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Hello YooGeun por SophiaXi

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Una luz blanca, eso era todo lo que podía distinguir.

¿Seguiría en el quirófano? No, eso no se parecía al lugar donde había ingresado hacía casi seis horas.

 Parpadeó un par de veces más, esforzándose por enfocar algo más que no fuese esa molesta luz blanca, y al final lo consiguió; la luz- que al parecer no era tan intensa como al principio- provenía de una lámpara de hospital colgada de un techo blanco, a su alrededor, había cuatro paredes más del mismo color, con escasos muebles que hacían juego, lo único que desentonaba en el cuarto era ese sillón café que se encontraba más cerca de la cama que el resto, y sobre él, descansaba un chico alto de cabellos oscuros, justo la persona que él deseaba ver en ese momento.  Repentinamente eufórico, trató de sentarse en la cama, sin embargo, no contó con que cierta parte en su vientre empezaría a mandarle punzadas de dolor en cuanto hizo el primer movimiento. ¡Dioses! Eso <i> de verdad </i> dolía mucho- no podía recordar otra ocasión en que se sintiera más adolorido- e inevitablemente soltó un gemido de dolor.

El pequeño ruido alertó enseguida al chico que hasta entonces había estado dormido; se levantó en un salto con los ojos bien abiertos y pudo distinguir a <i> su </i> pequeño tratando de moverse en la cama, cosa que hizo que se alarmara aún más:

 

 —¡Tae! — gritó sin poder evitarlo, haciendo que el susodicho se quedara quieto al instante, mirándole con un pequeño puchero en los labios; realmente odiaba ser regañado— ¿Qué crees que haces? Debes estar quieto, podrías hacerte daño—replicó tratando de ignorar su puchero, acercándose enseguida a la cama, tragándose todas las preguntas que quería hacerle al menor en ese momento, <i>¿Cómo se sentía? ¿Le dolía mucho? ¿Tenía hambre?</i>, tendría que esperar para saberlo.

 

—Minho, ¿Dónde está? Quiero verlo— pidió el castaño, haciendo caso omiso de las advertencias de su novio, porque después de todo, estaba seguro de que no podía hacerse más daño ya.

 

—Lo traerán en un momento cariño, pero por favor, recuéstate— informó el moreno con voz suave, tratando de persuadir al otro para que estuviese tranquilo. Él mismo ya estaba suficientemente asustado como para que ahora le pasara algo al menor, no, sus nervios no podrían con eso.

Con un esfuerzo sobre humano y siendo ayudado por Minho, Taemin volvió a su posición original; estaba ansioso por conocer a su bebé, nueve meses esperándolo era una eternidad y en ese momento, lo único que deseaba era estrecharlo entre sus brazos, llenarlo de besos y decirle cuanto lo amaba, porque era cierto, lo amaba desde el primer momento que supo que estaba creciendo dentro de él.  Minho por su parte, ya había podido conocerle, sin embargo, estaba ansioso por ver la reacción de su novio.

Unos minutos después, escucharon como la puerta de la habitación se abría despacio, dejándoles ver a ambos a una enfermera que llevaba un pequeño bulto cubierto por una manta azul; Tae estiró el cuello todo lo que pudo tratando de ver más allá de la tela azul ,mientras que Minho prácticamente corría a recibir a su pequeño, quitándoselo de las manos a la enfermera en cuanto pudo para llevárselo al menor, estaba emocionado, además de que no podía quitarle la mirada de encima a ese pequeño ser, era simplemente cómo lo había soñado:

 

—Saluda a tu appa, pequeño— susurró con cuidado el moreno mientras se acercaba de nueva cuenta a la cama-escuchando como la enfermera se retiraba- con una sonrisa idiota que nadie pudo pasar por alto.

En cuanto Minho se sentó en la orilla de la cama, a un lado de Taemin, éste sintió como todo su interior se licuaba; se sentía ansioso, asustado, feliz y muy enamorado de sus dos hombrecitos, todo al mismo tiempo. Trató de acomodarse mejor para que pudiera sostener al bebé entre sus brazos, y en cuanto estuvo listo, el mayor se lo dio. Descubrió a su pequeño con la mano libre lentamente- a pesar de las ansias- para no despertarlo, y en cuanto sus ojos se encontraron con el dulce rostro del bebé, no pudo evitar que las lágrimas corrieran libremente por sus mejillas:

 

—¡Oh Minho es precioso! — exclamó con voz ahogada, sin quitarle la vista de encima al bebé, quien empezaba a agitar sus largas pestañas en señal de que despertaría pronto. Taemin lo abrazó un poco más contra su pecho, seguro de que nunca más quería separarse de esa bolita de carne. — Hola bebé, s-soy tu appa y te amo, te amo mucho— le susurró como pudo debido a las lágrimas, sonriendo enormemente, mientras jugaba con su pequeña manita entre los dedos, esperando expectante a que el pequeño despertara.

 

—Estoy seguro de que él te ama a ti, amor— susurró Minho más que enternecido con la escena, pasando uno de sus brazos alrededor de los hombros de Tae para abrazarle con suavidad. De pronto el bebé abrió sus enormes ojos, ignorando olímpicamente al mayor para concentrarse en la persona que no conocía.

 

—¡Esto es injusto! Míralo, es una copia idéntica de ti— se quejó el menor en cuanto notó el obvio parecido entre los ojos de su novio y los de su hijo; estaba quejándose pero por dentro, estaba encantado de que fuera así. Minho no pudo evitar reír, acariciando la mejilla del pequeño mientras se encogía de hombros.

 

—Los genes Choi son los mejores—replicó con algo de soberbia, ganándose un golpe en el brazo de parte del menor, quien aún tenía restos de lágrimas en sus ojos, pero una radiante sonrisa— ¿Cómo lo llamaremos? — preguntó aprovechando que Taemin le miraba de nuevo, sintiendo que el bebé se removía suavemente, probablemente buscando atención.

 

—YooGeun—respondió el menor después de unos segundos, mirando al bebé con una enorme sonrisa en los labios— ¿Te gusta pequeño? —preguntó riendo bajito al notar que se había quedado dormido de nuevo, depositando un beso en su frente.

 

—Gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo, Tae— susurró Minho en su oído, haciendo estremecer suavemente al menor, quien recostó su cabeza en el hombro del más grande, incapaz de dejar su sonrisa.

 

—No, yo debo agradecerte a ti— aseguró el pequeño, estirándose un poco para alcanzar los labios de su novio, encerrándose en su pequeña burbuja de felicidad en cuanto le besó.

 

Sin embargo, su burbuja fue pinchada cruelmente cuando escucharon la puerta abriéndose de nuevo. Se separaron al instante, ambos perdiendo el color del rostro al ver a su manager en el umbral de la puerta; instintivamente, Tae apretó más al bebé contra su pecho:

 

—Los periodistas están rodeando todo el hospital, incluso han subido a la azotea del edificio de enfrente para intentar captar algo— informó con voz seria, sin embargo al mirar a la familia sus ojos se suavizaron un poco— Empezarán a sospechar pronto y a hacer preguntas que no podremos contestar, tenemos que decidir rápido— habló tratando de escucharse calmado, sin embargo, algo dentro de él dolía, premisa de un mal presentimiento.

 

—¿Cuáles son las opciones? — preguntó el moreno al ver que Taemin no tenía ni la menor intención de separarse de su bebé para hablar; estaba asustado y mucho, no quería que la prensa le hiciera daño a su familia.

 

—Pueden quedarse con el bebé, pero deberán retirarse el medio y aceptar la demanda de SM por incumplimiento de contrato, además de que seguramente eso significaría el fin de SHINee porque la empresa no sustentaría tanta promoción para tan solo tres integrantes— informó el hombre mirándoles a ambos, aunque su mirada cayó particularmente en Tae quien parecía no estar escuchando, sabía que le dolía mucho esa situación, sin embargo, ambos chicos aceptaron continuar con el embaraza aún cuando sabían que eso pasaría— O pueden darlo en adopción y seguir con sus vidas como si nada hubiese ocurrido— propuso tratando de hacer sonar la idea como la indicada, sin embargo, el maknae empezó a negar frenéticamente con la cabeza.

 

—¡No van a quitarme a mi bebé! — casi grito, tratando de sobreponerse a las lágrimas que intentaban salir, aferrándose a su pequeño mientras miraba a su manager con odio.

 

—Manager hyung, ¿Podría darnos unos minutos para pensarlo? — pidió Minho con voz calmada, tratando de relajar el ambiente un poco, puesto que no le parecía apropiado para sus pequeños. El hombre pareció pensárselo un par de segundos, pero al final, soltando un suspiro y diciéndoles que <i>‘Tenían solo cinco minutos’</i>, aceptó retirarse.

 

—¡No Minho! ¡Ni lo sueñes! ¡No van a llevarse a nuestro hijo! —gritó Taemin totalmente alterado, haciendo que el pequeño en cuestión se despertara y empezara a llorar; el castaño rápidamente empezó a mecerlo entre sus brazos, susurrándole que todo iba a estar bien y que no se preocupara. Minho estaba con el corazón en una mano, no quería apartarse de su hermosa familia, pero por otro lado, no podía permitir que la carrera de sus mejores amigos se fuera a la basura por su culpa.

 

—Tae, cariño, yo sé que te duele mucho, pero piensa también en Key, Onew y Jong, ellos no merecen que sus carreras terminen así, estamos en pleno éxito…— trató de sonar razonable, acariciando el cabello del menor con cuidado mientras hablaba— Además, Yoogeun se quedará con alguien que lo pueda cuidar muy bien, no va a hacerle falta nada y estará rodeado de amor— susurró mirándole insistente, mordiéndose el labio para que lágrimas traicioneras no bajaran por su rostro.

 

—¿Estás seguro? — preguntó en un susurro tras estar un par de minutos callado meditándolo. Si bien amaba con todo su corazón a su hijo, no podía ser un egoísta con sus mejores amigos, además, estaba seguro de que si tomaban la opción de quedárselo, SM Entertainment les haría la vida imposible y ese no sería un ambiente seguro para el pequeño.

—Lo estoy, manager hyung me lo prometió— replicó el moreno aun en voz suave para no alterar al menor, además de que estaba seguro que si levantaba la voz se le quebraría en cualquier momento.

 

—Bien….— aceptó bajito, apretando los ojos con fuerza, mientras sentía como el llanto volvía inevitablemente. Sabía que estaba haciendo lo mejor para su hijo, así que debía dejarlo ir— Te amo Yoogeun, nunca voy a dejar de hacerlo, a pesar de todo— le susurró al bebé quien ya volvía a estar calmado en sus brazos; se inclinó suavemente y deposito un beso en su frente, aspirando su aroma y abrazándolo un poco más antes de tendérselo a Minho, que para ese entonces ya había empezado a llorar también.

 

—Es la mejor decisión— le dijo a Tae en voz baja, sosteniendo al bebé con cuidado en cuanto se lo tendió; lo meció en sus brazos lentamente, mientras empezaba a caminar hacia la puerta, aún dejando salir las lágrimas— Appa te ama bebé— susurró dejando un beso en la mejilla del pequeño mientras abría la puerta, del otro lado, su manager ya lo esperaba con una mirada cargada de tristeza.

 

—Voy a asegurarme de que esté en un buen hogar, no se preocupen por eso— prometió el hombre, poniéndole una mano a Minho sobre el hombro, tratando de consolarlo un poco, sin embargo, eso parecía imposible.

 

Dejó al bebé en brazos del mayor con un esfuerzo sobre humano puesto que él tampoco quería abandonarlo, sin embargo, pensó de nuevo en que esa era la opción correcta, tanto como para el pequeño como para SHINee entero. El hombre lo recibió con una pequeña sonrisa, tratando de no despertarlo y dejó que Minho lo contemplara un par de segundos antes de darse la vuelta para retirarse por el pasillo. Seguramente, era la última vez que el moreno veía a su hijo.

Notas finales:

¡Hola!~ es mi primer fic y estoy nerviosa ;-; Sin embargo, me he esforzado mucho y aunque este es sólo el prólogo espero que sea de su agrado ^^ Por favor, háganme saber su opinión en un hermoso review, porque me harían inmensamente feliz :3 ¡Nos leemos pronto! XO. <3


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