Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Donde la luna mire~ por kaflypsgey

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Buenas noches a todos. Después de ver unos cuantos spoilers de la última pelicula de Naruto: The Last y de encontrarme totalmente encojonuda (disculpen la palabra, pero en serio me han hecho molestar) eh encontrado la inspiracion necesaria para terminar este primer capitulo de este nuevo fic que llevo desde hace tiempo... Espero que les guste

Notas del capitulo:

y sin más por el momento les dejo con este pequeño prólogo ^^

Eran las 3:39am. Todo seguía obscuro, era de noche y no era de esperar.

 

Pero, había demasiado ruido.

 

Las cosas se caían, otras se rompían y estoy casi seguro de haber escuchado un grito. De hecho, esa fue la razón por la que desperté.

 

En silencio me destapé y bajé mis pies de la cama. El suelo frio recibió con tranquilidad mis descalzos pies… pero, por alguna razón eso era lo último que me importaba, ya que un desconocido motivo para mi lento razonamiento, me obligaba a levantarme de mi cama y caminar hacía la puerta de mi habitación. Fue entonces hasta ese momento que pude asumir lo mucho que un miedo desconocido y profundo, inundaba cada uno de mis sentidos, transportándome a lo que parecía la habitación del pánico de alguna de esas enfermas casa del terror. De verdad esa sensación me daba escalofríos. No me gusta

 

Tomé el pomo de la puerta y con el cuidado que el temblor en mi mano me permitía la abrí. De nuevo fui tragado por la obscuridad. Era como meterme a conciencia en la boca de un lobo. Di unos cuantos pasos. Me sorprendí de mi mismo al caminar a través del pasillo hacia la habitación de mis padres sin escuchar el sonido de mis pisadas. Tal vez era demasiado cuidadoso, o tal vez era el ruido en la habitación de mis padres quien se tragaba por completo cualquier sonido ajeno.

 

El pasillo se terminó y ahora solo era una simple puerta de madera la que me separaba de mis padres. Sin controlar mi curiosidad pegué la oreja a esta y me puse lo suficientemente atento para entender lo que pasaba. Unos cuantos golpes y jadeos fueron devueltos a mi infantil curiosidad. Estaba por arrepentirme de haberme acercado, lo más seguro es que interrumpía a mis padres en “algo” cuando escuché el susurro de una voz un tanto ronca y me di cuenta aquellos gemidos eran más como quejidos. Algo malo pasaba. Esa puerta. Abrí la maldita puerta con cuidado.

 

-Madre, Padre…

 

Ni bien había entrado a la habitación cuando vi entre las sombras y la oscuridad como un hombre vestido completamente de negro arrojaba a mi madre a la cama como si de una simple muñeca de trapo se tratara. Ver a mi madre ahora tan frágil, sabiendo lo fuerte e imperturbable que era, solo hacia más dolorosa la escena.

 

-¡Naruto vete!

 

Mis músculos pesaban una tonelada. No saldría corriendo como un cobarde, eso lo tenía muy presente, pero por más que quería lanzarme hacia aquella quien daría la vida por mí y abrazarla para así protegerla, había algo en ese hombre que no me lo permitía. Tenía que hacer algo. Antes de que mi mente pudiera detenerme salí corriendo hacia el hombre, iba a taclearlo y ganar un poco de tiempo para que mi madre pudiera escapar. Sería ahora o nunca.

 

Mi corazón se detuvo.

 

A tan solo centímetros de llegar al desconocido, este volteó su rostro hacia mí. Llevaba una extraña mascara naranja que cubría todo su rostro a excepción de solo uno de sus ojos. Me vi reflejado en él, pero al mismo tiempo era como ver a alguien totalmente distinto a mí, era como ver… a un mounstro. En el inter de mi interpretación, el extraño de la máscara me tomó de los brazos con sus dos manos. Con una facilidad inhumana me levantó del suelo, separando mis pies del piso, y me estrelló contra la pared. Me sentí mareado. Mi cabeza comenzó a dar vueltas, el golpe había sido por demás desconcertante. Había sido demasiado fuerte.

 

Sintiendo las rodillas débiles me deslicé por la pared hasta lograr sentarme en el suelo. Mi vista se tornaba borrosa. De pronto todo el mundo guardó silencio. Lo siguiente que pasó y de lo cual mi memoria lleva un no muy claro registro, es que mi visión se había tornado nubosa, al igual que la fuerza que me impulsaba a levantarme.

 

En mis delirios mire hacia el tocador, el espacio favorito de mi madre. Para mi sorpresa, ya no era solo el hombre de la máscara el que compartía la habitación con mi madre y con migo. Un joven, quien vestía una camisa y pantalón negros ajustados. Estaba de espaldas al espejo por lo que no podía ver su rostro. No podía escuchar nada, en mis oídos permanecía un zumbido parecido al que emiten las teles cuando pierden la señal. La diferencia es que este parecía estar amplificado.

 

Abruptamente lo que había comido esa noche se precipito hacia mi boca. Fue tan inesperado que no pude contenerme y manché la alfombra favorita de mi padre.

 

Cuando mi estomago se sintió vacio al fin levanté un poco la vista

 

-Hazlo-murmuró con voz ronca el hombre de la mascara

 

La sentencia de mi madre ya había sido sellada. Sin más, el joven tomó la katana que le era ofrecida por el hombre de la máscara y atravesó el pecho de mi madre sin titubear. Se le vio tan tranquilo con la tarea que parecía que solo había clavado un lápiz en una delgada hoja de papel. De repente el silencio del que antes había sido presa (antes de aquel espantoso zumbido) se disipó. Mi des fortunio no podía ser mayor

 

-Mamá…-sentía las lagrimas correr por mis mejillas

 

-Te… te amo mi niño- Con dificultad murmuró unas últimas palabras de amor mientras la sangre subía a su boca y le costaba respirar

 

No podía seguir viendo, era doloroso, así que cerré los ojos. Unos cuantos segundos pasaron y yo solo quería que aquellos hombres me mataran también, que pudieran terminar con su trabajo, que no dejaran testigos, yo que sé. En cambio unas cuantas carcajadas llegaron a mis oídos. Era como una ironía y me negaba a creerlo. Al abrir mis ojos, se encontraba frente a mí quien acababa de matar a mi madre.

 

Me miró con sus grandes ojos marrones, casi rojos. Soltó una carcajada más y luego se despeinó un poco el cabello castaño mientras cerraba los ojos

 

-Lo siento mocoso, solo es un trabajo más…- una gran sonrisa surcaba su rostro- además, tus viejos eran un fastidio, te estoy haciendo un favor

 

-¡Cállate!

 

-¿O qué?- este se arrodillo en el piso para así quedar a mi altura- dime… ¿qué vas a hacer?- su sonrisa sínica logró que diera un respingo

 

No podía responderle, sus ojos tenían un brillo diferente, algo que nunca antes había visto. Parecía muerto… justo como ahora me sentía

 

-Eso pensé- este llevó sus manos a mi cuello y comenzó a apretar.

 

El aire me faltaba y si de por sí ya veía borroso ahora todo comenzaba a oscurecer. Mis ojos se cerraban y se abrían sin yo poder controlarlo. Estaba muriendo

 

-Dime mocoso… ¿qué vas a hacer?-el miedo comenzaba a matarme- ¡dilo!-murmuré una respuesta que no había planeado y que solo lograba asustarme más- ¡DILO!

 

-¡Te voy a matar!- grité con todas mis fuerzas mientras abría los ojos y me levantaba abruptamente de la cama- t-te voy a matar…te voy a matar

 

Lentamente recuperaba el aire que había perdido en aquel sueño. Aquel día murieron mis padres y con ellos, se fue mi espíritu… o mejor dicho, eso que me hacía creer que en mi vida mancharía mis manos con sangre. Mis manos se crispan sobre la cobija que está sobre mi. Mis pulmones aún buscan con desesperación el aire pero eso no me detiene y sigo pensando en ese día. Ese día, el cual, dejaste tu nombre escrito con sangre en el espejo de mi madre.

 

Ese día te hice una promesa y la voy a cumplir... Kurama.

Notas finales:

Bueno, este es solo el principio y espero que les agrade. No se olviden de dejarme 2 que 3 reviews, me gustaría saber su opinion (además creo estar equivocada en varias palabras, no sé, tengo un poco de sueño) como sea XD

For always your, Misgey


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).