-¿Nezumi?- pregunte sintiendo sus caricias
-Cállate majestad, solo disfruta- contesto apoderándose de mis labios, su lengua entro rápida y sin delicadeza, sentí un corrientazo bajar por mi medula espinal, su beso me excitaba tanto.
-Te quiero tanto- susurre abriendo mis ojos, él me sonrió, sus grises ojos eran tan tentadores, me volvió a besar como jamás nadie lo había hecho, mi miembro se empezó a poner erecto, sentí su pronunciada erección en mi muslo, me sonroje, mientras mis gemidos se escapaban sin que yo pudiera detenerlos, recordé a mi madre que dormía en la otra habitación, ojala no nos escuchara.
-Quiero follarte Shion- susurro mordiendo mi lengua, asentí como única respuesta, él bajo mi pantalón llevándose mi bóxer, subió mi camisa poniendo la punta de esta en mi boca, apreté esta con mis dientes, sintiendo como Nezumi lamia mi miembro de arriba abajo, mientras que con sus manos pellizcaba mis pezones, me retorcí lleno de placer, no había sentido algo como esto jamás, él metió mi miembro dentro de su boca rozando levemente la punta de este con su lengua, succiono este, apreté con más fuerza mi saco, a ese ritmo pronto me vendria.
-Me…vengo- gemí agarrando su cabello, él me volteo a mirar con sus ojos seductores, me vine mirando lo fijamente a él.
-¿Gran majestad, me dejaría tomar su virginidad?-bromeo.
-Idiota- dije sonrojándome, él metió dos de sus dedos en su boca humedeciéndolos.
-La tomare gentilmente- susurro metiendo el primer dedo, gemí con fuerza sintiendo el movimiento circular, después metió otro dedo, mi entrada se acostumbraba y se empezaba a dilatar, metió el tercero sin parar el movimiento que tenía con los otros, yo me sentía extasiado.
-Shion, estas tan mojado, esta parte de aquí quiere que ya te folle- dijo de nuevo, sentí su miembro entrando en mí, él gimió embistiéndome, sentí un leve dolor en las caderas, pero el placer me tenía más consumido, sus bestiales embestidas mescladas con nuestros fluidos hacían un ruido obsceno que nos excitaba, ambos gemimos sin contenernos, me vine sintiendo como él se venía dentro de mí.
-Te quiero Nezumi.
-Shion, despierta- sentí un jalonaso fuerte, abrí mis ojos topándome con Nezumi, ¿qué estaba pasando?
-¿Todo… fue un sueño?- me pregunte tocándome la frente, esta estaba llena de sudor, me moví sin sentir ninguna clase de dolor en mis caderas, ahí lo entendí todo, había sido un sueño demasiado cruel, sentí que mi corazón se desgarraba y las inmensas ganas de llorar, pero no lo quería hacer, no delante de él.
-Solo fue una pesadilla.
-Lo siento, ¿no dije nada extraño?
-No, solo sudabas mucho, por eso me asuste y te desperté.
-Lo siento, gracias, ¿acabaste de volver?- dije mirándolo aun con su ropa habitual.
-Sí, aún estaba trabajando.
-Lo entiendo- me levante
-Shion, lo tienes parado.
-¿Qué?
-Que estas excitado- dijo mirándome fijamente, baje mi mirada hasta miembro, esto no podía estar pasando, me sonroje.
-Perdón- dije yendo hacia la puerta de mi habitación.
-Es normal Shion, aunque ya deberías aprender a controlarte, eso pasa por no dejarlo salir correctamente, ¿acaso aun eres virgen?-bromeo
-¿Y que si así lo fuera?
-Descuida, solo quiero que no te confundas.
<< ¿Qué? ¿De qué me estás hablando?>>pensé pasando saliva
-¿Estás seguro que no dije nada?
-Sí, no has dicho nada- susurro, sali de mi habitación hacia el baño principal de la casa, me encerré allí con la puerta trancada, saque mi miembro empezándome a masturbar mientras las lágrimas salían de mis ojos, apreté mi labio inferior impidiendo que los gemidos y el llanto salieran, no quería que nadie me escuchara, que nadie me viera en esa lamentable situación, después de un tiempo me vine, pero no era una sensación de placer, era triste, me dolía.
<<”Solo quiero que no te confundas”>> recordé sus palabras.
-Idiota.