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¡No es tiempo para eso! por Msiaki Birthday

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Notas del capitulo:

Perdón por la tardanza~, publicaré todos los Martes~ Y muchas gracias a todos por sus reviws ;A;

 

El cielo presenciaba todo, tenía el poder de verlos, sentir las emociones, y esa vez decidió marcharse con la excusa de tener un desayuno pendiente con ambas chicas.


 


Era ingenuo, pero no tonto.


 


Se había dado cuenta de los sentimientos de sus guardianes, viéndolos sufrir, uno con otro, por tantos amores no correspondidos.


 


Le causaba incertidumbre y hasta cierto punto era culpabilidad.


 


Había rechazado a la niebla, hace mucho tiempo. Lo veía sufrir y muy tarde era para enmendar sus errores, al menos eso creyó hasta que lo vio suspirar por alguien más, dedicarle todo su tiempo y por causas del destino ver a su guardián de la tormenta suspirar erróneamente por el beisbolista.


 


Mukuro se había acercado a la tormenta haciéndose pasar por el azabache amante del deporte, y sus interacciones no habían hecho más que empezar, uno, dos besos, solo unas cuántas ocasiones había robado besos de la boca del de ojos jade, los había visto y Tsunayoshi solo se preguntaba porque no se declaraba, la razón fue muy evidente después. La mano derecha nunca se había dado cuenta del impostor.


 


Le dolía verlo de esa forma.


 


Le dolía verlo a punto de llorar.


 


No quería eso.


 


Escondido detrás del pasillo se fue acercando lentamente, hasta llegar a su lado y sin decir nada más tomar su mano para llevárselo de ahí, acción interrumpida por un jalón al lado contrario, pensó que el ilusionista se estaba resistiendo y a punto de querer voltearse para calmarlo escuchó esa voz tan peculiar, la que una vez había sido enemiga, cargada de posesividad y recelo.


 


-       Mukuro-chan no va a ninguna parte sin mi.-


 


De cabellos albinos y portador del anillo Mare del Cielo abrazó desde la cintura y recargó la cabeza del ilusionista contra su pecho quién más confundido no podía estar, deteniéndose las lágrimas que poco a poco estaban empezando a caer.


 


-       ¡Bya-Byakuran! –


 


Exclamó el castaño, sin soltar al ilusionista, al contrario de su actitud apretó un poco el agarre y endureció la mirada, no quería rendirse cuando al fin se le presentaba una oportunidad para conquistarlo, en ese estado tan débil.


-       ¿Hm? Mukuro-chan viene conmigo.-


Aquel tono infantil empleado bastó como amenaza para el menor, quien solo atinó a soltarlo y apenas amortiguar el golpe que se le había lanzado, causando un estruendo y una salida por los otros tres del salón, poniéndose en guardia contra el albino, protegiendo al jefe Vongola.


 


-       Bastardo, será mejor que te vayas.-


 


Pensado erróneamente y sin ver al ilusionista entre los brazos del Jefe Milfiore amenazó con las dinamitas entre sus dedos, listas para ser lanzadas. Listo para atacar.


 


-       Cof, cof, ¡N-No! ¡Deja a Mukuro!-


 


Tosió, se levantó adolorido y entrecerró los ojos, no quería dejarlo ir.


 


-       ¿Hm? Mukuro-chan es mío~-


 


Canturreó sujetando al heterocromatico. Lanzó miradas de desprecio a los demás y cargó al de menor estatura entre sus brazos, dando media vuelta, desapareciendo del lugar.


 


No se movió ni se quejó, no podía hacer nada, no porque no pudiera sino porque no quería, el consuelo, el sentir al menos una calidez en su vida, aunque fuera de la persona odiada lo había desarmado por completo. No quería ver a nadie.


 


Bajó las armas poco a poco, abriendo los ojos al ver al ilusionista en tal estado, una sensación de malestar y de celos lo invadió. Celos por pensar que era por Hibari por el que lloraba de esa forma, ¿Qué le importaba eso? Solo tenía al beisbolista. Malestar por no saber qué era lo que había sucedido, incluso había visto una sonrisa descompuesta en los labios ajenos.


 


Uno a uno y empezando por el guardián de la nube se fueron retirando del lugar, sin decir nada, el beisbolista al no ver respuesta pronta del peli plateado decidió retirarse, más tarde lo iría a visitar.


 


En ese pasillo hecho un desastre solo quedaron el castaño y el bombardero, este último se dio la vuelta y se dispuso a ayudarlo. Sostuvo la mano derecha y después ayudó a ponerlo de pie, alejándose cuando el otro negó la siguiente ayuda, viéndolo fijamente.


 


-       ¿Juudaime?-


 


Preguntó arrugando el entrecejo.


 


-       G-Gokudera… Yo… yo no me rendiré con Mukuro.-


 


Dio autoridad a las palabras con la determinación de los ojos color miel.


 


-       Cometí un error… Y quiero remediarlo… Pero también… No me gusta mentirle a las personas…-


 


Se encogió de hombros, bajando un poco la vista. El receptor solo se quedó callado, cada palabra del menor era importante para él.


 


-       ¿Sabes? ¿Recuerdas esos besos con Yamamoto? ¿Recuerdas que una vez Yamamoto se lesionó? ¿Recuerdas cuando lo mandaron al hospital y llorabas al decir que era tu culpa al haber hecho que terminara de esa forma? Eso… En ese tiempo él estaba en Italia con Hibari, se había ido a una misión.


 


-       No entiendo… Juudaime…


 


-       ¡Mukuro era con quien te besabas! ¡Mukuro fue el que todo este tiempo estuvo consolándote!


 


Las palabras salieron con un grito, con unos ojos llorosos acompañados de lágrimas.


 


-       No dejaré... que llore como ahora, ¿Lo viste verdad? ¡No dejaré que sea lastimado de nuevo!


 


Apretó los puños y se fue del sitio a toda velocidad, impidiendo que otra palabra emitiera el de ojos jade.

Notas finales:

¿Les gustó? ¿Si? ¿Si? ¿No? :c Bueno espero sus criticas, comentarios,... ¿Saludos!


 


Pd. Iris-chan administro una nueva página en Facebook, mi firma es la de Byakuran Gesso y se llama: Katekyo Hitman Reborn Yaoi Latino, tiene imagen de perfil de mukuro y Dino. Espero poder verte de nuevo por ahí! ¡Saludos!


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