-¿Shion?- pregunto Nezumi
-Maldito Hideyuki ¿En dónde está ese pe…- Kazumi callo mirando la sangre que tenía, no sería nada raro que ella pensara que lo asesine, si es así, mucho mejor.
-¿Qué quieres saber de él?
-Nada- tartamudeo pasando saliva
-Shion cálmate, no vayas hacer nada estúpido.
-No lo haría, no sería capaz de asesinar a tan infeliz rata- escupí esas palabras desde el fondo de mi corazón, la odiaba por muchas razones, una parte de mi quería jalar del gatillo, pero simplemente no podía, había otra que me rogaba que no lo hiciera, en ese estado no reaccionaba a nada, no era dueño de mi cuerpo.
-Mátame, marciconcito- insulto ella con una sonrisa en su rostro, el rostro de Nezumi se tensionaba cada vez más.
-Que estupidez, cálmate Shion, vuelve en ti, no quiero verte de esa manera, no lo quiero volver a recordar.
-¿Recordar? ¿Qué? ¿Cómo hice esto con uno de los guardias que tenían a Safu?- dije disparándole en una pierna a Kazumi, ella grito desgarrando el aterrados silencio que se encontraba en ese subterráneo.
-Shion- grito Nezumi acercándoseme, ella gimió del dolor, la sangre empezaba a brotar de su herida.
-Pero sabes Nezumi, a ese guardia no le dispare precisamente allí, ¿debería darle el golpe final como se lo di a él en ese tiempo? ¿Qué me aconsejas?- dije subiendo el arma apuntando su frente, ella me miro aterrorizada.
-Eres estúpido, reacciona Shion, no puedo dejarte convertirte en un asesino, no lo eres y nunca lo serás.
-Demasiado tarde Nezumi.
-No es tarde, nunca lo es para salvarte- dijo abrazándome sentí su cálidos y fornidos brazos sujetarme con fuerza- No lo hagas- repitió acariciando mis cabellos, poco a poco fui bajando el arma, relajándome, era como si volviera a recobrar mi cuerpo, ya no era un simple espectador.
-Nezumi- susurre cerrando mis ojos, sentí la presión que me empujaba caía al suelo, abrí de nuevo mis ojos, Nezumi se encontraba al pie mío inconsciente, todo había pasado muy rápido, en un cerrar y abrir de ojos, Kazumi nos había empujando haciendo que Nezumi se golpeara con una pared, ella me miraba llena de rabia, mire a mi alrededor buscando el arma, esta se encontraba lejos de mi alcance y el de ella, Kazumi sonrió mientras seguía mi mirada.
-¿Así que te quedaste sin protección?- dijo sacando un cuchillo de su pantalón, se empezó acercar a mi mientras yo retrocedía sin poderme parar- Vamos, no me huyas- dijo aun sosteniendo la sonrisa que la hacía ver más macabra.
-Aun no- dije levantándome de prisa.
-Empecemos el juego- dijo ella poniéndose derecha, se acercó a mi sin cojear, mire su pierna amarrada en un torniquete.
<<Mierda>> pensé mirándola, ella se abalanzo rasgando el espacio que yo acababa de dejar, empecé a esquivar sus fatales cuchillazos, se notaba que los mandaba con toda la fuerza como para rasgarme, cada vez aumentaba su velocidad, de a poco le seguía el ritmo, pero ¿Cómo seguirle el ritmo a alguien tan ágil o menos ágil que Nezumi?
En un falso paso caí al suelo sin dejarla de mirar, ella se abalanzo con fuerza hacia mí, clavo con fuerza el cuchillo, moví levemente mi rostro sin dejar que el golpe fuera fatal, el cuchillo rozo mi piel cortándola, ella volvió a levantar el cuchillo, cerré mis ojos sentenciando mi fin.
-¿Qué crees que haces?- dijo Nezumi deteniéndola, abrí mis ojos mirándolo, el jalo el brazo de Kazumi quitándola de encima mío.
-Cada vez estas más loco, déjame matarlo, si lo matamos podemos escapar y ser libre-dijo ella coquetamente.
-Ni muerto iría contigo.
-Vamos Nezumi- volvió a insistir.
-No, ya te dije, no lo voy a volver a dejar solo- al pronunciar esas palabras Nezumi volvía encender un fuego en mi interior, un intenso fuego que yo creía extinto.
-Ja, que maricon, rechazarme por esta basura.
-Por lo menos esa basura como le dices tú, no me vendió por dinero, su amigo, la única persona que pertenecía a su clan.
-Ya te dije que lo sentía, pero enserio lo necesito.
-No podías ganarlo limpiamente.
-No se gana dinero rápidamente de manera limpia, siempre hay que sacrificar algo.
-Que gusto me da saber que tu sacrificio fui yo.
-No se podía evitar, era la condición que pedían, además no te iban asesinar.
-Y a este chico ¿Qué?- dijo señalándome
-No lo sé, no conozco lo que él quería hacer con Shion.
-A él te refieres ha Yoming ¿Cierto?- intervine.
-¿Por qué debería decírtelo?
-Contéstale- dijo Nezumi fulminándola con la mirada, ella tembló levemente mirándolo.
-Si- susurro en una voz casi inaudible.
-Él y su mundillo de corrupción, hasta que momento los seres humanos dejaran de ser tan estúpidos, hasta que momento se dejaran de cegar por los deseos superficiales que ofrece este mundo terrestre, se matan, roban, todo para lograr un fin ilógico.
-Tu eres igual a ese grupo de personas-dijo ella mirándolo de arriba abajo
-Te equivocas, los deseos superficiales nunca me han llamado la atención, solo consigo lo suficiente como para sobrevivir.
-¿Qué te hizo cambiar? Antes no eras así, tenías más interés en este mundo, ahora solo vives por vivir.
-Solía vivir así, pero hubo alguien que me enseño lo equivocado que estaba, y por supuesto con ayuda mía, ambos cooperamos para ver de otra manera el mundo.
-¿Ahora escribes novelas, Nezumi?- pregunto burlesca Kazumi.
-El mundo del espectáculo es más lo mío que la escritura, prefiero que me admiren por mi físico, intelecto y algunas otras cosas.
-Había olvidado lo egocéntrico que eras.
-No lo olvides cariño, porque es lo único que te va a quedar de mi- dijo cogiendo la barbilla de Kazumi, ella se sonrojo pasando saliva, había olvidado ese pequeño detalle, ella aun lo amaba, y así Nezumi digiera lo que digiera eso no iba a cambiar, es mejor que ellos estén juntos, eso es lo normal, seguro él la sabrá perdonar, podrán vivir sus vidas de la manera que siempre desearon.
-No es lo único- susurro ella acercándose a él, sentí una punzada de dolor en mi pecho, no era una buena imagen para mí, tenía que huir.
-¿Cómo sabes que no lo es?- dijo siguiendo su juego, voltee mi rostro dándome media vuelta, no quedaba nada en ese lugar, ya lo había salvado, ahora me podía ir, desaparecer.
-Quédate quieto ahí, Shion- dijo sin siquiera levantar su mirada de Kazumi.
-De que hablas, jamás lo haría, es cruel que me pidas eso- dije sintiendo un nudo en mi garganta, apreté mis labios, si los abro me desboronare, no quiero llorar más, no lo soporto, él volteo su rostro hacia el mío, Kazumi levanto el plateado cuchillo que resplandeció con la luz de la luna.
<<Nezumi>>intente decir, pero nada salió de mi boca, él agarro la mano de ella con fuerza, se acercó a mí.
-No debes ver esto, no debes sufrir más- dijo tapando mis ojos con su otra mano, pase saliva sin poder mover ni un solo dedo, escuche el traquear de algo, después un fuerte alarido proveniente de Kazumi, empecé a temblar imaginándome lo que sucedía, las peores cosas se me venían en mente.
-Esto es lo único que te voy hacer, eso no significa que te perdone, posiblemente nunca lo haga.
-¿Entonces por qué es esto? – lloriqueo Kazumi.
-Por intentar hacerle daño a Shion, eso jamás te lo perdonare- dijo empujándome suavemente, me jalo con fuerza hacia él y me saco del lugar sin dejarme mirar mi alrededor.
-Nezumi ¿Qué sucedió?
-Nada, no necesitas saber nada, solo debemos salir.
Calle sin poderle decir algo, solo quería que él me abrazara, sentía como mi vida se iba en esos momentos, los rayos de sol entraron por los pocos espacios que Nezumi me dejaba ver, me soltó mirando el atardecer que se empezaba a poner, estábamos fuera de N.6, cerca del bloque oeste.
-Tapate, no hay que llamar la atención-dijo poniendo su chaqueta encima mío, cogió mi mano y me empezó a guiar.
-¿A dónde me llevas?- le pregunte
-A un lugar lleno de recuerdos.
-¿Y Kazumi?
-Olvídate de ella, jamás la volveremos a ver.
-¿Por qué lo dices? ¿La mataste?- pregunte horrorizado
-Claro que no, no hay lio, vamos por aquí- poco a poco fui cayendo en cuenta, él me llevaba al sitio en donde solíamos vivir, bajamos las escaleras yendo hasta el final del túnel.
-Crees que aun funcione algo aquí- dijo abriendo la puerta, encendió una lámpara que alumbraba un poco e lugar, lo seguí mirando el interior casi vacío, todo lo debía tener Nezumi en su nueva casa.
-Que nostálgico- dije acariciando el piano descompuesto, aún quedaban algunas cosas allí.
-Sí, pronto volverá a tener vida, habrá que mudarnos de nuevo.
-¿De qué hablas?
-¿Qué me dices Shion? ¿Vendrías a vivir conmigo?
-¿Aquí?- dije sonrojándome
-¿En dónde más?
-Pero ¿Por qué?
-Como no quieres viajar por muchos lugares, y yo no quiero vivir en N.6, pensé que este sería el lugar perfecto para los dos, habría que remodelarlo y podemos utilizar los otros cuartos que aun están sin usar.
-Pero…
-No lo pienses mucho, solo acepta.
-Es cruel que me lo pidas sabiendo cómo me siento, pensé que me había declarado lo suficiente como para que entendieras mis sentimientos.
-Si los entendí, después de meditarlo, pensé que no sería capaz de vivir sin ti otra vez, quiero quedarme a tu lado.
-Eso significa ¿Qué?
-Lo dejo a tu imaginación- dijo tomando la posesión de mis labios, él cogió mis cabellos con fuerza mientras introducía su lengua, ambas empezaron a juguetear excitándonos, sentí su erección crecer, supongo que el sentirá la mía, bajo su mano apretando mi miembro, gemí.
-No, déjame aunque sea bañarme, estoy lleno de sangre- dije entre gemidos, me solté de su agarre yendo hasta el baño, al cerrar la puerta él puso su pie impidiéndolo.
-Vale, bañémonos juntos, aquí será aún más fácil para ti.
-Nezu…- él me callo besándome impulsivamente, saco su chaqueta y mi camisa mientras sacaba su ropa, de igual manera saque mi pantalón sin quedarme atrás, se veían nuestras erecciones debajo de los bóxer que nos las ocultaban en lo más mínimo.
-Eres tan lindo- dijo volviéndome a besar, abrió la llave de la tina sin dejarme de besar, se acercó a la ducha y la abrió metiéndonos a los dos, no podía despejar mis labios de los suyos, eran demasiado provocativos, me voltio rozando su erección en mi trasero, levanto mi rostro pegando mi espalda en su pecho, la sangre empezó a deslizarse por mi cuerpo.
-No me gustan estas marcas- susurro tocando las heridas de latigazos- Las ha hecho él ¿Cierto?
-Ya no hay de qué preocuparnos- dije volteándome, cogí sus cabellos volviéndolo a besar, solté estos dejando que cayeran en sus hombros, cerré la llave de la ducha acercándome a la tina, nos metimos suavemente sin despegarnos. Él volvió a tomar el control dejándome debajo de él, empezó a masajear mi miembro que aún se encontraba dentro el bóxer.
-Esto me estorba- dijo sacándolo- Mira ya está empezando a gotear- susurro masturbándome cada vez con más rapidez.
-Eres un pervertido- dije sonrojándome, el sonrió, metió uno de sus dedos en mi apretada entrada que se dilataba entre más excitado estaba, después metió el segundo acostumbrándome, los movió circularmente, esto me excitaba, sentía que pronto me iba a venir.
-No… Nezumi- gemí
-¿Qué sucede? ¿No te gusta?
-No es eso, es que se siente extraño.
-¿Qué sientes Shion?- dijo agregándole un tercer dedo.
-Ah- gemí- Me vengo- susurre temblando.
-No, aun no- dijo metiendo de golpe su miembro, mi semen salió disparado al sentir su penetrante estocada, sentí un leve dolor en mi cadera, apreté mi labio soportándolo, él empezó a moverse entre yo más me tensaba, ambos empezamos a gemir en el momento que Nezumi aumentaba la rapidez de sus estocada, el dolor y el placer era algo que definitivamente me encantaba probar, y si era con Nezumi muchísimo mejor, no solo era el placer físico, también el sentirse amado por la persona que quieres. Nezumi me abrazo mientras yo me retorcía lleno de placer.
-Te amo, Shion- me vine después de que me digiera esas palabras, él se vino tiempo después-¿Puedo tomar eso como mi contestación?-rio
-Idiota- dije sonrojándome, lo abrace con fuerza, no quería que esa realidad se acabara.
-Lo pensé mucho, pero definitivamente prefiero perder mi libertad que perderte a ti, por eso, quédate conmigo en este lugar Shion.
-Lo hare, lo prometo- dije volviéndolo a besar, ese dulce beso que siempre soñamos.
FIN