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Ordinary Day: Afterwords por Kang Ji Hye

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Notas del fanfic:

Grupo: EXO.

 

Shippings: HunHan, KaiSoo, Kray, BaekYeol, ChenMin.

 

Advertencias: Lemon (situaciones sexuales).

 

Secuela de Ordinary Day.

Notas del capitulo:

¡HOLA! Soy Kang Ji Hye y vengo a molestar de nuevo xD

Esta vez vengo con la tan pedida secuela de Ordinary Day, que déjenme decirles: fue un rotundo éxito, superó mis expectativas y recibió mucho amor de los lectores, por lo tanto decidí hacer una segunda parte que consiste en epílogos dedicados a cada shipping amado a lo largo de la primera parte x3

¡Empecemos con el HunHan!<3

Todos los créditos de este primer epílogo van para mi dongsaeng y beta-reader, Loredechoishawotic, con quien estoy infinitamente agradecida por todo lo que ha hecho por mí<3 Lean su BaekYeol llamado Assassin's Love, se enamorarán de él *3*

En fin, ¡disfruten la lectura! *u*

EPÍLOGO 1


Mañanas soleadas, olor a flores. Tal vez, esto era lo que más amaba Sehun. El invierno había dado paso a una nueva época; una donde el progreso era el ahora.


Se despertó con pereza. Era fin de semana y quería aprovecharlo junto con Luhan. Volteó su cabeza y poso su mirada en la de su novio, éste aún se encontraba dormido. Rió con ganas, ver aquella escena lo ponía de un muy buen humor: La cabeza de Luhan parecía un nido de aves, estaba encogido en posición fetal y sus brazos colgaban levemente afuera de la cama. Eso era, simplemente adorable.


Todo había cambiado, favorablemente, durante los últimos 24 meses. Después de que el proyecto de traducción, que  había realizado el año pasado, había salido a la luz; su sueldo aumentó de forma considerable. Lo que trajo munchos beneficios a la pareja de novios, un ejemplo de ello, era el termómetro de la casa. Había sido caro, pero en cualquier época del año, estarías cómodo sin pasar calor o frio. Otro lujo del pago, había sido la cama matrimonial que compartía con Luhan y la pantalla de plasma de 52´´pulgadas. Que afortunadamente, estaba en liquidación. Luhan por su parte, había tenido muchas ofertas de trabajo, pero solo tomaba aquellas que estaban dentro de Seúl. No quería alejarse de Sehun.


Al ver que el ciervo aún no despertaba, se levantó con suma delicadeza. No quería despertarlo. La noche anterior, se habían desvelado con sus amigos, festejando su cumpleaños número 24. Se marchó de la habitación hacia la cocina. Esta vez le tocaba hacer el desayuno.


*


—¡Chanyeol bájate de la mesa! —lo regañó Baekhyun; por lo visto los tres mosqueteros se encontraban recreando la escena del Titanic.


—Kyung… alza más los brazos, ¡te vas a caer! —le dijo Jongin a su esposo. Kyungsoo solo volteó su cabeza, estaba avergonzado.


—¡Baozi vuela! ¡Iceberg! —Chen interrumpió agarrando de las caderas a Minseok y éste último le dedicó una mirada de irritación.


Solamente una cosa los ponía así y se llamaba: “Caras y gestos”. Luhan estaba que no se aguantaba la risa; tenía que adivinar la película.


Volteó a ver a Sehun, que trataba de imitar a un retratista, como si su pieza de arte fuera Luhan. Este último se sonrojo por esta acción; en la película Rose, se desnudaba y posaba para Jack. Esa idea, lo hizo revolverse por debajo de la piel. Respondió lo antes posible, no quería contemplar esa escena toda la vida.


—El Titanic.


—Correcto —Lay quien estaba a su lado, le mostró su puntuación: al parecer él había ganado.


—Creo que todas esas horas de películas, palomitas y lágrimas de magdalena sirvieron de algo —se burló Kris en el oído del castaño, a lo que Luhan respondió con una mirada fulminante.


Recorrió la mirada por la habitación, encontrando que Kyuhyun y Sungmin salían del baño juntos. Estaba bien que fueran novios pero, ¿qué  eso no era falta de privacidad? Al ver la cara de felicidad de Sungmin, pudo concretar el propósito de la ida al sanitario. Al otro lado de la habitación Eunhyuk y Donghae estaban practicando pasos de baile, al parecer, era una coreografía sexy.


De repente sintió unas manos en su cintura. No se inmutó, podía reconocer cada línea de la mano de Sehun.


—Sehun, aquí no —dijo zafándose de su agarre.


Sehun rio.


—Solo mira a Minseok y a Jongdae —ambos siguieron a la pareja con la mirada, vieron como Jongdae arrastraba a Minseok hasta el baño mientras éste se defendía dándole manotazos en su brazo—. No van a salir en un rato.


Lo volvió a tomar por la cintura pero está vez se le quedó mirando un rato. Luhan estaba cansado. Había tenido una semana pesada con todo el trabajo. Lo atrajo hacia él y le dejó impregnado en su mejilla izquierda, un tierno beso. Se sentaron el sofá y comenzaron a platicar con Kris y Lay, quienes estaban más que divertidos por todos los acontecimientos ocurridos esa  noche. Al término de una hora el departamento estaba vacío: al fin y al cabo, eran las 2 de la madrugada; ese día había acabado.


Se giró hacia Luhan y éste le tendió en la mano, una  pequeña caja de color azul.


—Es tu regalo de cumpleaños.


—Gracias —le dedicó una sonrisa llena de felicidad, una sonrisa que derretía a Luhan; se acercó al castaño y le dio un beso rápido en los labios.


—Ábrelo, quiero ver si te gusta —lo tiró del brazo y se sentaron en el sofá.


Con sus dedos largos, comenzó a desenvolver la caja. Sehun estaba emocionado. Poco a poco, al retirar el papel, entrevió un colgante para celular en forma de corazón y adentró contenía la foto de Luhan y Sehun.


—Sé que dirás que es muy cursi y todo, pero…


—Me encanta —le interrumpió.


Sus miradas se entrelazaron y su corazón se aceleró, le dio un beso en la frente en agradecimiento. El rubio amaba al ciervo.


*


El castaño abrió con dificultad sus ojos. La luz que entraba por la ventana de su cuarto, era intensamente brillante. Se sobo los ojos con los puños apretados y bostezo unas cuantas veces hasta sentarse en la cama. Lo primero que noto, fue la ausencia del rubio. No tuvo que pararse a buscarlo, porque Sehun entró enseguida con dos tazas de té de manzanilla.


—Hola, dormilón —le saludó su novio, ofreciéndole una de las tazas—. Ayer te quedaste dormido en el sofá.


Se saludaron con un beso.


—Perdón, era tu cumpleaños y yo quería… —Sehun lo calló con otro beso.


—Estabas muy cansado; además, ¿sabías que este día en América es mi cumpleaños? —le dedicó una mirada penetrante—. Vamos a bañarnos.


Luhan tomó un trago de su té y agarró la mano que el menor le extendió. Antes de que saliera de la cama, Sehun lo atrajo hasta él, y lo besó con mucha pasión. Se separaron para respirar.


—Entonces, ¿sabes lo que más quiero ahora? —una mirada lujuriosa se asomó por el rostro del rubio.


—¿A mí? —dijo Luhan jugando; con su dedo se señaló a él mismo, mientras apretaba con fuerza su labio inferior.


Sus ojos reflejaban  que necesitaba a Sehun con desesperación. El menor, agarró la mano de castaño y pasó su lengua entre sus dedos, con mucho cuidado seleccionó un dedo y le dio un pequeño mordisco. Ver a Luhan jugueteando así, lo prendía como una bombilla.


—Sí —le sopló en su oído, para enseguida morder el lóbulo de su oreja.


Se besaron, por un instante, lentamente; después la necesidad salió a flote, dejado que sus labios se estrujaran con más rudeza. Las manos de Sehun vagaban con necesidad por el cuerpo del mayor, le quitó la playera en un santiamén y sin dejar de besarlo, le bajó los pantalones. Sin camisa y sin pantalones, así le gustaba al menor. Luhan le ayudó a quitarse su pantalón y le retiró la playera con el mismo fervor.


Como un relámpago, el castaño se apoyó en los hombros de Sehun y brincó hacia él, con el fin de enredar sus piernas en su cintura. Por otro lado, el rubio, le agarró el trasero dándole soporte y con paso apresurado se abrió camino hasta llegar al baño. Ahí, Sehun acomodó al mayor en una mesa de mármol. Realmente quería hacerlo en la regadera, pero no era una buena opción: la última vez que lo intentaron, ambos resbalaron y tuvieron que hacerlo en el suelo.


Lo sentó y con su lengua comenzó a bajar por el torso del mayor. Evitó morderlo, porque aún tenía demasiadas marcas de chupetones que no habían desaparecido. Como pareja, disfrutaban mucho de su satisfacción. Su primera vez de ambos, marcó definitivamente su rutina. Era como el alimento de cada día. Cuando hubo pasado por los pezones del castaño, este último empezó a jadear con más intensidad. El menor se incorporó después de haberse quitado su bóxers, masajeó el trasero de su ciervo y le bajó lentamente su bóxer, mientras besaba su cuello.


Luhan se acomodó abrazándolo, su barbilla la poso en el hombro de Sehun y comenzó a gemir en su oído. Sabía que esto causaba un gran efecto en el traductor. Sin esperar más, Sehun poso su miembro en la entrada del ciervo.


—¡Hazlo ya! —Luhan estaba desesperado.


A veces, Sehun le torturaba antes de comenzar sus embestidas y eso le frustraba, ya que el rubio siempre lo ponía de cabeza: lo volvía loco.


—Como quiera mi Lulu —le dijo y en un segundo entró con todo.


Luhan cerró los ojos con fuerza; eso le dolía, podía sentir unas pequeñas lágrimas recorrer sus mejillas. Sehun lo besó amortiguando el dolor. Habían ocasiones en que se tomaba el tiempo para preparar al dibujante, pero este no era el caso.


—S-sigue —le permitió Luhan, y el traductor comenzó a moverse, lentamente. No quería lastimarlo.


Después de verificar que su novio se había acostumbrado, comenzó a embestirlo más fuerte; hasta el fondo, donde se encontraba el punto de placer de su ciervo. Sin embargo, sabía que eso no bastaría; con su mano, comenzó a masajear el miembro de Luhan. Eso era la gloria. Ambos se corrieron después de unos minutos. Ahora estaban sudorosos y cansados, pero no lo suficiente para posponer su salida. El rubio se acercó a la frente de su cansado castaño y deposito un beso.


*


Después de una hora, los novios se encontraban buscando su ropa, se acababan de bañar. Sehun enredó una toalla alrededor de la cintura de Luhan.


—Es por si acaso —Luhan rio.


Sabía que su novio quería cambiarse, porque no necesitaba otra razón para retrasar su salida por otra buena calentada; aprovechando la ocasión, el castaño agarró una toalla y comenzó a secar el cabello de Sehun. Luhan contempló su hermosa piel, de una tez blanca. Eso le recordaba a la foto que había tomado de él en el vestidor, hace dos años: esos tiempos cuando ayudó a su novio a superar su miedo al cambio… y donde conoció el amor.


Se acercó al cuello de Sehun y repartió besos; comenzando desde la nuca y siguiendo el camino de la columna vertebral. El traductor no puso objeción, eso le encantaba.


—Creo que nos vamos a retrasar —el rubio sonrió ladino.


—Ídem —le devolvió la sonrisa.


Cuando Luhan se disponía a ir por su ropa, Sehun lo sujetó con rudeza de la cintura y lo depositó en la cama.


Estaba claro que su paseo se pospondría, al menos, una hora. 


*


La tarde había pasado sin mayores percances. Tanto Sehun como Luhan disfrutaron de un hermoso día en el centro comercial. Luhan amaba ir ahí. Era fanático de entrar a cualquier tienda y ver las cosas en el aparador. Por suerte Sehun había ahorrado para comprar un auto, porque si no, hubieran tenido que regresar con muchas bolsas en el transporte público.


Esa misma tarde, compraron una película y se sentaron a disfrutar del film, acompañados de un montón de dulces. Recostaron sus pies en un sillón y los entrelazaron. Mientras veían la película, Sehun pensó que era el momento adecuado para hablar.


—Luhan… —lo llamó; el ciervo dejó la pantalla y se volvió para mirarlo—. ¿Te acuerdas que apliqué para un trabajo que consistía en traducir “Don Quijote de la Mancha”?


—Sí… ¿No te dieron el trabajo? —Luhan se entristeció, quería que Sehun consiguiera semejante mina de oro como ese trabajo.


—No es eso… Me dieron el trabajo.


Luhan botó los dulces a un lado y lo besó por toda la cara.


—¿Por qué no me lo dijiste? Tonto.


—Pero soy el tonto asocial del que te enamoraste—le enseñó la lengua.


—Lo sé.


—Luhan… —volvió a llamarlo, muy a pesar de que el ciervo lo estuviera mirando—. Hay otra cosa… — el castaño no lo interrumpió, en vez de eso comenzó a jugar con sus dedos: ésa era una señal de nerviosismo—. Tendré que viajar e irme por mucho tiempo a España; claro que vendré a menudo, pero…


—No hay peros —lo calló su novio, poniéndole un dedo en sus labios—. Acepta el trabajo, es una orden.


—Tú estarás solo, no quiero dejarte aquí.


—No estaré solo: tengo a mis amigos de vecinos, ¿recuerdas? Sehun eres mi novio y si desconfías de mí…


—No, no desconfío de ti; yo confiaría mi vida a ti, con los ojos vendados.


—¿Ves? No hay qué discutir, no hay alguna razón por la que debas de sentirte culpable. Yo estaré aquí esperándote y no quiero que descuides tu trabajo por mí; si no puedes venir algún día, no hay problema.


—Pero… —Luhan lo besó intensamente.


Ese beso fue largo y desesperado; sin embargo, Sehun podía sentir los sentimientos de su ciervo a través de él. Sabía que la noticia había entristecido al dibujante. Después de eso, se separaron, sin decir algo. Se dedicaron a mirar la película, o al menos, eso hacía el joven Xi. Sehun tenía en su cabeza varios pensamientos, muchas preguntas y pocas respuestas. Cuando se dispuso a reanudar su  conversación, se encontró con un castaño dormido; un golpe en su pecho se apoderó de él, al ver la pequeña lágrima que se había quedado impregnada en el rostro del mayor: a Luhan le había afectado mucho más de lo que pensaba. Tenía que buscar una solución. Lo cargó contra su pecho, con sumo cuidado, para no despertarlo, y lo llevó a la habitación, donde lo dejó en su lado de la cama.


Al cabo de unas horas, él no pudo conseguir dormir. Sus pensamientos y sentimientos lo atormentaban. Se paró de la cama y camino hasta el lado donde yacía dormido su novio, se inclinó poniendo sus manos en las rodillas y lo observó.


Observó ese bello rostro que apareció por primera vez en su apartamento, cuando vivía con sus amigos, cuando su muñeco se había caído; recordó cada momento en el que fue obligado a sentir felicidad… y sin embargo, con el paso del tiempo pudo aceptar eso y algo más que pensó que nunca volvería a sentir. Se sintió enamorado, se sintió amado. Y en ese momento amaba a Luhan: si tenía que buscar una razón para atar al dibujante, de por vida, a su camino, lo haría. Luhan había gastado sus mejores años de vida, aceptando trabajos poco favorables para su carrera; ahora Sehun tenía que hacer algo por su novio.


En medio de su locura, se paró en seco y buscó su celular. Estaba decidido, completamente seguro… Faltaba escuchar un consejo. Con los dedos temblorosos, y por segunda vez en su vida, iba a hacer algo más grande que el reto que tuvo que enfrentar al salir a la calle. Marcó el número de su amigo y espero a que contestara.


—¿Sehun? ¿Qué pasa? ¿Por  qué me llamas a esta hora? —Jongin dijo somnoliento. “¿Quién es?”, una voz se escuchaba del otro lado, al parecer Kyungsoo se había despertado—. ¿Sehun? ¿Hola?


—Jongin… le voy a proponer matrimonio —soltó de golpe, estaba completamente centrado en sus pensamientos, ideando un plan.


—¿Qué? Espera, ¡¿con Luhan?! —“¿Qué pasa, amor?”, se escuchaba desde el otro lado—. Sehun se quiere casar con Luhan —por lo que se escuchaba, Kyungsoo estaba igual de sorprendido que su esposo—. ¿Estás completamente seguro? Digo sólo llevan dos años.


—Kim Jongin, nunca había estado tan seguro en mi vida: lo amo —respiró profundo y continuó—. Mira, necesito que me ayudes con unas cosas.


—¿Es por lo de tu empleo?


—Sólo es parte de eso; no soportaría vivir sin él, estoy muy nervioso.


—Lo sé, yo también lo estaba… Bueno dime qué es lo que necesitas; cuentas conmigo —“Y conmigo”, se escuchó del lado de Jongin.


—Gracias, me alegra oírlos chicos. Por cierto, Kyungsoo, ahora que lo mencionas necesito una recomendación.


Entre tanto hablar, pasaron las horas. La conversación entre ambos amigos era totalmente productiva; tanto que en idear el plan, el amanecer llegó en un abrir y cerrar de ojos.


*


Los ojos le pesaban, al igual que el cuerpo. El sonido molesto de la alarma comenzó su horroroso plan de arruinarle el sueño. Solo había dormido tres horas y estaba cansado; como un relámpago, recordó su propósito para el otro fin de semana. Se levantó y se dirigió hasta la cocina, donde Luhan estaba. De seguro, haciendo el desayuno. El ciervo estaba mezclando algo en la estufa, pero su mirada dejaba ver que estaba ido. El abrazo de su novio, lo hizo sobresaltarse y tiró la cuchara al suelo.


—H-hola, me espantaste.


—Buenos días, Lulu —lo abrazó más fuerte—. ¿Qué quieres para tu cumpleaños? —le preguntó mientras depositaba un beso en sus labios.


—Te quiero a ti —le sonrió dulcemente.


—Me puedes tener todos los días de la semana —iba a continuar, pero se percató del doble sentido de las palabras del castaño: “quiero que te quedes conmigo”.


Antes de arruinar el momento, el rubio le subió poco a poco la playera del pijama al dibujante; se metió debajo de ella, ahora sus cabezas estaban tapadas por la playera. Se besaron en “secreto” como si quisieran encerrar ahí dentro lo que en realidad sentían. Cuando hubieron descansada para respirar, Sehun le retiró completamente la prenda, de encima de ellos, dejando ver el torso desnudo de su novio.


—En tu cumpleaños, ¿te parece si yo planeo la salida? —preguntó el rubio.


—Claro que sí —asintió Luhan tímidamente.


Eso era algo nuevo: Sehun nunca había planeado su cumpleaños, ya que al menor siempre se le hacía cursi; él prefería llevarlo a un bar, invitar a sus amigos o ver una película.


—No te voy a decepcionar —se acercó rápido, lo volvió a besar más fuerte, lo acorraló contra el mueble y empezó a morder su cuello.


—S-Sehun… estoy haciendo de desayunar —no dijo nada, sabía que tendría que dejar de cocinar; como pudo, el castaño, apagó el fuego de la estufa.


—Tú eres mi desayuno —Sehun lo cargó y lo acomodó en la mesa del centro.


En los segundos siguientes, se dedicaron a quitarse la ropa, a la velocidad de la luz. Una de las razones era que Luhan tenía que ir a entregar un trabajo y Sehun debía ir a ver a Jongin por razones de “trabajo”, aunque el moreno trabajase dando clases de baile, pero la razón ya estaba discutida desde la madrugada. Reanudaron los besos. Sehun se dedicó a besar diferentes partes de Luhan, haciéndolo jadear demasiado.


—¿Te duele algo? —preguntó el rubio en tono burlón.


—N-no… —apenas pudo contestar el castaño.


Sehun posó sus labios en la cadera de su novio.


—¿Y aquí? —le lamió, delineado las extremidades de la pelvis.


—Sí —se le acerco más, a tal grado de que el traductor volvió a su posición inicial.


Si a Sehun le gustaba jugar con él, el dibujante también podía tomar parte del juego; con su lengua hizo lo mismo que el menor estaba haciendo; delineó su clavícula poco a poco, para luego atacar sus pezones. Sehun no pudo evitar gemir, haciéndolo sonreír y que lo mirará tan lascivamente.


—No me quiero correr aquí —Luhan dijo de la nada.


Se había percatado que su novio lo estaba mirando con ganas de comérselo y que en unos cuantos  nanosegundos, estaría gimiendo sin compasión, pero la cocina nunca le había parecido un lugar my bueno para hacer el amor.


—Si tú lo quieres —dijo irónico el interpelado.


Le guiñó un ojo y se acomodó entre las piernas del ciervo; sin avisarle, se introdujo de una sola estacada, lo que provocó que Luhan gritará de dolor. Lo embistió unas cuantas veces así: tan profundo, rápido y fuerte. Solo cuando sintió que los dos estaban en el límite, lo cargo hasta el sillón, deteniéndose un poco. El rubio, quería cumplir el deseo del castaño, al “no venirse” en la cocina; continuó con las embestidas, al mismo ritmo y se vinieron en el sofá; gritando el nombre de su pareja. Se quedaron un tiempo así, para recuperar el aliento. Cuando Luhan volteó a ver el reloj que marcaba las 9:30. Se trató de parar los más rápido posible, cosa que parecía imposible, porque su trasero el dolía. Los novios comenzaron su carrera por vestirse y desayunar.


Su trabajo “matutino” les había quitado demasiado tiempo, pero había valido la pena.


Al salir de la casa, en el marco de la puerta de la entrada del edifico, se despidieron con un beso y cada quien siguió con sus caminos. Era su rutina y su vida, muy a pesar de que fuera domingo, ellos preferían gastar sus mañanas así que ir a misa.


*


La semana pasó, literalmente, volando. A tal grado, que ese día ya era 20 de Abril: el cumpleaños de Luhan. Por la mañana el traductor y el ciervo, disfrutaron del desayuno junto con sus amigos. Para Luhan fue totalmente placentero, pero para Sehun el día era tortuoso. Estaba totalmente nervioso y las miradas cómplices de las parejas no lo ayudaban. Al parecer, Jongin había optado por contarle “su plan” a Baekhyun, Chanyeol, Lay, Kris, Xiumin y Jongdae. Todos le dedicaban miradas cómplices, que lo ponían más tenso de lo que estaba. El que más le ayudó a que el día estuviera tranquilo fue Minseok, que mencionaba temas que no tuvieran que ver con accesorios, citas románticas, la palabra “toda la vida”, “proposición” , etc. Por otro lado, como siempre, Chanyeol trataba de hacer conversación acerca de su boda e incluso se atrevió a preguntarle a Luhan si estaba considerando la idea de formar una familia, a lo que Baekhyun lo calló con un fuerte codazo.


Más en la tarde cuando todos se habían ido, la pareja se dedicó a empacar para emprender su viaje. Luhan no sabía a qué tipo de lugar iría pero Sehun se limitó a explicarle que pasarían dos días ahí. El viaje fue sorprendentemente largo.


El lugar donde Sehun había planeado su velada romántica no fue nada más que; un parque de reserva natural a las afueras de Seúl. El lugar era sorprendente. Había mucha vegetación, cascadas, juegos recreativos, paisajes y cabañas.


El rubio había rentada una casa, que era muy pequeña, pero acogedora y fresca, para el calor que hacía. Al llegar ahí, desempacaron sus cosas y prepararon la comida. Salieron a comer afuera y se sentaron en el pasto. Al acabar con sus alimentos, Sehun se recostó sobre el mantel y observó las nubes, al parecer eso le calmaba.


—¿Qué pasa? —Se acercó Luhan, tapándole la vista —. Has estado todo el día tenso y no me digas que no, porque te conozco.


—No es nada, solo que me puse a pensar en lo de trabajo que me ofrecieron.


—Nada de peros, eh—. El castaño le acaricio su pelo.


—Nada de peros—. Le respondió el rubio. En la cara de ambos, se formó una sonrisa. Luhan se dejó caer al lado de su novio, y se quedaron abrazados así por un rato. Hasta que el atardecer vino demasiado rápido, tuvieron que retirarse de ahí. Sin embargo, no volvieron a su habitación de inmediato, fueron a dar una vuelta por el campo y compraron cosas para la cena.


Al entrar a la habitación, Sehun entró en pánico; en ese momento, ya no sabía ni cómo lo iba hacer. No había practicado lo suficiente, pensó que el momento se daría pero no sabía cuando específicamente. ¿Debía decirlo cuando estuvieran comiendo; en el baño, al tomar una ducha;  cuando estuvieran en la cama, haciendo el amor? Ni siquiera sabía si Luhan, le diría que sí, y eso le hacía incrementar su miedo.


—Sehun qué pasa, por qué te quedas ahí parado. Entra —. Le invitó. Sehun estaba muriendo por dentro. Si no lo hacía en ese momento, nunca tendría el valor de hacerlo. Lo tomó por la mano y lo metió con torpeza al baño.


—Apestas Luhan, date una ducha—. Le ayudó a entrar.


—¿Y tú?


—Me bañé en la mañana —. Le cerró la puerta. Luhan no hizo ninguna pregunta, solo acató la orden de su novio. Genial, eso le daría tiempo al rubio de acomodar las cosas.


Al salir de la ducha, Luhan ya estaba vestido, con su pijama. Abrió los ojos como dos platillos. Se limpió los ojos con los puños ¿Estaba viendo mal? ¿Oh Sehun romántico hasta la médula? Eso era un sueño, algo que solo pasaba en sus doramas. El cuarto estaba cubierto de velas aromáticas de olor vainilla. La cama  no estaba cubierta con pétalos de rosa como se lo había esperado, pero si contenía a su novio sentado ahí; con una playera gris en cuello v, que dejaba ver parte de su piel, unos jeans negros ajustados y el cabello rubio revuelto, de una manera completamente sexy.  Al ciervo se le estremeció el corazón, ese día iba a ser inolvidable.


El sexy de su novio se acerco a él, lo tomó por la cintura, haciendo que sus cuerpos chocarán, su mirada era totalmente intensa, pero en ese mismo instante Sehun lo jaló hasta el borde del sillón del lugar y lo sentó.


—¿Este es mi regalos de cumpleaños?... porque si es así, déjame decirte que me encanta —. Sehun asintió con la cabeza y se sentó al lado de Luhan.


—Lulu…— Trago saliva —. Después de que te dije de lo de mi trabajo —. Vio como Luhan quería decir algo, pero no lo dejó —. Me he puesto a pensar, en todas las razones por las que no debería dejarte solo, y una de ellas eres tú, quien nunca me abandonó. Otra razón y la más importante, es que Te amo demasiado y fue en ese momento en que me di cuenta de que te quería y te quiero para toda mi vida, atado a mi destino.


—¿Q-qué…? —Luhan estaba atónito. Esas palabras describían exactamente lo que sentía por Sehun.


—¿Te quieres casar conmigo Lu? — Le pregunto en chino.


Luhan no respondió rápidamente. Se quedó paralizado al ver a su novio sacar una caja de su bolsillo.


—Creo que me adelante — susurró el rubio, tratando de no perder su postura.


Luhan lo abrazó y comenzó a sollozar.


—Lulu, ¿qué pasó? ¿Dije algo que no debía?


—No, estoy feliz. Sí  — dijo en chino—. Sí, Sí, Sí —. Respondió en japonés, inglés y coreano, respectivamente. Sabía que Sehun entendería.  —En todos los idiomas del mundo aceptaría estar contigo. Te amo Oh Sehun—  Siguió llorando—. Pensé que nunca me lo dirías.


—Lo pensé mucha veces, solo que no tuve el valor suficiente—. Sehun lo abrazó y prendió la lista de reproducción que había preparado para el momento.


Empezó a sonar la melodía: Y.O.U de SHINee. Cuando Luhan se hubo calmado, pudo ver que Sehun  le colocaba un brazalete de oro, al voltearlo, vio la inscripción en el metal <<Todo mi existir eres tú>>. Eso lo hizo reír un poco, tenía que admitir que jamás hubiera cambiado, ese momento, ni ese día, ni esa persona que lo miraba tan dulcemente. Luhan fue el primero en acercarse dándole un beso en la boca, lo que fue profundizado por su novio; se besaron así por mucho tiempo, guardando el momento, atesorándolo para siempre.


—¿Te irías a vivir conmigo? —preguntó Sehun, cortando el beso.


—Tú mismo lo dijiste: yo soy tú todo, que sin mí, no podrías vivir. No te dejaría irte solo.


Sehun se paró del asiento al mismo tiempo que la canción de  “I love you” de Joanna Wang sonaba. Le tendió una mano al castaño y éste la recibió felizmente. Ambos se dirigieron hacia el dormitorio entre besos marcados y profundos. En el borde de la cama, ambos empezaron  a retirar las estorbosas prendas, así como, a tocarse por todos lados. Luhan fue el primero en desesperarse, dirigiendo sus caricias, ahora a la cama. El rubio entendió perfectamente y lo posicionó de rodillas en la cama. Con suaves movimientos beso desde la espalda del castaño hasta su fuerte muslo. Con una mano empezó a masajearlo lentamente, poniendo su miembro más duro de lo que ya estaba. En realidad los dos estaban desesperados por hacerlo. Solo que estaba vez, el traductor se tomó la molestia de preparar a Luhan, embistiéndolo con sus dedos, para luego introducir su miembro en él. La casa de campo, contenía un aura caliente y erótico, provocado por los gemidos de Luhan, que eran pausados y largos. El causante de todo eso, era Sehun quien lo estaba embistiendo profundamente pero al ritmo de la música. Eso podría sonar desesperante, pero para Luhan era incluso más erótico y fuerte que las embestidas salvajes. Estas eran una tortura y llegaban hasta donde más le gustaba. Sehun solo aceleró cuando sintió que su novio necesitaba una empujadita para liberarse. Y eso mismo pasó, los dos se liberaron al mismo tiempo. Estaban más que agotados por su partida, ya que, ésta había durado mucho más, que las espontaneas que tenían en una semana, a causa de faltada tiempo.


Se quedaron hablando un rato más acerca del futuro, de varios cosas que querían conocer, los lugares que querían conocer y los retos que estaban dispuestos a cumplir en un nuevo lugar. El tiempo pasaba, pero la noche era joven y ellos también.


 Ahora tendrían todo su vida para gastarla juntos.  

Notas finales:

¿Y bien? ¿Qué les pareció? x3

El HunHan finalmente está comprometido ;uu; Ah~ ¿No huelen el amor en el aire~? *3*

Gracias de nuevo a Lore<3 Vayan a su perfil, es en serio >__<

¡¡Los espero con el siguiente epílogo!! ¡Prometo KaiSoo! owo

Gracias por haber leído<3 ¡Besoooos!<3


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