por que los recuerdos le atormentan antes de que pueda darse cuenta. La nitidez de las imágenes le sobrecoge. Y antes de que pueda notarlo se ha encerrado en el baño, apenas respirando.

 

Llora tan fuerte que ni siquiera es capaz de oír los llamados desesperados desde afuera. El sonido de los metales retorcidos, de los frenos quemando la acera es más fuerte, retumban en su cabeza sin darle tiempo de pensar.

 

Se ahoga, se ahoga en lágrimas y gemidos de animal asustado que le cortan el aire. Ese mismo aire que aprieta su pecho hasta el punto de paralizar su herido corazón.

 

¿Cuántas veces se ha repetido que está bien? ¿Cómo es posible que una tragedia que apenas le afecte le destruya el mundo, le rompa el alma?

 

 

Se odia. Odia esa incapacidad suya de enterrar esos recuerdos que llevan tantos años enterrados en su memoria. Odia que el simple hecho de oír  una noticia ajena le desestabilice a ese grado. Odia no poder respirar. Odia no poder parar de llorar. Odia sentirse tan solo, tan desamparado y asustado. LO ODIA.

 

Y aunque tiene ganas de echar a correr, no puede. Por que sus piernas no le sostienen, por que le falta el aire y por que su mente no para de engañarle, encerrándolo entre metal retorcido, ahogándolo con el fuerte aroma a neumático quemado, a gasolina, a muerte.

 

Grita, o por lo menos es lo que intenta su desesperada garganta que se desgarra en un intento vano de liberar todos los sentimientos que se arremolinan insidiosos en su cuerpo.

 

Había pasado aquellos años escondido en un recoveco de su propia mente, en un campo seco y estéril, ajeno a  lamentos y a recuerdos. Pero ahora lo sentía todo, con la fuerza de un huracán destrozando sus muros de contención.

 

Tenía tanto, tanto miedo. Y la fortaleza de la que hace gala se desmorona con cada lágrima que se acumula entre sus manos. Es tanto el dolor que lacera su alma que le cede la batalla, por que esta cansado de luchar contra su propio cuerpo que no le permite respirar, así que se deja caer lentamente en el frío suelo. Las esperanzas perdidas, los recuerdos martillando tras sus ojos.

 

“Kyuhyun…Kyuhyun…Por favor…Respira…¡RESPIRA!”

 

Inhalar, exhalar, inhalar, exhalar. El aire entrando y saliendo de sus pulmones. Primero dolorosamente y luego, paulatinamente, convirtiéndose en puro alivio para su dolorido pecho.

 

-          Kyuhyun… - Una voz, suave tanto en textura como en tono, envolvió sus destrozados nervios como un bálsamo relajante – Respira, por favor…

 

Lágrimas de alivio ardieron en sus ojos. Incapaz de recordar en que momento sus manos se aferraron a la diminuta pantalla de un golpeado celular.  Sus pensamientos tan confusos y vagos que no lograba hilar frase alguna.

 

Le mira y no le reconoce. Entrecierra los ojos, piensa detenidamente, perdiéndose suavemente en el suave tono que lo tranquiliza al punto de permitirle respirar.

 

-          ¿Siwon?

 

La voz apenas le sale. Quemando todo el camino hasta llegar a sus oídos. Más cuando las palabras se derraman sobre sus labios, le saben a cariño, a protección. Y en menos de lo tarda en pestañar, le anhela. Olvidando tan fugazmente el terror que lo acechaba que lo sorprende desde su más profundo interior.

 

-          Gracias a Dios, estaba tan preocupado cuando Teddy me llamó. ¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Puedes levantarte? ¿Dónde estás?

-          Estoy bien. De verdad, estoy bien.

 

Una ira inesperada nubló las mirada de Siwon, provocando el más intenso latido de su ahora, tranquilo corazón.

 

-          Bien es una palabra espantosa. Puede significar muchas cosas y al mismo tiempo nada. Kyuhyun, tenías un ataque de pánico. No me digas que estas bien así, como si nada.

 

Por una fracción de segundos el dolor que hace solo un momento había dejado atrás le alcanzó, le arañó los talones y desesperadamente quiso asirse a su espalda una vez mas, torturarlo con recuerdos de un pasado que estaba muy atrás. Respiró hondo, cerró los ojos y se centró en lo único que lo mantenía anclado a la realidad. Siwon.

 

-          Ya no duele, ya no más.

-          Kyuhyun…

-          ¿Siwon?

-          ¿Recuerdas cuando dije que me gustaría ser capaz de tomar todo tu dolor?

-          Si, como podría olvidarlo.

-          Hablaba en serio, muy en serio.

 

El corazón palpitante de Kyuhyun, que retumbaba en el silencio del solitario lugar como mil tambores japoneses, menguó su hilarante ritmo al comprobar la seriedad de tan afectuosa afirmación que sin pudor alguno se reflejaba vivamente en los ojos de aquel que él llamaba su amigo.

 

Sus manos se retorcieron en el más intenso deseo de capturarlo en un abrazo que reflejara aunque fuese solo por un momento toda la gratitud que su cuerpo emanaba. La distancia se le hizo insoportable y solo quería acurrucarse en el suelo junto al impersonal objeto que le brindaba un nimio reflejo de la persona que tanto anhelaba.

 

-          Hyung… - Un suspiro teñido de melancolía que le fue imposible retener en su acongojada garganta.

-          Abre la puerta, Kyuhyun.

-          No quiero.

-          Ábrela. Déjame verte.

 

Luchando con los retazos de dolor que se aferraban a su cuerpo se puso de pie con una rapidez que le acelera el corazón. Por que los recuerdos se han quedado atrás, secuestrados bajo un sentimiento que comienza a nacer con más fuerza que las memorias enraizadas en todo su ser. Y es que ese sentimiento parece haber despertado con la misma fuerza que hace poco le oprimía el pecho.

 

Tal vez todo lo que ha necesitado siempre ha estado tan cerca de sus manos. Esas mismas manos que tanto desean sentir la calida piel de Siwon.

 

-          Siwon…

 

Su figura se recorta contra el umbral, con una mirada brillante de lágrimas contenidas por un sufrimiento que ni siquiera le correspondía. Y se olvida, se olvida del pasado, del ahora y del después, por que en ese preciso momento solo lo quiere a él. El único que sanaba sus heridas y lo devolvía a la vida solo pronunciando su nombre.

 

Por que su voz serpenteaba bajo su piel, entre sus recuerdos y le rozaba los sentimientos poniéndolos patas arribas en todo su cuerpo. Y es que le quería, le adoraba, le necesitaba, lo deseaba, lo anhelaba…Lo amaba.

 

 

Y es raro. Por que ha tenido que romperse en pedazos para notarlo. Recogiendo los pedazos de su alma Siwon le ha tendido una mano y entonces la verdad le ha golpeado. Tantos sentimientos revueltos en su pecho no encuentran otra salida más que obligarlo a aferrarse a su pecho.

 

-          Por fin te encuentro, Kyu.

-          Gracias por buscarme.

-          Estás…

-          ¿Bien? No, estoy a salvo, aquí, entre tus brazos. Lejos del dolor, por que no necesitas tomarlo de mí, solo alejarlo. No soportaría verte sufrir por mi culpa.

-          Kyuhyun…

 

Quiere decirle cuánto significa para él. Cuánto ha hecho por alguien tan quebrado como él. Cómo ha barrido las pesadillas que lo atormentaban, cómo le ha salvado la vida. Pero las palabras se atascan en su boca, se deshacen en su paladar antes de poder saborearlas, dejando a su alcance simplemente un vago pedazo de su alma rodando entre sus labios.

 

-          Siwon, te…te…a…te todo.

 

 

Y le gusta como suena. Conciso, dulce, sin rusticidades ni acentos, con el número adecuado de fonemas y la lineal magnitud de apropiadas sílabas. Pero más le gusta la sonrisa que le roba, la mirada incierta que le provoca y el abrazo apretado que le regala.

 

-          Yo también,  Kyuhyun. Te todo.

 

Algo tan absurdo y simple podía encerrar un significado tan grande.

 

 

 

Notas finales:

No se olviden de comentar estos últimos fics~


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