Se habían conocido en el backstage del Music Bank en México y desde ahí no han parado de comunicarse ya sea por mail o por el kakaotalk pertenecían a diferentes grupos y diferentes compañías. A todos les resultaba extraño como el mayor se pasaba horas y horas pegado a una pantalla electrónica con esa sonrisa característica en él, esa sonrisa boba y de enamorado. Les resultaba aún más raro a los miembros del grupo al que pertenece el menor; jamás había estado tan pegado a la tecnología como lo estaba desde finales de octubre.
Lo que el mayor encontró en el menor fue a alguien dulce y con agyeo natural; podía pasar horas viéndolo reír y jamás se aburriría ni le resultarían fastidiosos sus chistes. El menor era su centro, su inspiración, su manera de ver al mundo como un lugar mágico. El menor para él lo era todo. Incluso muchos no le creían cuando les decía que hablaba con el menor puesto que son dos polos totalmente opuestos. El día y la noche. Él, el mayor es vocalista principal de su grupo, el deño de un millón de suspiros por parte de las fans cando les envía corazones voladores. El menor, en cambio, era rapero y compositor del suyo. No era un miembro tan popular en su grupo aunque su nombre artístico llamaba la atención a donde quiera que fuera. El menor adoraba pasar horas y horas junto al mayor (a través del mundo virtual). Se sentía pleno, aunque llenara su tarjeta de memoria de miles de selcas haciendo caras raras o le comentara hasta que estaba comiendo con tal de seguir la conversación.
-hola hyung, lamento el retraso.-dijo el menor sentándose en la silla de aquel departamento que ambos frecuentaban- es genial que SunHwa noona siga conservando este lugar…es como una guarida secreta-lo último lo dijo casi en un susurro y comenzó a reírse mostrando sus amplias encías y dejando a la vista lo desproporcional que eran sus dientes en comparación.
-no te preocupes por la demora, aproveche y cocine algo-dijo sirviéndole al menor la comida- amo este lugar…creo que comprare el departamento. Definitivamente quiero que este sea el departamento a compartir con la persona que siempre quiero tener a mi lado-comento al pasar mientras una sonrisa idiota se formaba en sus labios.
-oh…- soltó abruptamente YoonGi.
-Lo más genial es que esa persona ya está aquí…- prosiguió Nam hubiese seguido hablando sino fuera porque el timbre del departamento comenzó a sonar. En el preciso instante en el que Namu dijo “Gracias por venir, realmente has salvado mi vida” el mundo de SUGA se derrumbó por completo. En algún momento en sus tantas charlas habían surgido los típicos temas del amor y la persona ideal; pero aunque el mayor decía que estaba enamorado secretamente de alguien, pensó que ya querría mudarse con esa persona…además al enterarse que era también de su condición se sintió esperanzado. Ahora entendía que había sido un completo idiota al pensar eso. ¿Cómo Nam WooHyun, vocalista principal de INFINITE, se iba a enamorar de Min YoonGi, rapero de BTS?
-Aquí estoy YoonGi-dijo Nam ingresando con un gran ramo de flores a la cocina. Automáticamente al menor se e acabaron las ganas de comer. Era lógico y razonable que él se tuviera que ir para así permitir que s hyung estuviera con el sueño de sus sentimientos. SUGA se levantó de la mesa y dejo su plato (aun con comida) en el fregadero; mañana lo lavaría; total iba todos los fines de semana allí. Se despidió de su hyung y se fue de aquel lugar. Por un momento sintió como que WooHyun no entendía absolutamente nada, pero sin embrago, en algún momento se lo iba a agradecer.
Al llegar al departamento de los BangTan, el rapero agradeció internamente que fuera “sábado de discoteca” como lo llamaba Jimin, ya que le daba un margen de cuatro horas para llorar, gritar y patalear todo lo que quisiese por haber perdido al amor de su vida de una manera tan tonta. Jamás tuvo la oportunidad de declararse o pelear por ese amor. Estaba terminando de arroparse con sus frazadas cuando sienten que la puerta de su alcoba es abierta fácil y delicadamente. El rapero sintió como su colchón se hundía y como un cuerpo que no era el de ninguno de sus compañeros ni el suyo lo rodeaba fuertemente entre sus brazos. Abrió los ojos y diviso las flores que había sostenido Nam sobre el escritorio donde tantas noches había compuesto canciones pensando en él. Bajo su mirada y pudo ver en las manos que lo rodeaban el anillo que le había regalado al mayor cuando viajo a Estados Unidos; ya no quedaban dudas… era Nam WooHyun quien lo estaba abrazando. Simplemente se dejó hacer, no podía hacer más que fingir que dormía.
-SUGA, sé que no estas dormido…-susurraba contra su nuca Nam- mírame por favor…- por un instante el menor noto la voz de Nam quebrada, como si estuviera llorando.- ¿sabes? Hoy me iba a declarar…-comenzó a hablar el mayor en un susurro- al contrario de lo que pensé no me dejaron plantado, sino algo peor…-hizo una pausa para depositar n pequeño beso en el cuello del contrario. WooHyun pudo sentir como el cuerpo del menor se estremecía con ese pequeño e insignificante acto e hizo más fuerte el agarre.- huyó despavorido cuando ya estaba mentalizado para confesare todo lo que siento por él...- YoonGi pudo jurar que al escuchar eso su corazón se comprimió.- me dejo solo y con las hermosas flores que compre para él. Sé que son tu...digo, sus favoritas. Ama las rosas verdes por alguna extraña razón.- Min sonrió con ternura al notar que realmente ese ramo de flores era de color verde.- si tan solo me hubiese dejado terminar, ¡NO! Comenzar mi confesión, tal vez… y solo tal vez ahora yo no me sentiría tan miserable. Por algunos instantes pensé y creí firmemente en que él me amaba… pero ya veo que no es así y duele YoonGi, duele como nunca.- finalmente Nam soltó completamente las lágrimas contenidas durante tanto tiempo.-¡Duele pensar que tendría que estar besándolo y no llorando aquí, YoonGi! ¡Duele que no me estés besando y por el contrario prefieras hacerte el dormido!- sus reclamos fueron callados por un SUGA que se dio vuelta tiernamente y junto en un contacto inocente sus labios con los del contrario.