Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El hilo rojo del destino por Chiaki28

[Reviews - 553]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!! Bueno primero este capitulo esta condenadamente largo, lo lamento mucho juro que se me salio de las manos asi que espero que no les de mucha lata leer.

Este capitulo va para Haitsu1105 gracias por todas las palabras tan tiernas que me has dedicado, enserio fueron muy bellas y llenas de motivacion asi que espero que te guste, esta hecho con cariño (Se que eso no cambia nada)

Y pues aca viene un personaje que se que no extrañaron y no es Erika por cierto.

Espero que les guste <3 <3

Ritsu Pov

He recordado más veces de las que puedo contar con mis destrozadas manos el pasado que me definió, intentando descubrir en donde estuvo mi fracaso con mi anterior pareja, yo me entregue de la manera más sincera y pura que pude haberle dado, le abrí mi corazón sin saber que lo destrozaría hasta que este solo fuera polvo, el cual se perdió en una brisa que estaba acompañada de los lastimeros aullidos que lanzaba en mis noche de soledad.

Me prometí a mí mismo ya no tener que soportar ese dolor, mantenerme fiel a Haitani para corresponderle toda esa devoción que me entrego, sin embargo, en el ensayo de bodas me di cuenta de una cosa; cuando estaba parado con mi traje blanco, rodeado de los seres amados quienes me han levantado, tomando con ternura la mano del hombre que proclamaba sus emociones sin temor, algo me faltaba, un gran vacío se posiciono punzantemente en mi pecho mostrándome la imagen de esos brillantes ojos miel.

No lo planifique, ni esperaba que ocurriera, al momento de decir el si lo único que mi mente veía era a Takano, fue esa razón la que me dio a entender que jamás me enamoraría así de otro hombre, por eso tuve que hablar con Haitani y explicarle las cosas, me lastimaba verlo tan decepcionado por la manera en que estaba actuando, me pidió tiempo y espacio, pese a no ambicionar unir mi vida con la suya, si lo amo, él fue quien permaneció a mi lado cuando todo el resto me abandono, ilumino mi mundo y yo solo le pague con altanería, en verdad lo lamento mucho, no fue mi intención destrozar las ensoñanzas de ese bondadoso hombre.

Pero ¿Acaso no hubiera sido más cruel casarme con él? ¿Qué rayos hubiera hecho cuando quisiera formar una familia conmigo? No me habría podido negar y me vería obligado a arrastrar a un pequeño niño a una hogar sin el amor que merece, además tarde o temprano esos ojos rojizos verían que en los míos no encontraba la pasión que tanto ansiaba, es por eso que lo deje antes de que las heridas se profundizaran.

No busco su perdón, ni que no me odie, no obstante, espero que algún día comprenda que hubiera sido mucho peor casarnos y recibir un amor mediocre, tener que soportar como acabábamos destruyéndonos en miles de pedazos, fragmentando nuestros dulces recuerdos, tengo la certeza de que él encontrara el amor que codicia en alguien más, en lugar de tener que vivir en un campo de batalla conmigo.

Aunque Takano no me hubiera aceptado escogí arriesgarlo todo para estar a su lado, pese a todos mis juramentos por evitar repetir el escenario, aunque estuviera aterrado de que me rompieran nuevamente, de que jugaran con el ingenuo niño que alguna vez fui y que ahora intento ocultar, un presentimiento en mi espíritu me indico que el azabache puede llegar a ser la excepción que tanto tiempo he estado esperando.

No me importa si él me rompe, si me lastima, si destroza en este relación, porque al menos no me abre arrepentido pensando en lo que pudo haber sido, me siento orgulloso de por fin abandonar mis miedos y atreverme a amar, aventurarme a soñar y dejar de lado mis demonios para hundirme en la dicha que me ha traído el destino, ya basta de tener que ser un mártir marcado por Haruhiko, no merezco esa clase de tortura.

Llevamos un mes siendo oficialmente su novio, treinta días desde que me gusta pesar que uní de nuevo los hilos con una pequeña cinta de raso roja, aunque no pudiera manipular el futuro soy el dueño de mi propio presente y es el que me enfocare en vivir al lado del azabache que altero todo mi cosmos con una de sus sonrisas.

Después de que nos uniéramos como pareja Takano me ofreció ir a vivir con él, yo acepte sabiendo que Haitani ya no me querría en su departamento, mientras que Kisa y su pareja Yukina, un hombre muy cordial y amigable, se encuentran buscando una casa para ellos dos, idea que de a poco le ha ido agradando al azabache, aunque por ahora estamos los cuatro conviviendo temporalmente en este acogedor espacio.

“Ritchan” La voz del peli negro me saco de mis divagaciones “¿En qué tanto piensas? ¿Estás muy nervioso por lo de hoy?” Trague con dificultad intentado regularizar mi respiración, hoy es el día en que confrontare a los demonios del pasado.

“La verdad sí, me siento angustiado por tener que ver a Haruhiko otra vez” Musite dejando que el peli negro se sentara a mi lado en el sofá para después acunarme entre sus delgados brazos transmitiéndome la confianza que necesitaba.

“No te pongas así, ya verás que el idiota de mi hermano sirve de apoyo” Declaro con un puchero logrando que una traviesa risa escapara de mis labios.

“Así que soy idiota” Proclamo el azabache ingresando al comedor para apoyar su cabeza en mis cabellos.

“Si, eres el único hombre que cambia su hilo rojo solo para terminar con él otra vez” El más alto abrazo posesivamente mi cuello acelerando con desenfreno mis latidos, aun no me acostumbro a tenerlo así de cerca.

“Ya no le reproches eso Kisa-san” Le pidió el hombre de ojos avellana ingresando en la sala de estar con una maleta café.

“Está bien pero solo porque tú me lo pides” Murmuro el más bajo yendo hasta los brazos de su pareja para darle un fugas beso en los labios “Masamune, yo y Yukina vamos a pasar toda la tarde buscando los nuevos departamentos, así que no estaremos como apoyo, aun así les deseamos suerte” Proclamo el peli negro con su característica sonrisa mirando con un brillo especial al hombre radiante.

“Yo y Ritsu nos vamos ahora” Declaro el más alto mientras yo me levantaba del sillón para encaminarme hacia la puerta.

“Cuídalo bien Takano” Proclamo sin pudor alguno el hombre de cabellos claros logrando que me avergonzara.

“Claro que protegeré a lo que amo” Confeso el mayor entrelazando nuestras miradas en un baile armonioso lleno de cariño y comprensión.

“Mucha suerte Ritchan” Sonreí intentando enmascarar mis preocupaciones al tener que confrontar de lo que tanto he huido.

“Gracias Kisa” Respondí saliendo de nuestro hogar, el azabache al verme temblando me abrazo la espalda y me regalo la mirada más cálida que alguna vez he recibido, nunca nadie me había tratado con tanto cuidado y delicadeza.

Takano y yo caminamos en silencio sin separarnos un par de cuadras camino al café en donde habíamos citado a Haruhiko, no es que me importe regresar a una relación con quien profese el amor de mi vida, lo único que necesito saber es la razón de su accionar, no puedo avanzar si no he cerrado este capítulo de mi subsistencia.

Con mi primer amor fue que aprendí que el mundo es cruel, gracias a esas decepciones me cerré para no volver a ser lastimado, me volví un hombre inseguro y termine escapando a un país al que ni si quiera deseaba ir, no podía dormir, no podía comer ni si quiera caminar sin que esos ojos tan oscuros se clavaran en lo más profundo de mi mente siendo el constante recordatorio de mis fracasos.

Él me marco, me corrompió, se llevó mi inocencia con una cruel risa sádica que reaparece cada una de mis noches en mis pesadillas, jugo conmigo al ver que mi corazón era puro e ingenuo, por esa cognición él decidió tomarlo entre sus manos y romperlo como si fuera un frágil cristal, destrozando en frente de mis ojos sin vida lo que alguna vez considere lo más valioso.

Muchas veces intente reparar lo fragmentado que se encontraba mi interior, sin embargo, me terminaba lastimando con los punzantes pedazos al intentar unirlo, fue esa el motivo por el que me permanecí en una zona inalterable tantos años, sin atreverme a arriesgarme para amar y existir en el tornado de pasión que esos ojos miel han creado.

Hoy esto se acaba, no permitiré que otra de mis parejas se vea afectada por Haruhiko, ahora debo eliminar su fantasma, dejar en el pasado su recuerdo, sanar sus heridas y quemar el tacto que clavo en mi piel, sino puedo liberar estas emociones jamás tendré la posibilidad de amar al azabache como lo merece.

Cuando finalmente divise la cafetería mi respiración se irregularizo mientras mis manos comenzaban a sudar por lo nervioso que me percibía, un gran nudo se instaló en mi estómago mientras que mis ojos ardían, tenía miedo de tener que confrontarlo, estaba realmente asustado de verlo, a pesar de esto, la mano del más alto proporcionándome todo el calor que necesitaba era lo que me mantenía en pie con  una voluntad de acero.

“Ritsu” Mire con una falsa seguridad las resplandecientes orbes de mi pareja “Si no quieres hacer esto yo lo entiendo, no te sientas presionado” Musito rozando mis mejillas con sus palmas logrando que todo mi cuerpo cosquilleara.

“Takano, quiero hacerlo” Declare sin titubear o vacilar, porque aunque tengo mucho miedo de encararlo sé que es algo que necesito.

“Estoy siempre a tu lado” Susurro besando mi frente con ternura, siempre tratándome como si fuera lo más importante en su vida.

Me aferre de la mano del azabache para ingresar al humilde local de paredes amarillas y baldosas negras y blancas, como si imitaran a un enorme tablero de ajedrez, tome un gran respiro para unir mi mirada con el hombre de la última mesa, el mismo que hace tantos años me hizo maldecir mis debilidades y derramar tantas lágrimas de dolor, sin soportar la ansiedad me acerque con un paso firme sentándome a su lado de manera imponente, él ya nunca más me vera suplicar por su amor, porque el niño que destrozo ya no existe.

“¿Enserio eres tu Ritsu?” Me pregunto con un tono de voz amistoso que logro que todo mi cuerpo se sobresaltara.

“Si” Susurre en un apenas audible hilo de voz “Haruhiko tú no has cambiado en nada” Murmure dejando que uno de mis pensamientos escapara, el hombre de cabellos negros me sonrió con nostalgia sin despegar sus ojos de mí.

“Fue una sorpresa que me llamaras después de tanto tiempo” Proclamo intentando disipar la tensión entre nosotros.

“Necesitamos aclarar algunas cosas” Pregone ignorando el pánico del que era presa mi mente, aferrándome con fuerza a la mano del azabache, la que nunca he soltado, la misma que me transmite sus ánimos y energías para continuar con esta contienda.

“Quiero que sepas que leí tu libro” Parpadee un par de veces sin entender sus palabras, al ver mis expresiones el mayor libero una pequeña risa “Enserio tú no has cambiado nada, aun haces esas caras tiernas cuando no comprende algo” Ante su comentario mis mejillas se tiñeron de un color escarlata reflejando la vergüenza que sentía.

“Es que no lo entiendo, mi libro aún no se ha publicado” Musite bajando la mirada para soltar la mano de mi pareja, agradezco que él este acá para apoyarme, sin embargo, este enfrentamiento es algo que necesito lidiar yo solo “Takano creo que deberías esperarme a fuera” Le pedí con seriedad en mi cuestación.

“¿Estás seguro?” Yo asentí rápidamente mientras el hombre de ojos miel chasqueaba la lengua con frustración  obedeciendo mis caprichos.

“¿Es tu novio?” Inspire con calma mordiendo mi labio para contener la rabia, aunque Haruhiko ha sido muy amable conmigo en esta charla, solo resalta la hipocresía que hay en su personalidad, ahora es muy tarde para pretender que nada paso.

“Si, es mi pareja” Declare con más frivolidad “Haruhiko para serte sincero no tengo mucho tiempo,  si te llame a este lugar fue para que me respondieras una pregunta, tan solo una maldita pregunta ¿Puedes hacer eso?” El más alto se exalto por las palabras que aquel niñato de ojos verdes que guardo en sus recuerdos ahora le está profesando.

“Si, te contestare con franqueza sin importar que tan difícil sea tu interrogante” Apreté con fuerza mis puños descendiendo la mirada al no percibirme como alguien tan fuerte para confrontarlo directamente.

“¿Alguna vez me amaste?” Cerré mis ojos al no querer escuchar las palabras que no ansiaba creer, sin embargo, eran necesarias para avanzar.

“Ritsu, tú fuiste alguien muy importante para mí, te quiero aun, siempre has tenido mi cariño, eres especial” Esas declaraciones gatillaron todo el sufrimiento que había acumulado por años, ya no podía seguir reprimiendo mis desbordantes emociones.

“RESPONDE A MI PREGUNTA DE UNA JODIDA VEZ” Grite levantándome de mi asiento para encararlo como siempre debí haberlo hecho.

“Cálmate” Me pidió con un gentil tono de voz incitándome a recuperar la cordura “Ritsu yo si te quería y mucho, pero no te amé” Eso era todo lo que necesitaba saber, la razón por la que pase años lamentándome sobre cómo me utilizaron fue porque en nuestro romance solamente uno de los dos estuvo enamorado.

“Quiero saber una última cosa” Le pedí caminando lejos de su mesa, mis demonios se comenzaban a esfumar al tener claro el pasado que había idealizado con desesperanza en mis memorias “¿Qué es lo que tenía de malo? ¿Por qué no me pudiste llegar a amar?” EL hombre de negros cabellos me miro con melancolía intentando acariciar mi hombro, acción que no le permití llevar a cabo, ya es muy tarde para que tenga esa redención.

“Era muy irresponsable en esa edad, yo no pensé que estaba mal manipular a mi beneficio a las personas, sin embargo, ahora veo el daño que te he hecho, y lo lamento Ritsu” Mire por última vez al más alto para regalarme una sonrisa sin remordimiento.

“Tu jamás sabrás todo lo que yo sufrí por ti, aunque eso ya no importa, ahora ya eres parte de mi pasado” Murmure para mí mismo liberándome de las cadenas que yo me había impuesto, pese a la crueldad de la verdad por fin podía avanzar al resolver las preguntas que tantos años me atormentaron.

“Ritsu yo leí la historia más triste jamás contada, por eso si sé todo lo que pasaste por mi culpa y lo siento mucho” Declaro jalando la manga de mi suéter como si fuera un niño pequeño que me trataba de detener.

“A veces un lo siento no es suficiente para borrar todas las heridas que tu hiciste en mi corazón, ni las amarguras que me has hecho pasar” Proclame liberándome de su agarre “Pero gracias por ahora permitirme avanzar, hoy no eres más que un mal recuerdo o una difusa pesadilla, jamás volveré a pensar en ti, te dejo ir Haruhiko”

Ignorando todas las demás palabras que me regalaba mi antiguo amor, salí de la cafetería sonriéndole a Takano quien me abrazo protectoramente en el camino de regreso a nuestro hogar, el lugar a donde ahora pertenecía.

Aunque no puedo negar que sus palabras me dolieron, finalmente tengo la posibilidad de descansar de esas cadenas, liberar el peso de mi espalda y seguir caminando para entregarle todo lo que soy a mi otro extremo, pese a saber que Haruhiko nunca me amo ya no me seguiré culpando por errores que no son míos.

Yo le di todo lo que podía pedir, fui amable, ingenuo y me entregue pensando que la pasión era mutua, hice mi mejor esfuerzo y el que en este caso no dio lo suficiente fue el hombre de ojos negros, porque fue él quien no se abrió a la pureza que le entregaba, su mente fue la corrompida y nuestro fracaso una culpa compartida, no solo mía.

Solté un pequeño suspiro aliviado abrazando el brazo de mi pareja, aspirando con fervor su agraciado aroma, desde que conocí a Takano mi mundo ha cambiado, me he vuelto más impulsivo y finalmente tengo el valor para batallar contra mi infierno apagando las llamas que carcomían mi piel, por fin soy libre gracias a este hombre, él vale el riego de terminar con el corazón roto, es la excepción que tengo a mis creencias.

Al llegar al apartamiento el mayor me miro con preocupación  intentando abrir su boca para preguntarme por el encuentro, sin embargo, aquellas interrogantes morían en su garganta incapacitándolo al restringirlo con sus incertidumbres.

“Takano, no te preocupes ya todo está bien” Murmure caminando hasta la habitación para poder descansar.

“Ritsu, ¿Qué fue lo que paso?” Me pregunto con seriedad tomando mi mano logando que una fuerte corriente eléctrica atravesara nuestros cuerpos, acción que me hizo sonreír al corroborar lo que siempre supe; Takano Masamune es el hombre de mi vida.

“Haruhiko me aclaro las cosas, me confeso que nunca me amo” Proclame con despreocupación, esas palabras ya no me afectaban, ya no me lamentaría más por él y seria libre de arrojarlo lejos de mis penurias.

“Ese maldito, me debiste permitir quedarme así lo habría” Al advertir los molestos reclamos de mi novio, me pare con la punta de los pies y roce sus labios con cariño y vergüenza para después liberar una traviesa risita.

“Es lindo que te preocupes por mí de esa manera” Confesé apenado “Pero más que enojado deberías estar agradecido, por fin puedo avanzar con mi vida y dejar de martirizarme por una romance que fracaso” El azabache revolvió mis cabellos pasando su cálida mano por mi cabeza con suavidad.

“Olvidémonos de él, ya no lo vuelvas a nombrar porque ahora me tienes a mi” Susurro con un tono lleno de recelo en su voz.

“Cuando estoy contigo no pienso en nadie más” Aunque yo no este acostumbrado a decir cosas tan vergonzosas en frente de otra persona, el más alto merece conocer cada uno de mis pensamientos de los cuales él es el dueño “Siempre te apareces con descaro en cada uno de mis sueños, en cada respiración que doy, porque Takano estoy perdidamente enamorado de ti” Mis palabras sorprendieron a mi pareja quien sonrió con una expresión llena de nostalgia y afecto, transmitiéndome con sus acciones todo lo que sentía.

“Yo también estoy perdidamente enamorado de ti, mi otro extremo, mi alma gemela y mi futuro, Ritsu te amo” Murmuro con una mirada seductora que paralizo todo mi cuerpo ante la seriedad que comunicaba.

Al ver mi infantil reacción, el más alto me miro con dulzura acortando la distancia entre nosotros dos para después rozar mi boca contra la suya, pidiendo permiso para poder amarme con una intensa pasión como solamente él sabe hacerlo, sin tener deseos de resistirme lleve mis manos hasta sus cabellos para unir nuestros labios en un intenso contacto.

Le legua del mayor saboreo sin pudor todo mi interior mientras sus manos descendieron hasta mis caderas para profundizar nuestro contacto, aspire con fuerza siendo cautivado por el varonil aroma que el cuerpo de mi pareja emanaba, enredando con firmeza mis dedos a sus sedosos cabellos oscuros, cerrando mis ojos para que las sensaciones me envolvieran en un abismo de complacencia en el que ambicionaba poder permanecer.

Me sobresalte al percibir como la juguetona lengua del más alto comenzaba a batallar con la mía, uniendo nuestras esencias en un sublime sabor lleno de dulzura, comenzaba a delirar por el perfecto compas con el que nuestros cuerpos se movían en sincronía, me embelesaba sentir la calidez del azabache fundirse con la mía.

Takano me tomo entre sus brazos para recostarme en las suaves fundas de su cama sin separarnos mientras mi cordura se perdía en aquel perfecto beso que su seductora boca me ofrecía, tocando con lascivia todo mi interior como si intentara memorizar cada instante de este momento, libere un jadeo ahogando entre nosotros al necesitar aire para poder continuar con nuestra unión, el destino que nosotros forjamos con nuestras manos.

Al separarnos el más alto sonrió con arrogancia al vislumbrar como un pequeño fino hilo se escapaba de la comisura de mis labios, aunque estaba siendo carcomido por la vergüenza no me pude obligar a separar mi mirada de aquellas resplandecientes orbes miel, las mismas que anhelaba contemplar el resto de mi existencia, la imagen perfecta en la que ansiaba perecer y el ultimo sueño que pudiera trazar antes de que mi existencia se esfumara con el viento.

“Ritsu no me cansare de repetírtelo jamás” Murmuro con una seductora voz ronca en mi oreja para después morder mi lóbulo logrando que un escalofrió atravesara todo mi cuerpo “Te amo y eres tu mi otro extremo” Mis brazos se aferraron con fuerza a su espalda como si de esa manera nuestras plegarias pudieran ser respondidas.

“No me importa si lo nuestro está condenado a terminarse; quiero que seas tú el que me haga sufrir y el responsable de mis sonrisas, quiero la angustia, quiero el romance, quiero las lágrimas, te quiero a ti a mi lado Masamune, no me importan las consecuencias” Declare dejando escapar cada uno de mis pensamientos.

“Permíteme enseñarle al destino como no dejaremos que este nos separe aunque no estemos unidos” Me rogo tocando con gentileza mi rostro logrando que cada centímetro que su mano recorriera comenzara a arder.

“Ámame como si fuera nuestra última noche juntos” Susurre con una nostálgica sonrisa mientras su cuerpo se inclinaba para tomarme una vez más.

El azabache atrapo mi labio superior entre su boca para acariciarlo provocadoramente con su lengua incitándome a perderme en esta pasión secreta que nos poseía con descaro, evitando que pensáramos con claridad sobre las consecuencias a confrontar.

El más alto me indico que levantara mis brazos para poder arrancarme la polera que le impedía acariciarme con sus fuertes manos y hacer que todo mi cuerpo se estremeciera por la gentileza con la que me abraza, no pude evitar que una melancólica risa escapara de mis labios, he pasado tanto tiempo atrapado en el pasado pensando en Haruhiko, martirizándome por los demonios de mis tormentos, cuando él jamás me toco de esta manera, con este cariño, con esta dulzura porque él no me amo con sinceridad.

Takano pese a haber cambiado nuestros hilos y separado nuestros destinos se ha grabado en mi corazón tatuando una herida que codicio que no cicatrice jamás para siempre mantenerlo oculto en mi alma, aunque él me haya rechazado las primeras veces que intente persistir con este sentenciado romance, en ningún instante mi corazón ha dejado de latir con desenfreno por su culpa, el azabache me dio le valor que buscaba, me otorgo la valentía para dejar de aferrarme a mis dolorosos recuerdos y lanzarme sin tener un seguro, dejar atrás el miedo y aventurarme a un futuro incierto tomando su mano.

El mayor comenzó a repartir besos en mi cuello mordiéndolo con cuidado de no hacerme daño mientras sus manos recorrían todo mi torso, encendiendo el fuego extinto de un amor que va más allá de la razón, todo mi ser se estremecía sin control por las caricias que me propiciaba el hombre de brillante mirada miel, quien bajaba a hasta mi pecho para dirigirse a mis pezones y recorrerlos con naturalidad como si nuestra presencia fuera tan indispensable como el mismo aire que necesito en mis pulmones.

Solté un pequeño jadeo al percibir como el azabache recorría con su lengua esa área tan sensible para después morderla transmitiendo el gran deseo que lo cegaba, mordí con fuerza mi labio intentando reprimir aquellos penosos ruidos que solamente él sabe descontrolar con cada una de sus acciones y toques, llenado mi cuerpo con ambiciones prohibidas encerrándonos en un ardiente fuego que nos consume con lentitud.

Temblé en la cama al notar como mi corazón comenzaba a agitarse mientras mi cuerpo reaccionaba a las atenciones del mayor, quien estimulaba con una de sus manos uno de mis pezones al momento en que marcaba con su boca el otro, intentando declararle la guerra al destino que nos había condenado a separarnos.

Solté un suspiro conmocionado al sentir las grandes manos del azabache posicionarse en mi cadera para bajarme los pantalones con una mirada iluminada por la chispa negra de la lujuria, ansioso de poseer nuestros cuerpos en un armonioso baile en el cual nuestras almas se fusionarían en una misma, y nuestras miradas se encontrarían en una conexión tan profunda que jamás podrían volver a separarse.

“Amor, quiero que tú también me toques” Proclamo al terminarme de arrebatar la prenda para exponerme en frente de su hambrienta mirada, con dificultad me levante para quitarle su camisa intentado en vano no temblar por las profundas orbes que grababan cada uno de mis movimientos, analizando mis acciones, pretendiendo ignorar la vergüenza me acerque a su pantalón para desabrochar el botón y bajar el cierre liberando la hombría de Takano, dejando en evidencia lo excitado que se encontraba mi amante por nuestro encuentro.

“No es la primera vez que lo hacemos” Musito divertido por lo tímido de mi accionar “No es necesario que te avergüences tanto por tocarme, Ritsu yo soy tuyo así como tú eres mío” Proclamo con seguridad sin vacilar o temblar con sus labores, abrazándome con ternura para disipar todos mis temores.

Lo único que pude hacer fue asentir con los ojos cerrados dándome el valor para descender hasta el bóxer del más alto y tomar su erecto miembro dejando plasmadas en mis acciones la fe que tenía en nuestro amor.

Percibí un intenso calor posicionándose en mis mejillas al notar como el más alto ingresaba a mi ropa interior para acariciar sin temor alguno mi intimidad, envolviéndonos en un perfecto vaivén de sincronía en un círculo placentero lleno de entrega y amor el cual quería plasmar en mis recuerdos para revivir sin temor.

Solté un par de sonoros gemidos que excitaron más al azabache quien comenzó a agitar su mano con la finalidad de que mi cordura se terminara en el instante que mis sentidos se comenzaron a nublar, mi respiración se agito mientras todo mi cuerpo era víctima de las corrientes eléctricas que el mayor producía en mi razón, acabando con cada uno de mis pensamientos para centrarme en este mágico momento que nos envolvía.

Intentando corresponderle moví su miembro en un vaivén acelerado, extasiándome al escuchar como con su seductora y ronca voz liberaba mi nombre con descaro, erizando toda mi piel  mientras mi sangre ardía con una agradable tortura, dándome la muerte más dulce a la deplorable existencia que he tenido que sobrellevar  cargando lamentos que no me correspondían, tolerando recuerdos que ahora se han quemado.

Mis jadeos se hicieron más intensos y  desesperados al soportar la estática que crecía entre nosotros dos, apreté con fuerza mis ojos permitiendo que mi esencia se saliera hacia la mano de mi amado quien se limitó a mirarme con satisfacción mientras yo continuaba con mi tarea anhelando darle el placer que merece.

Por alguna razón el azabache detuvo mis movimientos tumbándome en la cama para robarme el aire que tenía en los pulmones mordiéndome demandantemente mis labios con libídine, aspire con desesperanza aquella fragancia que se ha vuelto tan necesaria para poder subsistir, mientras mis labios con algo de torpea correspondían su experto beso.

Takano me miro con profundidad cautivándome con cada una de sus acciones mientras recorría mis labios con sus dedos para después descender por mi abdomen lamiendo mi piel como si ansiara saborearla, cuando llego hasta mi parte bajo mordió mi ropa interior para terminar de sacármela y subir hasta mis muslos, los cuales empezó a besar tiernamente marcándome sin vacilar para que nadie se atreva a arrebatarme de tu lado.

Sin despejar la mirada de sus acciones observe como el bajaba hasta mi trasero acercando su rostro hacia mi entrada, antes de que pudiera hacer algo me separe con brusquedad sorprendiéndole por el recato de mis acciones.

“No es necesario que hagas cosas tan penosas” Reclame sabiendo que mis mejillas estaban sonrojadas por un fuerte color escarlata al  ver el cuidado de sus labores y las atenciones innecesarias que me brindaba.

“No hay parte de ti que no ame y me parezca deliciosa” Contesto besando con cariño y protección mi frente “Lo único que quiero es amarte como si fuera nuestro última noche juntos Ritsu” Ante tan serio tono de voz no pude hacer otra cosa más que recostarme entre las sabanas y permitir que me mostrara todo su cariño en esas caliginosas acciones.

El azabache llevo su lengua hasta mi entrada para recorrerla con erotismo envolviéndome en una tortura llena de fruición en la que mi cuerpo temblaba por cada uno de sus toques, mi pecho se prendía con fulgor al tener un latido descontrolado y mi cuerpo ardía con pasión dejando que las celestiales sensaciones lo recorrieran, deleitándome con los toques que el más alto me ofrecía en el silencio de la noche.

Cuando él se levando tomo mis caderas indicándome que entraría, con fuerza cerré mis ojos reprimiendo los quejidos que pretendían escapar ante la repentina intromisión de su gran miembro en mi interior, guiado por los impulsos me senté en su regazo aferrándome a su espalda para grabar mis propias marcas en su blanquecida piel.

Sin esperar respuesta me moví provocativamente dándole a entender que era el quien tenía el permiso de destrozarme, Masamune era el único que me podía devastar, corromper, marcar, porque quiero que él sea el único por quien me arriesgue sin importar si me quemo por mis errores, quiero que él me muerda, ansió que él me bese y que me llene como nunca antes lo ha hecho independiente de nuestro futuro, ahora soy yo quien maneja su presente y no permitiré que él se vaya de mi lado y renuncia a la vida de lucidez que merecíamos.

El azabache me apoyo en contra del respaldo de la cama para empezar a embestirme con fuerza, enrolle mis piernas para darnos una mayor cercanía mientras que mis manos se aferraban a su cuello permitiendo que mi cabeza reposara en sus fuertes hombros.

Quiero que me lastime, que me corrompa porque si estamos destinados a separarnos al menos en mis noches de nostalgia seré capaz de avanzar con las heridas que él ha grabado, quiero que me ame como no lo han hecho en tantos años, que me bese con sus labios de miel para hacerme delirar palabras sin sentido suplicando por tenerlo tan solo uno segundos más en su vida, que su aroma se impregne al mío y mi cuerpo se haya fundido dándole las alucinaciones más electrizantes que los dos pudiéramos anhelar.

Si se tiene que marchar de mi vida al menos sé que las marcas que ambos hemos tatuado permanecerán, guiándonos hasta una locura que nos volverá a juntar al no poder subsistir sin respirar el aire que se escapa de los labios del otro, perdiéndonos sobrevivir en el arte del amor mientras que nuestros cuerpos son presas de las pasiones que desatamos llegando juntos al éxtasis.

Arquee mi espalda al sentir como el más alto ingresaba con necesidad a mi interior, dejando que sus manos me afirmaran con delicadeza, recorriendo mi espalda como si temiera tanto que al dejarme caer me fuera a romper esfumándome de sus memorias, sin poder contener mis delirios aprisionen sus labios contra los míos para unirnos nuevamente en esa mezcla perfecta llena de excitación y cariño.

Apoye mis manos en su fuerte pecho percibiendo como el ritmo de sus latidos se intensificaba con nuestras caricias, nuestras caderas se movían con desesperación por unirse cada vez más en esos armónicos movimientos, el sudor caía con descaro de nuestras frentes peleando la piel, las estocadas se volvieron cada vez más profundas logrando que mi razón enloqueciera y mis temores murieran ahogados en sus cálidos labios de menta, los que recorrían todo mi ser sin vergüenza alguna.

Sus manos se posicionaron en mi trasero recibiendo todo lo que era para seguir con nuestro perfecto vaivén siendo presa de las múltiples descargas y vibraciones que atacaban violentamente nuestros organismos, en un último movimiento mi cuerpo tembló, un fuerte jadeo escapo de mis labios rompiendo el pulcro beso para terminar entre nuestros abdómenes mientras su esencia se derramaba en mi interior.

Sin decir nada nos miramos con una tierna sonrisa acurrucándonos entre las sabanas abrazándonos con satisfacción como si intentáramos intimidar al mismo destino con lo altanero que resultaba ser nuestro comportamientos, sin importarme lo que ocurriría mañana me posicione entre las pierna del más alto y repose mi cabeza en su fuerte pecho.

“Ritsu perdón si fui muy rudo” Susurro acariciando mis cabellos con algo de culpa reflejada en sus hermosas orbes miel.

“Takano está bien si tú lo haces, porque eres el único hombre que me ha tocado con tanto cuidado, eres la única persona que me ha amado de esta manera” Confesé sonrojándome por aquellas palabras.

“Mañana quiero que nos quedemos todo el día en cama, viendo alguna película, ordenando comida por teléfono, estando acaramelados entre las sabanas, para que así descanses” Mire con timidez los ojos de mi pareja para regalarle una tierna sonrisa por lo preocupado que resulto ser, siempre me llena de este tipo de atenciones.

“Lamento mucho destrozar tus planes, pero mañana tenemos que ir a la editorial para hablar con  Isaka-san” Le recordé observando divertido como su ceño se arqueaba con desagrado al tener trabajo.

“Gracias por permitirme ser tu editor nuevamente” Murmuro con sinceridad aprisionando mi cintura entre sus fuertes brazos “Me estas regalando la vida que no merezco a tu lado, por eso prometo jamás defraudarte, Ritsu te amo, no lo negare jamás, estoy enamorado de ti y luchare por ser tu futuro”  Con mi mano comencé a recorrer de manera juguetona su formado pecho esperando poder creer en sus palabras, perdiéndome en aquellas que quizá serían las mentiras más hermosas que me han podido recitar o las verdades más reveladoras que sellaran el final de la novela que representa mi vida.

“Takano, lo importante es que tú eres mi presente” Conteste con timidez apreciándome agradecido de finalmente poder avanzar y entregarme completamente al hombre que voy a profesar como mío, sin las ataduras del pasado, sin el fantasma de una antigua decepción, sin vacilar y sin rendirme antes de renunciar a nuestro destino.

“Yo lo arreglare de alguna forma” Susurro tomando con cuidado mi mano para depositar un tierno beso en ella, símbolo de lo puro y poderosa que era la unión que nos ataba, independiente de lo que fuera pasar mañana al menos hoy pude ser genuinamente feliz y amar con todo lo que tengo para entregar sin el remordimiento que antes me caracterizaba, esta noche me entregue en alma al azabache regalándole mi corazón.

Antes de desfallecer entre sus brazos me aferre con algo de miedo a su pecho permitiendo que me abrazare posesivamente sin estar seguros de como confrontar lo que ocurrirá más adelante con este ingenuo cortejo que hemos sembrado, sin embargo, lo mejor que puedo hacer es ignorar las cadenas que  nos atan para disfrutar de esta pasión momentánea que nos desborda en los recuerdos más bellos que cuidare.

Notas finales:

Cuando relei el lemon mierda me quedo muy largo y muy como divacion pero T_T es lo que salio, jajaj se que de a poco mejoro aunque es dificil.

Bueno Alice-san muchas gracias, fue su idea el retorno de haruhiko y de hecho creo que era super necesaria para que el castaño cerrara ese capitulo de su vida asi que miles de gracias sensei.

Y pues el proximo es el final...se define todo.

Muchisimas gracias por leer, espero que les haya gustado y ojala comenten <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).