Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El precio de tu vida por Haruka Eastwood

[Reviews - 22]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!! 

Bueno, este fic era un one-shot, pero al releer el capítulo TmT me puso triste y dije ¡No! no lo puedo dejar así, por lo que aquí les traigo la continuacion -se que tengo fic sin terminar y uno más puah pero inntentare actualizarlos todo en cuanto pueda- espero que sea de su agrado. 

Sin más yo las dejo leer!! :3

El valor de nuestro amor

Oficialmente había cometido el que sería el error más grande de su existencia. Había recuperado el amor de su vida, pero a un precio excesivo, que incluso llego a pensar que si volviera al pasado y tuviese la misma oportunidad declinaría la oferta sin dudarlo. Si, amaba a Naruto, pero también amaba a su hijo fruto de su eterno amor, un ser inocente que llenaba su vida de alegría a la par que su padre.

Pero recostado en la cama hecho un ovillo bajo las cobijas no solucionaría nada, al contrario, todo lo que lograría seria que su amado rubio se preocupara, pero ¿Cómo debía verle a la cara después de lo que hizo? A pesar de que el no supiera nada, la realidad era que no podía borrar el hecho de que por su culpa su hijo no existe.

Fue débil y perdió lo que más amaba y por culpa de esa debilidad volvía a perder a la segunda persona que más amaba. Lloraba pero por su impotencia, misma que hacía que su cuerpo se estremeciera y temblara.

Estaba tan inmerso en sus pensamientos que no noto a Naruto entrar a la habitación, tan solo sintió su tibio cuerpo, a su lado y como protectoramente le abrazaba mientras limpiaba sus lágrimas con una dulzura que bien sabia no se merecía. Preferiría que su ángel le odiara por el daño que le hizo.

—Sasu… ¿en serio te sientes bien? —su voz era sumamente preocupada, con un suave toque de melosidad. Pero cualquiera la tendría si su esposo llevaba así desde el día anterior sin probar bocado alguno, sin moverse y sin hablar.

Realmente no entendía que le pudo haber pasado, si estaba bien. La noche antes de la “supuesta pesadilla” actuaba como el orgulloso y frio Uchiha con los demás y con él, pues simplemente era Sasuke, su Sasuke que a pesar de todo le mostraba lo dulce que podía ser. Si bien nunca fue alguien expresivo el solo verlo prácticamente derrumbado en la cama era preocupante, mejor dicho alarmante.

Estaba a punto de volver a preguntar por su salud y prácticamente obligarlo a ir al hospital y si se negaba era capaz de ir personalmente por Tsunade de ser necesario. Pero su voz apagada y carente de todo sentimiento positivo lo saco de su ensoñación.

—Naruto… si yo muriera y —no sabía cómo continuar, pero ante lo ultimo sintió como el suave abrazo que el rubio ejercía sobre él se volvía más posesivo, como si con ello quisiera decirle que él jamás lo permitiría—, si yo muriera y un demonio se te apareciera diciéndote que me regresaría a este mundo a cambio de la vida de nuestro pequeño hijo ¿aceptabas?

¿Pero qué rayos estaba preguntando ahora? No es que no creyera en la existencia de demonios, vamos pues, él tenía uno en su interior, el cual era su amigo, de hecho gracias a él fue capaz de embarazarse aquella vez, lástima que solo se pudiera hacer una vez, pero a él le bastaba. Ahora… ¿enserio se estaba preguntando eso? Si era más que obvia la respuesta.

—No —fue su sencilla respuesta, sin vacilaciones, sin duda en su voz. Tan solo era un rotundo no que prácticamente le hizo sentir más miserable de lo que ya se sentía—. ¿Pero a qué viene esa clase de pregunta?

—¿Por qué?

—¿Eh?

—¿Por qué no aceptarías? —inquirió girándose sobre la cama, quedando de frente a Naruto que le veía un poco interrogante, aun así suspiro y medito su respuesta.

Realmente su esposo estaba actuando sumamente extraño.

—Porque a pesar de que te ame, no estaría dispuesto a sacrificar la vida de alguien inocente por mis caprichos egoístas y menos si se trata de nuestro hijo —observo como su esposo palidecía, deposito un beso en su frente con amor y continuo—, la única manera en que yo aceptaría algo así es que me engañaran, como por ejemplo que nunca me dijeran que ese sería el precio, de ser así me sentiría mal y estoy seguro que me atacarías con el susanoo si te enteraras. También me someterías a genjutsus para torturarme y al último me atacarías con tu chidori´ttebayo —le dedico una de esas sonrisas alegres, que le hacían calmarse y perderse en sus hermosos ojos—, y si tu hubieras sido engañado, lo cual no creo ya que yo estoy vivo, no creo poder odiarte, claro que primero te atacaría hasta casi matarte con mi Fuuton Rasen Shuriken, por no fijarte.

En su rostro se dibujo una sonrisa un tanto sádica que le helo la sangre a Sasuke, pero en su interior sabía que se merecía eso y más, pero su expresión rápidamente cambio preocupando al azabache. Naruto puso una mueca de dolor, como si se lo estuviese imaginando, pero eso simplemente era producto de su imaginación o eso quería creer. Porque Sasuke no había muerto, no tenían un hijo…

Repentinamente la mueca de Naruto desapareció, dando paso a una completa seriedad que le quito el aliento a Sasuke, llegando a pesar que Naruto ya se había dado cuenta de todo, porque si algo había que reconocerle a su rubio esposo era que la edad lo había vuelto más inteligente e intuitivo. De ser así seguramente ahora mismo lo debe de estar odiando, aunque si Sasuke estuviera en su lugar se preguntaría primero por la cordura de su esposo, ya que regresar a los muertos a la vida con los poderes de un demonio… bueno, la verdad la idea no era tan descabellada pese al mundo en el que vive, pero aun así todo eso da paso a que se generen varias dudas, la primera es que si sigues cuerdo.

—Naru yo… —temiendo lo peor, estaba listo para ser odiado por la persona que más amaba, pero sabía que se lo merecía.

—Teme, te dije que no vieras esa película —le reclamo con un puchero dejando sorprendido al moreno—, pero no me hiciste caso, con tu pose de soy el todo poderoso Uchiha y nada me afecta y me asusta te pusiste a verla. Y mira ahora estas todo traumado por la misma.

Soltó un suspiro cansino y volvió a mirar al azabache, quien mantenía los ojos abiertos ante lo dicho por Naruto, realmente él seguía siendo la persona número uno en sorprender a los demás.

Pero Naruto observaba cada gesto, acción y movimiento por muy mínimo que fuera, debía sacarse esa idea absurda que ahora surcaba su mente. No podía ser aquello verdad, pero su pecho le dolía horrores, era como una sensación de vacío. Mejor dicho como si en su vida faltara alguien, pero imaginarse quién y el porqué era inconcebible, Sasuke no sería capaz ¿o sí?

Toda esta situación le recordaba a lo que le sucedió hace más de diez años, justo después de la muerte de Jiraya, donde él deseaba que su maestro no haya muerto, pero lo que nunca espero es que eso apareciera…

*

Naruto se encontraba encerrado en su habitación, deprimido y sin ánimo de nada después de enterarse de la trágica muerte de su maestro Jiraya. Sentía como si lo hubiese perdido todo, primero sus padres, después Sasuke y ahora Jiraya ¿Qué seguía? ¿Acaso a la vida no le bastaba con eso? Parecía en que la vida se empeñaba en dejarlo solo y vaya que lo estaba logrando.

—¿Quieres que el regrese? —se escucho una tétrica voz que hizo eco en su cuarto, mismo que se tiño de carmín, dejando paso a un sepulcral silencio—, también podrías tener a tus padres si así lo deseas.

Con incredulidad Naruto alzo su vista, contemplando a aquel ser que se planta frente a él con aire arrogante y un aura amenazante y obscura.

—¿Quién eres? —se puso de pie dispuesto a atacar a la figura alada con cuernos, vestida de negro que se erguía frente a él—, ¡Responde!

Con supremacía aquel demonio clavo sus orbes rojas sobre las de Naruto, escudriñando su alma, provocando un escalofrió en el menor, que no daba crédito a lo que sus ojos contemplaban.

—Un demonio, pero no cualquiera, sino aquel que te puede dar la vida que tanto deseas, una donde estén tus padres, tu maestro y la persona que amas, simplemente tienes que aceptar y mañana lo tendrás.

La oferta era más que tentadora, podría tener una familia, todo sería diferente. Su mirada se perdía en aquellos ojos escarlatas que ansiosamente esperaban el sí que se formaba en los labios del menor.

—No lo hagas cachorro —se escucho la voz de Kurama dentro de su cabeza—, es una trampa. Nunca creí ver un príncipe infernal…

—¿Príncipe infernal? ¿Qué es eso? —cuestiono el blondo estando frente a la gran bestia, había salido de sus pensamientos y de la magnífica idea de su mundo ideal con su familia y amigos.

—Es una clase de demonio muy peligroso, que te engaña a cambio de algo que deseas. Generalmente pide tu alma por “el favor” o algo de mucho valor.

Naruto salió de su mente encarando a aquel ser, quien comenzaba a impacientarse por escuchar su respuesta.

—Aceptas ¿sí o no? —volvió a cuestionar el demonio con ahora enfado en su voz.

—¿Qué es lo que quieres a cambio? —el rubio apretó los puños, aquella situación le molestaba y no sabía ni por qué.

Pero aquel ser enarco una ceja en señal de enfado, era uno de los pocos humanos que se atrevían a cuestionarlo, debía de suponer que se negaría debido a esa mascota de su interior. Chasqueo la lengua y respondió «solo te pediré dos cosas. La primera es todo tu poder y la segunda es tu primogénito» no era necesario decir más, sería estúpido aceptar por lo que sin más se negó. Su oferta era tentadora, porque jamás daría a un hijo si es que pudiera tener uno a un demonio.

Dicho esto el ambiente se sentía pesado y un calor sofocante comenzaba a hacer dificultosa la respiración de Naruto, el cual cayó inconsciente, escuchando a lo lejos la voz de Kurama que le llamaba con preocupación.

*

—Naruto —mascullo el moreno aferrándose fuertemente a su rubio como si de eso dependiera su vida.

No sabía cuando volvería a poder tenerlo de aquella manera. Todo indicaba que no podía contener más esa inquietud y culpa que le carcomían.

—Sasuke ¿Qué hiciste? —su voz no estaba para rodeos o mentiras, tan solo exigía la verdad. Una que de antemano ya sabía pero se negaba a aceptar.

Poco a poco se fue separando de su esposo, sentándose en la orilla de la cama a que le diera una explicación, la cual rogaba que no era lo que se estaba imaginando, porque de ser así no sabría como volver a verle a la cara. Amaba a Sasuke más de lo que se podía imaginar, pero el perdonar algo así…

El azabache simplemente suspiro, se sentó en la cama al igual que Naruto, no sabía ni el cómo, mucho menos el porqué, pero todo indicaba que su rubio lo sospechaba o lo sabía, el cómo se haya enterado era lo de menos, tampoco había la posibilidad de indagar aquello, mucho menos podría mentirle, no a él, no ahora.

Tomo aíre y empezó a hablar, en todo ese tiempo Naruto no dijo absolutamente nada, incluso Kurama, quien fue el que le dijo de esa posibilidad guardo silencio. Ellos mejor que nadie sabían que no lo podían culpar, al menos no del todo, porque ¿Cómo hacerlo cuando Naruto estuvo a punto de hacer lo mismo?

Tras la última palabra de Sasuke un silencio abrumador se hizo presente en la habitación, Naruto no había emitido palabra alguna. Simplemente se levanto de la cama y salió en silencio, no había nada que decir ni hacer. Sasuke tampoco se lo impidió, ya que este era el principal culpable de todo aquello.

Impotencia, frustración y odio hacia sí mismo es lo que sentía el moreno, ahora no solo había perdido a su hijo, sino también a Naruto, y entendía el porqué.

Solo una cosa tenia clara y era que no importaba cuanto tiempo le tomara recuperaría el amor de su rubio.

Continuara~

Notas finales:

¿De donde saco tanto burrada? No lo sé, en ocaciones yo me pregunto lo mismo XD ¿merezco rw? 

Agradeciria sus sujerencias, quejas tomatazos, dudas, o cualquier cosas es bien recibida, sin más me despido y les deseo un excelente día/tarde/noche.

Haruka Eastwood


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).