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El hilo rojo del destino por Chiaki28

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Notas del capitulo:

Hola chicos bueno primero unos avisos, como algunos ya saben tengo traumas con subir finales pero por fiun me salio asi que mañana se sube el penultimo capitulo de por favor enamorate de mi y el final de quiero poder sentir muchas gracias a quienes han apoyado esos fan fics y si las cosas salen bien deberia poder subir el primero de otro.

Acabando con la publicidad, aca tienen su reencuentro de los eroticos y pues mi idiota Takanito poco a poco va reaccionando sobre su realidad la pregunta es ¿Basta con arrepentirse?

Espero que els guste <3 <3

Takano Pov

Mi mente estaba hecha un caos, mi corazón era atacado por miles de impresiones, yo me sentía molesto, enfermo, enojado, destrozado pero sobre todo me veía dominado por el odio, no hacia esa mujer que estaba parada frente a mí con una sonrisa imponente sino odio a mí mismo, yo me detestaba.

Si tan solo no hubiera actuado de manera tan imprudente yo ahora sería la personas más feliz en el mundo en lugar de la más desdichada, podría estar abrazando a mi castaño en la cama acariciando sus cabellos, besando con ternura su frente en vez de tener que impedir un matrimonio que debió ser mío.

Tantas cosas que debieron pasar, tanto que pude evitar, sin embargo ¿De qué me sirve lamentarme ahora? ¿Algo cambiara si me pongo a llorar en silencio? ¿Algo cambiara si golpeo a Erika como quiero? Quizás me sienta mejor, pero mi Ritsu no regresara si no soy capaz de probar lo mucho que lo lamento.

Lo muy idiota que me siento por haber arruinado nuestras vidas y la de mi hermano, quiero arreglarlo todo, no obstante, si me quedo con deseo poder arreglarlo y fracaso, aunque de lo mejor de mí no servirá de nada, todo habrá sido en vano si no recupera ese brillo tan especial en esas esmeraldas que me transmiten un calor que no volveré a sentir junto a una armoniosa paz cuando él me sonríe desprevenidamente.

Fui un tonto, lo sé, fui un idiota por permitir que esto pasara, por haber cambiado a mi Onodera, por jamás haberlo apoyado cuando me necesitaba y unirlo a otro hombre cuando él debió haber sido mío.

Ahora a pesar de sentirme destruido, pulverizado, mutilado, poder percibir como poco a poco arrancan algo de mi pecho, como me quieren arrebatar una parte de mi alma para que la mía llore con lágrimas de sangre ante la irremplazable perdida de esas esmeraldas, aun sintiéndome así debo ser capaz de levantarme y luchar.

Ya no soy el maldito mocoso que era, esta vez yo amare a Ritsu como siempre debí, no me importa si tengo que oponerme al resto del mundo para poder celebrar mi amor y enamorarlo, para que él me mire con el cariño que en mis sueños me tiene, no renunciare, no llorare y no me rendiré ante nadie.

Me levante del suelo observando a la castaña de mirada señorial, decidí respirar y no sollozar, no quería recordar ese gesto lleno de decepción que el menor me había mostrado, esa desilusión, como sus esmeraldas se apagaban para dejarlas sin vida ni un espléndido centellar en esas pulcras gemas verdes que me llenaban con tan solo una de sus miradas, el como yo las había apagado sin compasión, no quiero recordar eso sino arreglarlo.

Camine hasta la puerta ignorando a la muchacha que me sonreír lascivamente la cual me agarro del brazo para poder verme de frente, en esos ojos azules no hay nada más que maldad, alguna vez los míos también estuvieron así de vacíos, pero gracias a mi escritor, gracias a la persona que amo mi corazón ya no es de piedra, porque Ritsu entre sus manos lo acuno para convertirlo en un frágil y transparente cristal.

“¿Así que ahora te follas hombres Masamune?” Pregunto divertida sin soltarme del brazo, yo me sentí asqueado ante aquel contacto que nacía entre nosotros “Aunque es bastante lindo, me pregunto si le gustaran las mujeres para que yo le haga una visita a tu pequeño amante y vea cuál de los dos es mejor haciéndolo” Sin querer seguir escuchando esas idioteces me libere de su agarre con un movimiento brusco.

“En primer lugar a Ritsu no te atrevas a tocarlo ni a molestarnos en mi apartamento, Erika no me provoques yo a él lo amo más que a mi propia vida, y no te ira bien si me jodes mis planes para demostrarle lo que siento” Proclame amenazadoramente “Y en segundo lugar fue un error decirte que tú eras mi otro extremo del hilo rojo, es mentira, no lo eres, así que no toques más el tema porque prefiero morir solo como Saga a tener que verte cada mañana” La oji azul me miro bastante molesta aunque no despego esa arrogante sonrisa de su boca excesivamente maquillada con un labial rojo barato.

“Tú fuiste el que me dijo que regresaría arrastrándome porque era el otro extremo de su hilo, pues acá me tienes dispuesta a hacerlo, amor” La más pequeña rodeo mi cuello con sus brazos para poder jugar con mi cabello “Ahora quiero tener mi premio y que me hagas gemir como solo tú sabes hacerlo Masamune”

“No quiero tocar a nadie que no sea Onodera, así que si quieres ir a divertirte búscate a cualquiera de tus amantes” La joven me miro impactada sin poder esconder su sorpresa mientras yo miraba con un inmenso repudio aquel pequeño y frágil hilo que nos mantenía unidos, como maldigo el día que los cambie sin medir las consecuencias.

“¿Me estas cambiando por esa zorra que tienes por escritor?” Le lance una mirada fulminante a la castaño, gesto que logro que todo su cuerpo comenzara a temblar, yo no permitiría que insulte a quien más me importa, no dejare que hable mal de la persona más pura e inocente que he tenido el encanto de conocer.

“Erika no estoy a favor de la violencia femenina pero un comentario más como ese y no me hare responsable de mis actos” Proclame con un tono bastante frio acorralando a la mujer en contra del sofá “Ahora quiero que me entregues la copia de la llave que tienes de mi casa, porque ni Shouta ni yo te queremos volver a ver”

“Enserio tu eres de lo peor, espero que te pudras” Musito la castaña sacando de su bolsillo la pequeña copia plateada que tenia de nuestra llave, yo la tome con agresividad logrando lastimar un poco la mano de la más baja.

“Vete y no regreses a mi vida” Le dije cortantemente levantándome para irme hacia la puerta de mi departamento “¿Sabes? Yo estaba realmente enamorado de ti cuando comenzamos a salir, pero cuando me entere de que me engañabas como con cuatro hombres a la vez asesinaste la parte ilusa e inocente que existía en mi corazón, convirtiéndome en lo que soy hoy en día” Musite regalándole la última mirada.

“Masamune yo lo siento” La calle con un gesto con mi mano, no me interesaba escuchar más mentiras de esos labios.

“No me sigas engañando” Le ordene para proseguir “Ritsu fue el único que me saco de las profundidades en las que tú me enterraste, él me rescato cuando caí entre tus redes, por eso no te perdonare si te metes con mi pequeño salvador” Proclame con seriedad saliendo de mi hogar para seguir al castaño.

Corrí con la respiración agitada hasta donde se encontraba su departamento, no quería perderlo, no me rendiría tan fácilmente, necesitaba explicarle antes de que él se rindiera conmigo, de que el poco amor que me tiene reflejado en sus resplandeciente mirada se apague para siempre, antes de que diga el “Si” a alguien que no soy yo.

Seré inmaduro, un egoísta por no ser capaz de dejarlo ir cuando yo lo lastime, sin embargo sé que nadie nunca lo amara con tanta pasión como yo, jamás lograran que su cuerpo se estremezca ante otros toques que no son los míos y nadie nunca disfrutara tanto del melódico latir de su corazón, de sus respiraciones como yo lo hago, no puedo dejarlo ir, no perderé a Ritsu aunque nuestros hilos no estén unidos no lo dejare solo nunca más.

Después de correr por bastantes minutos llegue al departamento del menor con la respiración agitada, y una desagradable sensación en el pecho, tenía tanto miedo de haberlo disipado por siempre, de que mis errores no se pudieran reparar y yo tuviera que resignarme a una vida llena de desdicha, nostalgia y melancolía.

De lo único que estaba seguro es que al igual que Kisa si no es con Onodera prefiero pasa toda una eternidad solo contemplando la felicidad del menor lejos de mí a tener que pasar un minuto con alguien que no sea él.

Toque el timbre desesperadamente sin tener paciencia, necesitaba verlo, quería explicarlo todo lo que paso, mi corazón se detuvo la ver como un molesto hombre de cabellos rojizos me abrió la puerta sin esconder su rechazo hacia mí.

“¿Qué rayos haces aquí?” Ignorando su pregunta me limite a ingresar empujándolo lejos para busca a mi oji verde, camine por toda la casa hasta que lo divise en el comedor con la mirada perdida en la computadora, el parecía estar muerto en vida, mi pecho se oprimió al notar la inmensa tristeza que sus orbes relejaban.

Antes de que notara mi presencia lo tome del brazo para arrastrarlo hasta una de las habitaciones y que su molesta pareja no nos interrumpirá como deseaba hacerlo, una vez a dentro empuje a Onodera en contra del suelo usando el peso de mi cuerpo para inmovilizarlo, sabía que esa era la única forma para que escuchara.

“¿QUÉ DIABLOS HACES AQUI?” Me grito bastante molesto entrelazando nuestras miradas en un armonioso baile lleno de dulzura que expresaba lo que las palabras no podían decir, que transmitían esa incomprensible necesidad que tenemos por estar juntos, porque a pesar de su rechazo yo puedo sentir como su corazón se acelera con los roces de nuestras pieles, con la sincronía en nuestras respiraciones y lo adictivo del choque entre nuestros aromas, siempre me enloqueció lo dulce que es Ritsu.

“Te amo” Declare sin desviar la mirada observando como esas preciosas orbes  verdes se abrían impactadas como si no fueran capaces de creer en mis palabras “Onodera yo te amo, sé que me di cuenta muy tarde pero no te puedo dejar ir, no quiero perder a lo que más me importa en esta vida así que no te vayas de mi lado” Le rogué apoyando mi cabeza en su pecho para escuchar esa sinfonía que calmaba mis temores.

“No te creo” Susurro débilmente el menor “Yo vi como mirabas a esa chica, no soy tonto ni soy el juguete de nadie deja de lastimarme de una buena vez” Se defendió el más bajo forcejeando para que lo liberara.

“Esa chica es mi antigua novia, nosotros rompimos antes de que fuera tu editor, Ritsu yo no podría ver a nadie que no seas tú, tienes que creerme, mírame a los ojos y ve a tras vez de ellos, contempla la puerta de mi alma” El oji verde se ruborizo furiosamente sin despegar sus hermosas gemas de mis ojos.

“Aunque me digas eso” Musito dejando de luchar en contra de mis movimientos “No puedo confiar en tus palabras, tu solamente eres mi editor, no mi amigo ni mi novio, es raro que me digas estas cosas siendo mi colega” Me arriesgue a dejar una de sus manos libres para poder llevar la mía a su rostro y delinear con ternura sus labios, recorriéndolos para deleitarme con lo delicados que estos eran.

“Si no sintieras nada por mi jamás habrías correspondido a esos besos” Declare acercando mi rostro al suyo “Sé que es difícil volver a amar si viviste todo eso, pero si Haitani no logro sacar a Haruhiko de tu corazón es porque no estás enamorado de él” La respiración del más bajo se aceleró al igual que la mía, esta cercanía que teníamos lograba que en mi cuerpo nacieran nuevas y agradables sensaciones.

“Es verdad no lo he olvidado pero aun así lo amo, Haitani fue quien me ayudo cuando no tuve a nadie más, no lo traicionaría después de todo lo que hizo por mí, después de la manera en cómo me acogió entre sus brazos limpiando mis lágrimas” A pesar eso él está temblando debajo mío sin apartarse de mí.

“Pero yo puedo besar esa lágrimas y sanar tu corazón” Finalmente salí de encima para que él se pudiera sentar y yo abrazarlo, no quería dejar de sentí esta calidez jamás “Prometo probarte que valgo la pena si te arriesgas conmigo” Susurre sin dejar de acariciar con cuidado la espalda del castaño, deseando que todo esto fuera una pesadilla para que al despertar nuestros hilos aún se mantuvieran unidos.

“Takano-san yo” Antes de que el más bajo pudiera completar la oración la puerta se abrió mostrándome a su novio con una sonrisa torcida y una llave en la mano, mierda no pensé que el fuera tan inteligente y supiera como interrumpirlos, yo me limité a mirarlo con odio y desdén deseando que el oji verde no se apartara de mi lado.

“¿Qué rayos haces con mi prometido en nuestra habitación?” Me interrogo ingresando a la pieza para separarnos y rodear posesivamente al más bajo entre sus brazos, me dolí mi pecho, me ardían los ojos, me costaba respirar, sentía como se me partía el corazón al observar ese brillante hilo que los mantiene unidos.

“Haitani, cariño, está bien, tranquilo nosotros solo estábamos hablando” Lo intentó calmar Ritsu con una de esa hermosas sonrisas que solamente él sabe dar, de las cuales solo me debería regalar a mí.

“Me preocupo porque tú eres demasiado despistado y no sabes cuando un hombre se te esta insinuando” Musito protectoramente el más alto regresándole la cálida expresión a mi pequeño oji verde.

“No me estoy insinuando” Proclame con aires de arrogancia y superioridad para levantarme el suelo y seguir con mis palabras “Le estoy declarando directamente el amor que siento por él desde el momento en que lo vi” Las mejillas de Onodera se vieron poseídas por un adorable color carmín mientras que su pareja se levantaba abruptamente para poder encararme en una especie de pele que yo genere.

“¿Ves ese anillo que esta acá?” Pregunto sarcásticamente tomando con brusquedad la mano de Ritsu para enseñarme un barato anillo de oro blanco con una pequeña y fea piedra verde “Lo compre hace un par de días en una de las joyerías más prestigiosas por eso te enteraste de nuestro compromiso pero lo cierto es que Ritsu acepto casarse conmigo desde hace meses antes de llegar a Japón” Abrí los ojos de golpe recordando lo que alguna vez escuche en un sueño “Aun no es muy tarde pero el tiempo se agota”

“¿Cuándo se van a casar?” Me atreví a cuestionar a pesar de la mirada herida que el más bajo me mostraba.

“En un par de semanas” Musito Ritsu parándose al lado del peli rojo, el cual le daba la mano posesivamente “Takano-san, es mejor que se vaya yo tengo que terminar los últimos preparativos para que Isaka-san vea el libro” Me acerque al menor sin importarme la presencia de su despreciable prometido.

“Lo entiendo Onodera debes ponerte a trabajar ahora mismo antes de que nos atrasemos con el plazo y la imprenta nos moleste” Las hermosas orbes verdes del menor reflejaban dudas acompañadas de un temor, él también estaba asustado de tener que perderme de no corresponder que era lo que estábamos sintiendo.

“Bien te puedes ir, yo me encargare de que MI Ritsu termine a tiempo” Dijo fríamente el más alto al cual yo ignore acercándome a la oreja del castaño para susurrarle uno de mis desesperados intentos por trasmitirle la verdad.

“Te veo mañana en el bar donde la empresa va a celebrar la fiesta por nuestro exitoso lanzamientos, si faltas sabré que lo has escogido a él, pero si te atreves a ir, prometo que no te decepcionaras conmigo”  Musite dándole un tierno y sutil beso en esa cálida mejilla la cual se ruborizo aun más por aquel contacto.

“Lo pensare” Susurro con la cabeza gacha escondiendo su expresión debajo de su flequillo, el más alto molesto me empujo hasta la salida de su departamento sin quitarme esa mirada llena de desprecio.

“No te acerques a él, yo he sido el que lo he apoyado todos estos años, no tienes ningún derecho a venir a reclamar su corazón como si te perteneciera” Declaro con el ceño fruncido aparentando los puños debido a la impotencia que debía sentir.

“Estás enojado porque sabes que Ritsu me elegirá antes que a ti, porque ves la forma en que nosotros congeniamos con tan solo un par de palabras” EL peli rojo con una mirada dolida me sonrió débilmente.

“Pero es conmigo con quien se va a casar, así que deja de esforzarte porque yo tengo toda una vida para enamorar a Onodera” Antes de que pudiera responder el me cerró la puerta en mi cara dejándome bastante frustrado con un amargo sabor en la boca.

Suspire apoyándome contra la pared para descansar un rato, la inquietud me estaba carcomiendo lo más profundo de mi ser, estaba aterrado, sé que él me ama por la manera en que me observa, no obstante, al mirar en sus preciosas orbes también puedo contemplar lo destrozado que esta, como sus heridas aun sangran.

No sé qué será más fuerte el temor o el amor, aun así no tengo otra opción más que esperar su respuesta, yo deje la batalla en sus pequeñas manos, mi destino será decidido por mi castaño y yo con el dolor de mi alma atormentada aceptare sea cual sea su decisión, porque lo amo y quiero verlo sonreír, por eso lo antepondré antes que mi propia felicidad.

Kisa Pov

Me levante con pereza de la cama de la habitación de invitados que teníamos al escuchar como Erika se marchaba dando un portazo furioso a nuestro departamento, yo suspire aliviado de que la pelea entre esos dos se terminara de una vez por todas, ella jamás me agrado ni si quiera cuando recién comenzaban a salir.

Me estire como si fuera un pequeño gato sintiéndome feliz al saber que hoy tenía el día libre porque mis mangakas terminaron su trabajo a tiempo, el cual pude entregar exitosamente ayer, suspire recordando las palabras que mi hermano le había dedicado a su editor, Masamune es un tonto yo sabía que se arrepentiría de cambiar sus hilos, aun recuero la dulce forma en que lo miro cuando lo conocimos en la convención, él cree que no me di cuenta de cómo a propósito fue que choco con Ritchan para poder verlo.

El sonido del timbre me saco de mis pensamientos, intentando levantarme de mi cama me aproxime a la puerta despidiéndome de mi día para leer mangas y ver mucho anime, cosas que a pesar del paso de los años aun me gustan excesivamente.

Al abrir me encontré con un hombre de apariencia principesca, precisos ojos avellanas y una mirada llena de nostalgia, además de que parecía brillar al mirarme, por alguna razón algo dentro de mi hizo que mi corazón saltara descontroladamente, mi respiración se agito, el sudor callo por mi frente y mi cuerpo se tensó.

“KISA-SAN” Grito el más alto abrazándome tiernamente logrando que todo mi cuerpo dejara de reaccionar, no comprendía porque él conocía mi nombre o que era lo que quería en mi departamento, sin  embargo, un presentimiento me dio a entender de que yo también lo conocía la manera en como su calidez me envolvía logrado que yo me sintiera cómodo con su presencia, con su respiración, con el ritmo en que su corazón latía, movieron algo en mi interior, haciendo que un gran calor se posara en mis mejillas.

“No me importa si no eres mi otro extremo, no me interesa si nos tenemos que separar algún día, lo único que se es que te quiero tener entre mis brazos todo lo que pueda, no me resignare a pasar una vida sin ti, no puedo” Antes de que respondiera el hombre de hermoso mirar avellana tomo mi rostro para dame un apasionado beso.

Quería empujarlo lejos, era un desconocido para mí, no obstante mi cuerpo dejó de obedecerme para poder saborear sus labios permitiéndole el acceso a mi boca, entre nosotros había un ambiente  lleno de nostalgia y cariño que no podía comprender, la manera en que él se aferraba a mi cuerpo me relajaba.

Sé que es muy raro dejar que un extraño te bese y te acaricie como si fuera especial, sin embargo, ese hombre me daba confianza, no puedo explicarlo, solamente sé que algo en mi interior me impulso a seguir con ese beso hasta que el aire nos hiciera falta para poder entrelazar nuestras miradas.

“¿Quién eres tú?” Musite apartándome levemente permitiéndole el ingreso a mi departamento compartido con Masamune.

“Fingir que no me conoces no te llevara a ninguna parte, es hora de enfrentar los problemas, nosotros nos amamos, no quiero estar separado, no quiero vivir más con miedo, si te voy a perder no será por voluntad, si vamos a romper que no sea porque estamos huyendo del dolor que aún no hemos vivido” Parpadee confundido un par de veces sentándome junto al castaño claro con el rostro algo ladeado.

“Ahora pienso que tal vez me estas confundiendo con alguien más” Declare con una pequeña risa intentado aligerar el pesado ambiente que se había creado entre nosotros dos, táctica que no funciono al ver como el más alto fruncía el ceño.

“¿De verdad no me recuerdas?” YO negué con la cabeza escondiendo mi rostro de la vergüenza que sentía.

“Lo siento yo, tengo un presentimientos que te conozco pero no más allá de eso” Susurre sintiendo una fuerte necesidad por proseguir con todo lo que he vivido, siempre he sido alguien impulsivo que se deja llevar por lo que hay en su corazón, sin embargo, esta vez las emociones son más intensas a lo que acostumbro “TU hablaste de los hilos, lo único que recuerdo de eso fue hacerle una petición al amo del destino para que dejara de doler” Proclame dejando escapar más de uno de mis pensamientos.

“¿Para que dejara de doler?” Repitió el hombre brillante con un gesto más relajado apoyándose en el respaldo del sofá “Tu decías que te dolería mucho tener que separarte de mí y por eso fue que rompimos, lo único que se es que yo acabe más que destrozado y amargado por esa decisión que tomamos”

“¿Enserio fuimos pareja?” El hombre resplandeciente toma mi cuello, para descender a mi pecho y sacar una pequeña cadena que tenía la mitad de un corazón, yo me sobresalte al no haberme dado cuenta antes de la existencia de esa joya.

“Te dije que tú eres mi otra mitad” Susurro con voz ronca para sacar una cadena igual la cual estaba escondida debajo de sus ropas, mire expectante el cómo estas se unían formando un gran corazón, mientras el mío latía desenfrenadamente, sus toques, su voz, su respiración, su rostro, incluso aquel beso todo me es demasiado familiar, demasiado nostálgico, por eso me es tan fácil creer en sus palabras.

“Así que tú eres la clase de novio cursi” Susurre para mí mismo observando con una sonrisa la manera en como las dos piezas se complementaban.

“TE lo obsequie para nuestro primer aniversario” Respondido tocando con ternura mi rostro, contacto al cual yo no me pude resistir.

“¿Crees que haya perdido la memoria o algo así?” Pregunte divertido ante la situación “Es que no se, eso me suena a drama de telenovela yo no dejo que mis mangakas utilicen pérdida de memoria porque es muy poco realista por eso no entiendo cómo me puedes creer tan fácilmente” Seguí perdiéndome en mis ideas.

“Porque tu jamás me has mentido en la vida, porque eres transparente para mi Kisa-san, es por eso que te creería incluso si me dices que mañana se acaba el mundo” Mire con una gran calidez a aquel hombre apoyándome en su pecho.

“Y bien ¿Seguirás siendo un hombre desconocido para mí o te vas a presentar?” El más alto soltó una pequeña risa jugando con mis cabellos negros, yo cerré los ojos deleitándome de las sutiles caricias que él me propiciaba.

“Yukina Kou el único amor que tendrás en tu vida porque me asegurare de ahuyentar a todos tus pretendientes, en especial a Usami” Yo me levante de golpe riéndome por aquel comentario, todos saben que Akihiko está más que loco por ese joven de mirada esmeralda, nosotros dos somos amigos.

“Yo soy Kisa Shouta” Me presente intentando dejar de reírme al notar un puchero frustrado en su boca “Por cierto ¿Masamune y tú se conocen?” Aun no estaba seguro de cómo funciona todo esto, pero seguramente es mi culpa, lo único de lo que estoy seguro es que espero que Yukina no se vaya de mi lado, me agrada tenerlo cerca, yo me siento bastante seguro entre sus brazos, incluso ante su imponente mirada.

“Si…Takano, él me detesta por haber corrompido a su lindo hermanito mayor, pero aun así yo regrese a esta casa para poder quedarme le guste o no” Una involuntaria sonrisa se formó en mis labios, saber que no se iría de mi lado me hacia inmensamente feliz, el me gustaba, no tenía más que pensar solamente dejar que mis sentimientos tomaran posesión de mis acciones como suelo hacer sin medir las consecuencias, sé que es irresponsable pero prefiero eso a vivir reprimido y lamentarme por jamás ir por lo que en verdad anhelaba, dejando mis sueños como eso una posible realidad en lugar de tomarlos y esforzarme por cumplirlos.

“¿Tu vivías acá?” Lo interrogue dejando que su mano rodeara mis hombros para que yo apoyara la cabeza.

“Si en esa habitación” Mis mejillas se ruborizaron cuando me di cuenta que era en aquel lugar la supuesta “pieza de invitados” eradonde yo me dedicaba a reposar en las noches aspirando el aroma de la almohada, el cual siempre me ayudo a conciliar el sueño hasta en la noche más solitaria y deprimente.

“¿Así que te quedaras?” Dije más como una afirmación sin despegar mi mirada de esas resplandecientes orbes avellana.

“¿Kisa-san si no me recuerdas como me dejaste besarte?” Nuevamente me sonroje a más no poder sintiendo como el calor se agolpaba en mi cara, ¿Por qué tiene que hacer esta clase de preguntas tan vergonzosas?

“No sé, yo simplemente me sentí cómodo con tus labios” Susurre escondiéndome entre mis mano dejando que el príncipe me acunada en su pecho, se sentía tan bien estar de esa manera con él, al parecer mi cuerpo ya estaba acostumbrado a su calidez porque me relaje inmediatamente ante el contacto entre nosotros dos.

“Tú siempre te dejas llevar solamente” Musito besando mi frente “Pero te prometí hace tiempo que si nos llegábamos a separar yo sería quien nos uniría y no planeo ser quien le mienta a quien más ama”

No sé quién eres en realidad o que significas para mí, no recuerdo nada de lo que hemos vivido pero aun así me siento cómodo con el abrazador calor que tu cuerpo emana, solamente con tu aroma pude conciliar hasta mis más oscuras pesadillas y entre tus labios me siento como si pudiera flotar en el aire.

No sé quién eres, no sé qué quiere, de lo único que estoy seguro es que fue encantador poderte conocer Yukina Kou y te quiero de ahora en adelante cada día en mi futuro para averiguar si sin ti puedo respirar.

 

Notas finales:

Que me dicen ¿Ritsu se arriesga a ir a la fiesta de la editorial o no se atreve? ¿Takano termina como el pobre de Saga? Y bueno emcerio no croe que los eroticos les causen muchos problemas como se habran dado cuenta Kisa es de mente abierta e impuslsivo el ve con el corazon no con los ojos por eso le fue tan facil conocer otra vez a Yukina ademas recuerden que a pesar de borrarlo de su mente las emociones no desaparecen.

Muchisimas gracias por leer, ojala me regalen un comentario y espero que les haya gustado <3 <3


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