-¿Hideyuki?- Pregunte tomando aire.
-¿Por qué tiene que ser él?
-No te entiendo.
-¿Por qué no puedo ser yo?-grito sacudiéndome, sus ojos se apoderaban de mí, era tan lastimero verlo de esa manera, su dolor lo sentía tan mío.
-No te lo tomes a pecho- dije acariciando su mejilla, me acerque a él.
<<Pero ¿Que intento hacer?, ¡no!, no lo puedo hacer, todo menos eso>>pensé tomando posesión de sus labios, el abrió sus ojos sorprendido.
<<Suéltalo, empújalo ¡Shion!>>pensé, él me abrazo con fuerza, mi cuerpo no me obedecía, lo único que quería era aferrarse a la fuerza que Hideyuki me estaba brindando.
-Shion- grito Nezumi, nos separamos de golpee, él nos miró con una de sus cejas levantadas.
-Nezumi- dije nervioso
-¿Qué estabas haciendo?- pregunto.
-Nada- dije entrando en el hospital, él me siguió igual que Hideyuki.
-Shion- dijo, yo no quiero voltear, no quiero enfrentarlo.
-¿Cómo se encuentra Karan, doctor?
-Ha perdido mucha sangre, le acabamos de hacer trasplante de sangre, es necesario que usted vuelva a su casa y descanse, es claro que es un intento de asesinato a uno de los miembros del comité.
-No puedo dejarla a ella sola.
-Es mejor que regreses a tu casa- dijo Nezumi apretando mi hombro.
-Yo te llevare- interrumpió Hideyuki
-Llevar ni una mierda, tú te devuelves conmigo- dijo Nezumi jalándome, apretó mi muñeca con tanta fuerza, que sentía que en algún momento me la partiría.
-Duele- dije mientras salíamos del hospital, él me llevaba arrastras
-Te dije que me duele, Nezumi- volví a decir soltándome con fuerza, mi muñeca se empezaba a poner roja.
-¿Qué te pasa?-le pregunte
-Me mentiste.
-¿De qué hablas?
-Y a pesar de que me esforcé por llegar al hospital.
-Nezumi.
-Era de esperarlo, ¿estas herido?
-Solo tuve una leve contusión, nada más.
-¿Por qué me estas escondiendo las cosas?
-No te estoy ocultando nada- dije nerviosamente.
-Ya me entere de todo.
-No quería hacerte daño.
-¿Desde hace cuánto las recibes?
-No sé no quiero pensar en eso.
-Siempre desde que estábamos en el bloque oeste me mientes.
-Lo siento.
-Lo mismo con ese tipo, me dijiste que no eran nada, pero vengo y los encuentro juntos.
-Él me beso.
-Bueno, tú no hiciste nada para detenerlo, sabes, no deberías jugar con la gente así.
-No soy el único que juega aquí, que me dices de ti, me tocas y me haces esas cosas, pero…. Estas con Kazumi.
-¿Y por eso te besas con él?- grito
-Ese es mi problema, estoy cansado de que me trates como un imbécil que no sabe nada del mundo- grite
-Como no quieres que piense que tú eres un imbécil si lo eres, no eres más que un niñato que juega a ser importante en el mundo de los adultos, no sabes cuándo parar, te has detenido a pensar en los sentimientos de ese tipo, ¿y que si el está enamorada de ti? ¿Le corresponderás como es debido?
-Cállate ¿Acaso tú te has detenido a pensar en los míos?
-¿Por qué mierdas habrían de pensar en los tuyos?, en ningún momento te he ilusionado, como lo has hecho tú con ese tipo, ya me hartaste. Vete- dijo recostando su cabeza en una pared.
-Esto no es justo- dije jalándolo, él se volteo con rapidez golpeando mi mejilla con la palma de su mano.
-La vida no es justa, Shion- dijo dándose la vuelta, sentí un líquido amargo en mi boca, pase suavemente mis dedos por la comisura de mis labios, estaba sangrando.
-Nezumi- susurre, apreté mi corazón llorando, me empezaba a doler, no quería alejarme de Nezumi, no de la persona que amaba.
-Nezumi, no te vayas- grite cayendo al suelo, mis lágrimas salían sin que yo pudiera detenerlas, esa noche no regrese a casa, no quería que mamá se preocupara por mis lágrimas que no cesaban de salir, quería estar solo.
El sol salió temprano, alumbrando el horizonte, volví a casa, entre despacio, no quería despertarla, me vestí y volví a salir de casa. La oficina estaba llena de policías, aun habían algunos escombros, entre caris bajo, subí hasta mi oficina topándome con una nueva carta, la abrí con rabia,
-Vez las consecuencias, coopera, o la tortura seguirá, eres el único que decide- decía la carta, me acerque al computador y de nuevo contacte con Yoming, el mismo personal me atendió y lo hizo pasar a la cámara.
-No cooperare, así me maten, no voy a dejar que una rata como usted salga del encierro, jamás lo dejare libre, así sea lo último que haga- dije, apague la cámara sin esperar una respuesta.
Ring ring
-Alo- dije descolgando mi celular.
-Shion, te tengo noticias- dijo Inukashi detrás de la línea, por fin algo bueno.
-Dime.
-Es muy posible que sea Kazumi, la vi rondando por el lugar en el momento del atentado, pero no está sola, si es ella tiene a alguien que la ayuda, alguien de tu confianza, posiblemente de la oficina, o por fuera no sé, estoy detrás de esa pista, no confíes en nadie Shion, desconfía de cada una de las personas que se te acercan.
-Muy bien te encargo el resto.
-Vale, Shion cuídate, esas personas van enserio.
-Lo sé, gracias- dije colgando, necesito calmarme, no se me viene nadie a la mente, ¿quién más está detrás de esto?
Termine mi papeleo a eso de las siete, me levante saliendo de la oficina, de allí fui hasta el hospital en donde se encontraba Karan.
-Puede pasar- dijo una enfermera abriendo la puerta de la habitación, me acerque sentándome en una silla junto a ella.
-Lo siento- susurre llorando en su regazo- Perdóname Karan- dije tomando su pequeña mano, de esta manera me quede hasta las nueve, a esa hora sali de hospital directo a casa. Hacia frio, el ambiente era demasiado pesado, algo estaba pasando, sentí una punzada en mi corazón, empecé a sentir miedo, era como si el viento me atravesara y dejara una inquietud en mí, temblé lleno de terror.
<<No pasa nada, sigue adelante>>repetí en mi interior, al final de la calle se encontraban dos tipos parados en un poste, pase saliva, sin pensarlo dos veces me metí a un callejón, un atajo para llegar a casa, sentí que algo jalo mi pantalón, al voltear a mirar se trataba de uno de los ratones de Nezumi, Cravat.
-¿Cravat?- pregunte, volvió a jalar mi pantalón, era como si me advirtiera de algo, pero no entendía de que, me agache cogiendo el ratón en mis manos.
-No me va a pasar nada, vamos- dije poniéndolo en mi hombro, el ratón también temblaba, encogí mis hombros pasando el callejón, a la salida de este se encontraba un tipo parado, me detuve dándome la vuelta, pero al otro lado venían los otros dos, pase saliva, mirando ambos lados, ellos se acercaban cada vez más.
-¿Qué quieren?- dije al encontrarme rodeado.
-Miembro Shion, se me hace el colmo que no sepa que queremos.
-¿Quiénes son ustedes?
-Seguidores, supongo.
-¿De quién?
-No podemos revelar tanto.
-¿Qué quieren de mí?
-Hemos venido hacerte pagar por no cooperar- dijo golpeándome, caí al suelo, tire al rato con fuerza.
-Llámalo- dije empujándolo suavemente, el ratón salió corriendo.
-Que alguien coja a esa rata- señalo uno de ellos, uno de los tipos salió detrás de Cravat.
-Sabes, solo pensaba golpearte, pero eres muy lindo- dijo agarrando mi rostro, me solté con fuerza- Cójanlo- ordeno.
-¿Qué? No esperen- grite, pero fui callado al instante con un golpe, me amordazaron mientras uno de los tipos apretaba con fuerza mis muñecas, mis músculos se tensaron, sentí su fuerte agarre, sentía la desesperación del que está a punto de perder la razón.
-Divirtámonos contigo, cariño- susurro el tipo en mi oído, lamio su labio inferior, mis lágrimas no dejaban de salir.
<<Ayuda, ayuda, Nezumi>>pensé, él hombre bajo hasta mi miembro desabrochando mi pantalón, me empecé a retorcer intentando safarme de su agarre, él entrelazo sus piernas con las mías, perdía todas las fuerzas, bajo mi pantalón llevándose mi bóxer, era más que claro lo que intentaba hacer, yo no me podía mover, temblaba, sentí una punzada dolor proveniente de mis miembros inferiores, tenía ganas de vomitar.
-Empecemos- dijo sacando su erecto miembro, me retorcí con fuerza intentando gritar, me sacudí sin lograr nada, necesitaba como fuera salir de allí.
-Oigan, ustedes, no le hagan daño- grito un hombre acercándose, golpeo al chico que estaba encima mío.
-No se meta en lo que no le incumbe, viejo- dijo el mismo chico sin soltar mis piernas, él hombre saco un arma y les apunto, ambos me soltaron retrocediendo.
-Tienen diez segundos para irsen de este lugar- dijo sin dejarles de apuntar, me escabullí a la pared, vistiéndome con rapidez.
-No se entrometa- grito el otro chico.
-Diez…
-No le creas, debe ser un arma de mentiras- dijo su compañero
-Nueve- él disparo al aire, los otros palidecieron mientras salían corriendo del lugar.
-Estas bien, hijo- dijo estirándome su mano, yo la cogí levantándome.
-Gracias- dije secando mis lágrimas.
-Me alegra, pensé que no alcanzaría a llegar.
-Shion ¿Estas bien?- pregunto Hideyuki acercándose
-Si, descuida.
-Ahora si me siento mejor, bueno entonces me voy.
-Espera, ¿qué estás haciendo acá?- pregunte confundido, ¿qué hacia él acá?, y si estaba cerca ¿Por qué no me ayudo?, en esos momentos recordé lo que me advertido Inukashi, empecé a desconfiar.
-Pasaba por aquí, estaba en la casa de un amigo.
-¿Cómo sabes que estaba en peligro?
-El disparo- dijo nervioso, una gota de sudor se resbalo por su rostro, no creía en nada de lo que me decía.
-Qué casualidad ¿No?
-Sí, creo, me voy, tengo cosas urgentes que hacer- dijo yéndose de nuestro lado.
-No confíes en él, es demasiado sospechoso- dijo él hombre mirando a Hideyuki alejarse.
-¿Quién eres?
-Alguien que tú y tu madre conocen.
-¿Qué?
-Has crecido mucho Shion, la última vez que te vi, estabas aun en brazos.
-No te entiendo.
-Shion, yo soy tu padre- dijo, abrí mis ojos sorprendido no entendía lo que sucedía.