Kaoru lentamente pasó sus manos de atrás hacia adelante. Hikaru sintió los brazos de su idéntico subir por su pecho y enrollarse en su cuello, instintivamente presionó a Kaoru más contra la pared poniendo entre las piernas del más bajo una suya, subió sus manos hasta la cintura de Kaoru y lo acercó más a su cuerpo.
-Hikaru… - el menor apartó la mirada, se sentía vulnerable, un rubor rojizo se asomó por sus mejillas. Al sentir una de las manos irse de su cintura hacia atrás del cuerpo suyo soltó un gemido inocente que no había podido reprimir, Hikaru lo estaba volviendo loco, no podía aceptar el simple hecho de que SU HERMANO lo estuviese tocando de aquella forma.
Kaoru no iba a comparar esos toques con las cogidas de manos, ni con los abrazos que se daban de vez en cuando, esos toques eran de hermanos, los toques que estaban sucediendo en ese instante eran de algo más que hermanos.
Las manos de Hikaru se posaron suavemente en el trasero de Kaoru, lo apretaba fuerte y firmemente. Quería vomitar en ese instante, no se podía creer lo que estaba haciendo, sentía que iba a entrar en una especie de coma, pensaba en que el culo de su hermano era perfecto y ni imaginarse de lo que pensaba acerca de cómo sería metérsela.
-Hikaru…para. – el menor intentaba zafarse ahora, no podía aguantar esos toques, quería pero no podía. Bajó una mano del cuello de Hikaru y la usó para hacer reaccionar a su hermano.
El sonido de una mano golpeando una mejilla retumbó por toda la casa.
-Kaoru. – el mayor puso su mano sobre la mejilla roja y latente. -¿Por qué hiciste eso?
-Porque no quiero que me toques de esa forma…se siente raro. Eres mi hermano, no mi pareja, los dos somos hombres. ¿Quieres que siga? – unas lágrimas resbalaban por la mejilla de Kaoru, no le había querido pegar a su hermano pero él lo había provocado, sentía como si lo estuviese obligando a dejar que lo tocara.
-No me molestaría volverme bisexual por ti…
-¿Estás escuchándote? Es asqueroso, nosotros lo hacemos porque es un juego y ya…por nada más, sigue siendo un jodido tabú.
-Claro, un tabú. ¿Qué pasaría si empecé a sentir cosas diferentes por ti…más allá de los que ya tengo como hermano hacia ti? ¿Nos alejaríamos de nuevo?
-Sí fue tan fácil para ti alejarte de mí hoy ¿Por qué no sería fácil hacerlo de nuevo?
-No fue tan fácil para mí, a pesar de todo lo que hice me estaba muriendo por dentro…hoy me sirvió para darme cuenta de que te amaba de una forma diferente. Lo digo en serio.
-No, te confesaste con Haruhi, ella te rechazó y ahora estás intentando algo conmigo sólo porque no quieres sentirte de esa forma.
-Mírame… - Hikaru agarró con los dedos suavemente la barbilla de Kaoru haciendo que lo mirara a los ojos, pero este se negó. – ¡Mírame!
Kaoru volvió su mirada hacia la de su hermano, los ojos magenta tirando a naranja de ambos se oscurecieron, querían algo, pero Kaoru no se iba a dar ese lujo…
-¿Te parece que estoy mintiendo? – Kaoru mordió su labio inferior y negó con la cabeza, sus manos se volvieron a deslizar por el cuello del mayor y acercó su rostro más al de su idéntico.
Ambos sentían la respiración del otro, Hikaru tampoco se iba a dar el lujo de tirarse a su hermano después de haber peleado de aquella forma. Kaoru, en cada minuto que tenía a su hermano tan cerca, estaba más convencido de que quería que Hikaru probase sus labios.
-Bésame… - susurró el menor para sus adentros. Pero el mayor no lo paso por alto, había escuchado perfectamente lo que su pequeño hermano idéntico quería. –Dios, bésame de una buena vez…
Hikaru bajó su rostro un poco más, besó la barbilla del pequeño y con un dedo empezó a trazar todas sus facciones como dibujándolas. Subió sus besos por la mejilla de Kaoru y al llegar a sus labios miró los ojos del más bajo, lo quería, lo necesitaba, pedía a gritos que esos labios le pertenecieran. Besó sólo la esquina de los labios de Kaoru.
-¿Qué haces…? Bésame de verdad…no de esa forma, sino de esta. – Kaoru tomó la delantera y acercó el rostro de su hermano por completo haciendo que lo besara, Kaoru no era un experto y tampoco Hikaru, era de aprendices el beso, pero era el mejor beso desenfrenado para ellos. Kaoru abrió su boca dándole paso a la lengua de su hermano. Hikaru mientras exploraba con su lengua la boca del menor pasó a quitarse la camisa que llevaba puesta. Se deseaban carnalmente, si Hikaru fuese caníbal se comería a su hermano completamente.
Y así empezó lo que sería el comienzo de una estrella.