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Amor eterno por daisuki_tsukino

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Notas del fanfic:

¡Disfrutenlo!.... y lloren!!! 

Habían transcurrido dos años desde la última vez que estuvo con él. Aun podía sentir su presencia en el apartamento que tanto tiempo compartieron.
Se amaron. Durante mucho tiempo fue así. Y esta seguro que no podía evitar que cada vez que cruzara esa puerta y entrara en su habitación lo recordara. Todavía podía verlo ahí recostado en la cama como cuando recién llegaba de trabajar y lo único que hacía era dormir. Amaba verlo dormir, se veía como un ángel, tan pacifico e inocente.
Borro todos esos pensamientos que invadían su mente. Se desvistió sin cuidado, dejando la ropa tirada por ahí y se dio una ducha. El agua caliente recorría su cabellera rojiza, su piel blanca, aunque era delgado era guapo, él lo sabía. El agua relajaba sus músculos y aliviaba su mente. El cansancio que siempre tenía, resultante del duro trabajo al que se sometía todos los días, lo ayudaban a no recordar. A no sufrir. 
Al salir ni siquiera se molesto por secarse, tomo su bóxer negro, se los coloco y fue directo a la cama dejándose caer como un viejo saco desgastado, haciendo un ruido seco como peso muerto al tocar las sabanas. 
Se quedo así por unos minutos, sin pensar en nada, luego se puso de costado, cerró los ojos y se durmió. 
Una vez mas soñó con el
* - Hola –se acerco a ese muchacho. Estuvo varios días juntando el valor papa hablarle, buscando el momento en el que estuviera solo sin que nadie se interpusiera, y un extraño presentimiento le decía que hoy era el día indicado. Varias veces lo había observado, con su skate, su gorra azul y su grupo de amigos, dando vueltas por ese parque sin nada que hacer. 
Pudo determinar por su apariencia, por su forma de caminar y la ropa que usaba que era menor que él- ¿Cómo estas? –le pregunto, tenía esperanzas de que no lo tomara por un bicho raro como el resto del mundo y le contestara.
El muchacho sonrió. Y eso fue su perdición. Si ya le había atraído cuando lo veía de lejos, ahora que lo tenía cerca suyo sonriendo podía concluir que se había enamorado.
- Hola – Le contesto, sonreía por amabilidad. Era un muchacho alto, de pelo rubio, con ojos rasgados y piel pálida. Era delgado pero de buen porte y vestía bien. En sus ojos se notaba un deje de curiosidad. –Muy bien ¿y tú? –
- Bien – dijo el pelirrojo. Una amplia sonrisa apareció en su rostro al interactuar con el contrario. –Mucho gusto, Soy Kim Hee Chul. Soy del instituto n° 15 del distrito 3 de Seoul. Voy a la clase A del 4to grado y tengo 16 años. ¿Cuál es tu nombre? –
En ese momento la cara de aquel chico comenzó a cubrirse de sangre, la cual se deslizaba por su rostro de forma lenta y casi grotesca a la vista.
Se revolvía entre las sabanas, inquieto, tratando de despertarse. La imagen que tenia ante él era dolorosa.
La sonrisa que mantenía en su rostro se esfumo y aquel muchacho se desplomo en el piso, quedando completamente inmóvil y sin respirar. *
Dando un grito se despertó, con su respiración agitada y su corazón latiendo a mil. Otra vez el mismo sueño. La misma pesadilla que lo atormentada desde hacía ya dos años.
Cubrió sus ojos con su mano dejando salir un gran suspiro entre sus labios- - Perdóname Hyuk Jae – soltó al aire, el dolor invadía su corazón- No puedo soportarlo más.
Se levanto de la cama con una terrible idea en la cabeza. Camino hasta el baño, puso a llenar la tina, se paro frente al espejo y mientras esperaba que la tina se llenara nuevamente tomo de su botiquín un frasco. Ingreso en la bañera acomodándole hasta quedar levemente recostado. Cerro los ojos a la vez que echaba hacia atrás y recordaba el pasado a la par que el agua salía.
Recordó todos los días juntos, cada momento feliz que vivieron, como cuando le pidió que fuera su novio. Recordó su primer aniversario en esa noche hermosa que le propuso vivir juntos. Y la felicidad que sentía cada vez que podía ver su sonrisa, esa que lo había enamorado y que repentinamente perdió ese día.
[Flashback]
Era una hermosa noche, ambos jóvenes se habían reunido a festejar su segundo aniversario y su primer año de convivencia en un lujoso restaurante de la ciudad. El mayor de los dos llevaba una camisa negra, suelta que dejaba entrever parte de la piel blanca de su cuello dándole así una imagen seductora y fresca. Llevaba en conjunto un jean ajustado que marcaba sus casi femeninas piernas y unos lentes negros que le quedaban como a un idol. Al contrario que el menor que había estado en el trabajo media hora antes por lo cual llevaba su pantalón de vestir gris y su camisa blanca, que a pesar de ser simples prendas de ropa a el le quedaban de una manera única, y el más grande amaba eso.
La emoción era la que dominaba ese momento. Eunhyuk siempre quiso entrar en ese lugar pero sabía que no le daba el dinero si quiera para pagar un café allí. Y Heechul consciente de eso guardo la mitad de su sueldo durante más de 9 meses para poder complacerlo. 
Una vez sentados en la mesa, que tanto les había costado conseguir reservar, se observaron el uno al otro sin decir nada, solo sonriendo. Las palabras no eran realmente necesarias porque el amor que se tenían era tan profundo que podían simplemente comunicarse con sus miradas. 
- ¿Estas seguro que puedo? –pregunto el menor confundido y muy emocionado-
-Claro que si Hyukie, puedes comer lo que quieras –le respondió Hee sonriendo, lo único que deseaba era hacerlo feliz. 
Tenia planeadas mil cosas, después de la cena lo llevaría a pasear donde pudieran observar la luna y las estrellas, y en cuanto pudiera le pediría que se case con él.
Al pasar la noche entre comidas, charlas risas y planificaciones a futuro el mayor opto por llamar al mozo y pagar la cuenta. . Eran casi la 1 am puesto habían estado ene l lugar casi 2 horas solamente debido a que sus trabajos le quitaban tiempo en la semana y solían salir tarde. 
Una vez fuera del lugar lo tomo de las manos y le sonrió.
- Demos un paseo bonito, aprovechemos que tenemos este fin de semana libre – Eunhyuk solo asintió, estaba demasiado contento como para siquiera negarle algo al mayor, y mucho menos un deseo tan simple de cumplir.
Anduvieron paseando por los alrededores hasta las 3:50, que fue cuando el mayor miro por fin su reloj pulsera y noto lo tarde que era. Decidió que esperaría a hacer su proposición cuando estuvieran tranquilos en casa, más que nada porque suponía que el menor debía de estar cansado de caminar y trabajar. 
Condujeron solamente 5 minutos, en silencio, sonriéndose de a ratos y sosteniéndose las manos. Era una noche especial y los dos podían sentirlo. 
HeeChul conducía, el camino estaba algo oscuro por lo que procuraba ir despacio. Aunque eso no sirvió porque no pudo ver el enorme camión que de repente los embistió por la derecha en la parte del acompañante.
Paso todo tan rápido, avanzaron casi 100 metros sobre el pavimento en el sentido en el que iba el camión. El auto daba vueltas sobre si mismo al mismo tiempo. Todo al cabo de unos segundos.
El impacto fue tan fuerte que no se entendía porque aun estaba consciente. 
Poco a poco abrió los ojos dándose cuenta enseguida que se encontraban de cabeza. Varios segundos le costaron reaccionar a lo acontecido, forcejeaba sin parar con el cinturón de seguridad sin poder sacárselo. 
Volvió su vista a su acompañante, tal vez si lo soltaba el podría ayudarlo, después de todo Eunhyuk era tan delgado que el cinturón sería fácil de quitárselo. 
Pero no fue grato lo que vio, y todo su mundo se vino abajo. 
El amor de su vida, esa persona con la que había compartido los últimos 3 años de su vida, esa persona, la cual que a partir de esa noche seria su prometido y que en un futuro se convertiría en su esposo; esa persona, que amaba hasta en el fondo de su alma, yacía en el asiento del acompañante, sujetado del cinturón pero como si fuera un muñeco sin huesos, no respiraba, no se movía y la sangre se deslizaba por su rostro cubriéndolo casi por completo.
Con un grito ahogado e intentando no creer en lo que veía forcejeo mas y mas con su propio cinturón hasta que al fin se libero. Enseguida realizo lo mismo con Eunhyuk y al cabo de unos minutos lo arrastro con la poca fueras que le quedaba fuera del auto. Intento una y otra vez practicarle masajes cardiacos, y respiración boca a boca pero nada funciona. El menor estaba muerto.
Con el corazón destrozado al igual que su alma se dejo caer sobre el cuerpo inmóvil de su novio, llorando incontrolablemente mientras a lo lejos se oían las sirenas de las ambulancias.
[Fin del Flashback]
El reloj marcaba las 4 am en punto, la misma hora que la del accidente, la misma hora que decretaron el fallecimiento de Lee Hyuk Jae.
Abrió los ojos nuevamente, las lágrimas brotaban incontrolables y se deslizaban por su rostro hasta caer y mezclarse con el agua fría de la bañera. Dos años soportando tanto dolor, soportando su ausencia, y la soledad.
Llego a su propio límite. Con las manos temblando destapo el frasco que había tomado antes, tenía al menos la mitad llena en pastillas para dormir que su psiquiatra le había recetado para evitar sus constantes pesadillas pero que solo pocas veces había tomado.
Las coloco en sus manos y las observo durante unos segundos, y por más que pensó y pensó no encontró razón alguna para no hacerlo.
Como pudo y de una sola vez ingirió esas pastillas todas juntas. Serian suficientes.
Volvió a recostarse en la tina, los brazos dentro del agua sin importarle su pijama completamente arruinado, cerró los ojos, con la cabeza hacia atrás y solo pudo visualizar su rostro cubierto por su sonrisa tal cual el día que lo conoció. 
Su cuerpo se fue adormeciendo y resbalándose hacia abajo. Y así al cabo de unos pocos minutos HeeChul se sumió en un sueño profundo y eterno donde encontraría la paz junto a la persona que amaba mientras su cuerpo era cubierto por completo por el agua.


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