Takano Pov
Después de dejar al castaño en manos de su horrenda pareja me fui a mi departamento para tener un encuentro pasional con la oji azul, a la cual estoy obligado a ver el resto de mi vida al estar unidos por este estúpido hilo rojo.
Mi plan de buscar una linda novia seguirá en pie, eso debe ser lo que yo necesito, alguien tierna e inocente, que jamás haya sido corrompida para que yo pueda ser el primero en hacerlo y dejar una profunda marca, alguien que me pueda entregar su todo para que yo pueda desecharla como a otra prostituta más, esa es la única forma que poseo para deshacerme de estos sueños tan molestos que tengo con Onodera.
Al ingresar a mi apartamento observe que Shouta estaba en el comedor paralizado sin hacer nada, yo no logre ver al tarado hombre brillante por ninguna parte, cosa que me extraño, sin embargo decidí restarle importancia, después de todo lo que ocurre entre ellos no es algo que sea de mi incumbencia.
Cuando ingrese a mi habitación me encontré con una castaña lujuriosa llena de deseo en su mirada, ella solo llevaba puesta una de mis prendas; una camisa mía, la imagen era tentadora, aunque a pesar de ser tan seductora no logro excitarme, mierda después de tanto tiempo sin ella debo estar oxidado en estas cosas.
“Ya te lo dije mi sensual Takano” La muchacha se acercó a mi dejándome ver el gran escote que tenía oculto debajo de la camisa, la cual solamente poseía tres botones abrochados lo que no dejaba mucho para la imaginación “Solo será esta noche, quiero que me hagas gemir como nunca antes lo has hecho”
Sin poder contenerme más agarre a la chica de la cintura despojándola de mi camisa, luego ella me arrebato salvajemente mi polera rasgándola, parecíamos animales en celo, eso era todo lo que queríamos sexo para saciar nuestra sed una noche y después volver al estilo de vida tan vacío que tenemos.
Nuestros labios se juntaron en un hambriento beso, parecía como si estuviéramos luchando con nuestras lenguas para ver quien tenía el control de la situación, para mi desgracia yo iba perdiendo, eso no me agradaba, por eso apreté y manosee sin pudor el trasero de la castaña, la cual dejo escapar varios dulces gemidos.
“Aaa creo que estas emocionado hoy” Declaro la más baja mientras me empujaba bruscamente a la cama para poder sacarme los pantalones.
“De todas las zorras con las que me acuesto tu eres la mejor” Proclame con una arrogante sonrisa esperando la reacción de la mujer.
“Tú no te le acercas a Akihiko” Esas palabras colmaron mi paciencia, yo no iba a ser gentil con ella, esto será lo más brusco que hayamos hecho.
Tenía el ceño fruncido, estaba frustrado, estaba furioso en la cama mientras Ichinose me hacia la oral, no podía excitarme con ella ¿Por qué no puedo? Como lo odio, no he podido pensar en nadie más que no haya sido el castaño desde ese sueño húmedo con él.
¿Cómo se verá el debajo mía? ¿Sus lindos ojos se iluminaran? ¿Acaso se sonrojara con inocencia? Sigo intentando convencerme de que estas preguntas me atacan solamente porque él es el vestigio de mi hilo, aunque comienzo a vacilar, jamás había sentido una obsesión tan grande por alguien, él es uno de mis autores favoritos, es normal que lo admire, pero no es normal tener esa clase de deseos hacia su persona.
Lo admito es lindo, más lindo que la maldita traidora de mi novia, además nos llevamos bastante bien, puede que si me guste un poco, mierda, me he convertido en un homosexual, no, Masamune solo te gusta un chico muy femenino, eso no te hace como Kisa, yo no soy uno de los suyos, somos diferente.
“Masamune te estoy dando los mejor de mí y ni si quiera estas erecto” La castaña me miro molesta con el ceño fruncido.
“Necesito llegar al final para excitarme” Reclame intentando defenderme, tal vez con una par de caricias más me lograría encender.
“Parece que ya no puedes hacer estas cosas sin mi idiota” Rio la oji azul tirándose a una lado mío con las piernas abiertas.
“Pero que sensual modo de seducirme” Dije con un evidente sarcasmo en mi voz, me molesta su actitud cuando nos casemos definitivamente la engañare con todo lo que se mueva, con cada mujer que se me cruce.
“Solo métela ya tarado, tengo una reunión con el jefe de la agencia en un par de horas” Con rabia ingrese de una sola estocada sujetando las anchas caderas de la mujer que se encontraba debajo mío.
“TEN MÁS CUIDADO” ME grito mientras comenzaba a embestirla, haciendo que liberara un par de gemidos.
“Para que sí sé que te gusta” Las estocadas se hicieron cada vez más profundas entre nosotros, tome su rostro para poder devorar aquellos hambrientos labios que pedían atención mientras ella me jalaba brutamente de los cabellos.
“Aaa...M.…Masamune” La muchacha rasguño sin piedad mi espalda con sus uñas postizas, carajo, eso me dejara un par de feas marcas más tarde, por eso como venganza comencé a dejar chupetones por todo su cuello, deseaba que todos se enteraran de la clase de mujer que era, de lo fácil que era obtener su amor.
“¿Quieres más?” Pregunte divertido mirando los lujuriosos ojos de la chica, ella estaba en el éxtasis gracias a mí.
“Dame más duro” Rogaba la castaña acariciando mi cuello juguetonamente, yo sin desobedecerla, le di lo que tanto ansiaba comenzando con movimientos sin cuidado alguno, podría haberla partido en dos si eso hubiera sido lo que deseaba, quería lastimarla, sin embargo ella parecía disfrutarlo demasiado.
“S….SIII” Gritaba excitada mientras me moriría la oreja y apoyaba sus grandes pechos en mi plano cuerpo.
Después de un par de horas finalmente pude venirme en el condón saliendo de su interior, definitivamente estoy oxidado en estas cosas, necesite de todo tipo de ayuda para poder acabar en el orgasmo.
“Fue divertido sabes que amo ese lado salvaje tuyo” Me sonrió cínicamente la oji azul mientras se volvía a poner el vestido con el que seguramente había venido a mi departamento antes de ponerse mi camisa.
“Tú no estuviste nada mal” ME acerque para tomarla de la cintura y plantarle un último beso antes de sepáranos.
“No te encariñes mucho conmigo tesoro, sabes que en la mañana no estaré aquí” Declaro un falso puchero.
“Pero si esa es la mejor parte” Sonreí retorcidamente observado la expresión llena de confusión “Que ya no te tendré que ver al día siguiente teniendo que fingir que estoy enamorado de ti Ichinose”
“Lo mismo digo Masamune” LA castaña se dio vueltas dándome la espalda “Nosotros somos como imanes con polos opuestos, no coincidimos en nada pero siempre terminamos viniendo el uno a los brazos del otro”
“Sin importar lo que hagas caerás ante mi Erika” Proclame con soberbia acercándome a la chica por la espalda “Siempre regresaras a mi” Gracias a eres hilo nosotros terminaríamos juntos el resto de nuestras vidas.
“Eres un arrogante ¿Lo sabias?” Protesto la modelo rozando a propósito su trasero con mi entrepierna.
“Si lo sé” Declare fingiendo darle una estocada sacando un último gemido de si boca antes de que saliera de mi habitación y del departamento.
Esos ruidos hace años atrás, cuando comenzábamos a salir en la universidad eran los sonidos más dulces que yo podía escuchar, me enloquecían, amaba darle placer a mi novia, hoy en día me causan incluso algo de asco, saber que tantas personas la han tomado como suya me repugnaba profundamente.
Ella jamás me dijo la razón por la cual me engañaba, me entere una noche yendo a la casa de Akihiko para buscar una chaqueta que se me había quedado, en ese entonces yo si creí en el amor, pensaba que estaba muy enamorado de Erika pensamientos infantiles que duraron hasta que la vi en la cama de mi mejor amigo.
Luego de eso en vez encararla perdí la esperanza en el amor, me di cuenta de que las persona solo se buscan por lujuria, para tener un encuentro fogoso de una noche para satisfacer el instinto más bajo que tienen, solo somos animales en celo, esas tiernas fantasías de hacer el amor con la persona que amas, no es más que un engaño que nos inculcan con tanto manga y novelas románticas, por eso yo entiendo a Ritsu, vivimos lo mismo, ninguno de nosotros es capaz de creer en los finales felices ya que estos no existen, no existe nadie que se quiera entregar por completo a otra persona, y si lo hay, ese sentimientos jamás será reciproco, el egoísmo, la lujuria y el egocentrismo son emociones siempre presente en la mente de todo ser humano, lo sé porque lo vivo en carne propia, esas emociones siempre nublando nuestros pensamientos, por eso somos incapaces de darlo todo por alguien más, el amor no existe.
Un sonido me saco de mis pensamientos, era un mensaje de texto de mi celular, con pesadez lo mire esperando que fuera mi escritor para molestarme con alguna corrección que le hice, odiaba admirarlo pero quería ver a Onodera, he pasado mucho tiempo intentando convencerme de que solo quiero una amistad con él, cuando el oji verde me atrae, será difícil estar a su alrededor este tiempo.
Me decepcione levemente al ver que el mensaje era del arrogante peli plata, el cual como siempre me ordenaba cosas como si fuera mi superior o algo así:
“Masamune te necesito en el restaurante que está en la avenida principal, ahora mismo es de vida o muerte”
Con flojera me dirigía al lugar indicando tomando el tren en la estación, como siempre el carro se encontraba lleno, yo enganche el primer asiento libre sin importarme a quien se lo estaba quitando, todos tenemos pies para pararnos, yo solamente fui más inteligente agarrando el ansiado premio antes que todos.
Luego de media hora el transporte llego a su destino, me baje rápidamente intentando evitar los regaños del peli plata, corrí hasta el local ya que no estaba muy lejos de la estación observándolo nervioso en la puerta, el vestía un traje formal, cuando me vio llegar me sonrió, agarro de la mano me obligo a sentarme en una mesa con mucha brusquedad.
“¿Qué rayos es lo que quieres Akihiko?” Pregunte con molestia en mi voz observando la socarrona sonrisa.
“Nada, solo quería invitar a mi mejor amigo a comer” El oji violeta no me estaba observando a mí, por eso decidí darme vueltas para poder contemplar un par de mesas más allá al pequeño castaño junto a su pareja.
“Ya deja de acosar a Misaki, ni si quiera le gustas, no eres su tipo” Reclame divertido por los niveles de resistencia del peli plata.
“No dejare ir al amor de mi vida, él será mío lo quiera o no” Solté una risa ante la egocéntrica declaración.
“Tu jamás cambiaras” Musite viéndolo con nostalgia “Akihiko ¿Cómo sabes que es tu alma gemela?” Pregunte abofeteándome mentalmente por dejar escapar tan vergonzosas palabras, carajo, soy un descuidado dejando salir mis pensamientos de esa forma, se supone que yo no creo en esa basura tan rosa y cursi.
“No te lo puedo explicar, yo” El otro hombre me miro con seriedad esbozando una dulce sonrisa que yo jamás había visto en toda mi vida “Supe que era el cuándo vi esas hermosas esmeralda en sus ojos, en ese momento mi corazón se detuvo, sentí un fuerte deseo de abrazarlo y amarlo toda una vida” Quería vomitar ante las palabras de mi amigo, demasiado dulces para mi gusto, aunque había algo de verdad en ella.
Sus ojos eso fue lo primero que llamo mi atención cuando lo admire antes de saber que él era la otra mitad de su hilo en aquella convención de anime lo seguí porque quería ver más de cerca sus ojos, también cuando lo toque quería profundizar el contacto entre nosotros, no deja ninguna abertura entre nuestros cuerpos, tal vez si estábamos destinados a estar juntos, me sorprende la seguridad del peli plata ante su amor no correspondido.
Detuve mis pensamientos observando el hilo del oji violeta el cual se encontraba unido con un gran grosor y un brillante color al castaño del otro lado de restaurant, Akihiko si tendrá lo que tanto desea después de todo, pero yo no tengo motivos para deprimirme, yo cambie mi hilo para tener una vida llena de comodidades, eso es lo que siempre quise y no me arrepiento de mis declaraciones, solo estoy algo confundido.
“Acompáñame un segundo Masamune” Ordeno el más alto arrastrándome a la mesa que compartía una feliz pareja.
“Mi lindo Misaki ábreme la boquita” Musito un peli negro con gran ternura haciendo sonrojar al menor.
“Kyo sabes que estas cosas me dan pena” Musito escondiendo su rostro debajo de sus manos, gesto que provoco una dulce sonrisa en el rostro del peli plata.
“Entonces hare que te avergüences un poquito más, mi hermoso castaño” El más alto separo las manos del tímido oji esmeralda para darle un tierno beso en los labios, besos que no llegó gracias a los celos de mi desconsiderado amigo.
“Misaki es un gusto” Proclamo dándole un azote a la mesa, haciendo que las personas sentada alrededor de ella se separan.
“Usagi-San ¿Qué haces aquí?” Pregunto el menos con su típica inocencia sin separar sus manos de las del modelo.
“O ya sabes aquí vine antes a promocionar mi nuevo y muy famoso libro, después de todo yo soy un increíble escritor merecía darme un relajo por mi duro trabajo y mis ventas tan exitosas” Intentaba contener la risa que quería escapar de mis labios, este hombre era la criatura mas arrogante que existía sobre la Tierra, el pequeño oji esmeralda es humilde y puro, ellos no congeniaran si el idiota de Akihiko intenta seducirlo de esa manera.
“Me alegro mucho por usted” Proclamo la pareja al unísono sin intención de separase, ellos llevan según lo que sabemos al menos cinco años saliendo, el pobre peli plata tiene que luchar mucho por el amor del menor.
“Misaki” Musito seductoramente pasando la mano por el hombro del más bajo “Me preguntaba si querías ir a mi departamento esta noche para tener una velada especial, debe ser un gran honor para ti eso” Asesiné con la mirada al oji violeta ¿Qué tan idiota puede llegar a ser? Con esas frases jamás lo enamorara.
“No gracias, yo y mi novio Kyo tenemos una salida especial esta noche” Declaro con el ceño fruncido el castaño.
“Puedes tener una salida especial con un gran escritor en vez de ese modelo de cuarta” El más bajo se molestó agarrando la mano del oji gris.
“No vuelvas a hablar de eso forma sobre mi pareja” Declaro lleno de seguridad dándole un cariñoso beso en la mejilla al peli negro sin soltar su mano para después irse ambos del restaurant dejando a mi amigo pasmado.
“Idiota no seas tan arrogante frente a él” Lo regañe severamente conociendo de antemano la amorosa relación entre el peli negro y Misaki.
“Cuando estoy con él, las estúpidas palabras me salen solas, no es mi intención sonar como un egocéntrico, pervertido que lo invita su departamento a dormir” Suspire mirando con suavidad al peli plata, a el enserio lo golpeo fuerte el amor, yo no habría sido capaz de aguantar tres años a su lado sin hacer ningún avance.
“Enserio te entiendo, pero yo no sé si esa persona me gusta, sé que me atrae su dulce rostro, tal vez solo quiero estar con alguien así” Musite esperando que no me escuchara, solo quería sacarme un peso de encima.
“Bésalo” Abrí mis ojos lleno de sorprensa, no podía crear las palabras que el oji violeta me estaba diciendo ¿BESAR A UN HOMBRE?
“Es un hombre, Akihiko yo no soy un homosexual” Declaré guiado por el orgullo, no podía dejar que pensaran eso de mí.
“Eres tan denso para estas cosas Masamune” El más alto soltó una risita irónica, cosa que me enfureciro “Si anhelas saber si sientes algo por él debes besarlo para ver qué pasa, si no sientes nada con ese beso, significa que tu tan solo quieres una linda novia que sea igual de inocente que el” Medite las palabras del escritor encontrándole la razón por primera vez en mi vida, si yo quería aclarar mi mente debía besarlo.
Regrese a mi departamento con la mente turbulenta, besar a un hombre, mierda eso sería difícil, jamás lo había hecho y no me agradaba la idea de hacerlo, Ritsu era lindo y todo, pero no me gustaba tanto como para poseerlo, estas son solamente ideas raras que llegan gracias a esos molestos sueños que no me dejan descansar.
Cuando llegue a mi apartamento ingrese con pesadez quitándome el abrigo, olfateando un dulce aroma que provenía de la cocían, algo no me calzaba en la escena yo no tengo a nadie que me cuidara además de Kisa quien tenía trabajo a esta hora, y no creo que un ladrón se allá quedado a prepararme la cena porque se sentía mal después de robarme. Con mi mente llena de dudas me asome lentamente a la habitación observando como un lindo castaño con un delantal estaba preparando una elaborada comida, mi boca se abrió de tanta sorpresa.
“¿Ritsu?” No pude evitar soltar aquella tonta pregunta, haciendo que el menor se diera vuelta con su dulce sonrisa.
“Takano-san que bueno que llegaste” Al principio pensé que esto era una de las muchas ilusiones que vivía mientras dormía, la escena era irreal el parecia mi novia en mi departamento cocinándome con amor.
“¿Qué es lo que haces acá?” Lo interrogue directamente sin tener la intención de disimular mis dudas.
“¿No lo recuerdas?” Yo negué con la cabeza, acción que hizo que el oji verde puso sus manos en su cintura y frunció el ceño “Takano-san tu me dijiste que querías ver las correcciones en tu casa hoy día para irnos rotando de lugar, por eso llegue pero como no estaban tuve que pedirle la llave al casero”
“Lo había olvidado” Confesé apenado de hacer esperar a mi escritor, maldición mi mente es un caos, debo ser capaz de concretarme y hacer un buen trabajo, sería un mediocre si dejo que mi vida personal interfiera con mi rendimiento.
“Me lo suponía” Suspiro el castaño con algo de decepción “Y me dio hambre por eso prepare la cena, espero que no te moleste” Sonreí sinceramente ante tan lindo gesto para mí, las únicas personas que hacían cosas porque si eran mi hermano Kisa y Akihiko cuando le convencía, por eso no acostumbro a que se preocupen por mí.
“Gracias” Musite acercándome para revolverle los cabellos, a corta distancia pude contemplar lo lindo que se veía con el delantal lleno de bordados ¿De dónde carajo sacaría eso? ¿Por qué estaba en mi casa? Seguramente le perteneció a alguna de mis muchas amantes o tal vez era de Shouta, no me extrañaría.
“Siéntate ya te voy a servir” Obedecí al oji verde aprovechándome de su personalidad amable y llena de hospitalidad.
El menor me sirvió un plato de pasta con una extraña salsa la cual olía delicioso, yo espere a que él se sentara al frente mío, observándolo sin pudor alguno comer, cosa que hizo que el oji verde se sonrojara.
“¿Que?” Pregunto con el ceño fruncido y las mejillas infladas, cosa que lo hacía ver aún más adorable ante mis ojos.
“Esto esta realmente delicioso Ritsu” Mi comentario sorprendió al castaño, el cual abrió de golpe sus hermosos ojos dejándome contemplar aquellas orbes verdes que me enloquecían sin saber la razón.
“Gracias” Susurro “La verdad soy muy malo en la cocina” Una tierna sonrisa se dibujó en sus labios “Por suerte Haitani es excelente cocinando y me enseñó a preparar esto, aun intento perfeccionarlo, me gustaría sorprenderlo uno de estos días con una tierna velada romántica” Un revoltijo en mi estómago se hizo presente, me daba asco esa escena, no quería que el más bajo cocina para el horrendo hombre.
“Es muy posesivo” Declare con la intención de molestar al castaño, de sacarle algo de información de su pareja.
“Si, es muy posesivo pero si te lo puedo confesar, me encanta eso de él” Comencé a toser atragantándome con la comida.
“¿CÓMO MIERDA TE PUEDE GUSTAR ESO?” Grite furioso parándome de golpe de la mesa ganándome una mirada llena de confusión de parte del castaño, si tu pareja es posesiva te restringe la libertad, él debe ser masoquista para que le guste que lo controles, además me prohibió acercare a Ritsu.
“Takano-san” EL oji verde me miro lleno de dulzura “Cuando te enamoras aceptas todo lo de la otra persona” Por algún motivo que no logro comprender esas palabras me lastimaron profundamente, él estaba enamorado.
“Dijiste que no creías en finales felices, no seas hipócrita, tu no crees en el amor” Ritsu devoro tiernamente el ultimo bocado de su plato para levantarse quedando al frente mío, como si me estuviera enfrentando.
“Si, yo no creo en esos finales de manga, el vivieron felices para siempre no existe” Susurro sin despegar su mirada de la mía “Pero sí creo en que te puedes enamorar, yo conocía Haitani en el peor momento de mi vida, estaba destrozado, el me levanto y apoyo incondicionalmente, sé que no podremos estar juntos para toda la eternidad, eso es imposible, aunque si planeo disfrutar cada segundo en compañía de este maravilloso hombre, lo aprovechare consumando nuestro amor cada día de mi vida hasta que el me pida lo contrario” Apreté el puño con rabia al no entenderme a mí mismo, yo solamente soy su amigo y editor, no tengo derecho a molestarme por esas palabras, yo fui quien cambio de hilo y se lo regalo a otro hombre, yo lo sé, sin embargo mis emociones parecen no comprenderlo.
“Sería mejor que me dijeras que te parecieran mis correcciones” anuncien intentando cambiar de tema.
“Claro” El menor coloco los platos en la cocina, los lavo rápidamente para después regresar a mi lado sentándose junto a mí, me sentía nervioso ante su presencia, no descifraba lo que estaba en mi corazón, ¿Me gusta Ritsu o solo su forma de ser? Tal vez si encontraba una versión femenina de él sentiría lo mismo.
“¿Qué correcciones tomaste en cuenta?” Pregunte intentando tranquilizar a mi agitado corazón, me sentía intranquilo con esa cercanía.
“Hice caso de cada una de tus sugerencias” Proclamo con orgullo el más bajo “A excepción del carácter de Saga”
“Ritsu no seas tan terco, cambia a Saga o tu libro fracasara” Proclame autoritariamente molesto por lo obstinado de mi escritor.
“Takano-san, como mi editor yo respeto tus sugerencias, pero solo eso, es mi decisión saber que escribo y que no” Fruncí el ceño molesto observando sin vacilar al altanero oji verde, aunque me gustaba también esa parte de él.
“Es mi trabajo guiarte en los pasos a seguir con tu creación” Mi gesto se suavizo ante la mirada del castaño, maldición ni si quiera puedo molestarme ante tan linda imagen, que molesto, como detesto esto, debo aclara mis sentimientos ahora.
“Yo confió en lo que escribo, así que confía en mi” LA sinceridad que se veía reflejada en sus ojos me obligo a desistir, no puedo luchar ante aquellas orbes verdes porque siempre termino perdiendo.
“Confió en ti Ritsu” Musite sentándome aún más cerca del castaño, me gustaba el calor que emitía su cuerpo.
“Sé que este trabajo es algo diferente a lo que hice anteriormente, pero yo creo que será un éxito aunque suena arrogante de mi parte” Solté una pequeña risa, me aprecio ingenuo que el pensara que era arrogante definitivamente el no conocía al gran Usami Akihiko el egocentrismo encarnado en una persona.
“¿Tu amas a tu pareja?” Carajo, ¿Por qué mis sentimientos explotan así con estando junto al pequeño oji verde? Tal vez sería mejor gritarle; “Oye no soy un homosexual pero me excitas, déjame besarte a ver si eres tú el que provoca esta calentura o solo quiero corromper a alguien tan puro y limpio como tú”
“¿Por qué la pregunta?” Yo me atragante con mis propias palabras, no encontraba una excusa para meterme en su vida personal.
“Porque yo quiero” Exclame recordando la frase que mi idiota amigo siempre utilizaba, cosa que hizo reír al castaño.
“Lo amo más que a nadie” Musito con una sonrisa nostálgica “Él es el amor de mi vida, siento que estamos destinados”
Esa declaración fue como un balde de agua fría, ellos estaban destinados a estar juntos el resto de su vida por mi culpa, yo fui quien provoco todo esto, ya ha llegado la hora de averiguar si lo que siento por el oji verde es atracción, o no, si me arrepiento de haber cambiado mi hilo rojo al de Erika con ella jamás fui capaz de sentir tantas cosas como con este escritor, ella jamás me miro con tanta sinceridad, por eso impulsado por esa clase de pensamientos decidí tomar un gran riesgo del cual tal vez más tarde me arrepentiría.
“Ritsu” El menor se dio vuelta permitiéndome contemplar su perfecto rostro “Quiero que me dejes besarte”