Era un día normal en mi vida bueno tal vez no tan normal pues ahora vivo con mi pareja pero este es un chico, debo esperar por él ya que hoy tengo libre pues no trabajo los fines de semana. Trabajo en un restaurante en lo que más me gusta hacer, cocinar... Y no quiero alardear pero mi comida es la mejor, bueno a mi pareja si le toco trabajar aunque no hasta tan tarde volverá a eso de las 4 de la tarde y ya no falta mucho así que tendremos todo el día para nosotros solos. Por cierto el nombre de mi pareja es Zoro aunque a veces... bueno la mayoría de las veces le llamo Marimo por la similitud de su cabeza verde y con el marimo por eso me hace gracia, aunque a él no le agrada mucho así que me llama Cejillas por mis divertidas cejas de remolino o últimamente me ha estado llamando Ero-cook me pregunto de donde ha sacado eso ah si volviendo al tema, el Marimo es un oficinista común y corriente, tal vez, bueno por eso tuvo que trabajar un día de este fin de semana.
Ya aburrido de esperar fui a mi amada cocina a preparar unas deliciosas galletas sé que a Zoro no le gustan las cosas dulces así que hay veces en que las hago amargas o agridulces según le gustan más así, le prepararé algunas. Comencé a mezclar los ingredientes, la harina, los huevo, los polvos de hornear, etc hasta conseguir una espléndida masa y partirlas en trozos pequeños sin más demora metí una bandeja al horno con estás en ella después de unos minutos las galletas estuvieron listas las retiré del horno y las dejé en el mesón que estaba a un lado, una voz me sorprendio.
-Estoy de regreso -Murmuro Zoro a mis espaldas y di la vuelta.
-Bienvenido a casa ¿Cómo te fue? -Le pregunté recargándome en el mesón.
-Bien pero fue un día agotador, necesito recargarme -¿Qué quiso decir con eso?
Sumido en mis pensamientos no me fijé cuando el Marimo soltó su bolso hasta dejarlo en el suelo y cogiéndome con su brazo por mi espalda hasta atraerme hacia él y besar mis labios con hambre, puede que a esto se refiera con su comentario, bueno si es así no me molesta recargarlo.
-Oh hiciste galletas -Susurro.
-Sí ¿quieres una? no están dulces -Musité.
-Bueno, como quieras -Dijo.
Cogí una y la dirigí a sus tentadores labios, él la mordió luego acerco su rostro para besarme otra vez y degustar la galleta que estaba en su boca, delicioso... pose uno de mis brazos en su cuello, él cogió una galleta e hizo que la comiera, otra vez está besándome. Dejé la galleta en el mesón y puse mi mano en su pecho por otra parte Zoro bajaba su mano por mi abdomen desnudo hasta la única prenda que llevaba en esos momentos, un pantalón buzo del cabeza de alga, metió su mano dentro del pantalón se sobresalto un poco al descubrir que no llevaba ropa interior así que rápidamente empezó a masajear mi miembro mientras me besaba, enredaba su lengua con la mía degustando ambas salivas, dejó mi miembro fuera de mis pantalones y comenzaba a masturbar mi miembro otra vez, seguíamos besándonos de vez en cuando. Me dio vuelta y me puso de espaldas a él, me abrazaba y tocaba suavemente mis pezones. Podía sentir su erección en mi trasero, sus manos bajaron lentamente e pantalón hasta tenerlo bajo mis nalgas, se separaba un poco de mi y las tocaba junto a mi erección, yo giraba mi cabeza para poder besarlo pero no duraba mucho y nos separábamos. Me dio la vuelta otra vez, besaba mi cuello, lo lamía y mordía luego bajaba hasta mi pecho lamiendo y mordiendo en cada rincón, se sentía tan bien, ahora está en mi abdomen metió su lengua en mi ombligo y después seguía su recorrido hasta mi miembro, lo tomo con su mano para luego ver mi rostro sonrojado.
-Hoo que rostro tan lascivo tienes -Se está riendo de mí.
-Cállate cabeza de alga -Giré mi rostro para ocultarlo en mis largos cabellos.
-No me digas así maldito cejillas-.
-AH! -Gemí, apretó mi miembro en su mano -No... No hagas eso... De repente Marimo-.
-¿Y qué quieres que haga entonces Ero-cook? -De nuevo con ese mote.
-Sólo-.
-¿Sólo?-.
-...melo-.
-¿Qué dijiste? No te oí Sanji -Dijo con más enfasis en mi nombre.
-... Lámelo... Lame mi pene Zoro -Lo mire, sentía mi cara arder de la vergüenza.
-Como ordene su majestad, jeh -Otra vez se está burlando pero... Ahora lo está lamiendo y besando se siente tan bien.
-Ahh... Nnh Ma... rimo nahh... -No podía decir nada coherente, era tan excitante. Lo metió en su boca, tome su cabello entre mis dedos, era tan suave. Zoro se levanto hasta quedar a mi altura y besarme.
Zoro nos dio vuelta a ambos y ahora el quedaba de espaldas al mesón, corrió la badeja de galletas y se sento encima de la meseta. No sé que trataba de hacer hasta que dijo algo que me descoloco.
-Satisfaceme Sanji... -Dijo mirandome fijo.
-¿Eh? -Fue lo único que salio de mi boca.
-Vamos Sanji, haz lo mismo que yo te hice a ti -Murmuro con una sonrisa en su rostro.
-Hee ya veo, entonces te haré la mejor felación de tu vida -Le dije arrogante, él sólo sonrió aún más.
Comencé a desabrochar el cinturón luego el pantalón y bajar su ropa interior aunque no completamente, al lado de él agache un poco mi rostro hasta rozarlo con su enorme erección, besé la punta para luego lamer para después engullirla totalmente en mi boca sacándole un ronco gemido, eso era lo mejor. De pronto sentí como uno de sus dedos se abría paso en mi entrada estaba algo húmeda tal vez sea su saliva, ah que bien se siente, pronto un segundo dedo, todo mientras aún le hacía la felación, saque su miembro de mi boca baje hasta la base y lamí hasta la punta luego jugueteé un rato con sus testículos (sé que eso le gusta mucho). Su otra mano la posaba sobre mis cabellos tironeándolos un poco, metí de nueva cuenta su miembro a mi boca y empezaba a mover su cadera al ritmo de mi cabeza.
-Mmn... Ahh... Nng... Sho... roo... Mmn... -Sonidos obscenos salían de mí boca junto a su nombre no tan coherente.
-Sanji ya no... Ahh -Gemía Zoro, sé que estaba en su límite sólo por eso aumente un poco el ritmo -Ahh Voy a... Nn apártate-.
-Ño lo... hade -Dije, unos segundo después el Marimo se había corrido en mi boca y lo trague -Ven no lo haremos en mi preciada cocina -Le dije.
Lo tomé de la corbata que llevaba, en el camino a la sala Zoro se fue sacando su ropa los pantalones y la ropa interior, la camisa, dejando sólo su corbata que no se podía quitar porque yo la tenía agarrada. Al llegar nos besamos y lo tire al sofá, me quite el pantalón buzo y me senté en su miembro de espaldas a él, Zoro me abrazo por la cintura yo empecé a moverme lento, aún dolía un poco conforme pasaba el tiempo sentía sólo placer en mis entrañas, el Marimo besaba y lamía mi espalda no me di cuenta cuando tomo mi miembro y me masturbaba. Después de un rato comencé a casi saltar sobre sus caderas, Zoro levantaba sus caderas para chocar antes nuestros cuerpos, pronto empezaba a moverse cada vez más rápido no podía más que gemir de lo delicioso que era, mi cabeza de alga suspiraba y lanzaba gemidos ronco y algunas veces con mi nombre entremedio. Pase mi brazo derecho por detrás de su cuello y con la otra me afirmaba des respaldo del sofá, Zoro besaba mis pezones mientras nos movíamos con más brutalidad.
-¡AH! ¡Zo... Zoro... Aah! ya.... Ahh Marim... Aaah-.
-Vente Ero-cook, correte para mí -Susurro.
-Zoro... ¡AHH! -Me corrí en su mano y Zoro cesó con sus embestidas.
Cuando recupere el aliento, bueno no del todo, Zoro me levanto y dejó a un lado del sillón boca arriba, subió mis piernas y me penetro otra vez, ah no podía creerlo de nuevo estaba duro, embestidas rápidas y certeras era lo que sentía todas dándole en el punto que me vuelve loco y Zoro lo sabía.
-¡¡AH!! Zo... Zoro mmn... Ah... Uff... Ahh... -Era delicioso.
Luego paro... Unas embestidas lentas tan lentas que me torturaban pero tan profundas que me volvía loco luego de nuevo rápidas pero bien pronfundas, tanto que se escuchaba como mis nalgas se golpeaban con su pelvis un sonido tan obsceno pero era música a mis oídos. Zoro se hizo un poco hacia delante pensé que besaría pero no fue así, cogí su corbata y tire de ella hasta tener su rostro frente al mío.
-Besame Zoro -Y lo hizo me beso tan desesperadamente que nuestras lenguas tenían toda una lucha dentro de nuestras bocas, se enrollaban y se enroscaban haciendo que la saliva saliera fuera de mi boca y cayera por mi barbilla después de un rato nos separamos y Zoro hablo.
-Date la vuelta Cejillas-.
A pesar del mote que me molesto, obedecí. Sin sacarlo comenzó a moverse posó sus manos en mi cadera para llegar profundo, se hizó hacia delante y me abrazó comenzó a masturbarme, a lamer mi espalda, mi cuello, el lóbulo de mi oreja... Luego mordió, me hizo gritar. Volvió a separarse, a moverse rápido otra vez y yo, a gemir.
-Ah ah mm ummm... Ahh Ma... Rimo ahh nngh mmm ahh noo yaa.... Ahh -Ya no aguantaba mucho más tal vez Zoro también estaba a punto, empecé a mover mis caderas para más contacto, me volteo otra vez.
-Quiero ver tu rostro cuando nos corramos -Me dijo con una voz tan lasciva que pensé que iba a explotar.
-¡Ahh! Mm Sí ah... Yo también quiero verte Zo... Zoroo -Levanto mi manos por sobre mi cabeza y jugueteaba con mi boca lamiendo y mordiendo mi labio inferior abrí más mi boca, su lengua entro para juntarse con la mía en una danza lujuriosa -Zoro... Voy a corre... Mmm ahh....-.
-Córrete, yo también ya estoy... Mm ahh -Con sólo unas cuantas embestidas más, me corrí, mi recto se estrecho y sentí un líquido ya conocido desbordarse de este.
El Marimo se recostó en mí, ambos con la respiración acelerada tratando de calmarla, Zoro levanto su rostro para darme un suave y tierno beso cuando nos separamos la cabeza de alga se levanto completamente, me levantó en sus fuertes brazos al más anticuado estilo princesa y me llevó a la habitación, me acostó y él se recostó a mi lado arrastrándome a su cuerpo y estar pegado a mí.
-Durmamos por lo que queda de día, ya no quiero hacer nada -Dijo con los ojos cerrados.
-Pero tengo que hacer de cenar -Murmuré un poco molesto.
-Será para más tarde -Apretó mi cuerpo más fuerte.
-Haa está bien, pero después no te quejes -Musité -¿Zoro? -Me removí un poco y al verlo supe que ya estaba dormido, creo que haré lo mismo, besé su mejilla y me acosté mirando su dormido rostro -Te quiero Zoro -Después de unos minutos me sumergí en sueños.