Desde hace un par de días Seung-hyun se había percatado del estado en el que se veía su amigo. Lo notaba un tanto indiferente, al igual que molesto y hasta decaído; realmente no tenía conocimiento sobre su estado anímico ¿Quizá el exceso de trabajo? Sin embargo, se animaría a preguntar si ello continuaba.
En ocasiones el chico de cabellos aguamarina intentaba ajustar sus tiempos, inclusive hacía lo posible para salir rápido de los ensayos o juntas de la agencia. Era evidente que esperaba coincidir entre pasillos con el castaño; lo escucharía, le daría algunas palabras de aliento y por supuesto se las ingeniaría para que el contrario cambiase su semblante. Después de todo no estaba familiarizado con nada más que aquel curvar en las comisuras de su hyun.
Aquella semana cada integrante de BigBang se encontraba igual o más ocupado que Se7en. Todo era un ir y venir, ya que se centraban por completo en su viaje a New York para las grabaciones del MV de “Blue” y “Bad Boy”
Los días transcurrieron y por fin el menor tuvo tiempo para llegar hasta la sala de ensayos donde observó a su amigo desde la puerta de cristal templado. Sin lugar a dudas este mantenía el mismo gesto de inconformidad. No importaba que media compañía, o incluso la compañía entera se hubiesen retirado Choi Dong Wook no detenía por nada sus ensayos.
En los pasillos de YG se mencionaba que al cantante se le dificultaba una coreografía que montaban para una obra musical. Dicho proyecto estaba próximo a estrenar. Él siendo el foco de atención y sin poder realizar los pasos de manera adecuada era algo que lo tenía al borde. Era claro que reaccionara de aquella manera puesto que no estaba acostumbrado a un ritmo tan lento y suave; después de todo aquello era un reto para sí mismo.
— ¡Hyun! — Exclamó una voz áspera, generando una grácil sonrisa en el agotado chico que intentaba regular su respiración después de un fallido baile.
— Top-ssi ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Extrañabas a tu hyun? — Cejeó con diversión antes de llamarle con un ademan.
— ¿Podría negar algo que es tan evidente?
Esta vez cuestionaba con una sonrisa juguetona. No tardó en abultar levemente los labios como si le mandase besos de manera constante, provocando una risotada en el contrario que pronto se puso de pie para llegar a él y acurrucarse entre sus brazos como si no se hubiesen visto por años.
— Dilo… Dime que me has extrañado, que vienes a mí porque soy para ti como el aire que necesitas respirar.
No por nada aquel hombre era un buen actor y tomar el papel de “enamorado” no era nada que se le dificultase, sin embargo, el más alto negó de inmediato. En realidad el otro no se equivocaba, lo extrañaba, pero principalmente se encontraba frente a él para ayudarlo.
El castaño se alejó del cuerpo que lo abrazaba por la cintura mostrándose indignado, aunque ello siguiese siendo un juego.
— Cuéntame porque has venido… — Masculló, prácticamente al mismo instante que era abrazado una vez más, esta vez por la espalda.
— Sé que desde hace días te encuentras molesto, también llevo minutos observándote… esa coreografía se te está dificultando. Si ello es lo que te tiene mal, quiero ayudarte… Te conozco, sé que no pedirías ayuda de nadie, pero ahora estoy aquí. —Musitaba, en la nuca ajena ya que la posición se lo permitía.
—… No lo niego. Es lo que me molesta…Gracias por estar aquí. — La anatomía de Se7en se había erizado de punta a punta, gracias a aquella tibia respiración que chocaba sobre sus cabellos. Lo que antes parecía ser una actuación no era nada más que sus sentimientos expresados con franqueza que llegaba a confundirse con sus juegos de siempre.
— Puedes ir a poner la música, por favor. — T.O.P rió internamente, ello lo ponía más nervioso que a su amigo mismo.
Por lo que pudo observar instantes atrás, el baile era en pareja ¿Qué hacía Choi bailando solo? Seguramente no deseaba darle más molestias a su pareja de baile; optando en ensayar por su cuenta. Los pasos tampoco eran complicados ¿Entonces qué estaba haciendo mal?
La música tienes que sentirla. Dada nota, cada silencio, espirar tranquilamente en las pausas. Incluso uno debería cerrar los ojos para permitir que cada segundo de la pista nos inunde. Hay que hacer nuestra a la canción y al mismo tiempo hay que pertenecerle.
— Ven acá. — Lo llamó para que se acercara nuevamente a su cuerpo y así poder iniciar.
Al principio las cosas parecían ir perfectamente, pero conforme la balada avanzaba los errores se hacían evidentes. El de Bigbang reía con suavidad en ocasiones, a decir verdad él tampoco era bueno en aquel tipo de bailes, pero se estaba esforzando. Ambos se estaban esforzando.
—Me estás pisando, hyun. —Se quejó sonriente.
—Lo siento, Top-ssi, hagámoslo de nuevo. —Se disculpó e inició nuevamente el tema.
A lo mucho había pasado 30 segundos y un nuevo pisotón iba directo a su pie izquierdo, provocando una risa divertida por ambas partes. De aquella manera estuvieron cerca de 20 a 40 minutos; parecía no existir un avance. De pronto el de cabellos aguamarina tuvo una idea, que aunque no sabía si funcionaría no perdería nada si la llevaba a cabo.
—Cierra los ojos y sólo escúchame a mí. —Se veía tan decidido, que su acompañante no se negó y cerró los ojos lentamente. No tardaron en adoptar la posición en que la diestra de T.O.P se coloca en la cintura del mayor.
— Uno, dos tres, uno dos tres… —Aquella voz áspera intentaba sonar suave, ya que le estaba cantando a la persona que se hallaba frente suyo, este no demoró en mostrarle una sonrisa de inmediato. — Ahora, sígueme después de que juntes tus pies. Relaja tus rodillas y tus hombros también. Ya que estamos en posición, tomemos nuestras manos así… Ahora nosotros emparejemos el ritmo de nuestra respiración…
— Funcionará ¿Cierto?— Un roce en la punta de su nariz le respondía, acompañado por un “sí”
— Al lado, levantamiento y caída ¿Es difícil? No te preocupes, hagámoslo de nuevo. Uno, dos tres, uno dos tres. — Sus cuerpos cedían. No hacía falta nada más que aquella paz y sincronía de sus almas.
—… Eres muy bueno. — Susurró Se7en avergonzado.
—Por favor, recuerda esta sensación. Alineando juntos nuestros corazones aún sin experiencia; pareciera como si estuviera empezando quizás el baile más bonito del mundo… Sí, ese es, exactamente ese es. —Continuaba interpretando aquel tema que parecía ayudar a los pies izquierdos de ambos.
Todo era calma, todo iba a la perfección que nada podía arruinar su momento, aquel que era exclusivamente para ellos dos. Al lado, levantamiento y caída ¿Es difícil? No te preocupes, hagámoslo de nuevo. Uno, dos tres, uno dos tres.
Latidos desbocados, mentes en blanco, manos que comenzaban a temblar como sus cuerpos enteros… Ahí, cuando el tema llegaba a su fin, era el inicio de un par de labios que se besaban con tranquilidad y amor.