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Hubiera por Alis Cerventes

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Notas del fanfic:

Hola, aquí estoy de vuelta con un nuevo proyecto. Está historia la escribí para una tarea de literatura en mi escuela y me encantaría compartirla con ustedes. 

Notas del capitulo:

Espero se de su agrado mis queridas/os e inigualables lectoras/es ♥

Diciembre 24, él siempre ha odiado estas fechas, vivió tantos horribles sucesos que volverían loco al más cuerdo, débil al más fuerte y aterrado al más valiente. Pasó por terrible tragedias, pero pudo salir adelante gracias a cierto ser que daba su vida e inmortalidad con tal de protegerlo. Solo había un problema, ahora odiaría más está época del año por la tragedia que acaba de ocurrir.

*Ciel*

Son las 12:00, con ruidosas campanadas y maravillosos fuegos artificiales llegó la navidad. Muchas familias están juntas, disfrutando. Niños reciben regalos y celebran con sus padres, amantes se demuestran cariño y profesan su amor, mientras yo me encuentro tirado en el suelo de mi despacho. Ya no puedo llorar, tengo un nudo en la garganta e incontenibles ganas de gritar y retroceder el tiempo. Él, Sebastian Michaelis, un poderoso y tenible demonio, una bestia del averno, el único que ser que he amado con mi vida se ha ido. Se ha marchado y todo por mi maldita culpa.

Con Sebastian yo tenía todo lo que pudiera desear, no hay cosa que él no pueda hacer o conseguir. Mi vida no era perfecta, pero era feliz aunque no lo demostrara. Hace solo un par de horas, por mis estupideces, mi mundo se derrumbó totalmente. De la luz volví a caer en la obscuridad, yo pertenesco a ella. La dolorosa y acogedor obscuridad.

Todo comenzó hace 2 semanas, me di cuenta de que amaba locamente a mi leal demonio. No, no me di cuenta hace solo 2 semanas, lo he amado desde antes, pero solo hasta ese entonces por fin lo había aceptado.

Se acercaba la navidad, una fecha muy esperada por todos, cualquier venta aumenta y muchas personas aprovechan ese día para demostrar los sentimientos con pequeños, pero muy importantes detalles. Siempre he creido que tales actos son ridpiculos, pero, como todo hombre que creía ser, me convencí de confesarle mis sentimientos a mi demonio.

Una mañana, después de que Sebastian me vistiera, le ordené que preparara el carruaje y que avisara a Maylene que ella me acompañaría, él se mostró molesto e indignado.

-¿Qué tiene que hacer el joven amo fuera de la mansión? ¿Acaso yo no le soy de ayuda?- Fueron sus palabras.

-Eso no te incumbe- Respondí.

Frunció el seño y se fue, debo admitir que odié hablarle de esa forma, pero no quería que jodiera mi plan.

Salí con Maylene, le confié mi idea, ella dijo que me apoyaría en cualquier desición que yo tomara y me ayudó a buscar el regalo perfecto para Sebastian. Terminamos comprando un anillo de oro con una piedra negra incrustada y un gatito de peluche acompañándolo, ya que se que mi mayordomo siente una gran pasión por los gatos.

Sebastian seguía molesto cuando llegué a la mansión, pero en unos cuantos minutos se le pasó el coraje y actupo como si nada hubiera pasado.

Así pasaron los días hasta que llegó el 24 de Diciembre, Elizabeth vino a felicitarme y a hacer un "baile" en mi mansión, al final no soporte tanto relajo y me encerré en mi oficina. No pasaron más de 5 minutos cuando Sebastian entró a mi despacho para saber qué me sucedía.

Me puse nervioso, era momento de decirle lo que sentía, de confesarle mis sentimientos, pero de repente me abrazó, me quedé congelado, tenía ni la menor idea de qué hacer.

-Joven amo, se que es difícil de creer y que lo más seguro es que sea insolente de mi parte el decirle, pero ya no aguanto más. Me estoy derrumbando.- Dijo -Yo soy un demonio, un ser de la obscuridad. Alguien sádico y sin compasión, una criatura a la que no le interesa en lo más mínimo los demás. Pero hubo una pequeña persona que logró romper esa coraza y comencé a tener un diferente punto de vista, mi existencia ahora tiene sentido. Y todo es por usted. Ciel, te amo.- Susurró en mi oido.

Yo podía llorar de felicidad, pero mi estúpido orgullo hizo presencia.

-Tienes razón, Sebastian, eso es muy insolente- No tengo idea de por qué dije eso, estoy muy arrepentido.

-Lo siento, no quise ser una molestia- Dijo dolidamente.

-Pues lo eres.-

-Pues si así piensa, ¡Me voy!- Dijo enojado.

-Pues vete, no te necesito- Dije ~¡No! No te vayas, yo también te amo~

-El contrato se borrará a la media noche, no quiero causarte más problemas, lo siento y adiós. Te amo-

Acto seguido sentí una ráfaga de aire frío en mi habitación y al girarme vi que Sebastian ya no estaba. Arrepentido, fui a buscarle por toda la mansión, busque en todos los rincones, pero no lo encontré. Derrotado, volví a mi despacho y me tiré al piso llorando descontroladamente, lloré como nunca antes había llorado.

¿Por qué le dije eso? ¿Qué no lo necesito? Ni siquera se doblar una sábana, ¿Cómo viviré sin él? Y no, no fue orgullo o dignidad, fue inmadurez, no soy un caballero, mucho menos un hombre, un verdadero hombre aclararía sus sentimientos y profesaría su amor de la manera más pura y sincera posible, pero yo solo soy un niño idiota.

Me pregunto, ¿Qué hubiera pasado si le hubiera confesado mi amor? Si tan solo hubiera dicho "Te amo"...

Nos hubieramos visto, abrazado y besado con una pasión voraz. Ese hubiera sido me primer beso y yo hubiera estado emocionado de que así fuera. Hubieramos pasado navidad y cualquier otra fesividad juntos. Me hubiera entregado a él completamente, en cuerpo y alma y hubieramos disfrutado de incontables noches de pasión donde daríamos todo de nosotros.

Hubiera roto mi compromiso para demostrarle que solo l pertenesco a él. Si, como cualquier pareja hubieramos tenido nuestas discusione sy peleas, pero todas hubiertan terminado en la cama o el sillón. Hubieramos creado muchos maravillos recuerdos, los cuales conservaría hasta el día en que el contrato acabara y tu hubieras tomado mi alma. Yo te la hubiera dado felizmente y hubiera estado alegre de que tu y yo nos volvieramos uno.

"Hubiera", esa palabra me deja un amargo sabor de boca. ¿Por qué? Porque el hubiera no existe.

Ahora estoy solo, tirado, acabado, deseanto que me perdone y podamos estar juntos, pero lo único que me queda es ese regalo que con tanto cariño le iba a entregar y un terrible miedo. Mi ojo duele y está lleno de sangre, tengo miedo de abrirlo y ver que la única cosa que ahora me conecta con ese apuesto demonio de ojos escarlata a desaparecido.

-Sebastian, perdóname. Te amo-

*Autora*

Con la mano en su ojo ensangrentado y el corazón roto cayó en los brazos de Morfeo deseando que todo haya sida una cruel pesadilla. No se había percatado de que era observado por un cuervo negro:

-Lo siento Ciel, pero esta vez yo no daré el primer paso...-

Notas finales:

Espero que les haya gustado y quiero desearles una feliz navidad a todos:


-A las/os escritoras/es que hacen uso de su tiempo para brindarnos interesantes, divrtidas, tirstes e ingualables historias que nos entretiene y, algunas veces, nos llegan.


-Y a los/as lectores/as que se toman la molestia de leer todos los escritos y de darnos críticas y felicitaciones que nos apoyan a seguir adelante y compartir el talento que se tiene.


A todos Merry Christmas :3


Atte. Alis Cerventes ♥


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