Hoy después de mucho tiempo de observar y pensar en una hermosa chica que me llenaba de inspiración, me sucedió algo que me pone un poco contrariada con la manera en la que yo pensaba aquella relación unilateral y me hizo pensar en porqué me había enamorado de ella. Me explicó, cuando la vi por primera vez, no pude llegar a enamorarme de ella, no la veía como una chica fuera de lo usual, me parecía únicamente una más de mis compañeras de estudio, jamás paso por mi cabeza que podría llegar a generar sentimientos hacia ella, pero poco a poco, mi curiosidad hacia su solitariedad se iba transformando en una especie de cariño. No podía comprender qué era lo que había en ella que me llamaba a mirarla de reojo cada vez que la tenía cerca. Siempre con cada uno de sus movimientos me inspiraba y me generaba un torbellino de sentimientos que me desconcertaban. Nunca fui una persona muy fácil de sorprender, pero ella cada día me generaba una emoción diferente, que sí, me sorprendía, y así sin poder resistirme me enrolle en una relación unilateral con alguien difícil de entender.
Tantos días viéndola y examinándola, tantas historias que mi imaginación creo. Tantos momentos en que mi pensamiento se encontraba en su persona, ¿Qué podía hacer al respecto? Nada. Simplemente dejarme llevar y ser parte de su mundo a través del mío. Nada. Excepto dejarme atacar por aquellos deseos que no podía controlar. Nada. Sólo dejarla volar sin tratar de detenerla. Nada. Únicamente amarla con aquella irregularidad. Hoy después de tantos instantes, mis ilusiones sufrieron un golpe repentino, un golpe que no es en sí complicado, pero a mí me conmovió de tal forma que no sé qué es lo que pueda llegar a hacer…
La amo más que a nada en la vida. Sé que muchas personas han dicho lo mismo, sé que no soy en si especial por sentir esto que siento, pero aún así en mi interior siento un ardor que ella sólo pudo provocar. Yo soy muy miedosa, mi mundo en sí es terrorífico, pero ella, ella lo cambio, ella me hace que quiera seguir en este mundo terrorífico. El mundo sigue igual pero mi forma de verlo es diferente, quiero poder llegar a amarla, quiero poder tenerla cerca. No puedo continuar sintiéndome así, me enfurece, me inspira, me hace ser quién no soy, me hace reencontrarme…
Cada instante se transforma en una bomba de pensamientos. Pensamientos sobre aquella joven que tiene mirada de niña. Cada sonrisa dibujada en su cara se encuentra encerrada en mis recuerdos. Cada palabra que su pequeña boca pronuncio resuena como eco en mi cabeza. Soy una romántica enamorada de una ilusión.
Ella era una chica callada. Tenía un cabello largo y ondulado. Siempre lo portaba suelto, con lo que le daba una apariencia descuidada que a mí me encantaba.
Me gustaba su cara, sus ojos, sus labios, ella era única... Siempre la notaba distante, como si estuviera en otro lugar, pocas veces la escuchaba hablar. No entendía el porqué de su soledad pero quería llegar a conocerla. Quería con todo mí ser llegar a relacionarme con ella, ser su amiga, pero tenía miedo, miedo a que no le resultara interesante, miedo a hablarle y darme cuenta que era una persona diferente a la que me imaginaba.
Cada día la observaba en clase, me resultaba muy interesante su manera de escribir por debajo de la banca y con el cuaderno en las piernas. Desde mi pupitre podía ver aquellos dibujos de sus cuadernos, los cuales al mirarlos me hacían brotar una sonrisa. Ver su cabello, sus ojos, su nariz, su boca. Ver como constantemente se acomodaba el mechón de cabello que caía sobre su frente. Ver como tomaba un poco de comida de su mochila y lo comía lo más discretamente posible. Por haber visto esas simples acciones mi día se volvía memorable. No sabía si ella se daba cuenta de que constantemente mis miradas la seguían, pero casi estoy segura de que no era así. Ella no sabía que siempre que la veía cerca, mi corazón se aceleraba, mi universo perdía su centro y lo único importante en esos momentos era poder acariciarla con mí mirada de enamorada.
Cada vez que recuerdo la excitación que sentía cuando volteaba mi cara de reojo para verla y como automáticamente miraba más cosas, para que ella no notara mis indagaciones a su persona, me llena de emoción y nostalgia... Ella era una chica callada que sin decir una palabra me robo completamente la razón....