“Según relata una antigua leyenda, hace mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa que tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mando traer ante su presencia.
Cuando la bruja llegó, el emperador le ordeno que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa; la bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una pobre campesina con una bebe en los brazos ofrecía sus productos.
Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invito a ponerse de pie e hizo que el joven emperador se acercara y le dijo : “Aquí termina tu hilo” , pero al escuchar esto , el emperador enfureció creyendo que era una burla de la bruja , empujo a la campesina que aun llevaba a su pequeña bebe en los brazos y la hizo caer haciendo que la bebe se hiciera una gran herida en la frente , ordeno a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.
Muchos años después, llego el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó, llegando el día de la boda, era el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entro al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente.
Al levantarle el velo vio por primera vez que este hermoso rostro….….….…. tenía una cicatriz muy peculiar en la frente. “
“Cada persona tiene un hilo rojo atado a su dedo meñique, este hilo te une a la persona con la que estas pre destinada a estar, es pequeño e invisible, no importa cuánto se tense o se enrede, este jamás se rompe”
“Kisa ya deja de leer esa basura en voz alta” Le pedí al peli negro con la poca paciencia que me quedaba.
“No seas amargado Masamune” Sonrió el más bajo, mientras se acercaba a mí para poder sentarse a mi lado en mi cama.
“No soy amargado, simplemente no creo en todas esas mierdas del destino” Declare frívolamente viendo al oji café.
“¿De verdad no crees en el hilo rojo?” Suspiro Kisa tomándome tiernamente mi mano “Yo sí creo que en este meñique hay un hilo el cual te une a al amor de tu vida Masamune” Sonrió ingenuamente.
Kisa Shouta ha sido mi hermanastro por seis largos años, su madre se casó con mi padre cuando yo tenía trece, en ese entonces me gustaba la idea de tener un hermano mayor que me protegiera de todos los abusivos, me aconsejara cuando lo necesitara de temas como las chicas o lo que pasaba con mi cuerpo. Por eso el día que lo conocí por primera vez me decepcione como nunca antes en mi vida, mi supuesto hermano mayor de dieciocho años (Cinco años mayor que yo) era pequeño, muy bajo para ser hombre, delgado, pálido, escuálido, frágil como una niña, además con un carácter sumamente infantil e ingenuo, él no me podría proteger, por el contrario yo debería ser quien lo protegiera.
Con los años Shouta y yo nos hicimos cercanos, a pesar de lo opuesto de nuestras personalidades logramos llevarnos bastante bien, el cumplía con su rol de hermano mayor, me enseñó a conquistar chicas, me hablo de mi cuerpo, me arropaba en la noche, me ayudaba es estudiar con alguna materia difícil que tuviera en el colegio y más que nada el me tranquilizaba, yo le puedo contar absolutamente todo a mi hermano, lo quiero como si nos hubiéramos conocido desde siempre, si es que Kisa tiene algún defecto es en su supersticiosa personalidad, por alguna razón el oji café cree firmemente en el destino y en que una especie de hilo nos une a otra persona, ja, sus ideas me parecen tan ridículas ¿Cómo un hilo te puede obligar a estar con otra persona?, simplemente es algo que no se puede, además es imposible que no se rompa a pesar de la tensión o distancia que se ejerza en este.
También me parece injusta la idea ¿Por qué debo estar atado a solo una persona? O ¿Qué pasa si no me gusta mi otro extremo? La idea de que te obliguen a estar con alguien solo porque está unido a un inexistente hilo invisible es algo cruel, yo no quiero estar atado a nadie, a mí me gusta la libertad que disfruto.
“Masamune ¿Por qué no crees?” Me pregunto el más bajo jugueteando tímidamente con mi mano, para ser especifico, con mi dedo meñique.
“Porque es imposible Shouta” El peli negro me miro confundido, cosa que me hizo suspirar, hay veces en que Kisa puede ser tan inteligente y otras en que resultar ser un completo imbécil, como ahora por ejemplo.
“¿Por qué dices que es imposible?” Musito con un brillo en sus ojos, brillo que solo me muestra cuando hablamos de cosas que lo apasionan.
“Porque ningún hilo es tan fuerte como el de tu leyenda, no tiene ninguna lógica ya que en algún momento debería romperse, como en el caso de las personas que están muy lejos, la distancia es demasiado grande” Trate de que mi hermano reaccionara con raciocinio, aunque hasta ahora mis intentos se veían bastante inútiles.
“Es que no se rompe, y sin importar la distancia o el tiempo que pase tarde o temprano te terminaras encontrando con la persona unida al otro extremo” Bufe molesto al escuchar su razonamiento sin lógica.
“Creí que eras más inteligente” Susurre molesto mientras el más bajo se recostaba en mi regazo contemplando su mano.
“Lo soy, es solo que me encantan estos temas románticos” Musito avergonzado el oji café “Sabes a mí me gustaría conocer el otro extremo” Menciono el mayor mientras miraba su mano con calidez, ternura y muchas ilusiones, como si realmente pudiera ver un hilo atado en su pequeño y pálido meñique
“Mejor ya duérmete” Le sugerí tratando de arrojarlo de mi cama, lo cual no fue mi difícil, mi hermano es bastante ligero.
“MASAMUNE” Grito molesto el más bajo con el ceño fruncido “Que malo eres con tu viejo hermano mayor” Reclamo el oji café con sus típicos gestos infantiles, son estas veces cuando yo me siento el hermano mayor.
“Bien lo lamento” Me disculpe aparentando la mayor sinceridad, aunque de verdad no lo sentía, se lo merecía por molestarme.
“Está bien, te disculpare si mañana me acompañas al festival de anime” Sonrió el oji café, ¿Festival de anime? Ni muerto, en esos lugares va pura gente rara, vestida extravagantemente cantando canciones inentendibles y derrochando todo su dinero, conozco bien a Kisa, sé que llevara todos sus ahorros, que desperdicio, con tanto dinero podría comprarse no lo sé algo como un auto en vez de posters.
“Ni loco iría a esos lugares para raros” Declare furioso y ofendido por la propuesta del peli negro, cuando voltee sutilmente para verlo lo observe claramente deprimido, tal vez me había excedido solo un poco.
“Recuerda que tu hermano es uno de esos raros que quiere ser editor de manga” Shouta tomo un bocado de aire y siguió “Sé que ninguno de ustedes está de acuerdo con mi elección para estudiar, tal vez debería ser un editor de literatura como tú, pero yo soy realmente bueno en esto y esas ferias para raros” Lo dijo simulando comillas con sus dedos “A mí me ayudan para poder hacer mejor mi trabajo”.
Su discurso me hizo sentir realmente culpable, maldición, no lo pensé, lo lastime como mis padres lo hicieron, Kisa desde muy joven supo lo que quería hacer con el resto de su vida, el eligió ser un editor de mangas, lo cual era extraño porque a Shouta no le gustaban los mangas en esa época, él lo llamo una corazonada.
Su madre muy decepcionada por la decisión del menor se separó de él mandándolo a vivir en un complejo de apartamentos, mi padre trato de apoyarlo, sin embargo, tampoco deseaba contradecir a su nueva esposa, al no encontrar una manera directa de apoyar a su hijo, mi padre me pidió que me mudara con él y lo cuidara, él nos nada dinero para los gastos y todas las cosas extra que necesitemos.
A pesar de esta situación mi hermano no le guarda rencor a la familia, yo me siento orgulloso de que el haya ido por sus sueño. Actualmente estudia en una universidad pública, no es de las mejores, pero es gratis y Shouta se esfuerza mucho para aprender bien, está cerrando el ciclo escolar, con los últimos trabajos para graduarse y buscar un trabajo como editor, sé que debo apoyarlo, por eso me siento bastante culpable por lo irresponsable de mi comentario, veo que me he quedado sin opciones, ahora iré a esa feria.
“Lo lamento” Musite tratando de no arrepentirme de lo que diría “Te acompañare mañana todo el día si eso es lo que quieres” Una hermosa sonrisa se dibujó en el rostro del peli negro, el cual salto a abrazarme fuertemente.
“Gracias, gracias, no te arrepentirás” Declaro el oji café, ojala tenga razón y no me arrepienta de mi decisión.
“Eso espero” Musite tratando de zafarme de los empalagosos abrazos de mi hermano mayor, sin obtener éxito en mi cometido.
Después de que me abrazara por horas el cayo dormido en mis brazos, lo lleve a su cama sin mayor dificultad, de verdad Kisa a veces me recuerda a una mujer, es que es tan frágil, ligero, delicado, se podría definir objetivamente como lindo, pero siendo lindo jamás conseguirá una novia que lo cuide y lo encuentre físicamente atractivo.
Involuntariamente al pensar la palabra “Novia” me vino a la mente mi hermosa pareja, Ichinose Erika, una bella mujer de pronunciadas curvas, con unos finos cabellos ondulados castaños y unos brillantes ojos azules, si mi hilo debía estar conectado a alguien deseaba que fuera a ella, lo admito no creo estar enamorado, pero aun así la quiero mucho, y tal vez con el tiempo nos podamos enamorar, después de todo el ser humano es un animal de costumbre, solo debo aprender a amarla ¿Cierto?
Rayos con eso recordé que ella jamás se debería enterar de mi futura visita a la convención, seguramente me botaría para salir con mi amigo Akihiko, hace rato que me di cuenta de esto, sé que algo traen esos dos, tal vez al peli plata le gusta mi novia, sin embargo yo no estoy dispuesto a cedérsela, es mía, de mi propiedad, por eso esconderé esta ñoña salida con mi hermano si alguno de los dos se enteran definitivamente eso los acercara más y le dará un buen motivo para romper conmigo.
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“Masamune” Me llamaba una molesta voz que reconocí al instante, hice mi mayor esfuerzo por ignorarla y seguir durmiendo, sin embargo aquellos molestos chillidos se intensificaban “MASAMUNE”
“¿Qué QUIERES?” Grite molesto levantándome bruscamente de mi cama, solo para ver a un pequeño peli negro molesto apoyado en el marco de la puerta con una cámara fotográfica y un bolso negro.
“¿Acaso lo olvidaste?” Me frunció el ceño, no, pero desearía haberlo podido olvidar y no pensar en eso toda la maldita noche.
“No” Susurre molesto mientras me levantaba para dirigirme al baño para poder darme una larga y refrescante ducha.
“Apresúrate, vamos a llegar tarde” El más bajo lo dijo con una especie de baile, como si se aguantara las ganas de ir al baño, gestos que me sacaron una sonrisa.
“Solo me voy a duchar y ya”
Cuando entre al baño me quite el pantalón deportivo gris, con el que suelo dormir, luego me quite la ropa interior y finalmente me metí en la regadera dando el agua caliente, sin embargo, lo único que cayo fue agua congelada, maldito Shouta, acabo toda el agua caliente apropósito para apresurarme, ya me las cobraría, rayos ¿Por qué debería conocerme tan bien? O acaso ¿Seré yo el predecible?
Con sentir sesenta segundos el cortante frio, proveniente de la ducha, fue más que suficiente para que yo me pusiera azul, corte rápidamente la llave y corrí a mi habitación para vestirme buscando algo de calor en mis ropas.
“Ja, veo que ya estás listo” Mire furioso al pequeño hombre el cual estallaba en carcajadas “Pero que predecible eres Masamune” Le iba a refutar, no obstante, el tomo mi mano y me jalo obligándome a correr hacia el tren.
En todo el transcurso del tren Kisa no despegaba una infantil sonrisa de su rostro, parecía un pequeño niño que iba a conocer a Santa Claus, la escena me parecía muy tierna e inapropiada para su edad.
Las estaciones pasaban muy lentas para mí en los vagones, me encontraba de pie y aburrido, por eso sin nada mejor que hacer empecé a observar a las personas del tren, no había nadie que llamara mi atención hasta que vi un grupo de tres amigos, deberían ser más o menos de mi misma edad, tal vez un poco menores; El primero de ellos era un pequeño castaño, algo moreno, bajo, delgado con unos ojos esmeralda, el segundo un oji azul, de cabellos color chocolate, con una sonrisa ingenua el cual sostenía fuertemente un manga, y el tercero un castaño algo más alto que el primero con unos hermosos ojos verdes, mi mirada se detuvo un buen rato en este último, su piel se veía bastante blanca, habían veces en que se ruborizaba levemente, parecía que sus otros dos amigos lo iban molestando, ja, no sabía que esa clase de inocencia aun existiera en hombre de mi edad, que ingenuo debe ser él.
“Masamune” La voz del oji café me saco de mis pensamientos “Nos bajamos aquí” Me deprimí ante la idea de sepárame de aquel castaño, no porque me gustara o algo, yo tengo novia, no soy gay, si no porque algo en su mirada me intrigaba “Que lento eres, vamos” Me jalaba el mayor hacia la salida, para mi sorpresa, aquel grupo de amigos también bajo en nuestra misma estación ¿También irían a la feria de raros?
Quería seguirlos, pero mi lindo y tierno hermano (Nótese el sarcasmo en mis pensamientos) me arrastro de un lugar a otro sin descanso, primero me dirigió a un puesto de mangas, en donde compro miles, no estoy exagerando, literalmente compro muchos mangas, luego peluches, compro orejas de gato y un cascabel ¿PARA QUE DIABLOS QUIERE OREJAS Y UN CASCABEL? No me atreví a preguntarle por miedo a la respuesta, después fuimos por muchos cuadernos con estampados que no entendí, luego por carpetas, muchas chapitas, estoy seguro que Kisa quedara endeudado por tantas compras, además parecía un pequeño niño corriendo y saltando de tanta felicidad y emoción que sentía.
Luego como si fuera poco me obligo a tomarle fotos con personas disfrazadas de forma algo peculiar, casi todos eran chicos en trajes muy ajustados, ostentosos con pelucas, armas, orejas, lentes de contacto, algunos incluso con traje de baño, y con los músculos pintados, no como los míos que son reales.
Cuando finalmente el peli negro se agotó nos sentamos para ver un par de concursos, Kisa cargaba al menos diez bolsas llenas de mercancía.
“Shouta ¿No necesitas ayuda con eso?” Pregunte amablemente, intentando ayudar a mi hermano mayor.
“No gracias, solo dame un segundo para reponerme” Declaro con la respiración entre cortada mientras se aferraba a las bolsas.
Mire aburrido a las personas, ya quería irme de aquel lugar, no hay nada interesante, o eso pensé hasta reencontrarme con el castaño. Sus amigos estaban tratando de convencerlo para que usara un par de orejas de gato como ellos, no obstante el oji verde se negaba tratando de escapar de la situación, me quede un buen rato viendo embobado aquella escena, ellos eran tan infantiles como Kisa, tal vez peores, cuando vi que el castaño se alejarse de ellos, sin pensarlo lo seguí, mi cuerpo reacciono solo, yo no quería nada con él, solo verlo un poco más de cerca y averiguar ¿Qué es lo que me intriga de esa persona?
Descubrí que el solo había ido a comprar una bebida, lo vigile de cerca y se veía bastante normal, yo era mucho más apuesto que él, entonces ¿Por qué me intriga tanto? Por estar perdido en mis pensamientos no me di cuenta que el oji verde termino con su compra y se dio vuelta chocando contra mí.
“Lo lamento” Me miraba lleno de rubor observándome con los ojos muy abiertos y con algo de miedo.
“¿Lamentas qué?” Pregunte sin entender la situación y queriendo alargar un poco más la conversación.
“Eto….Es que to derrame la bebida en tu polera” Declaro avergonzado, baje la mirada y efectivamente mi nueva polera se encontraba empapada de un líquido negro, el enojo en mí se hizo inminente.
“¿ACASO ERES IDIOTA?” Grite furioso “ERA NUEVA MALDICIÓN” El menor me miro boquiabierto por mi agresividad, pero se la merecía, esta polera me costó dos meses de ahorrar, y ahora estaba completamente arruinada, además a Erika le gustaba dormir con esta polera cuando se quedaba en mi casa, ahora toda su esencia estaba perdida por culpa de ese torpe castaño sin reflejos para esquivarme.
“Lo lamento” Musito, sin poder resistir más yo Salí furioso del lugar para sentarme nuevamente con Kisa, ahora si me quiero ir.
“¿Qué te paso?” Me miro sorprendido el oji café sin separarse de sus bolsas.
“Un idiota me derramo bebida en mi nueva polera, la compre recién el mes pasado” Reclamaba en voz alta más para mí que para él.
“Compadezco al que te arruino la ropa” Sonrió divertido mi hermano, pero que infantil comportamiento, tan típico de él.
“¿Ya tienes todo lo que querías?” Pregunte algo molesto, con la esperanza de que me dijera que sí y nos fuéramos de una buena vez.
“Déjame revisar” El más bajo abrió sus bolsas para comenzar a inspeccionarlas “Magas, posters, cuadernos, carpetas, disfraces, novelas, chapitas, llaveros” ¿Pero qué rayos? Es un derrochador de dinero, espero que no pegue esos posters en nuestra habitación compartida, no los quiero ahí mirándome en la noche.
“¿Eso es todo?” El oji café me ignoro para seguir revisando el contenido de sus compras como si buscara algo.
“Y el peluche, si acá esta todo, ya nos podemos ir” Agradecí infinitamente aquellas palabras, ya nos podemos ir, que alegría.
“Entonces vámonos” Proclame prácticamente arrastrando al menor fuera del lugar, pero este freno en seco, observando un cartel, con pesadez me acerque para leer lo que decía: “Shinobu Takatsuki amo del destino”