Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Limites especiales. por NekoDanyHentai

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Disclaimer.- BigHero no me pertenece, ni asi como sus personajes en este fic, cuando mucho algun personaje original.

Advertencias.- Incesto

Especificaciones.- 

*Son one-shot's en conjunto, cada uno con relacion no especificamente cronologica.

*Estan narrados por Tadashi, cuando alguno no sea asi, yo especificare antes de que ponga el capitulo.

Notas del capitulo:

Resumen.- Como hermano mayor, el tenia en claro una sola cosa, le protegería de cualquiera. Lo cuidaría siempre, aunque este pequeño creciera. Era su trabajo después de todo, ¿Cierto?


 


La cancion del Dia de suerte, es de Alejandra Guzman

 

"Nadie puede ocultar esa verdad oculta tras una sonrisa amable, tras un gesto cariñoso, fiarse de las comodidades, simplemente no es algo viable"

Dany N.H.

El mundo esta conformado por muchos tipos de personas, definidos por otras tantas cualidades, género, sexuales, edad, etc. Pero, hay una categoría subdividida. En la cual -desgraciadamente- predomina la convencional la cual, solo por ser apoyada por la mayoría no significa que sea la correcta.

"El primer tipo, se aferra a la vida como algo rutinario, asqueado de lo que su mente no quiere -ni puede- comprender y se dejan llevar con la corriente, fingiendo ser felices con lo que tienen.

"Por otro lado, están los así llamados aventureros esos que luchan contra lo sencillo, que desean mas que una monótona vida. Que van en busca de sus propios ideales, creados para su felicidad y satisfacción.

Tadashi Hamada, definitivamente, podría fácilmente clasificar en la segunda opción, el no se conformaba, siempre buscaba la manera de ganar terreno en cuanto a lo que buscaba, tomando riesgos, con una pizca de temor al equivocarse, esta no era suficiente para pararle.

Todos, podían pensar de esa manera acerca de el, aun cuando la palabra mas usadas tanto por su familia como para -las fans- y sus amigos, era perfecto, Un perfecto hijo-sobrino, un perfecto amigo, un perfecto chico capaz de enamorar a cualquiera con solos verlas. Un perfecto hermano...

Y también un perfecto mentiroso.

Porque fingía no saber que es lo que sentía, aun cuando valla que lo conocía, quería ocultar su corazón descontrolado, así como cuando le miraba con tanto detenimiento, desviaba la mirada.

Con la esperanza de no ser descubierto en sus sentimientos, no quería ser demasiado obvio.

Así como no quería perder ni un solo segundo con el.

Podrían llamarlo doble cara o egoísta, el no podía evitarlo, el impulso era mas fuerte que su razonamiento, de pequeño a penas y entendía lo que le sucedía, irónico que la respuesta fuera sencilla.

Amor.

Ese mágico sentimiento que eleva a las personas, que las absorbe por completo, les hace alegrarse y olvidarse de todo, enfoca su mente en una sola persona, no importa cuanto lo intentes, esta nunca sale de tu cabeza, y si lo olvidas, puede que no sea del todo cierto ese cariño.

Pero también, cabe señalar que un sentimiento al que muchas de las personas del primer tipo les aterra, porque no quieren depender de algo que tome el riesgo de dejarles, no entiende, por mucho que se les diga que a pesar de todo, les va a llegar.

Solo es cuestión de aceptarlo, sin preveer lo que en un futuro puede pasar, vivir el momento.

Tadashi, nunca pudo haber sido considerado un miedoso, si bien, tomaba la precaución de ciertas cosas, definitivamente, no haría nada en esta ocasión.

¿Porque? Simple, de quien se encontraba enamorado, era de nadie mas que un chico.

Que aparte, era mucho menor a el, un universitario con aires de ayudar a la gente. El no tenia ningún prejuicio, después de todo, inventar significa conocer y experimentar.

La verdadera razón por la que se consideraba su situación realmente jodida, es que ese menor de edad que hacía su corazón palpitar descontroladamente era su hermano menor.

Hiro Hamada.

El mundo, definitivamente lo detestaba porque de haberlo querido, le hubiera dejado ser feliz con cualquier otra persona, pero noo, tenia que ser su hermano.

Lo entendía, mas o menos, lo comprendía.

Ese niño, hacia que sus pensamientos fueran ilógicos, que su imaginación fuera mas que simplemente inventar o ayudar.

Que su mirada le buscara a todas horas, que sus manos siempre fueran a su cabello, como sus brazos alrededor de su cuerpo.

Aún si Hiro lo veía todo como un mero acto fraternal, el lo entendía, y por ahora dejaría que todo siguiera un curso normal, algún día se lo diría, y lo haría porque ya no tendria miedo.

Pero para eso, aun faltaba tiempo.

•••••

Dicho antes, estaba maldecido de muchas formas, algo le daba paso a que quisiera cambiar los sentimientos de Hiro hacia él, literalmente, tenia cara nombre y apellidos.

Un chico nuevo del que se creyó haber desecho esta de vuelta, y tiene las mismas intenciones que él.

El piensa en todo, mide sus palabras para que nada salga mal, vamos, todo giraría en torno a su beneficio.

Pero, cuando lo que estaba de por medio era Hiro, ejecutaba y luego pensaba.

Un sentimiento puro y fraternal puede convertirse con el tiempo, algo mas que eso.

El imperito deseo de estar con el, se va haciendo más fuerte, no puedes detenerle.

Toca movilizar las cosas, para que no haiga ningún fallo. En idioma constructivo es 'Colocar cada tornillo y engranaje donde debe'

Lo olvidaba, esto no es una construcción, es mas bien, una situación de margen y error. En la que se gana mucho perdiéndose poco.

De alguna manera, el creía en si mismo, el creía en la posibilad de ser todo para su hermano, como él era su mundo.

Si caía, reía, ayudaba, pensaba, expresaba, carecía, creía, todo, era por su hermano, aquel niño que juró proteger.

El destino puede ser muy cruel pero algo le decía, que esta vez, ese caprichoso ser al que le encantaba jugar con sus vidas, estaba plenamente de su lado.

-¡Hi-chan!-

Bueno, mas o menos de su lado.

==========================

==============================

*--------------------------------*

 

Tengo un pobre corazón.

Se rompió. Se apagó. Pero nunca se rindió.

Entre estrellas de cartón perdí la ilusión.

Que llegara un ángel, me levante, que me pida que lo ame.

***+*++*++*++*++*++*++*++*+***

Su madre un día de tantos, estaba realmente radiante, en todo el sentido de la palabra, cantando y bailando de aquí para allá.  Y cuando su padre llegó, fue una situación más o menos parecida, pero menos ¿efusiva? El no sabía la razón de ello. Fuera cual fuera, el no soportaba desconocer algo como esto.

Exactamente, el viernes de esa semana, su tía Cass fue visitarles con una sonrisa, y una caja prácticamente gigantesca. Según esto, un regalo, entonces era suyo, ¿No?

-Tía Cass, ¿No crees que es algo pequeño?- preguntó cuando sacó lo que parecía un overol.

-Oh Tadashi, esto no es para ti cariño. Es para tu mami- le respondió la joven mujer con una sonrisa amable.

-Le quedara más chico a ella, ¿Puedes cambiarlo?- ante sus preguntas que al parecer al resto de su familia, no era muy lógico.

Rieron un poco con tu lógica, algo cansado cruzaste los brazos con algo de desespero, mientras veías a todos buscando la causa del chiste. Finalmente decidieron decirte lo que sucedía.

-Cariño, vas a tener un hermanito, ¿No estás contento?- tu madre acaricio uno de tus cabellos azabaches, tomando con cariño algunos mechones.

-¡Voy a ser el mejor hermano mayor del mundo!- aquel sentimiento infantil pareció alegrarlos mucho.

-¡El mejor sin duda!- tu padre te vio con orgullo, como solía hacerlo todo el tiempo.

Sonreíste mientras posabas tus pequeñas manos donde tía Cass lo hacía, tu madre solo reía alegando que con unas cuantas semanas, el pequeño –porque su progenitor aseguraba- niño no se movería. Pero eso no te importaba, era una sonrisa muy brillante, tanto que te causaba imitar una parecida como las del resto de los Hamada.

··

··

Subiste a tu cuarto enojado, azotando de alguna manera la puerta, aunque no lo suficiente para que tu madre o padre se dieran cuenta de tus disgustos, pero no podías evitarlo.

Vamos, a penas recordaban que existías. Desde hace cuatro meses o cinco que lo único que repetían constantemente era “¿Cómo será el bebé? ¿Crees que Hiro se porte bien?” El bebé esto, el bebé lo otro, ¿No sabían otra palabra que no fuera el bebé? A demás, los juguetes que antiguamente le pertenecían o daban, eran ahora para el pequeño bebé, Hiro.

Frunció el ceño por quinta vez en una hora, el no estaba nada conforme metido en ese lugar, ni siquiera quería venir, giró su mirada marrón a su madre, y recordó porque estaba ahí sin rezongar –demasiado- al menos. Se colocó de nueva en la silla, mientras miraba las múltiples cajas que estaban en una caja, no entendía nada.

¿Qué tenia de maravilloso un bebé?

Era inteligente, a pesar de tener cuatro años, así que sabía lo que era un bebé, sin embargo no comprendía por qué tanta emoción, según sus amigos, los bebes eran más pequeños, como un juguete delicado que no te dejarían siquiera tocar, eso a él no le parecía algo interesante. Ya habías hablado de esto con tus padres, solo era tu opinión.

···

···

-Tadashi baja por favor, queremos decirte algo- la voz de tu padre resonó por toda la casa, extrañado bajaste.

-Querido, ¿No quieres a tu hermanito?- la voz ligeramente angustiada de tu madre, te hizo escozor en tus ojos. No te gustaba esa mirada.

-Es que, solo piensan en el bebe, yo solo quiero que me vuelvan a querer como antes- como siempre, jugaron un poco con tus mechones mientras te miraban tiernamente.

-Tadashi, óyeme bien, nunca pero nunca te vamos a dejar de querer. Tu y Hiro es lo que más amamos, si a uno le pasara algo malo, nos pondríamos muy tristes. ¿Tú te pondrías triste si alguno de nosotros se lastimara?- dulcemente, le explico a tu infantil mente, que eran cosas simples, que nunca dejarían de quererte.

Nuevamente, sentiste esas ganas de conocer al bebé que tu mamá llevaba en su ahora abultado vientre.

-Me pondría muy triste. Está bien, nunca me dejaran de querer- asentiste completamente convencido, feliz de que tus padres te hagan dicho todo eso.

-Ese es mi Tadashi, apuesto a que tu hermano te va a querer mucho, como tú a él- dijo el hombre de azabaches cabellos.

Después, tú también formabas parte de sus conversaciones sobre el plan familiar. Las habitaciones, los horarios, como seria tener un pequeño de nuevo, o la apariencia que tendría, si sería como su madre o su padre, el, solo sonreía, igual no tenía mucha experiencia sobre niños pequeños antes.

··

··

Finalmente el día llegó, pasó demasiado rápido, las contracciones se hicieron presentes, el pánico inundo todo el lugar, aunque Tadashi era más que nada, a porque una vez le habían explicado que en el parto podían morir tanto su mamá o el bebé, incluso ambos. Irónicamente, fue el que llamó a la tía Cass para que le ayudara.

Tuvo que quedarse en la sala de espera, mientras balanceaba sus pies que quedaban bastante colgados al suelo, su padre había entrado junto a su madre, mientras que él, y la castaña aguardaban por la seguridad de ambos miembros en la familia. El parecía controlar mejor la situación, al menos, no haría un hueco en el suelo de tantas vueltas que daba.

Lo cierto, es que él tenía mucho miedo, de que su mamá no saliera, que nunca le volviera a decir te quiero, eso no se lo imaginaba, no quería hacerlo. Por otro lado, estaba ese pequeño hermano al que ni siquiera conocía, pero que quería hacerlo. Seguramente, este también le diría te quiero.

-¿Los familiares de la señora Hamada?- pregunto un joven doctor, mientras se quitaba algo de sudor.

-Somos nosotros, ¿Ha ocurrido algo? ¿Están bien? ¿Es un bebé saludable?- pregunto la tía Cass en cuanto vio al doctor salir, bombardeándolo con cuanto pudiera.

Tadashi suspiró un poco antes de bajarse de la silla con un brinco, tomó la mano de su tía antes de que esta pusiera de nervios al pobre hombre, cuando la mujer le vio, recordó que tenía que guardar un poco la compostura.

-Le informo que la paciente está bien, solo está algo cansada por el parto, de ahí en más, nada grave. El bebe ahora mismo está siendo limpiado por las enfermeras, en cuanto terminen irán a los cuneros- después de eso, se retiró con una sonrisa.

-¿Quieres que veamos si Hiro ya está ahí?- preguntó un poco al aire, mientras tomaba con más fuerza la mano de su sobrino.

-Quiero ver como es mi hermanito, vamos tía Cass, por favor- pidió con suplica el oji marrón.

Miraba con mucha curiosidad las reacciones de su tía, se preguntaba que le sucedía esta vez, cuando llegaron a una sala que decía maternidad, se le quedo viendo a la pared por un corto periodo de tiempo. Aunque daba algunos brinquitos, no conseguía ver nada más que unos segundos. Sabía que si le decía a su tía Cass todo se solucionaría, pero él quería hacerlo solo.

-Tía Cass, ¿Puedes cargarme? No veo nada- rezongó el pequeño mientras estiraba sus brazos.

-Claro Tadashi, ¿Puedes verlo? Este cunero de aquí a la izquierda, ¿No te parece algo pequeño? Creo que se parece mucho a tu madre, ¿Cómo será cuanto crezca?- sinceramente, no le estaba prestando nada de atención a los pensamientos en voz alta de su tía.

Era pequeño, con sus ojos ligeramente cerrados, sus manitas pequeñas y todo él se movían, incluso era gracioso ver como giraba múltiples veces, una joven enfermera iba pasando cuando notó al bebe que ambos veían, con una sonrisa, cargo al pequeño poniéndolo frente a la ventana.

Lo que sucedió, simplemente sorprendió a los mayores en esa habitación. Tadashi había llevado una mano al cristal, cuando alzaron al pequeño Hiro, este estiró su manita poniéndola en el mismo sitio que hacia su hermano mayor. El oji marrón mayor, sonrió apenas ver como su hermanito se movía sin quitar su mano,

***+*++*++*++*++*++*++*++*+***

Y de pronto un día de suerte se me hizo conocerte.

Y te cruzaste en mi camino, ahora creo en el destino.

Tenerte por siempre conmigo.

Pero más suerte es quererte tanto. Que tu sientas lo mismo.

Dicen que este loco amor. No tiene solución.

***+*++*++*++*++*++*++*++*+***

Esa misma noche, después algunas revisiones al pequeño prodigio, les dejaron irse a casa con el bebé en brazos de su madre, que a pesar de que ella quería cargarlo cuanto más se le hiciera posible, los demás creían que no era muy conveniente, después de todo, los efectos de la anestesia aun eran recientes. Con algo de pesar, se lo entregó  a la castaña que iba en los asientos traseros del auto.

-Mira, ¿No es bonito Tadashi? ¡Es tan adorable como cuando tu de bebe!- exclamó la mujer causando risa entre los presentes.

Parecía una niña con un juguete nuevo entre sus manos.

-Tía Cass, ¿Puedes prestármelo?- extendió sus brazos para recibir al más pequeño Hamada.

Algo reticente, se lo dejó a su sobrino, mientras que este lo cuidaba como si se tratara de papel, lo miró por unos segundos, el pequeño azabache estaba dormido, por eso cuando abrió sus ojos esperaban un lloriqueo, pero este simplemente no lloró. Miró con curiosidad a Tadashi y luego tomó el dedo índice de su hermano mayor.

-Hola Hiro, ¿Estas feliz?- aunque el pequeño solo balbuceaba, le pareció tierno al oji marrón.

Un pensamiento asaltó su mente con solo sentir la calidez de esa pequeña mano enroscada en su dedo, así como los ligeros –casi invisibles- cabellos negros, sus mejillas de un color rosado.

Supo dos cosas al verlo.

Hiro no era como cualquier niño. El era especial. Y también:

-Quiero protegerte para siempre- susurró tan bajo, que bien pudo haber sido un simple pensamiento.

Con esa frase, que al parecer, solo Hiro escuchó, soltó un gracioso ruido, mientras movía su mano con mucha energía. Se había olvidado de todas las rabietas, de lo que pensaba o hizo.

Teniéndole ahora entre sus brazos, mientras se dormía por esa canción que le tarareaba al oído, sintió que realmente todo había valido la pena, se acomodó mejor en el asiento, procurando recostarse y a su vez, cuidar al pequeño de que no cayera.

··***+*++*++*++*++*++*++*++*+***··

Que tu mundo en mi mundo no.

Que tu mundo y mi mundo no.

··

-¿Cómo puedes estar con alguien para siempre?- preguntó Tadashi al aire, mientras tomaba en sus manos el dibujo que había hecho de su nueva familia.

-Pues, hay muchas maneras, ¿A qué te refieres?- preguntó la madre mientras arrullaba a Hiro, el mayor admiró un poco la escena, después solo le enseñó el dibujo a su mamá.

-Cuidarlo y protegerlo, jugar todo el tiempo con él, siempre ayudarlo en lo que necesite, esa clase de cosas- explicó un niño de ya cinco años, mientras guardaba los colores que había usado.

-Entiendo, para ese tipo de cosas, te casas con esa persona, porque de esa manera están juntos siempre, pero tienes que crecer para eso ¿Por qué?- lo último, no lo contestó, simplemente se acercó a su pequeño hermano.

-Hiro, cuando seamos grandes, tu y yo nos casaremos, para estar todo el tiempo juntos- a pesar de que acaba de dormirse Hiro, con un año de vida, no pudo evitar despertarse al escuchar a su hermano.

Su madre solo sonrió con dulzura, mientras acariciaba los rebeldes cabellos de ambos, dejó al pequeño en la mecedora, confiada a que el mayor de los niños lo cuidaría, se fue a su habitación recogiendo algunas cosas, porque más tarde iría con su padre a celebrar su aniversario de diez años casados.

-Hiro, te quiero mucho, por eso siempre, siempre, te protegeré de todos, ¿Está bien?- tomó la mano de su hermano, mientras que el, como cuando bebe apretaba.

-Si, juntos siempre- dijo el menor con una sonrisa, tenía pocas palabras en su vocabulario, pero las suficientes para sobresalir.

··

··

-¿Eh?- se escuchó confundida la tía Cass al cargo de los niños.

-¿No es cierto, o si? No es posible, ¿¡Qué fue lo que sucedió?!- Tadashi tomó al menor de los dos entre sus brazos, salieron de la cocina.

-¡¿Cómo espera que me calme?! Estamos hablando de mi familia, ¿Usted se calmaría?- gritó algo furiosa mientras apretaba fuertemente las manos sobre el teléfono.

-De acuerdo, ya voy para allá- dijo, finalmente dejó caer el teléfono con su cuerpo junto.

Bajó la mirada completamente derrotada, Tadashi preocupado se acercó hasta la fémina que no dudo ni un solo segundo para llorar y abrazar a los retoños Hamada. No entendían para nada lo que sucedía, entonces, el mayor hizo una pregunta que quizá no debía haber formulado.

-Tía Cass, ¿Sucedió algo? ¿Cuándo vuelven mamá y papá?- en ese momento, su tía les apretó aun mucho mas.

Asustados, ambos se miraron, esperando que les dijeran lo que sucedía,  la tía Cass les pidió que se quedaran solos algunas horas, se fue, diciendo que volvería tan rápido como pudiera. Más tarde cuando finalmente llegó, esta les explico unas cuantas veces que a su momento no entendieron muy bien.

-Niños, tengo algo que decirles, quiero que se lo tomen con toda calma… sus padres no van a volver- les dijo mientras tomaba el hombro de cada uno, agachada al tamaño de ambos niños.

-¿Eh? ¿Quieres decir que vendrán mañana?- pregunto de manera inocente Tadashi.

-No es a lo que me refiero, niños, sus papis están en el cielo- ¿Cómo decirles algo tan difícil? Ni ella misma acababa por creérselo.

-Avión- dijo Hiro sonriendo, señalando al techo como si así pudieran verlo.

-Tadashi, Hiro, sus papás, ellos se fueron a descansar para siempre. No van a volver, pero  les aman mucho y van a cuidarlos siempre- dijo finalmente tomándose un respiro para no quebrar en llanto.

Aquellos ojos marrones, le vieron completamente curiosos, entendiendo, pero no del todo la razón, de cualquier forma, aun eran niños.

-¡Como superhéroes!- elevó la voz el menor de los dos, mientras que subía sus bracitos.

Cass, no tuvo corazón para decirles que no era así, que se irían pero nunca volverían de tal manera a que les quedara claro, que ellos habían fallecido, se los haría entender más tarde; cuando pudieran aceptar ese tipo de cosas de manera aun más sencilla. Solo sonrió, aunque su sonrisa no era verdadera, aunque la calidez con la que Tadashi habló le ablandó un poco el corazón.

-Hiro, ahora te protegeré mucho más que antes- besó con ternura la frente de su hermanito.

Ella, solo pensó que por ahora, su infancia podían vivirla así, después de todo, llegaría el momento en que ambos entendieran.

***+*++*++*++*++*++*++*++*+***

Entre estrellas de cartón perdí la ilusión.

Que llegara un ángel, me levante, que me pida que lo ame.

Y de pronto un día de suerte se me hizo conocerte.

Y te cruzaste en mi camino, ahora creo en el destino.

Tenerte por siempre conmigo.

Pero más suerte es quererte tanto. Que tu sientas lo mismo.

***+*++*++*++*++*++*++*++*+***

Miro con lejanía las tumbas frente a ellos, se exhibían dos fotos, una que incluso podría demostrar la calidez y amor que se tuvieron aun en vida, un joven de aproximadamente catorce años, suspiró al ver esa imagen, le traía tantos recuerdos, aunque debía admitir eran algo borrosos. Y de cualquier forma aun les extrañaba.

-Tadashi, creo que lloverá, mejor vámonos- mencionó un niño de cabello azabache rebelde, mientras jalaba la manga del chico.

-Si, adelántate Hiro, en un instante te alcanzo- dejó unas lilas sobre la tumba, mientras que también revolvía los ya de por sí –rebeldes- cabellos de su hermano.

-Mamá, papá, les extraño mucho, Hiro les necesita pero les aseguró que hare de todo para que no le hagan tanta falta. Voy a protegerlo de todos y todo. Los veo el próximo año- susurró de manera lastimera, se derramó apenas unas lagrimas.

Caminó hasta donde su hermano le esperaba con la sombrilla abierta, entendía que Hiro no tuviera demasiados recuerdos, miró con una sonrisa cándida a su pequeño hermano.

Fuera cual fuera la situación, el nunca se arrepentiría de que existiera, era lo que más quería.

-¿Por qué tardaste tanto Tadashi?- preguntó con algo de burla, mientras sostenía el paraguas.

No respondió, simplemente acarició los cabellos del más bajo, mientras tanto sonrió cuando el otro renegó.

-Siempre te protegeré Hiro-

··

··

Y de pronto un día de suerte se me hizo conocerte.

Y te cruzaste en mi camino, ahora creo en el destino.

Tenerte por siempre conmigo.

Pero más suerte es quererte tanto. Que tu sientas lo mismo.

······

 

Hiro Hamada podría crecer, hacerse un adulto hecho y derecho, casarse y tener hijos, pero para su hermano mayor, siempre seria su pequeño hermano, y siempre le protegería sin importar quién o qué.

Notas finales:

Bueno, la verdad no estoy muy segura de cómo me haiga quedado esto, la verdad me gustó el resultado, y espero les guste igual.

La primera parte hasta que se llega a la == es como una introduccion pero quize subirla de una vez.

El capitulo en sí, no tiene mucho aspecto a lo que es romántico, pero quería relatar más que nada como los sentimientos surgen entre estos hermanos. No es como que nazcan enamorados, ¿Cierto? Entonces, me pareció algo bueno el contexto.

¿Razón? Pues no sé, esta pareja me llamó la atención desde que la vi en el cine, pobre de mi hermano que escuchaba mis risitas fangirleanas. Déjenme algún review o una sugerencia.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).