GET BACK YOURSELF
Las lágrimas resbalan lentamente de sus mejillas, sus labios resecos formaban una sonrisa siniestra que resplandecía en la deliciosa noche de luna llena, tenía las pupilas dilatadas y sus manos inquietas se movían rascándose desesperadamente los antebrazos, ni qué decir de sus ropas andrajosas y su cabello revuelto, era un vagabundo en esa habitación con sólo una ventana y una puerta.
“No debo matarlo, no debo matarlo” eran los pensamiento de aquel muchacho llamado Lee Donghae, “Si lo mato, me abandonará, me abandonará.”
Estaba encima de un hombre con la mirada perdida en algún punto de la habitación.
— ¡NO DEBO MATARLO!— aulló desesperado.
Entonces, la puerta de la habitación fue abierta, sus ojos se cristalizaron y agachó la mirada ante la persona que tenía enfrente.
—Donghae…— susurró una voz triste, parándose a su lado y acariciando su cabello –Donghae…
—No lo maté…lo juro…Eunhyuk.
La caricia se detuvo, el muchacho llamado Eunhyuk lo miró, formó una sonrisa forzada para después abrazar a Donghae, lo pegó a su pecho sintiendo como este se acurrucaba y sollozaba. Los dos no mencionaron una sola palabra.
—Está bien Donghae, todo está bien.
Eunhyuk aguantó las lágrimas y besó la cabellera negra de Donghae.
— ¿Tienes hambre?
—U-un poco…— respondió Donghae apegándose más a Eunhyuk.
—Ven, primero tomarás un baño y luego te cambiarás de ropa.
Lee Donghae solo asintió dejándose llevar mientras Lee Hyukjae alias Eunhyuk miraba al maniquí en forma de hombre, aquel que Hae estaba tratando de no matar. Se entrecerraron los ojos de Eunhyuk tratando de llorar, tratando de que sus labios no soltaran gritos de dolor, tratando de olvidar todo el sufrimiento que estaba pasando al sentirse tan impotente.
De esa forma los dos salieron de la habitación, llegando al baño, donde Hyukjae ayudó a Donghae a desvestirse. Cada prenda que caía dejando la piel expuesta de Hae, era una puñalada para Eunhyuk pues en esa piel morena se podía apreciar varias cicatrices, que llevaban mucho tiempo en esa piel. Dio un largo suspiro y le sonrió a Donghae. Luego abrió la llave para llenar la tina, tocando el agua para que esta estuviera tibia.
—Hae— lo miró tomando su rostro –Recuerda que te amo mucho y no importa lo que pase, siempre te amaré.
El rostro triste de Lee Donghae se iluminó al escuchar esas palabras, le ofreció una pequeña sonrisa y asintió, tomó la mano de Eunhyuk como un niño pequeño y susurró:
—Yo también te amo…
Hyukjae tomó el rostro de Donghae y le dio un pequeño beso en los labios y luego en la frente.
—Iré a preparar la cena, ¿Puedes quedarte solo un momento Hae?
Él asintió metiéndose a la tina, Eunhyuk sonrió y salió del baño, se recargó en la puerta poniendo sus manos en la boca. Las lágrimas descendieron por su rostro. Y poco a poco imágenes fueron ocupando su mente. Los recuerdos de aquellos días donde existía la paz…
Eran recuerdos de una perfecta relación...pero… ¿Qué fue lo que cambió?
Lee Hyukjae comenzó a caminar tambaleándose un poco, llegando a la cocina encontró en la mesa una libreta negra, la tomó y miró algunas páginas recordando sin parar la felicidad que le fue arrebatada.
Lee Donghae:
Hoy por primera vez pude platicar contigo, me sonreíste y yo apenado te correspondí, eres el primer niño con el que hablo en estos 8 años. En mi vecindario no existen niños, solo yo. He jugado yo solo por mucho tiempo, a veces jugaba en compañía de mi perro Choco, pero murió. Mi madre me felicitó por tener a mi primer amigo, ella siempre dice que en un futuro las cosas estarán mejor.
Eunhyuk cambió de página.
Lee Donghae:
Eres mi mejor amigo, durante estos tres años he vivido todo lo que un niño normal pide, eres la persona más increíble de este mundo, eres amable, inocente, juguetón, te has vuelto mi mayor confidente. Contigo soy tan feliz que la vida es menos dura con todo lo que pasa en el mundo. Hoy mi padre le gritó a mi madre, dijo que las cosas solo serían peor y que el mundo estaba llegando a su fin, pero yo no lo creo porque tu a cada rato me dices que hay un mundo hermoso que se está escondiendo de nosotros. Lo encontraremos, ese mundo hermoso donde todos son felices. Aún me pregunto: ¿Qué será la felicidad?
Escuchó un sonido, volteó mirando el pasillo mas no vio nada, luego se levantó para preparar la cena.
Lee Donghae:
Hoy fue el día más grandioso de mi vida, me quedé en tu casa por primera vez, platicamos sobre muchas cosas, entre ellas me enteré de que te gustan los peces, ahora eres mi pececito y yo tu monito. A mí me gustan los changos, mamá dice que me parezco a ellos. Leímos varios cuentos de amor, entre ellos estaba el cuento de la cenicienta, nos gustó muchísimo, los dos nos reímos pero al mismo tiempo nos preguntamos: ¿Dónde están las niñas? Ninguno de los dos hemos conocido a una niña, las únicas mujeres que hemos visto son nuestras madres. A lo mejor, las niñas si llegaron al mundo feliz. Entonces me dijiste algo sorprendente: “Hyuk, si las niñas ya son felices, busquemos nosotros nuestra felicidad”. Sonreí al saber que nosotros también podíamos encontrarla. Durante casi todo el día pensamos que nos podría llevar a esa felicidad y lo descubrimos: Nuestra felicidad éramos nosotros. Cuando estábamos juntos el mundo era brillante y todo lo triste se olvidaba, nuestro mundo, nuestro mundo feliz ya estaba en nuestras manos. Donghae nosotros podemos ser felices.
Lee Donghae:
Hoy me pediste jugar a la casita, dijiste que leíste en un cuento como las niñas y los niños jugaban a ser padres. Yo acepté, pero luego los dos nos dimos cuenta de que no podíamos hacer el rol de madre porque somos niños. No podíamos jugar a la casita. Estábamos tristes cuando dijiste: “Hyuk, yo puedo ser la mamá y tú el papá”. Y me sonreíste. Al principio no lo entendí hasta que vi que sacaste una bufanda y la pusiste en tu cabeza, supuestamente eras una niña, me sonreíste y tomaste mi mano, decías que ya podíamos jugar. Entonces me convertí en el padre y tú en la madre, jugamos hasta que sucedió algo curioso, cuando supuestamente me iba a trabajar me dijiste: “Que te vaya bien, monito”; besaste mi mejilla y quedé sorprendido, tú solo reíste y me aclaraste que tu mamá te dijo que debes darle un beso a la persona que quieras. Después de eso me acostumbré a besarte en la mejilla y tú en la mía para demostrarnos nuestro cariño. Cada día soy más feliz.
Lee Donghae:
Algo extraño te sucedió, simplemente no eras tú, no lo entiendo. Me dijiste que era algo normal pero me dio mucho miedo. Tengo miedo de salir a jugar contigo de nuevo, ese nuevo juego que inventaste no me gustó. No le conté a mamá. Solo espero que todo sea una broma. Hoy mi padre llegó corriendo, anduvo susurrando cosas con mamá, creo que todo tiene que ver con la alarma que sonó en la tarde. La misma tarde que me asustaste. Solo quiero que mañana sea un día feliz como antes.
Lee Donghae:
Ha pasado un año desde que le pidieron a toda la ciudad que evacuáramos, desde ese día no pude volver a verte y las cosas han estado cambiando constantemente. Las pocas personas que hay siguen llorando y gritando cosas horribles. Ahora me encuentro en un refugio, aunque no entiendo, mis padres no quieren decirme nada. No lo entiendo pero sabes una cosa, mi amigo, hoy por primera vez conocí a una niña, nunca había visto una, era tan hermosa. Cuando me acerqué a hablarle se asustó y me dijo que era un marciano. No pude preguntarle si ella había estado en ese hermoso mundo. Creo que las niñas no son tan delicadas como en los cuentos, son raras. Donghae, te extraño mucho, eras mi único amigo. Los niños de aquí no me quieren, dicen que soy feo y que el mundo feliz no existe. Estoy solo. Donghae, pececito, ¿en donde estás ahora?
Miró la olla, en la cual estaba preparando un poco de arroz blanco. En un sartén pequeño estaba cociendo un pedazo de carne de res, tapó el sartén para que quedara bien cocido, caminó hacia la mesa dejando algunos platos en ella, cuando volvió a mirar la libreta negra, aquel diario que guardaba sus más grande secretos. De esa manera seguía perdiéndose en los recuerdos…
Lee Donghae:
A pesar de todo, pude verte de nuevo, apareciste con tu típica sonrisa en el refugio y el mundo volvió a brillar. Escuchar decir mi nombre fue lo más increíble del mundo, no sabes cuánto te extrañaba. Al fin podíamos mostrarles a todas las personas que la felicidad y ese hermoso mundo si existe, todos tienen que verlo, pececito, todos tienen que saberlo. Donghae, sin tu sonrisa y abrazos no sería la persona que ahora conoces.
Lee Donghae:
Ningún niño quiso jugar con nosotros, nos llamaron fenómenos solo porque nos tomamos de las manos y nos dimos un beso en la mejilla, según ellos eso es raro, no lo entiendo, siempre nos hemos tomado nuestras manos desde que me quedé en tu casa por primera vez, siempre nos hemos dado un beso en la mejilla desde que jugamos a la casita. ¿Qué tiene de malo mostrar mi cariño? Cuando uno quiere a una persona se lo demuestra, entonces…no lo entiendo… Donghae, te has convertido en la persona más importante de mi vida por eso si nadie lo entiende, yo les mostraré para que comprendan.
Lee Hyukjae despertó del trance al oler que se estaba quemando la carne, apagó el fuego y se quedó recargado en la estufa, aún perdido en sus pensamientos.
Lee Donghae:
Hoy cumplí 16 años, soy feliz de saber que aún sigues a mi lado. Las cosas han cambiado demasiado, mis padres me han contado la verdad, me dijeron que el mundo había caído en caos porque cayó un meteorito en la Tierra y causó desastres naturales, también aceleró el efecto invernadero. Ahora ya sé porque todos lloran, pero no sé si tú lo sabes, al parecer tus padres siguen sin decirte nada y tú no pareces estar interesado en ello. Sin embargo, mi pececito, no solo me di cuenta de eso, hoy me di cuenta de que no te quiero como amigo, que esos cosquilleos en el estómago y esos nervios que siento últimamente al tenerte a mi lado no son de cariño… es amor. Hae, me di cuenta de que me gustas, me gustas demasiado. ¿Sentirás lo mismo?
Lee Donghae:
Todos los días durante los últimos cuatro meses me he estado volviendo loco. Donghae, te amo demasiado y no sé cómo decírtelo, cada día se ha vuelto un martirio para mí, cada día deseo besarte y tenerte en mis brazos. He tenido la oportunidad de decírtelo pero no he podido. Me estoy muriendo de amor pero tengo tanto miedo de que me rechaces y me abandones. Donghae ¿Cómo te demuestro mi amor?
Mí querido Hyukjae:
Sé que no debí, sé que puedes estar molesto porque leí tu diario pero no pude evitarlo. Cuando fui a verte a tu casa y no te encontré me quedé esperando en tu habitación. Como puedes darte cuenta di con tu diario. No sé que decir Hyukjae, los dos hemos pasado por muchas cosas, desde una triste separación hasta un hermoso reencuentro, mi querido Hyuk, las cosas han cambiado por completo las familias apenas sobreviven en esta aldea, los niños apenas existen, mas eso no importa mi monito, porque si yo estoy a tu lado toda esperanza es posible, porque te amo. No fuiste el único que has sufrido pensando que no serias correspondido, yo tuve muchos miedos, los cuales casi hacen que cometa grandes errores y es gracias a este diario que yo ahora soy más feliz que nunca. Mi amado Hyuk, nuestro hermoso mundo continúa…
Escuchó unos pasos, volteó y miró a Donghae con un pantalón de mezclilla roto y una blusa un poco vieja, le sonrió y se acercó tomando su mano, para luego sentarse juntos.
— ¿Cómo te sientes?
—Bien, el baño…me relajó— apretó sus labios —me duele un poco la cabeza, Hyuk…
“Otra vez” pensó Eunhyuk triste “¿Por qué tuviste que tener esa enfermedad?”
Los dos se quedaron en silencio, entonces Donghae notó el diario, lo tomó con cuidado y acarició la pasta…
Lee Donghae:
No sabes lo feliz que he sido al ser correspondido, hemos podido estar juntos y nuestros padres no nos rechazan, hemos tenido inolvidables citas y hermosas experiencias sobre lo grandioso que es el amor, mucha gente nos envidia y otras nos maldice, dicen que somos fenómenos por mostrar una sonrisa todos los días. Ellos no conocen la verdadera felicidad y la esperanza de ser infinitamente felices. Mi corazón late tan aprisa y eso que aún no te doy un beso ¿Me pregunto qué se sentirá juntar nuestros labios?
Lee Donghae:
Hoy nos dimos nuestro primer beso, es la cosa más increíble del mundo, es completamente dulce y excitante. No puedo describir la experiencia que vivimos. Es… perfecto.
Lee Donghae:
Las cosas están un poco extrañas estos días, últimamente tus padres susurran muchas cosas sobre ti y la gente te mira con miedo, no lo entiendo, te he observado y he visto lo feliz que eres, entonces ¿qué es lo que está causando tanta controversia?… Están sonando las alarmas de nuevo.
Lee Donghae:
Sigo sin entender porque las personas no tienen esperanza, Donghae, aquí las personas son muy pesimistas, no me gustan y mis padres otra vez susurran, no tengo a nadie. Hae, ¿por qué no viniste conmigo al refugio?, se supone que iríamos juntos, solo tus padres están aquí. He intentado hablar con ellos pero me ignoran… ¿Qué está pasando?
Lee Donghae:
No he sabido de ti durante los últimos tres años y en ese lapso me di cuenta que no podía quedarme esperando, no más, tengo que buscarte, tus padres jamás volvieron a mencionarte y eso siempre me extrañó, ellos te querían demasiado e inclusive tu padre me miraba con celos al saber que era tu pareja. No sé que fue lo que cambió pero yo ahora voy a buscarte, durante estos tres años estuve en el ejército aprendiendo el manejo de armas, era obligatorio, gracias a eso ahora puedo buscarte sin temor de perder la vida. Te buscaré, Donghae…
Lee Donghae:
Encontrarte no fue una experiencia hermosa como en los cuentos de hadas. Las personas nunca quieren contar la verdad, los adultos hicieron creer a los últimos niños que la maldad no existe y ahora sé que vivimos mentira tras mentira, mis padres jamás me contaron sobre esto, sobre esta enfermedad hasta que di contigo. Al principio los militares intentaron expulsarme del internado, estaba por irme cuando te vi mirando el cielo, vestido con esa horrible ropa andrajosa, no dudé en utilizar mis tácticas aprendidas en la milicia para acercarme a ti y lo único que pude apreciar fue tu mirada vacía… ¿Por qué paso esto? Los militares intentaron alejarme de ti y yo solo gritaba tu nombre, Donghae, Donghae…
Llegó un medico y detuvo todo. Él fue quien me explicó, el único, yo no sabía que tenías esa extraña enfermedad R.N. (Rabia Neuronal). Después de que hubiera muchos cambios en el planeta apareció esta enfermedad en la nueva generación, los niños nacían con un problema neuronal que causaba una imparable violencia en ellos, a tal grado de convertirse en asesinos seriales, para ellos era normal e inclusive lo consideraban una bendición. Debido a esto, muchas familias abandonaban a sus niños o bien los internaban para que se curaran, pero esta seguía sin tener cura.
Yo no lo sabía…tú no me contaste porque yo me había asustado. Aquel día hace ocho años me invitaste a jugar, tus padres no se encontraban y yo estaba emocionado, ese día recuerdo que sacaste de una caja un ratón, sonreíste y trajiste una navaja, me dijiste que el juego trataba de darle un susto al ratón, no lo entendí al principio y simplemente acepté. Todo pasó tan rápido, tú acuchillabas y seguías acuchillando al ratón que aullaba en agonía y tus manos llenas de sangre parecían disfrutarlo. Recuerdo que grité para que pararas y tú me dijiste que era un juego divertido, algo “normal”. Después de verme llorar y salir corriendo de tu casa, no volviste a enseñarme ese juego.
Que tonto fui… No me daba cuenta, era un ciego, había días en los cuales movías una navaja divertido y decías que tenías trabajo que hacer, pero siempre creí que ayudabas a los aldeanos por tu amable forma de ser y ahora sé que me mentía. Nunca me di cuenta cómo mirabas a las demás personas y mientras yo no estaba eras un asesino serial en la aldea, matabas personas y animales, jugabas con todos, pero conmigo nunca fuiste así. Eso sorprendió al médico, cuando le conté que éramos amigos de la infancia y pareja se quedó pasmado, él me dijo había momentos en que las personas con esa enfermedad atacaban a su propia familia. Mas eso nunca pasó contigo, mi amado pececito, de alguna manera cuando yo estaba contigo te controlabas. Me hicieron muchas preguntas, aún queriendo comprender cómo eso era posible. Y al final no encontraron solución.
Después de tantos tramites y pláticas logré sacarte de ahí… solo para saber que tú apenas y me reconocías… No quisieron decirme como acabaste así, pero cuando vi las cicatrices en tu cuerpo entendí que ellos habían utilizado métodos muy crueles para intentar curarte, los odio, los odio tanto por convertirte en una persona sin vida. Era una enfermedad, un problema neuronal, entonces para qué utilizar esos métodos…los odio… porque no podía recuperar tu amor si no me reconocías. Te llevé a mi departamento y te dije mi nombre pero no te inmutaste. Un día, una vecina me habló por mi nombre clave de la militar: Eunhyuk e increíblemente tú al escucharlo hablaste por primera vez. Mi amado pececito, por ahora dejaré mi alias para que tú puedas reconocerme, para que algún día regreses completamente.
Hyukjae se acercó a un cajón y sacó una pastilla, sirvió un vaso de agua y todo se lo dio a Donghae. Se acercó acariciando sus cabellos.
—Pronto estarás mejor.
—Gracias Eun…— el otro sonrió –Solo quiero curarme…
—Ya verás que eso pasara, recuerda que el tratamiento es muy complicado mas es efectivo, tardará, pero todo estará bien.
— ¿Tú crees?
—Claro y pronto podrás recordar cuando jugábamos de niños y las cosas maravillosas que vivimos.
—Ya quiero recordar— tomó la mano de Hyuk –En este año desde que me sacaste de ese lugar, me has hecho feliz… Gracias.
—Donghae…— lo abrazó –Te amo…
—Lo sé.
Los dos se acercaron y se dieron un beso.
Lee Donghae:
Los últimos meses he logrado que te recuperes poco a poco, he logrado que confiaras en mí aunque no me recuerdes. El que me digas Eunhyuk al menos es algo. Has comenzado a sonreír y eso es maravilloso, te comportas como un niño temeroso. No quieres volver a estar solo porque siempre tienes pesadillas, no te he dejado ni un momento y al parecer eso ha funcionado, el problema es en la madrugada, despiertas para comenzar a destruir todo, te vuelves loco y lloras. En una de esas por poco y muero en tus manos. Lo recuerdo perfectamente, mi amado, desperté al sentir algo apretar mi cuello, miré tus ojos llenos de locura, no se porqué en lugar de gritar o intentar liberarme, lo único que hice fue sonreír… Sonreí porque no me importaba si moría en tus brazos, el mundo había terminado cuando me alejaron de ti y se convirtió en sufrimiento cuando me olvidaste. Extrañamente tú comenzaste a llorar, gritando un “Te amo” a cada rato, alcé mis manos y acaricié tu mejilla antes de que me desmayara por la falta de aire.
Cuando desperté tenía un vendaje en mi cuello y tú a mi lado aún llorabas, ¿lo recuerdas mi amor?, dijiste que no entendías porque habías dicho esas palabras ni porqué llorabas, yo solo dije: Te amo. Lo sabia, muy en el fondo de tu ser tú me recuerdas. Y yo desde ese día tuve más determinación que antes. Te recuperaré.
Lee Donghae:
Hoy mis padres me visitaron y casi les da un infarto al verte, gritaron al enterarse de que estabas conmigo. Dijeron tantas cosas, pero yo no me rendí ante sus palabras y, al final, solamente se despidieron de mí diciendo que estaba mal de la cabeza por tenerte. Donghae, no comprendo su punto, el mundo ya está mal pero ellos dicen que lo tuyo es todavía peor que lo que sucede en la Tierra. Ellos realmente están mal.
Lee Donghae:
Hoy me enteré de un tratamiento para R.N, escuché que era peligroso, muchos morían, pero puse mis esperanzas en ello. Conseguí un doctor que me diera las pastillas del tratamiento, me explicó todo, hay cosas que no entendí muy bien, los términos médicos no los entiendo mucho, pero lo que sí comprendí es que al tomar esas pastillas tendrías ataques constantemente pero comenzarías a controlarte, estarías consiente de lo que haces. Lo malo es el efecto secundario, los delirios y dolores de cabeza durante el tratamiento, y para eso me dieron otras pastillas. Espero que funcione, te compraré un maniquí para el tratamiento, solo quiero que te recuperes.
Lee Donghae:
Recordaste algo, los momentos en que estuvimos juntos en el refugio, eso me dio más esperanzas, te estoy recuperando poco a poco. El tratamiento también esta funcionando, es difícil, es triste, pero todo parece tomar su curso. Los dolores de cabeza han disminuido, tus ataques ya son cada vez menos. Estas controlándote. Siempre que te dan ataques te dejo encerrado en la otra habitación con el maniquí, a veces veo como te comportas y otras solo me quedo esperando en la puerta hasta que todo termina. Te he escuchado repitiendo que no debes matar, te he escuchado delirar, te he escuchado gritar. Mi amado pececito, ya quiero que todo esté bien. Además, nuestra relación va mejor, hemos vuelto a ser pareja, te has vuelto a enamorar de mí. Solo falta que recuerdes y nuestro hermoso mundo volverá…
Los dos se separaron, se miraron a los ojos para después reír, Hyukjae fue a servir la cena. Cuando terminaron sus alimentos, recogieron la mesa.
—Donghae, puedes ir a la habitación, ahorita te alcanzo— le sonrió, Hae se extraño mas no pregunto nada.
—Bueno…
De esa manera, Hyuk se quedó nuevamente solo en la cocina, suspiro más animado después de cenar. De su pantalón sacó una pluma, se sentó en la mesa y tomó el diario.
“Lee Donghae” pensó en él, luego escribió: “La enfermedad es cada vez menos peligrosa, pensé que no te volvería a doler la cabeza pero hoy volvió a suceder, me puse triste, bueno, aún me pongo triste al escuchar decirme Eunhyuk y al ver tus cicatrices. La cosa es que ahora, mi amado Donghae, sé que falta poco, lo presiento y más con lo que hoy me dijiste, me siento más animado y espero que ya no te duela la cabeza. A diferencia de otros tú sigues vivo, sigues luchando. Te recupero, te estoy recuperando. Seguiré esperando…mi amor… ” Dejo la pluma de lado y cerró la libreta.
Se levantó de la mesa para ir a la habitación, vio que Donghae estaba acostado aún despierto, se puso ropa cómoda, se acostó a su lado y lo abrazó. De esa manera, los dos se durmieron tranquilamente sin decir una sola palabra.
El viento golpeó la ventana y justo en ese momento un alterado Donghae despertaba. Su frente estaba perlada de sudor, miró el reloj, eran las 3 de la mañana, sintió la respiración tranquila de Eunhyuk, sus ojos se pusieron brillosos, acarició la mejilla de su pareja dejando caer las lágrimas. Se levantó con cuidado saliendo de la habitación. Llegó a la cocina sollozando, vio el diario negro y una pluma a su lado. Tomó el lapicero y abrió el diario…
Hyukjae despertó por los rayos de sol que daban en su cara, miró a su lado para solo ver un espacio vacío, extrañado se levantó.
— ¿Donghae?
Miró a todos lados pero no lo encontró, ladeo la cabeza, salió de la habitación buscando por todos lados a Hae, mas no lo encontró. Desesperado entró a la cocina y vio un mensaje arriba del diario negro. Tomó la nota y suspiro aliviado.
“Fui a comprar el desayuno, vuelvo al rato” decía el mensaje, Hyuk sonrió y se sentó tranquilo, entonces cayó en la cuenta de que la hoja provenía de su diario.
— ¿No será que…?— rápidamente abrió el diario y lo vio, abrió los ojos sintiendo que su corazón latía rápidamente al leer aquellas palabras.
Mi querido Lee Hyukjae:
Una vez más no te molestes por volver a leer tu diario, pero solo quería que supieras una cosa, me has recuperado completamente. Mi monito… yo también te extrañé…
—Hyuk…— escuchó a sus espaldas, sus manos temblaron dejando caer el diario…
—Hae…— volteó a verlo y comenzó a sollozar –Donghae…
Él dejó la bolsa de comida en el suelo, se acercó rápidamente para abrazarlo, los dos lloraron en silencio. Los gritos de felicidad de Eunhyuk eran un hermoso canto del cielo. Donghae no dejaba de repetir el nombre de su amado.
Todo había regresado...
Lee Donghae:
El mundo aún continúa cambiando, los desastres siguen acabando con todo, la humanidad trata de sobrevivir pero lo que importa es que al fin te he recuperado, al fin todo vuelve a ser como antes. Ahora mucho mejor que antes. Seguiremos superando todos los obstáculos. Mi amado, ahora sí podemos seguir en nuestro hermoso mundo, donde la felicidad no terminará hasta el día de nuestra muerte…donde la esperanza sigue…como me enseñaste…Te amo…