Vuelvo a abrir los ojos; pero no quiero levantarme. No quiero despertar. Cada día, con la misma rutina, con el mismo sentimiento; nada ha cambiado. Me visto para un nuevo día igual a los demás y al levantar mi camisa; sin querer se cae un dije rojo que me diste aquella vez. Lo levanto y en el veo tus ojos, tu cabello…te veo a ti. Un suspiro escapa de mis labios; ya puedo controlar las lágrimas. Pero la impotencia sigue en mi cuerpo y no soy capaz de seguir fuerte. Lanzo el dije lo más fuerte que puedo y al verlo de nuevo, tiene una fisura, igual que mi corazón.
En un día de estos en que suelo pensar
“hoy va a ser el día menos pensado”,
nos hemos cruzado, has decidido mirar,
a los ojitos azules que ahora van a tu lado
Desde el momento en el que te conocí
resumiendo con prisas tiempo de silencio
te juro que a nadie le he vuelto a decir
que tenemos el récord del mundo en querernos.
Salgo de casa tranquilo con mi mochila al costado; sin importar que me pase, no puedo descuidar la universidad. Camino despacio esperando a que algo suceda en mi vida y paso junto a la cancha donde jugamos por primera vez; donde me confesaste tu amor, nuestro primer beso y donde me dejaste sin si quiera mirar atrás. Los recuerdos vuelven y es imposible no sentir ese vacío en mi corazón que tengo desde que te fuiste. Es cuando levanto la mirada y te veo…te veo…eres tú. Todo completo; te ves más maduro, más adulto…Kagami-kun.
Entonces tu mirada se cruza con la mía; quiero ir hasta a ti, quiero abrazarte, sentirte de nuevo conmigo y sé que mi sonrojo se hace presente, siento mis mejillas calientes y sé que tu cara de temor no es porque Nigou te haya lamido la mano; pero tú me ignoras y volteas a ver a una chica de cabellos negros y ojos azules que sale de una tienda. Ella te abraza y te sonríe; y tú la imitas. ¿Qué es esto? ¿Acaso ya me olvidaste? ¿Todo lo que pasamos…nunca te importo? ¿Por esto decidiste dejarme? Y lo que veo…me destroza por completo. Aquellos labios que alguna vez fueron míos; me los acaban de arrebatar. No soporto ver más y corro, corro sin mirar atrás. Sin pensar en ti, en nada. No quiero; no quiero sufrir…pero mis lágrimas vuelven y mis sollozos no me dejan pensar. Paro frente a un árbol y me sostengo de él, cansado. Quiero vomitar; sacar todo lo que ha hecho sufrir durante tantos años. Aún lo recuerdo, todo lo que vivimos, nuestros besos, abrazos. Aquellas noches que fui tuyo y tú eras mío. Donde nos jurábamos amor eterno y seguíamos juntos…juntos… ¿Para ti fui solo un juego?
Por eso esperaba con la carita empapada
a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
porque ya sabes que me encantan esas cosas
que no importa si es muy tonto, soy así.
Y aún me parece mentira que se escape mi vida
imaginando que vuelves a pasarte por aquí,
donde los viernes cada tarde, como siempre,
la esperanza dice "quieta, hoy quizás sí..."
Aquella noche donde te volví a ver, fui a la misma cancha donde te vi por última vez esa noche de Agosto. Espere a que volvieras, que todo lo que me dijiste fuera una mentira y que no me abandonabas. Pero no apareciste, no supe de ti; nada. Un día la entrenadora menciona tu nombre y yo pongo atención a sus palabras. Dice que te fuiste del equipo; que te retiraste de la escuela, que habías vuelto a Estados Unidos. Tome un balón y lo lance a cualquier sitio. Todos me miraron extraño; pero yo salí corriendo. Quería creer que eso era solo un sueño y que regresarías en cualquier momento con tu típica sonrisa listo para un partido. Y mis lágrimas vuelven a creer que tú…me seguirías amando.
Escapando una noche de un bostezo de sol
me pediste que te diera un beso.
Con lo baratos que salen mi amor,
qué te cuesta callarme con uno de esos.
~~FLASH BACK-KUROKO~~
Sonrió de nuevo al verte en la entrada. Habíamos quedado en encontrarnos esa misma noche. A punto de dar las doce. La luna emitía un brillo intenso, siendo nuestro testigo. Y te acercas a mí y me abrazas por detrás susurrándome cosas al oído. Me sonrojo; pero no digo que pares. Rio y acerco mis labios a los tuyos para sellar nuestro amor con esos besos que ya conocía. Me envuelves en un cálido abrazo y en mi interior deseo que esto nunca terminé.
-Te amo, Taiga- susurro después del beso. Tú me vuelves a abrazar; y yo correspondo.
-Y yo a ti, Tetsuya.-
/////////////////////////////
Pasaron seis meses y me dijiste adiós,
un placer coincidir en esta vida.
Allí me quedé, en una mano el corazón,
y en la otra excusas que ni tú entendías.
Era finales del entrenamiento del viernes, te espere a fuera del gimnasio como siempre. Pero esta vez había algo diferente; tomaste mi mano y no dijiste nada, solo me llevaste caminando al maji, creí que todo era normal, estaba equivocado. Me compraste un batido de vainilla; pero tú no quisiste nada. Después me llevaste a la cancha en la que siempre practicábamos. Esta vez no quisiste mirarme…tu flequillo cubría tu mirada; que estaba pasando…Taiga.
-Tetsuya…-susurraste. Trate de acercarme; pero me alejaste sutilmente, como si no quisieras lastimarme.
-Taiga, ¿Pasa algo?- pregunte con algo de nervios.
Te quedaste callado por unos segundos que sentí una eternidad; entonces de tus labios salen unas palabras que no quería entender.
-Quiero terminar contigo.- dijiste como si nada. Solté el batido sin que me importara. Te reclame, te grite; pero tu hiciste oídos sordos a aquello. Trataste de explicarte, solucionar todo; pero no podía aceptarlo, simplemente no podía.
-Ven hoy a la media noche; si no apareces, me olvidare de ti, para siempre.- dije con una fuerza que ni sabía de donde la había sacado. Tu solo te fuiste, no dijiste nada más. Me alegre de que no voltearas, no querías que vieras mis lágrimas en aquel momento.
/////////////////////////
Volví aquella noche; te espere. 11:50. Empecé a recordar los meses que pasamos juntos. 11:55. Quería gritar y patear todo lo que estuviera a mi alrededor. 12:00. Con un poco de esperanza creí que aparecerías; pero no fue así. 12:05. Tal vez se le hizo tarde; quise creer. 12:10 Por favor regresa. 12: 20. La lluvia había comenzado y yo continué ahí; esperándote. 12:30. Comprendí que tus palabras eran ciertas; que en verdad nuestro amor había acabado ahí. Llore junto con la lluvia; ya no me importaba si me resfriaba a no; lo único que quería era sentirme entre tus brazos y volver a tener el calor que me brindabas; pero…tenía que entender que eso ya volvería suceder.
~~FIN DEL FLASH BACK~~~
Y es que empiezo a pensar
que el amor verdadero es tan sólo el primero.
Y es que empiezo a sospechar
que los demás son sólo para olvidar...
Soy insistente lo sé. ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿3…4…5 años? No losé, llevar la cuenta hubiera sido muy doloroso. Trate de salir con más personas; pero tu mirada, tus besos; ¡TODO!, seguí conmigo. Hasta mis amigos trataron de animarme; pero nada sirvió. ¿Supiste que Kise está pronto por casarse con Aomine? ¿Qué Midorima y Takao adoptaron a una niña? No, porque quisieras saber eso; al cabo, nada de nosotros te importo. Ni si quiera yo. Suspiro cansado y decido irme. Lanzó el balón contra el aro y encesto. Dejo que se quede ahí; quizás a alguien le interese. Choco contra alguien al salir. No me interesa quien sea. Es entonces que siento una mano detener mi brazo, volteó para reclamar; pero veo dos ojos rojos intensos y una sonrisa que bien recordaba.
Por eso esperaba con la carita empapada
a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
porque ya sabes que me encantan esas cosas
que no importa si es muy tonto, soy así.
y aún me parece mentira que se escape mi vida
imaginando que vuelves a pasarte por aquí,
donde los viernes cada tarde, como siempre,
la esperanza dice "quieta, hoy quizás sí..."
¿Por qué justo ahora apareces? ¿Por qué quieres volver a abrazarme? No te lo permito, me separo; no puedo aceptarlo. Las primeras gotas de lluvia empiezan a caer y después inicia la tormenta que se mescla con mis sollozos y mis reclamos. Me cubres con tu chaqueta y me envuelves en tus brazos. Trato de luchar contra ti; mas no puedo. Tu aroma vuelve a invadirme y no puedo seguir luchando. Susurras cosas a mi oído como lo hacías haces años. Te disculpas, te arrepientes y al levantar la mirada veo lágrimas en tus ojos. Veo dolor, tristeza…amor.
-Por favor perdóname.- susurras con sollozos mesclados. Sonrió, ya habrá tiempo de las explicaciones; pero has vuelto, has vuelto a mí, ahora estás conmigo.
-No hay nada que perdonar.- susurró.
-Te abandone.- tus sollozos se van deteniendo.
-Ya está bien, Taiga.-digo mientras también lloro.- Te extrañe.- Acercas tus labios a los míos y los unes en un beso; aquellos que solo tú puedes darme. Envuelvo mis brazos alrededor de tu cuello y lo vuelvo más profundo. El tiempo que hemos perdidos se puede recuperar. Y es ahora donde por fin vuelvo a sonreír de verdad.