Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Yue Mi Luna Eterna por zumiko yuram

[Reviews - 52]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Una  cruenta batalla se desato entre padre e  hijo,  una  batalla  tan poderosa que devastaba en cada revés de sus espadas el  cielo y la  tierra, un padre cegado por los  celos y la desesperación  está a punto de  aniquilar lo que más  ama, un hijo  poseso de un espíritu  ancestral que  frustrado por no haber podido  nacer en su  tiempo lleno de  cólera y obcecación se niega a  abandonar  el  cuerpo  de  aquel  príncipe que lucha  contra  su  padre,  más un potente  haz de luz  se a interpuesto entre ambos, ¡¿Qué pasara?!,  ¿Yuuri asestara el  golpe  final que acabara con la cólera  de  aquel  que  ahora se proclama así  mismo  Yan  hijo de  Sora y Byron, o un  milagro  hará que entre en  razón?

Aquel luminiscente haz de luz,  se  ha interpuesto entre padre  e  hijo;  dejándoles por un segundo  cegados  a  ambos  pelinegros,  que  ante  el  estallido  de  tan  fulgurante lucero, espectadores se encuentran de lo que esta ante sus  ojos,  una  voz  conocida por ambos les llama en un exclamo que  suplica  su cese a las  armas y reine  de nueva cuenta la  armonía  entre  ellos, la luz  se  va disipando  y todo en  un  sepulcral  silencio  se ha  quedado, los ojos del monarca  se  abren  con  gran sorpresa, a la  vez que con un  aterrador  asombro, por  parte de Yue,  tal parece que  se le ha  ido  el habla no puede  articular palabra alguna y su  cuerpo empieza a  vibrar  por el impactante suceso que acaba de presenciar.

 

El  carmesí va impregnando a Molgrif creando  surcos en  su  hoja, aquellos hilos escarlata  se van  escurriendo;  cayendo gota a  gota en las embravecidas  aguas de un mar  perturbado por  la aplastante y desmedida trifulca  suscitada por el  Maou y  Yan, Yue se  cubre  con la mano izquierda la boca  ahogando  así un  grito de  desespero mientras quiere desencajar  su  espada del hombro derecho  de  aquel al que  tanto ama,  de ese  ser que le ha  dado su amor  sin medida, de aquel  que le ha  visto crecer y  es su mayor  orgullo.

 

La  espada de  Yue  sigue  férreamente  incrustada  hasta  el humero de su  víctima  aprisionando en  este su hoja  que  no  parece  querer ceder y  salir del crujiente y  sangrante  hombro de su  receptor, El Maou está con un  rostro desencajado al  ver  como Molgrif  atravesara de lado a lado la parte media del abdomen de este  luminiscente ser, bañando su espada y  sus  manos con  su  tinta  sangre, el  receptor de  dichos  ataques antes de permitir que padre eh  hijo  terminaran matándose uno al  otro a  preferido ser  su  cordero, su presa, la ofrenda de ambos  sables que llenos de  ira y potente poderío  estaban destinadas a aniquilar  a  su adversario, mas su cometido  no  fue alcanzado, siendo  truncado  por  el cuerpo y la sangre de este que victimasen  ambos  guerreros.

 

Yuuri  no se  atreve siquiera a  respirar,  teme  sacar del  cuerpo de este su  espada para  evitar  así que se  desangre y muera en sus manos,  tras el crujir de huesos al  ser  desprendida la espada de Yue  es como un quejido  se libera  de la  boca de su  víctima, un leve  gemido de  dolor,  tras un  desahogando suspiro de descanso al  salir de su cuerpo aquel  pesado metal que potente  le  atravesó en un corte  diagonal la  cabeza humeral hasta legar  a medio  brazo, la  sangre corría  ligera por  aquel  brazo, Yuuri  y Yue  bajan  de las alturas  con sumo  cuidado de que  este celeste  ser  no  sufra mayor  daño.

 

Al  llegar  a  tierra,  las aguas  del  océano  se  van  calmando, las ennegrecidas  nubes que invadieron la  bóveda celeste se despejaron;  dando paso a  un  cielo  azul, aquella víctima no  puede  articular  aun palabra alguna, pues el  dolor que experimenta  en su cuerpo  es  desbordante, con dificultad  puede sustraer el aliento  que le  de  vida a sus pulmones y de sustento a su  cuerpo,  se  sujeta con su mano la  herida  hecha  por Yue, mientras  mira con enojo a  ambos victimarios, haciendo de su  dolor  su  fortaleza y dejando sin palabras al Maou y su  hijo, inhala profundamente  buscando  fortaleza desde sus  adentros,  se  pone en  pie con  algo de dificultad, y  con una  fortaleza y entereza que solo el  orgullo Mazoku le ha  caracterizado desde  siempre, desincrustaba de su  cuerpo  a Molgrif, sacando un torrencial fluido  vital de sus entrañas.  El  escarlata pintaba  la  tierra con  su vibrante color, aterrando a sus espectadores al  ver como la  pérdida de  sangre era  tan desmedida y en pocos minutos de seguir así podría morir desangrado, Yuuri  va  presto a su amparo al igual que Yue, mas  este  ser de luminiscente esplendor  mira a  ambos con furia  y de su mano  aun  con  movimiento  una dorada llama se presenta con  un movimiento  ascendente y descendente  un par de  espirales  flameantes  lo abrazan internándose en sus  sangrantes  heridas cauterizando  su   cortadas, tras un  quejido más que  eso pareciera un rugir desde sus adentros como  el de un león.  Cae de  rodillas al  charco de  sangre y  con  su mano  sana se  sostiene mientras trata de  contener el aliento y  controlar su tembloroso  cuerpo pues  el daño fue grande. Ambos  pelinegros se aproximaron un poco más a  él cuando este  les  mira con el rabillo del  ojo, un  sulfurarte enojo se hace presente en  este y  de un  rápido movimiento  con  la poca  fuerza que  aun  habita en su  ser, da un rafa gante  golpe  calcinan te,  las lenguas de  fuego  que  se  expidieron de su  cuerpo  lazaron con su abrazante calor  sofocante  al  Maou y  a  Yue  tirándoles de espaldas dejándoles  leves quemaduras superficiales en  las manos  y  el  rostro,  mientras que su  víctima y victimario les mira  con gran recriminación e indignación, y  reuniendo  todas sus  fuerzas  se dirige a ellos.

 

Wolfram

 

--- ¡¡PAR DE ESTUPIDOS!!—

 

Yuuri

 

--- Wolfram… yo… perdóname amor  yo, no se…----

 

Wolfram

 

--- ¡¡POR SUPUESTO QUE NO PENSABAS,  IMBECIL, ESTUPIDO!!¡¿QUÉ  DIABLOS  ESTABAS PENSANDO CUANDO  PRETENDIAS  ATACAR DE ESTA MANERA A  NUSTRO  HIJO  GRADICIMO ANIMAL!?---

 

Yue

 

--- M-Ma… ¡Madre cálmate por  favor! ----

 

Wolfram

 

--- NADA DE  QUE ME  CALME,  NI  QUE  OCHO CUARTOS,  TU  VAS  A ESTAR CASTIGADO  POR  TODA  LA JODIDA  ETERNIDAD, O  HASTA QUE YO DIGA,  HIJO DESGOBERNADO, ¡¡¿¿CÓMO  ES QUE SE TE  OCURRE  LEVANTARLE LA MANO A  TU PADRE??!! ¡¡¿¿ESA ES LA  EDUCACION  QUE TE HE DADO ESTUPIDO??!! ----

 

Ambos  pelinegros agachaban la  cabeza tras las  reprimendas  a  todo pulmón que el consorte real  les infringía,  sin  nada  con que  replicar pues  bien sabían que  merecidas tenían tan duras palabras, sin mencionar que  por lo general  así  era  el rubio cuando se llegaba  a  enojar.

 

Wolfram

 

--- Den  gracias al  Shinou que  me  estoy muriendo de  dolor que si no…  ¡Les patearía  el  trasero de aquí  hasta el  otro jodido mundo par  de  bestias!.  Estúpidos… Ahggg…  si tenían que  ser  igual de idiotas que no controlan  sus  emociones,  tarados, ¡¡NUNCA  VUELVAN A  PREOCUPARME  ASI!!  ¿¿Qué no  saben que  sin ustedes yo??…  yo…---

 

El  rubio  ya no pudo  seguir  retando al par de  morenos  pues un nudo en su  garganta se  formo y  todos los  sentimientos encontrados  se agolpaban en su pecho, impidiendo así que pudiera decir más cuando las palabras  ya no pudieron salir,  las  lagrimas se abrieron  paso  brotando de ese par de  esmeraldas que resplandecían con un destello  dorado,  con su  mano  se  cubrió  el  rostro y les  dio la espalda a  ambos  mientras comenzó a llorar sin control;  pues el simple  hecho  se  sentir que los perdía  a ambos fue tan grande que el dolor  en su  corazón  se  incrustaba en lo  más  hondo, así como  el  coraje y enojo por  ver  como  ese par, cegados por su enojo  y  rabia pudieron haberse matado entre sí, sin contar que  ya  arrastraba  todo aquello que le  rebelara  su  otro  yo, aquel pasado tan tortuoso, y  aquel rencor que albergara ese ser que sufriera en vidas pasadas por la injusticia de  aquellos  a los que ahora le debía  su lealtad, todos las emociones se le  venían al  consorte real  y  lo único  que atinaba era  en llorar  como un  crio,  rápidamente  tanto Yuuri  como Yue  corrieron a  su lado abrazándole entre ambos  tratando de confortar  a  su  querido  rubio, por un lado Wolfram era consolado por su amante  esposo quien le  pedía una y mil  veces  perdón, y  por el otro  lado estaba su  queridísimo  hijo, quien avergonzado  y  preocupado  suplicaba  su  indulto,  pues nunca  se perdonaría a sí mismo  el haber lastimado de ese modo a su  Madre.

 

Ambos mazokus de  cabellos  negros  hicieron arder su Mayorku,  restableciendo de  todo mal  al  rubio  quien fue  sanando sus  heridas,  una conmovedora escena  era esta, mas  el  momento hermoso seria  arrebatado en pocos  instantes por  un  estruendoso  rugir  de las  bestias que liberadas de los  adentros del mar  emergían  esta vez eran más  grandes y poderosas que las anteriores,  una  enorme  pata amenazaba  con aplastarlos en un santiamén, los  tres al  unisonó  saltaron  escapando así de ser  pulverizados por  el  tremendo  Leviatán,  de colosal estructura, sus movimientos eran lentos mas  su poderío no tenia  límite de su  boca  empezó a  escupir lava calcinado  todo aquello que  tocaba.

 

Yuuri

 

--- ¡¡Yue!! Protege a tu Madre,  yo me  encargare de  esta  bestia ----

 

Yue

 

--- Si,  yo cuidare de Madre. ---

 

Wolfram

 

--- ¡¿Pero qué  leches  se han  creído?! ¿¿PIENSAN QUE SOY UNA  DONSELLA QUE NECESITA SER PROTEGIDO?? ¡¡ESTOY TAN  CABREADO QUE YO  MISMO  ACABARE CON  TODA ESTA  ESTUPIDES!!---

 

Yue

 

--- ¿¡Pero Madre!? ---

 

Yuuri

 

--- Por  favor  amor, deja que yo me  encargó de  esto, tu ve con  Yue---

 

Wolfram

 

---¡¡ CLARO QUE NO!!  ESTOY  HARTO,  HARTO  DE  TODO ESTO,  ¡¡YA  HA SIDO  SUFICIENTE!!---

 

Un  fulgor  abrazaba  todo el  cuerpo del  Consorte  Real, iluminando todo su  ser y dando  un par  de aleteos  sus  blancas  alas lo hacen volar; hasta  llegar  a la  cima del colosal  Leviatán y alzando  su  mano una  enorme bola de un  dorado  fuego  es  liberada, impactándose  en  aquella  feroz  creatura que  rugía al  ser  carbonizada por  el dorado  resplandor, Wolfram repite  aquella acción  con los  demás  Leviatanes que  estaban  a su alrededor,  haciéndolos  arder en sus doradas llamas, sin  dar  tiempo a  Yuuri  o  Yue para  hacer algo.

 

Wolfram

 

--- Si  tanto  desean morir,  yo mismo los  llevare  al  infierno,  de  primera mano conocerán al Destructor---

 

Potentes  centellas de  fuego  devastaron a los  recién  surgidos  Colosos  que  amenazaban con  arrasar  a Shin Makoku, Yuuri y Yue  mira  sorprendidos  y algo extrañados por escuchar de  viva  voz,  que  el  consorte real  se llamase a sí mismo  “El Destructor”. Cuando este desquitase su  frustración, tras  tanta  destrucción.  Bajo a un claro,  tratando de  recuperar el aliento;  Yue  le  alcanzó  y  después  Yuuri.  Se  aproximaron a  donde  Wolf,  quien en un  dorado destellar de sus ojos  intentaba  con todas sus  fuerzas el  contener la  furia de  Sora, que  a cada paso  entre mas furioso se encontrase  el Mazoku de  fuego, mas ganaría  terreno en su  ser.

 

La paz parecía presentarse en  tierras  de  Caloría,  así  como  de las profundidades del mar  dejaron de emerger los  Colosales  Leviatanes, Shinou  desde su  templo contempla  todo  con un rostro  frio y serio, una mirada  muy pocas  veces  vista  antes por los  mortales,   el  Monarca  Original temía  lo  peor.

 

Shinou

 

--- Por fin ha  despertado…---

 

Ulrike

 

--- ¡¿De qué  está hablando  mi  señor Shinou?! ---

 

Shinou

 

--- El  mundo  tal y como ahora lo conocíamos  acaba hoy querida  Ulrike,  el  fin de nuestros  tiempos  empieza desde  aquí…----

 

Ulrike

 

--- ¡¿Pero que  está  diciendo Shinou Heika?! ---

 

Shinou

 

--- Si, El Destructor  despertó… También Yan  regreso… Ni  Wolfram o Yue  podrán controlar a  estos  seres que  habitan en sus adentros, pues la  furia  que llevan  encerrada por  milenios  no  tiene fin,  un  Tenshi al que le arrebataron  todo, un Hijo  que jamás pudo  ver  la luz  del  amanecer por  ser arrancado del  vientre de su madre,  sin sentir el cálido abrazo de su padre,  hay  mucha  rabia y  cólera  en sus  corazones y  aun  mas. ----

 

Ulrike

 

--- ¡Shinou Heika! ---

 

Shinou

 

--- Pero  eso no es lo que  atormenta mi espíritu querida mía, sino el que viene  tras de  estos dos  que han  despertado, ese… ese  es quien  dará fin a  este mundo---

 

Ulrike

 

--- Pero  tenemos  a  Yuuri  Heika,  el  nos…---

 

Shinou

 

--- Quien sabe  pequeña… tal vez  ni  Yuuri  pueda  con este  reto tan terrible---

 

¿A qué  se  refiere  con ese  reto  el  Gran Shinou? La  pequeña  sacerdotisa  Ulrike  por primera  vez, ya  hacía  mucho; no sentía  temor en su  corazón,  esa  helada sensación de la desolación invadía  sus  pensamientos,  mientras  mira  con angustia  a  su  esfera que le  muestra  las  3  destellantes  presencias  del  la  familia  real. El Shinou acaricia la  frente de su amado  Ken mientras  este aun prosigue  en los confines de la inocencia, baja  su  rostro  hasta depositar en  sus  finos labios  un tierno  beso, el  Monarca  Original bien sabe  que  todo  pronto podría llegar a su  fin, y  aun y a  sabiendas de lo que vendrá,  no puede intervenir en la  vida de los  que ahora moran este mundo, su momento de  actuar ya  fue. Aun y aunque  pudiera,  sus fuerzas hace mucho  fueron  rebasadas  por el Vigésimo Séptimo Maou;  Yuuri Shibuya,  quien ahora recae  la responsabilidad  de proteger a su pueblo y no solo a  este si  no  el  porvenir de  los  que habitan ese  mundo, Shinou mira  también la  esfera de cristal,  esta le muestra el paradero de su  querido primogénito, quien ahora  combate y  viaja a la  vez en  busca de un refugio para su amada  Kasandra, mientras que  Leviatanes aun dispersos  por  la  tierra  siguen asolando a su paso a los  que  se  encuentran.

 

El  equipo Alfa  re direcciono  su  trayectoria,   llevando a la princesa de  Shimarron a tierras de Zurita,  donde  la  Reina Greta  la protegería,  todo marchaba de acuerdo al plan;  mas  estaban lejos de imaginar  que  el  destino  de  esta  joven  doncella  no  tendría un  final  feliz, aun y a pesar de estar en esos precisos momentos  en  brazos de  su  amado  Andrew.

 

El  capitán del escuadrón  estaba  feliz de poder  salvaguardar  la  vida de su amada y mas que estaba  siendo  esta  su  compañera en  su nave de combate,  todo gracias a las  nuevas  reformas que hiciera en su momento  Anissina, estaban próximos al  puerto de Zurita cuando  el radar  detecta  un movimiento poco  inusual, de la nada y sin esperarlo  un  sonido   se  hizo presente, un silbido que se  iba incrementando, y  de  repente la nave que iba  escoltado al  líder  Alfa  fue impactada por una  inmensa bola de lava, Andrew  volteo  a  ver a su lado  derecho y  ahí se asomaba  una  inmensa ala  que  tras un rápido movimiento creó una corriente de  aire  tan  potente que le hiciera  perder  el control de  dicho artefacto  al joven Mazoku,  Andrew pierde  rápidamente el  control de  su  vehículo y este se impacta en  el mar,  todo paso tan  de repente que no  dio  tiempo a mas,  Andrew  solo alcanzo a  ver como  el agua entraba  de  golpe  por  el  vidrio de enfrente y consigo los demás  cristales  a  su alrededor  se  vencieron a la presión del agua, Andrew de su mano saco un potente disparo  cargado de una gran energía  blanca, saliendo  a toda  prisa  de la nave, Kasandra  se impacto contra  el  cristal  lateral y perdió el sentido por lo que  no logro  salir de la nave  al darse  cuanta  Andrew  de  tal situación intento seguir  la nave que  súbitamente  caía en las  profundidades,  estaba  muy  próximo a  alcanzar  la  y rescatar a su  amada  Kasandra, cuando desde las profundidades uno de los  Leviatanes  había mutado convirtiéndose en una extraña  bestia marina,  con  sus  grandes  extremidades  tomo la  nave  y la partió en  dos,  trituro  todo lo que  estaba en  sus  garras  despedazando y haciendo explotar  dicho  artefacto,  los  ojos  de  Andrew  se  abrieron con  gran asombro  al  ver cómo era  destruida junto a su  nave  la persona a la que había decidido  entregar  todo su  corazón, el dolor y la  fuera  del  Primogénito del  Rey legendario  creció  tanto  que  estallando en una  rugido de agonía libero  todo su poder de  golpe,

 

Un potente  estallido  alzo las  aguas  de un profundo mar expulsado de  este  pedazos de  la  gran bestia  que  ahora  simplemente  había sido  reducida  a  piltrafas,  sale  cual proyectil  Andrew  quien sigue encolerizado  haciendo arder al máximo  su  Mayorku,  siente como le  arde la  sangre por sus  venas un  punzante y penetrante  dolor  se  va  anidando cada vez mas y mas  en su corazón.

 

Andrew

 

--- ¡¡Malditos, malditos  los  destruiré a  todos!! ¡¡DESTRUIRE A CADA UNO DE ELLOS!!¡¡LO  JURO!! ---

 

La  rabia  que sentía  Andrew  solo  fue  apaciguada un poco  al  exterminar  a  cuanto  Leviatán  tuvo  a su paso no  solo  su amada  Kasandra perecía  ese  día  sino que  todo su  escuadrón cayo  victima  de  dichas y  colosales  bestias. El Heredero al palacio del Shinou llego a  como pudo  a las  costas mas  estaba  tan mal  herido que cado  desplomado,  soldados  que  estaban  centinelas  en  la  costa  le  vieron y reconocieron  le  llevaron de inmediato a palacio donde  fue  atendido  por los médicos  del  lugar, la  Reina  Greta y  Lord Winccot no podían  creer que tan  noble  guerrero  haya  sucumbido  ante  tan letales  bestias  pues conocían de antemano  el  inmenso poder que habitaba en el por ser  hijo  legitimo del  Gran Shinou.

 

Andrew  a  caído  en un estado de inconsciencia quizás  por  propia  voluntad, puesto que  siente que sin su  amada  Kasandra  bien  valdría mejor  morir,  desde lo lejos  el Gran Shinou mira  aquello  con  absoluta  calma,  mientas  toma  de la mano a su amado quien seguía  preso de un profundo sueño provocado por el Rey original.

 

Shinou

 

--- Siento mucho  lo que has pasado  querido Andrew,  pero… no se puede  cambiar las cosas, cada quien tiene un camino ya  marcado  y no se puede  escapar de lo inevitable, se  paciente y valiente  hijo mío,  tu  destino  no es  estar  solo… mas  esta  no era la compañera  que  elegí para ti…----

 

Ulrike

 

--- Shinou Heika, parece que se han detenido  los avistamientos de Leviatanes,  ¡¿cree que  por fin  termino?!---

 

Shinou

 

--- Quisiera decir  que si querida Ulrike  pero,  mucho me temo que  es todo lo contrario ---

 

Ulrike

 

--- Tiene  razon  Heika,  además  aun  queda  tan difícil  situación en Pacto de Sangre,  aun no se  ha decidido que va a pasar  con  su  alteza ---

 

Shinou

 

---- Si,  aun  les faltan muchas  pruebas  que superar,  pero… Tengamos  fe en el  mañana y  en nuestro querido Maou ---

 

Mientras  todo esto pasaba  en  costas de Caloría y en  tierras de  Zurita, en palacio los  integrantes de la corte seguían  aun divididos, las  10  familias estaban aun  sin saber  que deliberar,  después del  despliegue de poder de  Wolfram y  sus  constantes metamorfosis  no podían  quedarse con los  brazos  cruzados era una latente  amenaza  tanto  o  más que  los mismísimos leviatanes se decían,  mas para quienes aman al  rubio es indignante que sigan  con ese pensamiento aun y  cuando  han sido  salvados por  la intervención de  este  en  su momento, y sin estar presentes ni el  Maou  o  el consorte  real  todo era un  jodido  caos  ya no se podía  tapar  al  sol con un  dedo  muchos  guardias  vieron  como Wolfram  se  había transformado en  un Tenshi  y el  rumor  se esparció por el palacio  así como por el reino  al parecer  la historia  se repetiría  nuevamente  como lo  que  ocurriese  con Sora.

 

En este mundo Mazoku parece no  hay  cabida para  los  Tenshi, aun y aunque este sea  el consorte real, pero... si es  así, ¡¿Qué pasara  también con los  hijos del Maou?!  También son  hijos de Wolfram y por  ende son  Tenshi, el estrés crese cada  vez as  entre  los moradores de nuevo Makoku, su  vida tal y como la conocían cambió radicalmente en cuanto aparecieron los  Leviatanes y ahora también está la  existencia de los  terroríficos Tenshi.

 

Mientras  esto ocurría,  en  tierras muy, pero muy lejanas en un mundo  muy, pero muy  apartado del Mazoku también se libraban  férreas batallas  donde no se daba cuartel a  mas nadie, la desolación y devastación de los campos y las ciudadelas así como de los  pueblos victimados por  el paso de este devastador  holocausto causado por  las  tropas del  reino del Darckneess así  como por  el intento desesperado  de los  fieles  guerreros de Dracon´s y Erandy.

 

El Rey Raiden junto a  su amado  consorte  luchan incansablemente  para  salvaguardar la  paz  que parece se  les escapa como agua  entre los dedos, los  envistes del enemigo han sido  fortuitos  muchos  especulan  que El  Rey  a  perecido  mas  no se  sabe  a  ciencia  cierta  si esto  es  verdad,  el  consorte  fue a  su  aparo mas  la duda se  acrecentaba  pues  piensan  llegara quías demasiado  tarde y en otra parte del  este vasto  imperio  El  Rey  de  Erandy  combate cuerpo a cuerpo  con   los  enemigos  buscando  así  como  sus padres el  libertar su pueblo y  salvar  el  futuro de  ese mundo y no sucumba  ante  las penumbras del  Darckneess.

 

El  chocar de los metales  resonaba  en las lejanías  el  carmesí  se impregnaba  en la tierra  fértil, más  ahora  marchita por el  fuego y acero bajo el  yugo de  una cruenta  batalla que   ferozmente  se suscitaba en un pequeño  pueblo de  Plateros,  un  lugar  en el cual se  dedicaban a la orfebrería y artesanías, ahora los únicos  rubíes  que resaltan en  este campo es el de la  tinta  sangre los  combatientes que caen  a los pies del  fortísimo regimiento del  rey Nathaniel, quien  en compañía de su inseparable escolta  Farell y sus leales  soldados  contenían y contrarrestaban los intentos de avance del enemigo.

 

Farell

 

--- Su majestad,  por  favor subid  a  vuestro corcel y partir de inmediato,  llevaos  a  mi  guarda y  dejadme  a  estos  bastardos que les he de dar  fin,  junto con  los demás soldados---

 

Nathaniel

 

--- Eso  jamás,  mi deber el  luchar codo a codo  con mis  amados  soldados,  quienes  están entregando  su vida  por  el  bien de la nación,  jamás me permitiría  dejarles  solos en un momento  tan importante.---

 

Farell

 

--- No  seáis cabezota  su excelencia, y haced lo que os  digo,  nosotros no  moriremos aquí el día de hoy,  les alcanzaremos en el  paso  de Victorius cercas de Antares,  y así seguir  la  ruta marcada---

 

Nathaniel

 

--- Victorius  queda a media jornada a caballo,  no  puedo esperar  tanto  tiempo sin saber de  vosotros, es  demasiado  tiempo,  es mejor  vencedles ahora mismo y viajar todos  juntos---

 

Farell

 

--- Su  excelencia, haced lo que os  digo, no  seáis necio ---

 

Nathaniel

 

--- No, no puedo… yo, no  puedo  dejarles  son mi gente…---

 

Farell

 

---- Nuestro deber  es  mantenerle con  vida y   hacer que llegue lo antes posible  donde  su padre el  Rey de Dracon´s,  como  soberano debe recordar cuál  es  su  prioridad.----

 

Nathaniel entre  estocada y  embistes  entre el  sonido de las  espadas al  chocar y los enemigos uno a uno ir  cayendo  al piso, comprendió  que  las palabras de Farell llevaban  razón y que se debía a su pueblo y si el perecía en una  lucha sin sentido  ¿Quién  protegería su  reino? Aun y a regañadientes el  soberano  subió a su  corcel y junto  a la escolta  personal de Farell partió hacia Victorius y  allí  esperaría por sus demás soldados.

 

Una última mirada  dio a sus  férreos  guerreros que siguen  enfrascados en la lucha mientras  el  soberano de  Erandy  se alejaba a la distancia,  una  imagen cruzo  su  mente  por una  fracción de segundo,  su amado Yue, un profundo  dolor  se  incrusto  en su pecho, un dolor  tan grande y una angustia  también, no  sabía el por qué pero  sentía que  su amado  Mazoku  estaba pasando un  terrible pesar.

 

Mientras  tanto  en las  cercanías  del reino de Darckneess, las  tropas que aun  pudieron mantenerse en pie después de una  cruenta lucha sin cuartel han podido resguardar  al Emperador y Soberano de Dracon´s  mas este  yace  muy mal  herido,  recibió graves  heridas y aun no le  ve un  fin   o  al  menos una  tregua  para  así poder  recuperar los cuerpos caídos de  tanto  compañeros que  fueron  vencidos en la lucha,  y  cegadas sus  vidas al  igual que los que han quedado mal heridos,  tal parece que el ejercito de las  sombras  no desea dejar  títere sin  cabeza,  esto no es una lucha es una masacre contra el  noble  pueblo de  Dracon´s, El  Rey  fue  víctima  de  un sin número de lanzas, saetas y cortes de sables, el  rey  no podía soportar  la masacre que  hacia  sucumbir a su loable  ejercito  por lo que se  vio  forzado en  transformarse en el  Dios Dragón del Trueno, utilizando  gran  parte de sus  fuerzas para  arremeter contra el enemigo, uso su  cuerpo  como poderoso  escudo y  aunque la  gruesa piel del  este  era  tan resistente como el  acero  aun y  con todo esto  los  ataques continuos  llegaron a  debilitar y lacerarle a tal grado de  dejar lo en  precarias  circunstancias. No puede  regresar a su  forma  natural  pues  las  heridas  recibidas  son  muchas y  el  haber perdido  tanta  sangre en tan  poco  tiempo y aun queda el retirar una a una las  saetas y lanzas que se le han incrustado mas  por su  endurecida piel  es casi  imposible  el hacer tal labor para los  guardias y  galenos que le acompañan  dado que es como querer  desincrustar metal  fundido  en  la  mas  solida  roca.

 

Mientras  tanto  en camino a las afueras  del  reino de  Dracon´s  en  el territorio  de las sombras,  la cabalgata  frenética del consorte real  es truncada por  un ser  no  deseado aun  mas el menos inesperado.

 

Kenichiro

 

--- Estas estorbando en mi camino bastardo,  aparta de una  vez  tu  vida de la de Raiden, el  me pertenece, su  vida y su muerte ---

 

Owen

 

--- No  estoy de humor para lidiar con  basura,  déjame  pasar  de una  puta vez ---

 

Kenichiro

 

--- No  estás escuchando ¡¿Verdad?! Te  he  dicho que  la  muerte de Raiden está  en mis manos, si es la única forma de  separarlos  lo hare,  los  separare de una  vez,  si no  será  mío no será para nadie ---

 

Owen

 

--- Deja  ya de  decir  idioteces, apártate de mi camino no tengo  tiempo que  perder –

 

Kenichiro

 

--- En ese caso… Prepárate a  ser  recibido  en el infierno ---

 

Aquel  opositor que trunca el  avance  de Owen a conjurado  alzando  sus manos  al  cielo  abriéndose con un potente  haz de luz  esmeralda cayendo de  este una  alabarda de  doble  cuchilla,  el rubio de ojos  verde  vibrante  mira con gran  odio al  consorte  real  quien  le  mira sin  desmontar siquiera,  los ojos platas de  Owen destellan en un sulfurarte  enojo y desespero,  bien sabe qu e debe  llegar a donde su amado, pero  este imprudente se lo impide,  la  misión de  Owen es  llevar  a  manos de Raiden  la  poderosa espada celestial del trueno,  solo lo Raiden puede poseer  tan magnificente arma que pondrá  fin a  esta  terrible lucha, mas los caminos qu e le  llevan a donde el  soberano de Dracon´s han sido truncados por  ese  guerrero  dorado  de  ropajes  esmeralda y negro, de  un corte  oriental.

 

Owen no a desenvainado su  espada,  a  tomado en  mano la lanza que crease  en un rápido movimiento  con su  mano, resplandeciente, tan blanca y pura como  el  color  de sus  lunas platas,  la  escolta que le acompaña también se han puesto  en  guardia, y  por ende  los  que venían acompañando a  Kenichiro también  estuvieron  alertas al  combate,  en  verdad que no  tenía tiempo que perder  el  consorte real,  por lo que  inicio el  primer  movimiento  abalanzando su corcel a  toda potencia  hacia  aquel  insensato que  no movía  ni un centímetro  su equino que  en  un  tono tinto como sangre estaba estoico esperando  recibir  en sus  flancos  el ataque, Kenichiro empezó  a  girar y  girar  su alabarda  formando un potente  tornado, los jinetes que estaban cercanos a él  salieron  volando,  Owen  no titubeo  ni un solo segundo, al contrario dando un espuela so a las costillas de su  corcel provoco en este que acelerara aun mas  su paso.

 

El sonido de los cascos  de tan poderoso equino resonaban a cada pisada Kenichiro esperaba aun si  moverse, una  mueca  siniestra  se  dibujaba en  sus labios  esa mirada de superioridad que le dedicaba a  Owen era el detonante que  hacia  hervir la  sangre al  oji plata,  mas  algo andaba  mal, ¿Por qué no se  movía?¿por qué no  se  preparaba para  recibir  el  enviste de la lanza de  Owen? ¿Qué  era  lo que  le hacia  sonreír  con  superioridad ante  un panorama tan poco  favorable? Cual quiera  que  se  enfrentara cara a cara con  un  Tenshi  no  Herarudo,  sabía  que  enfrentaba  su  muerte, pero este  sujeto seguía sin  perturbarse siquiera,  además de que  no solo se trataba de cualquier  Tenshi, no era cualquier  heraldo  el que  estaba en  combate en ese momento,  era  un poderoso destructor de  dragones, un poderoso  Tenshi de milenios y milenios  resguardando una  furia sin control  capaz de  destruir  el solo  a  este y a  todos los que  se le pongan en frente,  el mismo espíritu  combativo que habita en el alma de  un Mazoku de  Fuego,  ambos rubios comparte  almas, con  el pasado de  ese poderoso  ser, el hermano de almas Mazoku a conservado la memoria intacta del  poderoso Sora, y  Owen a  contenido dentro  de la  suya  todo  el odio y furia que  creció y  creció  por  milenios convirtiéndolo en un  poderoso  Destructor, ahora  este oji plata  esta  apunto de enfrentarse  a  un ser que odia con  todas sus fuerzas y  aun y  a  sabiendas de Kenichiro  que  este  le odia  tanto no parece  intimidarse  ni un poco,  el que oculte algo majo la  manga a hecho reaccionar  al  heraldo que en un rápido  movimiento  a  frenado  el trotar de su  bestia pura sangre y  a  lanzado  con gran fuerza  aquella lanza  de luz  blanca,  Kenichiro separo  la alabarda por la empuñadura y  di  un giro, un  rayo  negro envuelto en  carmín partió en  dos la lanza  de luz, Owen entendió que esta no  seria  una  justa  batalla  de  nobles guerreros  si no  estaba enfrentando se  a un portador del abismo, que con el  rayo negro de las profundidades del  Abis, se había armado para enfrentarlo.

 

Una  batalla del  bien contra el  mal,  Owen  bajo de  su corcel y retiro su  capa que cubría una reluciente  armadura  dorada con  detalles  en  ónix negro, de su s espaldas se desplegaron unas majestuosas alas doradas y su aspecto cambio,  de un  dulce jovencito de apenas  16 años  se  volvió  el de un hombre mayor de larga cabellera plata de ojos almendrados y de  rostro afilado, aun que aun con bellas  facciones,  su  pecho  resplandecía, y  un pulso  se  hacía sentir alrededor suyo, Kenichiro sonrió complacido  y también  bajo  de su  corcel,  y  empezó a  avanzar con  velocidad  a donde  el  heraldo  quien sus  lunas platas  empezaron a  tornarse en un tono más oscuro, casi negros,  su voz  cambio y no pretendía  perder en ese combate.

 

Kenichiro

 

--- Por  fin me  muestras tu  verdadero  rostro, maldito bastardo. Hoy  juro  por Los  amos del Infierno que he de  enviarte a tu  final---

 

Owen

 

--- Te espera una terrible desilusión, pues este no será el día en que un  esbirro del  inframundo, vencerá a un enviado de la  luz ---

 

Kenichiro

 

--- Jamás  perdonare el que me  hayas  robado  el  amor de Raiden ----

 

Owen

 

--- No  digas  estupideces  tu lo dejaste,  ¿recuerdas? Lo  abandonaste, y  te casaste con  esa  mujer, lo redujiste a una  infinita soledad, yo lo  salve de la miseria donde lo  habías  olvidado ----

 

Kenichiro

 

--- Mientes,  mientes,  él  fue el que me  fallo, el me engaño y  aun  así  ¿esperaba que lo perdonara?----

 

Owen

 

--- Las  cosas no  fueron como tú  piensas,  nunca  fueron  así…---

 

Kenichiro

 

--- Basta!!! Yo  debería  estar  gobernando junto a Raiden, y  no  tú… tu  escoria inmunda ----

 

Owen

 

--- Hehehe pues como lo siento por ti, pero yo soy el único en el corazón del emperador Dragón y aun que te  pudras de celos no va a cambiar ---

 

Las chispas  que  saltaban  ente el choque de metal y metal resplandecían al calor de la  batalla  los dos  no  daban  cuartel, ninguno  de  ellos  pretendía  ceder, Kenichiro usando  magnificentemente  las dobles cuchillas de su alabarda a  voluntad las unía y separaba según le  apetecía  haciendo cambiar  a cada  avance,  Owen y  Kenichiro  son  rivales en el terreno  amoroso,  Owen  gano  en este el corazón del  soberano de Dracon´s.

 

Owen no pretende  perder el tiempo con  todo esos  reclamos sin sentidos su única prioridad es alcanzar a  Raiden por lo que su  semblante es recio y con aquel resplandor en su  pecho  tan latente envuelve su  espada en un  fulgor planito y comienza a  conjurar poderes ancestrales en una lengua ya olvidada por  el  tiempo, su opositor  retrocede un poco mas  es tarde del  ennegrecido cielo poderosas descargas eléctricas  van cayendo una tras otra asestando en el cuerpo del  oji verde quien  con  rapidez a formado  un escudo en un tono carmín,  la mirada de Owen es terrible parece que ha ideado algo que  jamás imagino el  que alguna vez  estuvo a punto de ser  el  consorte real,  en una poderosa magia conjurada por el  Tenshi  envolvió a Kenichiro encerrándolo en su propio campo de  fuerza, al  darse cuenta de tal treta Kenichiro intento salir de este usando su alabarda, mas  fue imposible parecía haber  sido  preso de una hermosa  joya color  rubí,  los  soldados  bajo el  mando de Kenichiro al ver esto retrocedieron y huyeron al ver el poder de tan majestuoso  Tenshi.

 

Kenichiro

 

--- ¡¡Maldito!! Sácame de  aquí de una  vez,  sácame y  enfréntate a mi  bastardo ---

 

Owen

 

--- Importantes cosas están llamando me, que el estar perdiendo el  tiempo con un insecto como tu ---

 

Kenichiro

 

--- Cobarde, eres un cobarde que  huyes de la  batalla, por  temor  a  perder ante mi ----

 

Owen

 

--- ¡¡Ya basta!! --- al  decir  esto la furia de  Owen creció y empuñando su mano la prisión que contuviera  en sus adentros a aquel hombre de dorados  rizos  empezó a  comprimirse más y en su interior poderosas descargas se impartieron  por todo el  cuerpo del oji  verde, haciéndole  gritar de  dolor.

 

Owen

 

--- Créeme cuando te  digo que si de mí dependiera el aniquilarte hace muchos  años atrás ya habrías perecido ---

 

Kenichiro

 

--- Agghhh… q-que… que patrañas estás diciendo zángano… ¿si de ti dependiera? ---

 

Owen

 

--- Tu siempre serás un  cretino  egoísta, que jamás podrá alcanzar a comprender las cosas tal y como son,  mejor mantente alejado de  todo esto,  cuando  esto termine serás liberado, pero eso sí, muy lejos de aquí, y no te atrevas a  volver ---

 

Kenichiro

 

--- ¿solo porque  tu lo dices  crees que te  voy a  obedecer  bastardo? Tú  no  eres…aggghhh…---

 

Una poderosa descarga  corrió por  todo su  cuerpo obligándolo a  callar, con su magia  Owen hacia levitar aquella  prisión de rubí, en su interior Kenichiro está cayendo en la inconsciencia, mas aun no pretende darse por vencido, un trata con  las pocas  fuerzas que tiene el  escapar, el Tenshi le mira con desprecio y de un revés lanza  la esfera carmesí hacia los  cielos y de este  desaparece perdiéndose entre  dimensiones Kenichiro cae vencido, su orgullo a sido  mancillado y  se niega a  creer que perdió ante  Owen una  vez más, el  Tenshi regresa a su apariencia dócil y  tierna, y  sube a su  corcel, sus  guardias lo acompañan y prosiguen su recorrido para reencontrarse con  el  emperador.

 

Silver

 

--- Mi señor,  ¿puedo hacer le una pregunta? ---

 

Owen

 

--- ¿Qué pasa, cuál es tu  inquietud? ---

 

Silver

 

--- ¿Por qué  le  ha perdonado la  vida a ese traidor?  Es más  que obvio que  usted pudo haberle vencido en un santiamén, de haberlo querido su  excelencia ---

 

Owen

 

--- Porque  si muere Kenichiro… Él… Él sufriría por su pérdida ---

 

Silver

 

--- ¿Él? ¿Acaso se refiere a?...---

 

Owen ya no dio mayor explicaciones y mirando siempre al  frente prosiguió con su  encomienda, el guarda Silver  no comprendía lo que impedía  a  su  excelencia el  cosechar aquella  vida con su  espada,  para él es más que inaudito el  dejarle  vivir, mas las palabras del  soberano lo han dejado con una gran interrogante, se pregunta ¿Qué  tan  importante  es  este  tal Kenichiro que hace que  el  gran y poderoso Tenshi no Herarudo detenga el  filo de su  espada y le  perdone la  vida? ¿Por que sufriría  el emperador por la  muerte de Kenichiro? ¿Acaso,  es más importante este  que el mismo consorte real? ¿Quién de  esos  dos  pesara mas en el corazón de su majestad Raiden? Las  dudas  aun  siguen surgiendo en su mente mas el camino hasta llegar con el  emperador  es largo, no pueden darse el lujo de  distraer su mente  en un momento  como ese pues  el enemigo  acecha  en cualquier  vuelta, bajada o subida del camino, en  cualquier pueblecillo o  desolada finca, los enemigos del reino desean  ver  vencido el  poder del Dios del Trueno, quieren hacer sucumbir en las tinieblas el  reino de Erandy, Dracon´s y mucho mas.

 

En el campo de batalla Farell  lucha  cabalmente con  férrea decisión imperturbable  voluntad, sin  ceder ni un solo  espacio al enemigo, teniendo  presente solo una  cosa, volver a  ver  a  su majestad Nathaniel y  terminar con esa  absurda batalla  para que este  vuelva a sonreír  con  ternura y le dedique  esa  dulce mirada que solo  Nathaniel  puede dedicarle, una  sonrisa se  dibuja en  sus labios pensando  en el momento que le  vuelva a ver sonreír a su señor, cuando en eso, un intruso llega a su mente  haciéndolo  regresar a la realidad, el  Príncipe  Yue se presenta en sus  fantasías  y le  arrebata  a  su adorado  señor, a su querido  Nathaniel.

 

La  cólera se hace presente y se apodera de su mente,  acesta con  furia contra  los cuerpos de sus enemigos su espada  se estrellaba en los  yelmos y  armaduras de aquellos insensatos que nunca imaginaron de este  tan gran  poder.

 

Farell

 

---{{ Mal  haya la  hora en que ese  mezquino e indigno príncipe de cuarta se le metió por los ojos a mi amado  señor,  ese  bastardo solo le  ha  causado sin sabores,  nunca  lo ha sabido  valorar, mi señor no puede seguir  así,  ese  hombre cuando le  vea en  esta  nueva forma lo sé, lo rechazara y le hará sufrir,  jamás lo permitiré antes deberá pasar por mí que  dejar  que  mi Rey sufra por  su indecente prejuicio desazón, como te odio Yue Shibuya Von  Bielefeld,  te odio por  no darte cuenta de  la persona tan maravillosa que te estás atreviendo a robarme. Después de haber  probado sus labios, de haberle sentido  vibrar en mis  brazos no pienso  cedértelo, no te lo regresare, maldito Yue, no te daré a mi  Rey}} ---

 

El leal comandante y  escolta del ejercito de Erandy, su leal  amigo, solo tiene en el pensamiento el  arrebatar de manos del  príncipe  Yue  la dulzura y  tibieza del corazón del noble y gentil  Rey Nathaniel y  no pretende  hacer que regrese a Shin Makoku,  sea como sea y por los medios que sean pretende aprisionarlo en su ferviente amor y hacer que olvide a ese príncipe caprichoso.

 

Mientras que la batalla proseguía el férreo  guerrero ideaba de qué forma  conseguiría su cometido, sabe que será un difícil reto pues  Nathaniel ama a Yue  desde mucho antes de haberse comprometido mucho  antes de que el mismo Yue se diera cuenta de su existencia  el erradicar un amor  tan profundo  como este  parece  será un gran  reto para oji  rubí de piel canela y dorada cabellera, mas su determinación es grande y no  piensa rendirse tan fácilmente.

 

Por  otra parte el latente corazón del  oji  topacio sigue  ferviente y aprisionado de un par de ojos esmeralda que no le abandonan en cada momento de su día a día, el rey aun y con  la  opresión de que su padre es  presa de los terribles  ataque del Darckneess y que aun  su  amada madre no ha  llegado  donde este y que en cualquier momento pudiera aparecer el terrible Malakai o  alguno de sus  secuaces y puedan  victimar  a  el  consorte real, su mente  también  esta  constante  en  su  querido prometido Mazoku,  quien ansia  volver a  ver, volver a sentir  su amor y pasión desbordándose poro a  poro, beso a  beso, mas las circunstancias en ambos  reinos parecen una  terrible pesadilla un mala broma del  destino que  los separa en un terrible combate sin  tregua o cuartel.

 

Nathaniel  sigue cabalgando,  está por llegar  al  cruce de Victorius, en cualquier momento se  verá  el  puente donde  aguardara por  el  encuentro de sus  leales  soldados la escolta de  Farell  le acompañan siempre  atentos a cualquier  imprevisto, en esto  están, sus caballos  están agotados, y  sus  fuerzas  están bajas, pareciera  todo estar tranquilo por lo que han decidido  desmontar y  hacer  guardia al  pie del puente, piden a su majestad  permanezca bajo el resguardo y cobijo de un  gran árbol que  en su  tronco tiene un gran hueco, casi como una  campiña  creada exclusivamente para el Rey de Erandy. La Ceiba majestuosa que le ofrece  resguardo y confort realmente pareciera le cobijase en sus entrañas para que tan  noble y  celestial  visión descansara. Nathaniel confía  plenamente en la  guarda de Farell y en que pronto  le alcanzara para seguir su camino, el sabe bien que debe aguardar y  conservar  todas sus  fuerzas para  la  batalla  final, el  sueño se apodera de sus pensamientos hundiéndolo en  un  confortable ensueño, los  Guardas que están al pendiente de su majestad no pueden evitar deleitarse con su presencia,  su aspecto es un majar que alaga a la  vista de  piel  tan blanca de  rizoso  tan  rubios, de unos labios  finos en un tono  coral, de mejillas rosadas y  esas  largas y delgadas manos, a pesar de estar  dentro de su armadura,  el  Rey  luce  frágil y dulce a los ojos de sus  soldados q e son de una  complexión más  robusta y rustica, los  hombres, divisan a la lejanía una  gran escuadra a caballo, la luz del  sol al  atardecer le baña en un  tono shedron, la  guarda a reconocido el  emblema de quien se acerca es el escudo de armas de  Erandy y quien encabeza  el destacamento es nada más ni nada menos que el gran Farell, todos  llegan al  lugar citado, desmontan y el capitán  va adonde el  rey, le han informado que su majestad descansa en los adentros de una gran Ceiba, por lo que se ha decidido hacer una parada y  dejar que las bestias y los guerreros  descansen, los  mal  heridos son atendidos mientras que otros improvisan un campamento   otros más montan  guardias por turnos, Nathaniel estaba tan profundamente dormido que no ha sentido cuando Farell le  retiro parte de su armadura dejándole solo las  botas y los  puños, mientras que el yelmo y el  dorso  fue desprendido de su  ser,  también las  hombreras y las faldas de metal de sus costados  fueron  quietadas, Farell con gran habilidad y delicadeza consiguió en un abrir y cerrar de ojos dicha presea, con ternura aparta del rostro de su majestad unos cuantos  cabellos que le impedían  ver por completo su  belleza, no pudendo  evitarlo más, se aproxima  tanto a él que  está  a punto de  besar sus labios, le  mira con adoración a ese par de ojos que  ahora  cerrados están  pero en sus adentros encierran a el par de gemas  de un  azul tan  hermoso, el sentir el aliento de Nathaniel  envuelve en un dulce  hechiso a Farrel que  arde en  deseos de  tomarlo y hacerle suyo, borrar de su piel cada beso, cada caricia  creada y dejada por el indeseable Mazoku de ojos  verdes.

 

Farell

 

--- Como deseo ser el  dueño de vuestros  sueños mi dulce,  dulce  Señor, estar presente en cada uno de vuestros pensamientos, que me  busques  solo a mi cuando  te sientas en  peligro o cuando os  sentís feliz, que  yo sea el motivo de  vuestra dicha, de  vuestra  alegría, mi amado Nathaniel, no se por cuánto tiempo más podre contener  estos sentimientos por ti, te  quiero, te quiero solo para mí.---

 

Nathaniel

 

--- Mmm…Yue…ahh…. Yue te amo…---

 

Aquellas palabras que se  escapaban de labios del  soberano de Erandy le parten el corazón  a Farell  el cual  siente  hervir  su sangre al escuchar de  boca de su amado el nombre de ese indeseado  Mazoku, abusando de la nobleza y  confianza que le tiene el rey a su  guarda le roba de tan puros labios  un  beso, el  monarca que sumido en un dulce  sueño,  ha recibido  aquel impuro beso, que corresponde pues en sus  sueños  quien le imprimía tan demandante entrega era su  querido  Yue, Nathaniel por inercia y sumido en la inconsciencia  se  abrazaba al cuello de Farell que  le  sujeta por el talle  allegándole  más a su  ser  y aprisionándolo  más  a su  pecho, mientras aprovecha  aquel  momento de  gloria  que su  querido  Rey le  brinda al sabor de sus labios.

 

Nathaniel, en su  ensueño  recibía de boca de su amado aquel demandante beso mas algo  andaba mal,  sus labios empezaron a  doler y  un  sabor amargo empezó a inundar su boca, el repulsivo  sabor le  empezó a causar un escozor  terrible, la  realidad era que aun y  víctima del  sueño  Nath  reconocía quien era  el único  dueño de sus  besos y que  este que ahora lo aprisionaba en ese apasionando momento  no era su  querido  Yue, un gran temor  empezó a crecer al darse cuenta que alguien, uno de entre los  suyos era quien  le  besaba, su mente regresaba del inconsciente y  aunque  ya estaba perfectamente despierto no quería abrir los ojos por no saber quien le  besaba  de esta  forma, no quería  saber quien  le fallaba y faltaba a su  confianza, mas  el pobre  Rey  se  enteraría  de todas formas quien  había sido este que le ha fallado. Después de fingir estar durmiendo termino aquel  beso y quien lo aprisionaba en sus  brazos lo  fue dejando poco  a  poco, con gentileza lo deposito  en  un mullido  lecho para que siguiera  su descanso, un  último  beso casi  solo  un  roce de labios y tras eso  las palabras que helaro la  sangre del  noble quien al  darse cuenta de quien le amaba no pudo sentir mas que terror e incertidumbre.

 

Farell

 

--- Te quiero  tanto mi  dulce Nathaniel,  te quiero,  te  quiero ----

 

Nathaniel

 

--- {{¿¿Pero que  ha sido  todo esto?? Farell… Farell  me  a besado aprovechando el que estaba durmiendo,  ¿Cómo ha sido  capaz? ¿Que  debería hacer? Si le aparto con  violencia, lo dejare en evidencia ante los demás  soldados y en un momento como este…  No  puedo dejar que pierda la  valía  y el  respeto de mi gente, además es mi amigo… ¿Qué debo  hacer? Yo  amo a Yue, pero no quiero lastimar a Farell… ¿Qué debo hacer?}}---

 

Farell  dejo al que  creía  su  durmiente  Rey quien desde hacía  un  rato había recuperado la conciencia, lo dejo en el interior de aquel hueco de la Ceiba y salió no cavia  duda que para Farell fue la mejor recompensa después de haber regresado de la batalla, ¿qué mejor galardón podría entregar su majestad a su vasallo que la calidez de sus labios?

 

Mientras que para el monarca aquello  había  sido  una de las experiencias más mortificantes de su joven  vida  hasta el momento escuchar como su leal  amigo y fiero  soldado le  dice cuanto le  ama, el saber que son robados sus besos cuando este  duerme, de cierta forma le ha traicionado su  confianza se  siente dolido y  consternado, su corazón sufre, pues ahora no  sabe como deba reaccionar,  es difícil ahora decir que confía  en este con plenitud  pues se siente bajo amenaza no solo por su seguridad personal si no porque podría llegar el  alma de su  amigo ser corrompida por el deseo mal habido de un amor no correspondido y  le quiera  tomar por  fuerza, Nathaniel no es que tema  a un ataque  así, pues bien sabe que tiene todas las papeletas para  vencer a este  en cualquier momento, lo que  teme es  perder para siempre al que consideraba  su mejor amigo.

 

¿Cómo  tenerle confianza ahora a  este que  le ha besado mientras le  cree dormido? ¿Cómo poder sentirse a salvo como antes, cuando el está  cerca? ¿Cómo debe reaccionar ante el de ahora en más? El  rey de Erandy está en una disyuntiva  bastante complicada confiar en el aun y cuando  le a traicionado o  dejar de confiar  en este y no solo eso perder  a un gran  amigo dado a esto. Nathaniel se gira y  se encorva un poco abrazando sus  rodillas el  cansancio le  vence una  vez mas y cae  en el  sueño profundo, mas  su intranquilidad  le ha  forzado a crear un campo de energía que nadie puede  traspasar, los  soldados se  han quedado a  montar guardia alrededor del gran árbol y en el interior una luminiscente luz azul destella, es como si el tronco de este  gran árbol albergara en sus adentros una  hermosa  gema. Un topacio que resplandece en la inmensidad de la noche.

 

De regreso  en  Shin Makoku, la familia  real regresa a Pacto de Sangre, después de  haber  exterminado  con  gran rapidez  a  los  colosales leviatanes, Wolfram está  muy  agotado y lo único que desea por el momento es  un poco se sosiego, van viajando en una carroza que llegara diligente desde el  cuartel o mejor  dicho desde los deteriorados cuarteles del escuadrón Omega, los demás  soldados  viajaban en caballos y  carretas similares  buscando el retorno y confor de su nació y un merecido descanso de  todo aquello.

 

Cuando la caravana  va  ingresando a tierras de nuevo Makoku, las puertas de  esta  gran nación se van  abriendo, debido a los  Leviatanes s e tuvieron que alzar  grandes murallas para  proteger  a los habitantes de  Shin Makoku, cuando la carroza que transporta en su interior a la familia  real va ingresando  en el reino,  los comentarios y chismorreos de la  muchedumbre se escuchan como siseos resonantes en todo lugar, Yuuri, Wolfram y Yue estaban  en su interior Wolfram dormía plácidamente en brazos del  Rey y Yue lleva su mirada perdida  completamente sumido  en su tristeza,  a perdido a  su  querido compañero de andanzas su  leal  Puchi y no está a su lado su prometido, mira de  reojo a sus padres los  cuales a pesar de  pasar con grandes pruebas siguen juntos y se mantienen en pie el no confiando en el otro, siempre juntos, sonríe con melancolía y alza la  vista  buscando en el cielo de Shin Makoku el rostro de su  pequeño Principito Don Perfecto,  sonríe  recordando  al pequeño mas  en eso  un recuerdo  fugaz  borra aquel aspecto del  gentil y  dulce niño que  adora  tanto por el de un joven mucho mayor de  belleza exquisita y de un físico  delgadamente estético.

 

Suspira Yue y sin mucho  afán  voltea a ver a sus súbditos algo  raro pasa,  las personas que le miran  le observan con recelo,  con gran temor, Yue siente un terrible dolor  en su pecho a  causa de  tal  rechazo hacia él, está confundido, es la primera vez que su  gente les hace una bienvenida de  esta manera, el  silencio va envolviendo la diligencia donde  van llegando  la caravana de  tierras de Caloría. Solo se escucha  las pisadas de los cascos de loso caballos, el  girar de las  ruedas de las carrozas al pasar con lentitud  por la calzada  principal del reino, Yue se siente inquieto  y mira  de reojo a su  padre quien dormía  también abrazando  con gran amor a su Consorte.

 

En palacio, en Pacto de Sangre tal vez les espera una amarga bienvenida…

 

En  tierras de Zurita un  loable guerrero  sufre la pérdida de su ser más amado, aquella de la que su  corazón quedara prendado  y  quien ahora nunca más podrá sostener en sus brazos, con las  terrible frustración de nunca  haberle dicho apropiadamente lo que sentía por ella, sin poder  probar de sus labios un  tierno y cálido  beso.

 

En el templo del Shinou, el rey original contempla todo sin decir nada solo  aguarda por  la llegada del tercero que esta  por  emerger, mientras que  su amado mira con suma tristeza como las cosas se van suscitando de la manera más  cruel, le duele  profundamente el pesar de su querido  hijo, pero parece que no puede hacer más por él, mira con recriminación a Shinou y este solo le dedica una mirada seria y regresa a observar el futuro de Shin Makoku.

 

En tierras de Dragones,  el soberano sigua aun sufriendo de sus heridas y  a la espera de  reencontrarse con su amado Heraldo quien cabalga  lo más rápido posible para  llegar a su lado, y en el paso de Victorius dentro de un hermoso  árbol de Ceiba un oji azul se protege de quien se supone debería protegerle.

 

El destino de  nuestros personajes está pasando por duras pruebas, ¿estarán listos para supéralas?

Notas finales:

Una gran  disculpa a todos  y  todas mis  lentores, he  estado  sumamente ocupada  en estos  días y  no había tenido la oportunidad de entrar en la pagina y actualizar mis  fic,  intentare  ponerme  al corriente con este y los demás  Fan Fic, espero que el capítulo de hoy compensé un poco  lo  mucho  que  les  he  tenido  sin actualizar,  por  darme un espacio y  retomar  todos y cada uno de mis fic´s

 

ATTE: Zumiko Yuram.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).