Le había preguntado que hacia aquí, pero había salido huyendo de la habitación arruinando también el momento.
- Pero que…- dije confundida, me había levantado de la cama, Sarah estaba igual de confundida que yo. Pero se había deslizado por la cama y me había aprisionado con sus brazos
- ¿vas a seguirla?- me pregunto posicionando sus labios cerca de mi oído.
- No se… me intriga saber qué hace acá… lo que haga esa mujer no debería importarme pero admito que me da curiosidad, siempre da sorpresas- exclame cerrando un momento los ojos, luego con cuidado aparto los brazos de Sarah y me decido a ir a buscarla- deberíamos continuar en otro momento- pero Sarah me tomo de la manga para detenerme
- Nunca es el momento- dijo- extraño sentirte Jill- dijo Sarah sonrojándose levemente, Jill la miro sonrojada y trago saliva, era verdad hace bastante no estaban cercanas por así decirlo, pero realmente no tenía cabeza para nada, tal vez debería darse un momento de descanso, fue hacia la puerta y la cerro con seguro, así nadie las interrumpiría.
- Está bien, tu ganas- dijo Jill acercándose de nuevo a Sarah, uniendo sus labios a los de ella en un beso cargado de deseó, Jill pronto bajo por el cuello de Sarah dejando rastros húmedos de besos, que dieron pasos a mordidas y chupones.
- Jill… no me dejes marcas- decía Sarah entre suspiros, sin duda su punto débil era su cuello, sentir los dientes de Jill morderla la enloquecía bastante.
- Siempre tengo que hacerle saber al resto que eres mía- exclamo Jill levantando su rostro y mirando a su prometida, para luego besarla nuevamente
- Que chistosa eres- dijo Sarah mirándola mientras Jill se colocaba encima de ella- como si fuera necesario- sonrió levemente para besar a Jill
- Lo sé pero… lo siento…- exclamo Jill levantándose con suavidad- no me puedo concentrar si esa mujer está abajo- exclamo mirando la puerta, arruinando por segunda vez el momento
- Eres injusta- dijo Sarah dándose la vuelta dejando a Jill abajo- supongo que tendré que cobrármela en la noche… te acompaño- exclamo tomando suavemente el brazo de Jill
Ambas bajaron al primer piso y se encontraron a Jazmín esperándolas en la mesa del comedor, ambas se miraron confusas y más cuando las invito a tomar asiento frente a ella.
- ¿ahora qué?- pregunto Jill mirándola fijamente
- Vine porque de ahora en adelante te ayudaré- exclamo firmemente
- Creo haberte dicho que no quería tu ayuda, aparte no la necesito- Jill se cruzó de brazos
- Claro que la necesitas, sé que no eres buena expresando lo que sientes, reprimes tus emociones mucho-
- Jill escúchala tal vez te ayude- Sarah se cruzó de brazos y miro de reojos a su prometida
- Oye tú no te pongas de su lado- exclamo Jill enojada
- ¿ustedes son pareja? Digo aparte de estar comprometidas- pregunto Jazmín
- Si- dijo Jill- ¿a qué se debe la pregunta obvia?
- No es que me quiera meter pero… creo que debería empezar con ustedes de alguna forma ciento que ustedes empezaron mal y están ahora a medias-
- ¿a qué te refieres?- pregunto Sarah
- Ustedes ¿han tenido alguna cita antes de que llegaran a lo que son ahora?
- Ahora que lo mencionas…- pensó Sarah- no hemos tenido como tal una cita, dimos por hecho varias cosas, somos prometidas, esos nos hizo saltarnos de mucho
- Estamos bien no necesitamos tu ayuda… lo que nos falta lo resolveremos solas de algún modo- exclamo Jill levantándose- no se tu Sarah… pero no quiero perder mi tiempo hablando de cosas sin sentido, iré a entrenar-
- Te refieres a que nuestra relación es algo sin sentido- Sarah la miro enojada, ante el comentarios Jill la miro sorprendida, rayos sentía que metió la pata sin querer, miro frunciendo el ceño a la mujer y se marchó- estúpida- susurro Sarah
- Sarah… veo que… de ambas eres la más madura, eres quien lleva cierto control… ¿puedes hablarme de ustedes y de Jill?
- Está bien- suspiro Sarah mirando en la dirección en que se fue Jill, su padre le había comentado un poco la historia de ella, así que por lo que escucho y más que nada por sus instintos, confió un poco en ella- aunque no hay mucho que decir…hace algunos meses nos comprometieron, nos odiábamos, no podíamos estar en un espacio cerrado sin pelear o que ella me jugara bromas pesadas…- Sarah al recordar los primeros tiempos que estaba con Jill se rasco la nuca y miro hacia un costado- aunque… estar viviendo en la misma casa y estar en el mismo colegio… hizo que nos lleváramos mejor… nos aprendimos a tolerar y terminamos conociéndonos bastante- se sonrojo levemente- no sé cómo terminamos viéndonos mutuamente, aunque con algunos inconvenientes… sin decir que Jill estaba muy atormentada-
- Ya veo…- dijo algo decaído la mayor- ¿cómo es ella como pareja?
- ¿he? Bueno… es algo tímida… aunque a veces tiene arranques de valentía… aunque la mayoría de las veces es una idiota- ante el comentario Jazmín rio un poco, le recordaba un poco como era el antes de volverse un desgraciado.
- Así que no han tenido una cita… pero si han avanzado varios escalones- exclamo Jazmín, ante el comentario Sarah se sonrojo-deberían empezar por ahí-
Varios días después Sarah, Jill y Jazmín caminaban por una concurrida calle, Jill era la más incómoda por el momento, se preguntaba cómo diablos dejo que Sarah la involucrara en los planes de esa mujer, aunque con o sin ayuda de Sarah esa mujer con bastante insistencia hubiera logrado arrastrarla.
- Sigo sin entender porque tenemos que hacer esto- dijo algo malhumorada Jill
- Calla, no inicies una pelea- le regaño Sarah
- Ya verán que se divertirán- exclamó entusiasmada la mayor
- No sé si al final seremos nosotras o tu- susurro Jill
- Ustedes tendrán una cita de verdad- exclamo
Jazmín
Estaba emocionada por su cita, sin duda aquello me recordaba mucho cuando salía con su padre, se notaba a kilómetros que ella era la hija del, la forma en que se paraba demostrando confianza e imponiendo presencia, sus pasos firmes al caminar, su mirada fría, había tanto de el en ella que era estúpido que le haya tratado de aquel modo. Las observo comportarse juntas, era de algún modo gracioso, Jill se quedaba corta en demostraciones, se notaba que aún le costaba pero hacia su mejor esfuerzo, más que ayudarlas, ella realmente quería ayudar a Jill a que se comportara como alguien normal, que sacara un poco más sus emociones, sin duda sonreía al ver como Sarah aplacaba la fuerte presencia y suavizaba la mirada de Jill, le recordaba tanto a ellos, la forma en que le sacaba algún sonrojo o una sonrisa, sin duda Jill pulió bastante su carácter, creció fuerte, su mirada era imponente, era capaz de colocar nervioso a cualquiera, también era bastante alta, aquello también ayudaba. Las observo por largo rato aunque al principio su relación haya sido forzada, no cabe duda que están hechas la una para la otra.
- Sin duda esto fue lo mejor que pudiste hacer bien por ella- susurro, le encantaría verlas en un futuro, Jill tomando el puesto de su padre con Sarah a su lado, siendo mejor que él, esperando que ella rompa aquel circulo, superando el dolor.
Se había perdido en sus pensamientos sin darse cuenta que el tiempo había pasado bastante rápido, se sorprendió al verlas cerca de ella, preguntante si ya podían irse, Jill parecía más relajada.
- No creas que te daré las gracias por esto… esto podríamos haberlo hecho en cualquier momento- exclamo Jill, mirándome fijamente, aun sus ojos me retaban, querían descubrir algún motivó oculto, sonreí ante aquello, así que la abrece, ella me aparto rápidamente- sin duda eres una mujer extraña- Sarah le jalo la mejilla para que dejara de hablar, para luego susurrarle algo al oído, provocando que se sonrojara.
- Gracias por todo, fue divertido- exclamo Sarah, me despedí de ambas sin duda aún quedaba trabajo, pero debía ganarse la confianza de Jill ya que sin duda había captado su atención.
Tal vez debería explicar ciertas cosas, tal vez se pregunten por que estoy tan interesada en Jill, porque haga tanto esfuerzo por alguien con quien no comporto lazo sanguíneo, tal vez la razón sea sencilla y difícil de comprender, es que simplemente al ver a Jill de bebé la ame como si fuera mía, prometí cuidarla y aplacar su dolor, espero poder pronto entregarte algo importante, aparte hice una promesa y yo no las rompo.
Inicio del flashback
Me había metido a escondidas a la casa de la familia Ginovaef, ella había solicitado verme de forma urgente su voz esta extraña, fui directamente a su cuarto y al entrar la vi sentada en su cama, al parecer estaba enferma.
- Al fin llegas- estaba decaída- necesito pedirte un favor Jazmín-exclamo
- Si claro dime- me acerque y me senté en la orilla de la cama
- Si… si por alguna razón a mí me pasara algo… no importa que… ¿podrías velar por Jill? si ella llegara a cambiar por su padre ¿podrías ayudarla a volver a encontrarse?- su voz era algo melancólica
- No digas eso… suenas como si te fueras a morir… no digas eso, tienes que estar para Jill- ella sonrió levemente y saco un sobre que escondía en su mesa de noche
- Solo si algo malo me pasa y cuando ella esté preparada… dale esto- me entrego el sobre yo lo mire unos segundo para verla de nuevo
- Está bien, pero por favor no hagas nada extremo, piensa en ti y en tu hija- dicho la deje descansar, no se veía muy bien
Fin del flashback
Los días pasaban y para Jill esa mujer era fastidiosa había que alagar lo persistente que era, también tengo que admitir que tal vez tenga razón en algunas cosas, aun me falta mucho por aprender tal vez podría aprender con ella, pero sin aceptar que ella tenga razón, hoy Jake me pidió que saliéramos los dos quería comprarle algo a su novia ósea mi amiga y necesitaba apoyo y el consejo de una mujer, más bien de la mejor amiga de su novia y del. Le dije a Sarah que saldría con Jake y a penas me aliste para salir le di un beso y me marche mientras ella hablaba con esa mujer, ahora que él había propuesto aquello tal vez no era mala idea comprarle algo a Sarah, no creo haber comprado nada en este tiempo, pero la pregunta era ¿qué? Al encontrarnos el me guio por muchas tiendas, caminamos bastantes.
- ¿Qué le regalaras?- pregunte
- Quiero regalarle un collar, tal vez algo que tenga nuestras iniciales- exclamo Jake mirando la vitrina de una joyería
- Ya veo… oye ¿tú qué crees que debería regalarle a Sarah?- me atreví a preguntar con algo de vergüenza
- ¡vaya! Tu ¿regalar algo romántico? Eso es nuevo- exclamo sorprendido- has madurado pequeña Jill- le dio algunas palmaditas en su espalda
- C-cá-cállate- dije avergonzada- es solo… que me gustaría darle algo como agradecimiento ¿se te ocurre algo?-
- Serás su esposa… un collar no sirve de todos modos cuando seas más rica de lo que ya eres podrás comprarle cosas mejores… - exclamo Jake- ya se… un anillo, pero que sean a juego, podrías… escribir las inicial de ella y la tuya en la parte interna del anillo
- Eso suena genial ¡gracias!- exclamo alegre- pero primero veamos tu regalo-
Ambos entraron a la joyería y miraron algunos collares hasta que al fin escogió un collar del yin y el yang que se separaba, mando a escribir las iniciales de cada uno por separado, luego de pagar, se fue con un comprobante, tendría que retirarlo en algunos días. Mientras tanto Jill miro algunos anillos y una vez que encontró el par indicado los reservo, primero tenía que saber la talla de Sarah y la suya.
Luego de todo aquello fueron a comer algo, jugaron un poco y se fueron, por un lado Jill se fue con aquello en mente y al día siguiente tenía todo listo solo le quedaba esperar.
Algunos días pasaron y Jill estaba lista para hacer entrega del regalo, por alguna razón aquello le avergonzaba, solo era un regalo, no era una propuesta de matrimonio, tampoco era como si pudiera negarse, maldición… porque pensaba en eso.
- Sa-Sarah…- le llame desde la puerta de su cuarto
- ¿Qué pasa?- cerro aquel libro que estaba leyendo
- Yo…yo… he…em…- porque tartamudeo es solo un regalo, que me pasa…
- ¿Por qué estás tan nerviosa?- Sarah se acercó a mí, yo apreté un poco la pequeña caja que escondía tras mío
- He… ¡TOMA!- le di la caja y me marche corriendo, porque huía de mi propia casa, no siquiera voy a saber en ese momento si le gusto o no, soy una idiota en primer lugar porque llegue a eso… es por culpa de esa mujer entrometida, las relaciones son bastante raras, pare en seco y mire el cielo
Di una vuelta para quitarme el nerviosismo antes de volver a mi casa, realmente soy una idiota por huir, entre a mi casa y subí a mi cuarto, me tire en la cama, como hace bastante no hacía y mire el techo.
- Ahora que recuerdo, mi madre me hablo del amor, pero como no me interesaba no la pesque demasiado… tal vez si me falta algo como dice esa mujer- suspire- ¿porque me puse tan nerviosa?
Mi puerta se abrió de golpe y Sarah se lanzó sobre mí.
- Gracias… Jill eres muy dulce- exclamo Sarah abrazándome con fuerza por el cuello- ¿porque corriste?- levanto su cabeza para mirarme
- Jejeje no se- reí un poco- ¿te gusto?- pregunte, pero Sarah me beso contestando mi pregunta- estoy algo sudada, me iré a bañar- exclamo Jill
- Te acompaño- exclamo sonriendo Sarah
Mientras tanto jazmín estaba en el dojo hablando con Joshua, rememorando algunos viejos recuerdos.
- Recuerdo que solía darte palizas de joven, exclamo Jazmín riendo
- Yo no lo recuerdo de esa manera… recuerdo que para levantarte la moral te dejaba ganar, aparte con mi fuerza podía lastimarte feo y dañarte un pelo era mi sentencia de muerte- se rasco la nuca el hombre riendo de forma nerviosa, lo menos que quería recordar era los entrenamientos con Jazmín, ella rio de forma estrepitosa y lo miro desafiante
- ¿quieres recordar quien ganaba?-
- No llores después- Joshua se levantó miro a Jazmín y le paso un conjunto de entrenamiento que guardaba en el Dojo