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Rather than a change por Yariimc14

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Notas del fanfic:

Hola! Pues nada... primer fic que subo, espero que les gusten; acepto criticas tanto costructivas como negativas (sin exederse que tambien tengo sentimientos T^T) 

 

Espero que lo disfruten! ^^/

Notas del capitulo:

Hey! ^^/ Que bueno que decidiesen pasarse por mi fic! Espero llenar sus expectativas y que no se arrepientan de haber entrado aqui!

Pues creo que el capitulo me quedo algo largo, espero y no se aburran; el proximo estara mas interesante!

Ahora si, los dejo leer! ^^/

La lluvia caía y golpeaba fuertemente el cristal del auto, pareciera como si ayer apenas estuviese en el jardín de niños jugando a la pelota y dibujando con crayones; vaya que a la vida le gusta dar sorpresas. Siempre me considere alguien optimista, pero en este estado es más que imposible sacar algo bueno de la situación en la que me encuentro; siempre intente sonreír, ahora siento que mi rostro olvido las sonrisas y que mi corazón olvido las alegrías.

Algo bueno puede salir de esta situación claro está, pero creo que aun no encuentro ese “algo”. Ya es difícil ser el chico nuevo de la clase, pero es aun más complicado ser el chico nuevo de la clase y también de la ciudad. Tengo que dejar claro que me mudo contra mi voluntad, pero como todo niño bueno que creen que soy, tuve que aceptar la idea con la sonrisa mas falsa que había esbozado jamás.

Hace unas horas vivía en Sydney, ahora tendré que reiniciar mi vida de nuevo en España, no me desagrada la idea de un cambio pero el asunto se complico cuando en ese cambio se vieron excluidos mis amigos, mi novia y demás familiares; es como si me lo hubiesen arrebatado todo sin piedad alguna. He entendido conforme pasa el tiempo que quejarse no ayuda en nada, tan siquiera te ayuda a pensar en una solución rápida y eficiente, es más, el quejarse hace que te hundas cada vez más en el problema y te hace tocar fondo para que luego no puedas salir. Claramente no me quejo por que el niño bueno no puede quejarse, el niño bueno no puede hacer nada que no se le diga porque deja de ser bueno…

Mi padre abandono a mi madre cuando yo tan solo tenía 5 años de edad, en ese entonces si le dices a un niño que sea bueno y que cuide siempre de mamá el niño lo hace, siempre fui como ella deseaba porque sabía que estaba triste porque papá nos dejo a ambos, yo quise ser feliz por los dos. No digo que me arrepiento, es todo lo contrario, amo ver el rostro de mi madre rebosante de felicidad; pero a mis 17 años seguir siendo ese niño que solía ser a los 5 años es algo… algo agobiante.

—¿Estas bien cielo?—mi madre levanto la vista del volante y me miro por el retrovisor—Pronto llegaremos al aeropuerto.

—Si, estoy bien ma, no te preocupes—le sonreí.

Seguí mirando por la ventana como la lluvia se amortiguaba y daba paso a un cielo gris un poco más despejado, suspire cansado.

Nos mudaríamos porque mi madre quería empezar de nuevo tras haber terminado abruptamente con su novio, con el cual había salido más de 2 años. Fue algo bastante imprevisto, pero asi sucedió y mamá no quiere dar explicaciones de lo sucedido entre ambos.

Cosas de la vida cariño” fueron sus palabras, evidentemente ni ella misma cree en lo que dijo, pero mejor no discutir por asuntos sin relevancia alguna. Mis ojos se cansaron de las calles mojadas que no volvería a ver en un largo periodo de tiempo, me gire hacia al frente, amoldando mejor mi cuerpo al asiento y me fije en la carretera en la cual mi madre estaba absorta, supongo que ella también tiene nervios de lo que vaya a suceder en nuestra nueva vida. A pesar de haber estado completamente afligida por un tiempo logro salir adelante ella sola, cargando conmigo; claro que siempre se lo pague con buenas notas e intentando causarle los menos dolores de cabeza posible.

—Cariño, ya hemos llegado— estaciono el auto en el único campo disponible del lugar— El vuelo sale en menos de una hora, estando a bordo puedes dormir todo lo que quieras cielo.

—También debes de estar cansada mamá, tú también deberías dormir un poco durante el vuelo—sugerí, recordando que mi madre se había quedado despierta hasta tarde realizando los últimos detalles del vuelo y de nuestra nueva casa en España.

Mi madre sonrió y no dijo nada mas, bajamos del auto y un tiempo después ya estábamos en nuestros asientos dentro del avión. Luego de 30 asfixiantes horas en el avión, llegamos a nuestro destino. Madrid.

Dicen que debes de dar una primera buena impresión, al parecer la ciudad de Madrid no fue la excepción a ese dicho; me quede boquiabierto al salir por las puertas del gran aeropuerto, he de decir que no me llama la atención las grandes estructuras, pero soy sincero cuando se trata de admitir cuando algo logra dejarme sin aliento, y sin duda alguna el lugar me quieto las palabras.

—¿Qué dices Nicholas? ¿A que no es hermosa?—mire a mi madre que tenía una sonrisa, que para mí, era la más perfecta del mundo. No pude evitar sonreír también.

—Es precioso, todo el lugar es increíble, no me puedo esperar a mirar nuestra nueva casa mamá—le sonreí sin necesidad de forzarme al hacerlo.

Es cierto que en un principio todo fuese algo-mucho-precipitado; pero ahora mirando el escenario que será mí nuevo hogar pues me emociona la idea de empezar una nueva vida, con nuevos amigo y quizá con nueva novia también…

Al ser ya altas horas de la noche, tomamos un taxi para ir a nuestra nueva casa, ya habría tiempo mañana para darle un vistazo más detallado a lo que será nuestra nueva ciudad. Al llegar no me lo podía creer, la casa era enorme-enorme comparada con la que teníamos en Sydney-, no me espere un momento mas y a penas terminamos de bajar el equipaje del maletero del taxi, corrí hasta la puerta y abrí con la llave que le arrebate a mamá momentos antes; si por fuera era hermosa, por dentro era toda una obra de arte.

El piso tenía un bella cerámica blanca donde podías ver tu reflejo, la sala de estar era amplia y la cocina ni se diga; había un baño grande, supongo para invitados, y unas escaleras de madera satinada se enredaban en la pared y se perdían en el pasillo del segundo piso. Subí a ese pasillo que se encontraba oscuro y encendí las luces; allí se hallaban cuatro habitaciones y una biblioteca ¿Cómo lo sé? Pues pase abriendo todas y cada una de las puertas que allí se encontraban. Me sentía como un niño chiquito, quizá el cambio después de todo no fuese algo tan malo…

— Cariño elige  tu habitación primero que luego no quiero reclamos— grito mi madre desde abajo.

Tenía razón, asi que corriendo, de nuevo, me dirigí a la habitación que más había llamado mi atención; la que tenía un ventanal enorme y un bello balcón. Entre en ella y la examine, era amplia y el color de las paredes era azul, el piso era de madera y ya había allí un armario incorporado. Si, en definitiva me quedaría con ella.

Feliz por mi nueva habitación baje a ayudar con todo el equipaje, grande fue mi sorpresa al encontrar cajas abiertas por todos lados.

— ¿Pero que dem…— no me alcanzo a terminar de hacer la pregunta cuando mi madre salió de la cocina— ¿Tenias que hacer tanto desorden?—pregunte.

  —Si.

Suspire, mamá siempre seria mamá.

——————————····————————————-

 

Luego de encontrar lo necesario para poder pasar esa noche, nos fuimos a dormir. A pesar de haber dormido bastante durante el vuelo aun estábamos cansados. La casa se encontraba ya amueblada asi que no fue un problema el donde dormiríamos. A la mañana siguiente nos ocupamos de desempacar varias de las cosas, al medio día ya solo quedaban unas cuantas cajas por desempacar. Me tire en el amplio sofá de color vino que se hallaba en el salón y subí mis pies a la mesita de centro que había frente a el susodicho sofá.

— ¿Cansado cielo?—pregunto mamá mientras se sentaba a mi lado.

—Yo diría muerto—suspire.

Mi madre rio por lo bajo luego de también soltar un largo suspiro.

— ¿Qué sucede—

—Nada, solo pensaba que tienes un día para mirar la ciudad porque el lunes ya tienes que ir a la universidad cielo— dijo burlona, seguramente de la cara que hice cuando menciono la universidad.

Estudio en la facultad de psicología, es lo que me apasiona; pero el simple hecho de pensar que pasare todo el día encerrado en una universidad me espanta.

—¿Puedo salir ahora?—pregunte

—Claro cariño, asi también podrías traer algo para la cena de hoy—entorne los ojos molesto porque se había arruinado mi paseo; mi madre me dio un golpe-nada suave- en el hombro—No hagas modos Nicholas.

Bufe por lo bajo y me dirigí a mi habitación a ponerme algo mas decente y también más abrigado pues afuera hacia frio a pesar de ser medio día.

Ya listo baje a la sola en donde se encontraba mamá acomodando unas cuantas cosas, me miró y sonrió.

—Te ves muy bien Nick— la mire molesto por el sobrenombre que utilizo.

—Te he dicho que no me llames de esa forma.

—Como te decía, Nick—hizo énfasis en  palabra—Te ves muy bien, pronto conseguirás novia.

Desvié la mirada, avergonzado. Mi madre rio burlona.

Luego de que me dijese lo que tenía que comprar, salí de casa. Me había fijado la noche anterior en algunas cosas del camino; en un parque que estaba cerca de la casa y en una pequeña tienda- a la cual iría-  que también se encontraba cerca de allí, y con eso en mente, sabiendo que si encontraba el parque y la tienda podría encontrar la casa sin perderme, avance.

Todo era sin duda alguna muy lindo, mire el parque de la noche anterior y pude observar cómo se encontraba lleno de niños, me llamo la atención que entre esos pequeños de escasos 5 o 6 años, se hallase un chico mas grande, quizá de 15 años; tenía el cabello muy claro – al contrario del mío que era negro-, el de él era un castaño muy claro, era blanco y con una contextura muy delicada; tenía unos enormes ojos color gris. Quizá lo que me llamo la atención no fue su apariencia sino el que estuviese allí jugando con esos niños más pequeños, sin importarle su edad. Me pareció algo muy tierno e inocente de su parte, quizá hasta tendría menos años de los que yo le calculaba…

Seguí caminando pues me había quedado absorto mirando la escena tan curiosa, iba fijándome en todo lo que me rodeaba, en los caminos del parque, en las flores y las personas de los alrededor; en todo, menos en el por donde caminaba yo. Sentí como alguien chocaba contra mí, no fue la gran cosa para mí pero si para la otra persona que cayó al suelo.

—¿Estas bien?—pregunte alarmado.

—Auch—exclamo el pequeño, era uno de los niños que vi jugando minutos antes.

A lo lejos pude distinguir al chico pelinegro venir a toda velocidad hacia nosotros, asustado.

—¿Te encuentras bien Sam?—pregunto el chico al más pequeño.

—Si, no es nada—respondió esbozando una sonrisa—Lo siento mucho señor, iba corriendo y no me fije por donde iba.

¿Señor? ¿En serio? ¿Tan viejo me veo?

—No te preocupes, ha sido mi culpa—sonreí.

El chico pelinegro también me miro y sonrió.

—Lo siento—dijo—Estábamos jugando y se ha ido lejos, fue mi culpa.

—No te preocupes que yo también iba en las nubes—dije sonriendo apenado.

Nos despedimos con una sonrisa, el siguió jugando con esos niños y yo seguí mi camino…

Notas finales:

Pos´hay esta el capitulo! 

Dejenme saber sus opiniones por favor! Les agradezco de corazon que llegaran hasta aqui! >3< Espero que lo disfrutaran!^^

Eeemh bueno, antes de que se vayan hay algo que debo informarles. Los dias de actualizacion seran: Martes y Jueves. Osea que mañana hay actualizacion, si me queda tiempo libre podre subir de vez en cuando algun capitulo el fin de semana, pero ya dije, si me queda algo de tiempo...

Gracias por leer! ^^


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