El ir a través de ramas por el suelo y aire le era dificultoso, sumado a que aún se sentía mareado por el repentino estallido que sufrió momentos atrás. Empezaba a tener sueño, y aquello empezó a pasarle factura. El chico de piel morena dio un paso en falso tropezando y sujetándose del más bajito delante de él. Más quizá no se sujetó de donde debía…
— ¡Ah! —Chilló el chico de menor estatura y ojos saltones— Jongin…
Todos se voltearon a ver, y el joven caído solo atino a sonreír con nerviosismo ante el gruñido de su nombre que había emitido el chico de ojos grandes, al cual ahora se le veían los calzoncillos de puntos rojos debido al jalón que le dio el moreno.
Y no era imaginación de todos que el piso temblara.
***
—Ya, ya. Vale, cálmate Kyungsoo, fue casual. —Intervino el chico de cabello castaño y ojos destellantes, antes de que el más bajito se enojara aún más, algo poco favorable.
—No fue casual, siempre busca hacer esto. Por eso me acosa. —Replico el aludido, señalando con el índice, acusadoramente, al de piel morena.
— ¡No es cierto, hyung! Solo-
— ¡Ya! Fue solo un accidente, por ahora quedara así. Si después lo pueden arreglar conversando por favor, ahora nos encontramos con suficientes problemas como para algo así. Continuemos. —Hablo con voz autoritaria y de liderazgo uno de los jóvenes también de corta estatura, pero el mayor de todos ellos, Minseok.
Todos asintieron al mismo tiempo, como soldados, como si de canes entrenados se tratasen.
A pesar de lo ocurrido, Jongin intento coger de la mano a Kyungsoo, pero este le rechazo, apartándola para ir al lado de Luhan a conversar.
Continuaron su caminata. Habían sido 6 subiendo a la nave y 6 al estrellarse esta. Ahora seguían siendo 6 chicos perdidos en lo que ellos vagamente conocían como planeta tierra.
A pesar de haber sobrevivido juntos por ser seres casi inmunes, muy a comparación de los humanos, les era agotador acostumbrarse a la densidad de la tierra. Sabían que en este planeta existía la gravedad y no tenían sus queridos juguetitos para burlarse ella. Con que, a falta de ellos, tenían que caminar. Y el agotamiento sumado al aburrimiento de ver solo arboles era insoportable.
Para su buena suerte les esperaba algo nuevo.
De pronto el camino desaparecía y los frondosos árboles terminaban donde empezaba una gran extensión de verdes pastos.
— ¡Miren eso! —Grito el más alto de todos, de cabellos negros y crespos, Chanyeol, señalando en dirección hacia donde se extendía el campo— ¡Debe ser un castillo!
A lo lejos, pasando algunos arbustos que simulaban un cerco, se alzaba una mansión enorme, mas quizá no lo suficiente para obedecer a la exageración del chico.
—Venga, apresuremos el paso. A lo mejor encontremos algo. —Dijo Minseok, y todos le siguieron.
Tras haber atravesado todo el prado que, muy al pesar de Minseok, estaba completamente expuesto al sol, y luego pasar los arbustos; Jongin, Kyungsoo, Luhan, Yixing, Chanyeol y Minseok llegaron a estar dentro de la propiedad ajena. Y la casa, si aún se le podía llamar así, era aún más grande de lo que habían podido imaginar. Era una mansión, con todo lujo que ellos veían como algo extraño.
— ¡Miren! ¡Tiene un pedacito de océano! —Exclamo Yixing.
—Es una piscina, Yixing.
— ¡Asientos! —Grito Chanyeol, sentándose en una de las sillas reclinables que había a un lado, junto a una mesita y sombrilla— ¿No tienen algún teclado o pantalla para activar la mensajería o jugar? Ni siquiera da masajes.
Luhan le dirigió un gesto irónico al oír sus quejas, más el chico sentado le ignoro mientras examinaba los brazos de las sillas buscando lo que quería.
—No toquen nada. —Advirtió Minseok.
— ¡Yixing no bebas el agua de la piscina!
En el acto el mencionado separo ambas manos que había juntado para simular un recipiente, dejando caer el poco de agua retenido en este.
—Chicos, aquí. —Llamó Jongin, mientras veía a través de las mamparas de vidrio y ventanales que conformaban la pared trasera de aquella mansión.
Kyungsoo se acercó, examinando el interior de la casa.
—Su decoración… es extraña. No parece haber tecnología aquí. ¿Cómo viven? —Musitaba más para sí mismo, a pesar de que Jongin siempre le escuchaba.
— ¿El lugar estará vacío? —Pregunto Chanyeol mientras se acercaba junto a los demás chicos.
—Habrá que entrar. —Dio la orden Minseok.
Y todos acataron sin más.
***
— ¿El mes que viene? Está bien... Si, hablare de eso con Sehun… Claro, no hay proble- Yi Fan, ¿me esperas un momento? Te devolveré la llamada.
Tan pronto hubo dicho aquello, Junmyeon colgó, sujetando con fuerza su celular. Durante el rato que estuvo hablando con su socio, había oído ruidos extraños provenientes de la cocina, y podía estar seguro ahora que oyó el estruendo de ollas caer.
Se acercó al lugar para asomarse por la puerta con algo de nerviosismo encima. Se le cruzó fugazmente por la cabeza el hecho de que pudieran ser ladrones. Pero le parecía imposible y mucho menos a él y en la zona en que vivía. Otra opción era Aileen, su saluki hembra, pero esta se encontraba en la en la habitación de arriba.
Mas lo que encontró fue nada más, y nada menos que a, lo que a él le pareció, un grupo de adolescentes.
“Vándalos”, fue lo primero que se le vino a la mente.
Salió de ahí lo más rápido que pudo, marcando a la policía.
— ¡Jongin! —Minseok dio la orden.
Al aludido no le tomo ni media fracción de segundo desaparecer de la cocina para reaparecer detrás del hombre que había huido, tomándole de las muñecas por la espalda, haciendo que el teléfono cayese al suelo.
Al poco rato tanto Jongin como el apresado estaban rodeados por los demás. Minseok congelo las manos de Junmyeon al no tener esposas o algo con que retenerlas. Aquel poder dejo al dueño de casa completamente perplejo.
— ¿Qué quieren? ¿Dinero? Si es dinero o cosas de valor pueden llevarse lo que sea, lo que quieran, todo. Pero no ganaran nada con hacerme daño.
Los 6 chicos de pie se miraron las caras y Kyungsoo era el único con un gesto de preocupación, pues estaba claro, por la expresión de los demás, que aquello les era divertido.
***
—Veras, la nave-
Yixing iba a empezar explicando el imprevisto que tuvieron, hasta que Luhan le tapó la boca, forzando una sonrisa amistosa.
—Solo tuvimos accidente.
—Todos hemos perdido la memoria. —Agregó Chanyeol, dando golpecitos en su sien con el dedo índice. Claramente inventando aquello.
—Sí, y nos han robado.
— ¡Y quisieron violarnos! —Exclamo Yixing— Ya puedes ver que somos muy guapos. Los hombres pensar que Luhan era mujer. ¡Sí! Y si no fuera por-
Luhan volvió a taparle la boca, esta vez con algo de enojo escondido tras una fingida sonrisa.
—Omitamos esa parte, parece que el golpe que le dieron a Yixing lo ha dejado alucinando.
—El punto es que estamos perdidos. Y queremos hospedaje.
— ¿Hospedaje?
—Sí, quizá por un tiempo. Tu casa es grande, y no te haremos daño, si tú no nos lo haces a nosotros, cosa que no te convendría.
A Junmyeon le recorrió un escalofrío al ver la sonrisa sarcástica del chico moreno delante de él. Sentía que su vida estaba en peligro y no terminaba de creer que uno de ellos haya podido congelarle las manos de la nada. Supo entonces que quizá no eran completamente humanos.
Y pudo comprobarlo en cuanto Minseok dio la orden de que revisaran la casa. El chico moreno que le hablaba desapareció y pronto su voz se oía desde el segundo piso, mientras que el chico de rasgos faciales afeminados empezaba a mover los objetos y analizarlos sin necesidad de utilizar las manos.
—Entonces, ¿Cuál es tu respuesta? —Insistió Minseok.
Junmyeon le dirigió la mirada, tragando saliva.
— ¿Quiénes son?
— ¡Oh! —Minseok tuvo un pequeño sobresalto, esbozando una sonrisa— Yo soy Minseok, el que está arriba es Jongin.
—Yo soy Kyungsoo, un gusto. —Hablo el chico de ojos grandes, que se encontraba revisando el celular.
—Soy Chanyeol. —Dijo el que estaba al lado del anterior.
—Luhan. —Decía el joven que examinaba las cosas con su mente, levantando la mano en ademan de saludo a la vez que mostraba una sonrisa.
—Y yo soy Lay. —Hablo el chico a su lado.
Minseok le dio una mirada severa, haciéndole gestos con los ojos.
—Ah, ah. Espera, no era Lay… —Murmuro, intercalando miradas entre su mayor y el dueño de casa.
—Yixing. Su nombre es Yixing.
Junmyeon bajo la mirada, con el entrecejo fruncido, pensando que haría. ¿Qué pasaría si se negaba? ¿Le harían algo?
— ¿Cómo puedo estar seguro que no conspiraran contra mí?
—Confiar. Las buenas relaciones se basan en confianza. —Le respondió el chico sentado a lado, que sonreía aun teniendo una cara somnolienta.
El chico apresado se detuvo a pensar un momento, mientras su mirada vagaba por el que poseía la telequinesis, parecía concentrado en lo que hacía, como si la vida se le fuese en ello, pero no dudaba en mostrar una sonrisa sincera en cuanto respondía a lo que el chico bajito y de ojos grandes le decía. El moreno que volvía a aparecer como por arte de magia, hablando con el que le pareció el líder y negando a las preguntas que este le hacía. Paso también por el más alto de todos, que ahora se encontraba jugando con el fuego que desprendía de sus manos, parecía un niño y por un descuido casi quema la manga de su playera, abriendo los ojos como platos y mirando a todos lados, cerciorándose de que nadie lo haya notado. Y por último su mirada cayo en el chico sentado a su lado, que le seguía sonriendo de manea natural, como si aquello fuera un juego.
—Está bien. —Dijo al cabo de unos momentos.
Los seis chicos se giraron en dirección al dueño de casa.
— ¿Cuál es tu respuesta?
—Que está bien, pueden quedarse.