Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El rojo de la perdición, el azul de la esperanza por Yessy Tachibana Fullbuster

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¿Una actualización? ¿Será el fin del mundo?

 

Chicas/os, he vuelto con un nuevo capítulo, sé que me he demorado años, pero tuve algunos problemas personales que me lo impidieron. Además no encontraba mi cuaderno donde tenía escrito gran parte del capítulo, pero no se preocupen, ya estaré trabajando en los proyectos que deje abandonados. 

 

Espero que les agrade el capítulo y aún se acuerden de esta historia :3

 

Advertencia: Este capítulo tiene una escena de violación, por lo debido si eres sensible a este tipo de contenido te recomiendo que empieces a leer después del primer cambio de escena.

Makoto hacía lo posible por evitar que saliera algún sonido que su atacante pudiera interpretar mal, pero no era nada fácil si su secuestrador lo masturbaba. Sabe que es una respuesta física normal al estímulo que está recibiendo, pero eso no evita que cada vez se sienta más sucio, y más al tener los dedos de su atacante dentro de él.

–¡Ahh!– soltó­­ un pequeño gemido de dolor al momento que su secuestrador trataba de entrar en él –para… por favor– suplicó, pero al sentir que el sujeto no iba a parar  empezó a mover sus piernas para evitarlo. Una de esas patadas logró derribar de la cama a su atacante.

–Bien Makoto, trate de ser gentil contigo… pero veo que no quieres cooperar. Tendré que hacerlo a mi manera– habló el sujeto. El castaño reconoció la voz, quería creer que estaba alucinando, que su mente le estaba jugando una mala broma. Pero al quitarle la venda su secuestrador, fue como si le cayera un balde de agua fría. Grande fue la sorpresa que se llevó al estar cara a cara con la persona que estaba a punto de violarlo.

–¿Rin?– Más que una pregunta fue una afirmación por el de ojos esmeralda, no podría creer que su novio lo tuviera cautivo todo ese tiempo.

–Hola Makoto, veo que me recuerdas… aunque hace un momento te notaba muy excitado al pensar que un completo desconocido te iba a penetrar–.

–Pero yo no…–

–¡Cállate!– le soltó una bofetada el pelirrojo al de ojos verdes –eres un inútil, solo sirves para abrir las piernas-

-Basta Rin, sabes que yo no… ¡Ahh!– trato de hablar el castaño, pero Rin ya se había metido de una estocada. Makoto no pudo evitar que lagrimas cayeran de sus ojos, esto no le podía estar pasando.

–Eres tan estrecho… más de lo que me imagine– hablaba el de ojos rojos mientras empezaba a embestir al castaño. Al principio fue despacio, pero conforme pasaba el tiempo iba acelerando sus embestidas. El castaño ya se había cansado de suplicarle a Rin que lo dejara, aquella mirada que le dedicaba el pelirrojo le aterraba.

¿Cómo no me di cuenta de todos los cambios en Rin? Estaba tan cegado al enamorarme de esa forma. Ya quiero que todo esto acabe.

Luego de un tiempo, Rin término dentro de Makoto.

–¡Oh! Makoto… no te duermas, esto apenas está comenzando– dijo esto al notar que su querido novio se empezaba a dormir.

_______________________________________________________

Mientras esto ocurría, en casa de la familia Tachibana se encontraban unos gemelos tratando de calmar a su mamá que en ese momento se encontraba muy alterada.

–Mamá, cálmate por favor– lloraba Ran tratando de tranquilizarla, ya que Ren se había asustado por la alteración que sufría la señora Tachibana.

–Ya estoy en…– no termino de hablar el señor Tachibana cuando encontró a su esposa llorando en un sillón y a Ran tratando de tranquilizarla –Pero qué paso aquí. ¿Qué le pasó a tu mamá, Ran?– preguntó mientras se acercaba a su esposa y la abrazaba para consolarla.

–No lo sé papá… estábamos poniendo los cubiertos en la mesa y de repente empezó a llorar… decía algo sobre mi onii-chan, pero no le entendía– sollozaba la gemela.

–Mi… hijo- empezó a hablar la castaña– algo le pasa a Makoto–.

–Tranquila… ya veras que pronto lo encontraremos– consolaba a su esposa.

Pasados unos treinta minutos aproximadamente la mujer logra calmarse y quedar dormida en el sillón.

–¿Y Ren?– pregunta el castaño al no ver a su hijo durante ese tiempo.

–Subió a nuestra habitación–.

El castaño recostó a su esposa en el sillón y subió a la habitación de los gemelos. Al no verlo ahí empezó a buscarlo por todo el cuarto, hasta que al pasar por el armario escucho leves sollozos provenientes de este.

–Hijo– abrió la puerta mientras se dirigía a su hijo, Ren al ver a su papá no hizo otra cosa más que aferrarse a su cuello y llorar todo lo que podía.

–Onii-chan… le paso algo… malo– logro decir el menor de los castaños.

–No te preocupes, Makoto es fuerte… ya que muy pronto estará con nosotros– trato de animar a su hijo, pero siendo sincero, él también temía no volver a ver a su hijo.

 _______________________________________________________

Yacía un castaño recostado en la cama, totalmente desnudo. Las telas que le impedían ver y articular alguna palabra ya no se encontraban en sus respectivos lugares y solo se podían escuchar unos leves sollozos de este.

—Estuviste bien Makoto… siento dejarte solo en este momento, pero tengo que regresar a Samezuka. No hay que levantar sospechas de nuestro amor—. Se despidió Rin dándole un casto beso para después salir de aquella prisión en la que retenía a Makoto.

Pasaron un par de horas en las cuales el castaño de tanto llorar se quedó dormido, en ese momento bajó su segundo secuestrador, volviendo a sorprenderse ese día, ya que al no tener la venda podía observar perfectamente quién era.

—¿Mikoshiba Momotarou?— pregunto desconcertado, nunca imaginó que el hermano menor del ex capitán de Samezuka ayudará en este retorcido plan a Rin.

—Lo lamento tanto Makoto-san… yo no quería hacer todo esto. Pero Nitori-senpai me lo pidió… dijo… dijo que si le ayudaba a Rin-senpai él saldría conmigo— empezó a disculparse el de cabello naranja muy apenado y triste por lo que su senpai le había hecho al castaño.

—¿Qué tiene que ver Nitori con todo esto? Hasta donde sabía Nitori está en Australia—

—Y lo está, por encargo de Rin-senpai—

—¿De qué estás…?—

—Lo lamento Makoto-san, pero primero me gustaría curarlo— el de ojos dorados lo interrumpió mientras señalaba su labio, el cual tenía un poco de sangre seca de cuando Rin le dio la bofetada.

Momotarou empezó a limpiar un poco la herida, para posteriormente colocarle una pomada. Terminado eso se colocó caudalmente al castaño para poder curarle el desgarro que sufrió en su ano; pero primero necesitaba estar seguro de que Makoto aceptará que le curara esa zona delicada, aunque cuando dirigió su mirada a la esmeralda pensó que fue lo peor que pudo haber hecho. El castaño lo miraba con una cara llena de terror, aferrando sus manos a la sábana que no sabía en qué momento la había tomado para cubrirse un poco el torso.

—Tachibana-san no le haré daño, solo me gustaría desinfectarle para que no sufra ninguna infección— le trato de decir tan calmado como pudo Momo, mientras notaba pequeñas lágrimas salir de esos bellos ojos esmeralda.

El castaño aceptó moviendo levemente la cabeza, a pesar de tener mucho miedo a que lo tocarán, quería dejar de sentir esa sustancia viscosa en su interior.

El menor de los Mikoshiba en ese momento se colocó unos guantes de látex para posteriormente separar las piernas de Makoto y empezar a meter uno de sus dedos lo más despacio que pudo, para no lastimar más de lo que estaba al de ojos verdes. Espero a que se relajara y empezó a tratar de sacar lo que podía de aquella sustancia —que si antes era de un color blanco/transparente, ahora estaba combinada con el rojo de la sangre de Makoto—, no sin antes colocar una toalla debajo de la zona que limpiaba.

Pasados unos minutos, había quitado bastante sustancia en esa zona, pero aun así, era necesario un baño. Esperaba que Rin no se molestara si lo hacía sin su autorización, dejo de pensar en eso cuando recordó que debía darle las pastillas para el dolor.

–Tachibana-san, aquí tiene– le ofreció una pastilla junto con un vaso con agua.

–Gracias Mikoshiba– respondió el castaño, tratando de darle una sonrisa, aunque esto solo le provocó al de cabello naranja un deje de tristeza. Aunque no conocía del todo al castaño. sabía por sus senpais que era una persona muy feliz, no obstante, dudaba que esto continuará así. Esperaba que esto pronto acabara.

–Me retiro, trate de descansar todo lo que pueda– le dio una última mirada antes de subir por aquellas escaleras y cerrar la puerta con seguro.

Una vez que se fue, Makoto se envolvió en la sabana de la cama hecho un ovillo y comenzó a llorar hasta volverse a quedar dormido.

 _______________________________________________________

Se encontraba un chico de cabellos azabaches, recostado en su cama con la mirada hacia el techo. No tenía ni quería moverse de su sitio, estaba demasiado preocupado por su amigo. No podía entender quién querría hacerle daño a Makoto, él, que siempre ha sido demasiado bueno con la gente. Esperaba que la familia Tachibana recibiera un mensaje o una llamada de que tenían al castaño secuestrado. Que solo tenían que pagar cierta cantidad de dinero para liberarlo y que regresara a casa. Prefería mil veces eso a no saber en dónde estaba, no saber si volvería o no, no saber si ya había comido o está siendo maltratado. No sabía nada de él y eso le ponía cada vez más nervioso.

En seguida sonó el timbre de su casa, no pensaba levantarse a abrir, pero tenía la ligera esperanza de que quien sea quien le hablara tuviera noticias sobre el castaño; así que ni lento ni perezoso decidió ver quien era.

–Haru– saludo Rin a Nanase –acabo de llegar de la comisaría, siguen sin tener alguna pista. Dicen que que si no saben nada de Makoto durante las próximas cuatro semanas, se retiraran del caso.

–¿Qué? ¡Pero Makoto está en peligro!– exalto furioso –¿Como pueden abandonar a Makoto asi?–

–Dicen que tienen otros casos azumulados en lo que obtuvieron mayor información que en el de Makoto, solo querían dar dos semanas para encontrar alguna pista, pero los convencí que al menos nos dieran un mes– al no recibir una respuesta del contrario, decidió regresar a los dormitorios de Samezuka, esa sesion de sexo con Makoto lo habia agotado. Pero eso no le importaba, mañana tendría otra y, al dia siguiente otra y así sucesivamente. Este pensamiento provocó una sonrisa que el moreno no pasó desapercibida.

Una vez que se fue, Haruka quedó muy confundido, fue hacia su habitación y se recostó, como minutos antes lo había hecho.

Hoy Rin estaba actuando muy extraño, cuando me dijo lo de Makoto no lo vi tan afectado como en un principio. ¿Sera que ya se olvido de Makoto? No, eso no puede ser. Son novios, y convenció al agente para darnos más tiempo… Aunque esa sonrisa que hizo, pese a que fue pequeña, no me gusto nada. Tengo un mal presentimiento sobre esto.

 _______________________________________________________

–Buenos días Tachibana-san– entro a aquel cuarto el menor de los Mikoshiba.

El castaño aun no despertaba. Y cómo sería posible, con todo lo que paso anoche. Apenas y logro conciliar el sueño, a pesar de que hubo veces en los que caía completamente en el sueño profundo, recordaba las terribles cosas que Rin e hizo.

–Tachibana-san– le movió un poco el hombro al de ojos esmeraldas, el cual despertó demasiado alterado –tranquilo, soy yo, Momotarou– trato de tranquilizarlo.

Una vez que el castaño logró tranquilizarse, abrazo con desesperación al más joven, a pesar de no conocerlo mucho, Makoto se sentía seguro con él. Unos momentos despues solto al de pelo naranja.

–Lo siento Momotarou–.

–No se preocupe, le traje algo para que desayune– le mostró el plato que anteriormente había dejado en el buro, al lado de la cama.

–Muchas gracias– comenzó a comer, pero realmente no tenía hambre. Así que no comió más que un tercio de la comida, a pesar de que el de ojos dorados le insistió de comer más, simplemente no podía.

–Disculpa mi intromisión pero, ¿no deberías estar en estos momentos en Samezuka?–

–Esta es la hora del almuerzo, así que no hay problema. Además de que no tengo clases la siguiente hora–.

–¿Estamos muy lejos de Samezuka?–

–Lo siento, no puedo darle esa información–.

Después de eso se creó un momento incomodo de silencio, Makoto no sabía si preguntar el por qué ayudaba a Rin con todo esto. El silencio fue interrumpido por Momo.

–Disculpe Tachibana-san pero me tengo que retirar. Espero que se encuentre mejor. En unas horas vendré a revisarlo y a traerle su comida–.

Una vez que se fue, Makoto tuvo mucho tiempo para pensar en lo que le estaba pasando, realmente no comprendía el por que de las cosas. Esperaba que todo se resolviera lo antes posible. Era cierto que quería a Rin y llegó a sentir un amor sincero por él, pero con todo esto ya no sabia que pensar. No lo odiaba, aunque estaba a solo un paso de este sentimiento. Ahora lo que predominaba en él era el miedo, miedo a no saber que ocurriria despues. Si Rin estaba lo suficientemente loco como para matarlo o solo era momentáneo. Extrañaba a su familia, extrañaba la escuela, su amigos, a Haru.

¿Qué hice para que algo así me sucediera? Rin era la persona a la que amaba, no entiendo sus acciones. Si realmente me quisiera no me habría secuestrado, n o me hubiera forzado a estar con él. Espero que recapacite antes de que sea demasiado tarde.

 _______________________________________________________

–Esto es absurdo, ¿cómo pueden dejar el caso así como si nada? Esto va contra la ley– decía un enojado Rei a sus amigos, los cuales estaban igual de sorprendidos que él.

–Ahorita se quieren concentrar en los casos en los que hay mayor posibilidad de encontrar a las personas. Esperemos que la persona que secuestró a Makoto lo deje pronto–. Contestó Nanase.

–No me quiero imaginar como está Makoto-chan, el es la persona más pura del mundo. No se merece esto–.

–Nadie se lo merece Nagisa-kun, solo nos queda esperar por noticias nuevas– suspiro Rei.

–¿Y qué dice Rin-chan? Debe estar muy preocupado– preguntó el rubio a su amigo azabache.

–Realmente nada, va a preguntar una vez a la semana a la comisaría para ver los avances–.

–Solo quiero que esto acabe de una vez esto– dijo deprimido el de ojos rosas.

–Todos lo queremos Nagisa-kun– respondió de la misma manera el de cabello azul.

 _______________________________________________________

–¿Como va todo con Makoto?– pregunto Rin mientras acorralaba en la pared de su habitación al menor de los Mikoshiba.

–Todo bien, Rin-senpai. Aunque está un poco adolorido y muy asustado. ¿No cree que ya debería dejarlo? Digo, Makoto-san no dirá nada una vez que lo dejemos libre– a esto recibió como respuesta una bofetada de parte del de ojos rojos.

–No seas tonto, ¿crees que solo quiero a Makoto por una noche?.. No, yo lo quiero para siempre, no dejare que nadie se interponga en nuestro amor, ni siquiera el mismo. Estoy seguro que una vez que esté fuera Haruka irá corriendo tras él. Eso es algo que debo evitar a cualquier costa–.

–De acuerdo Rin-senpai, le iré a dar de comer– comentó cabizbajo.

–Dile que esta noche volveré a ir, que no se preocupe, no me he olvidado aún de él–.

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Termino el capítulo, espero que les haya sido de su agrado. Podrán notar que aún no domino totalmente la escritura y menos los lemons, pero se hace lo que se puede. Si hay errores ortográficos no duden en avisarme, estoy trabajando en eso.

 

¿Reviews?

 

Nos leemos en otra ocasión.

 

Tachibanafullbuster :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).