Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El hilo rojo del destino por Chiaki28

[Reviews - 553]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos, gracias a todos los que comentaron el primer capitulo, me motive a seguir, asi que acá lo tiene, espero que les guste y prometo hacerlo más largo, claro si no les molesta leer de más <3

Takano Pov

En aquel momento supe que mi “maduro” hermano mayor quería ir a ver a ese tal “Amo del destino”, pero que tontera, es una idea absurda, nadie es dueño del futuro de los demás, ¿Por qué Kisa será tan apasionado en esos temas tan ilógicos? Esas cosas como el hilo rojo, destino irrevocable, amor a primera vista, leyendas, todas esas son cosas que no existen en la realidad, no son reales, son una mera fantasía que crean las personas que trabajan en los mangas para ilusionar a gente infantil como lo es Shouta, él ya es viejo debería ser capaz de asumir su realidad y dejar de fantasear.

“Eto….Masamune” Los ojos del peli negro comenzaron a brillar, como lo hacían cada vez que me quería pedir algo, acá venía su típica cara de cachorro para que yo cediera en sus caprichos, pero esta vez no lo hare.

“No” Proclame fríamente cruzando mis brazos antes de que el mayor pudiera seguir hablando, ya sé que me pedirá ir con él a ver a ese estafador que solo quiere dinero fácil, no lo dejare derrochar más.

“Pero ni si quiera te he dicho lo que quiero” Reclamo el más bajo con un tierno puchero en su rostro, el cual está vez no funcionara, no cambiare de opinión fácilmente, estoy cansado de esta convención.

“Me vas a pedir ir a ver al amo del destino ¿O me equivoco?” Lo último lo pregunte con un notorio tono de sarcasmo en mi voz.

“Si, te iba a pedir eso” Proclamo Kisa con un saltito mientras me jalaba de la manga para que lo acompañara en otro dirección, la cual se encontraba opuesta a la salida ¿Por qué rayos querría alejarme de la salida?

“Me quiero ir, estoy aburrido, mi polera esta mojada, tengo hambre, la gente me mira raro, no hay nadie de mi estilo aquí” El oji café freno en seco, ja, al fin lo había hecho entrar en razón, o eso quería creer.

“Si me acompañas, prometo comprarte un disco original de tu banda favorita y también invitarte un almuerzo mañana” Sonrió victoriosamente, con tantos años juntos el ya conoce mis muchos puntos débiles.

 “Bien pero hazla corta” El mayor me tomo emocionado la mano, arrastrándome, literalmente, a una pequeña habitación, decorada con muchas cortinas moradas, cojines esponjosos, incienso y una mesa al centro.

“¿Qué es lo que quieres?” Pregunto un muchacho de ojos grises, cabello rubio y ¿Uniforme escolar?, ja, si nos va a estafar que lo haga bien, si finge ser adivino o amo del destino debería producirse un poco más.

“Yo quiero saber de mi futuro” Declaro feliz e ingenuo mi hermano mayor mientras se sentaba frente al rubio.

“Yo no veo el futuro, solo el destino, son cosas diferente, pero dime ¿Qué es específicamente lo que quieres saber?” Pregunto con una amplia sonrisa haciendo que el peli negro se pusiera más nervioso de lo que estaba.

“Yo, quiero saber del hilo rojo” Musito evitando mirarme, seguramente se imaginaba mi mirada de reproche.

“¿Conoces la leyenda?” Indago el rubio con un semblante amable, típico de un estafador, quiere la confianza del cliente para luego poder dar su golpe maestro y dejarnos en banca rota pidiendo limosna en la calle, no dejare que pase.

“Si, incluso me he leído todos los libros sobre el tema” Proclamo orgulloso Kisa por todos sus “logros”.

“¿Entonces qué es lo que quieres saber de esto?” El oji café se ruborizo levemente escondiendo su rostro debajo del flequillo.

“Del otro extremo” Musito avergonzado, mientras el otro hombre esbozaba una tímida sonrisa causada por la actitud de mi hermano.

“No te puedo decir a quien estas unido” Libero un gran suspiro el oji gris, acercándose aún más al más bajo.

“No, eso no es lo que quiero decir” Confeso avergonzado Kisa “Yo solamente quiero saber si estoy unido a alguien” Susurro muy despacio, aunque de igual forma yo logre escucharlo, su petición me extraño.

“¿Por qué no estarías unido a alguien?” Pregunto sorprendido el supuesto amo del destino, o como a mí me gusta llamarlo farsante.

 “Eto…” Mi hermano me miro fríamente y se acercó al menor para susurrarle un par de cosas en el oído, cosa que no escuche, que molesto, Shouta confía más en aquel hombre que acaba de conocer hace 2 minutos que en su propio hermano.

“Lo entiendo” Sonrió comprensivamente el rubio “No tienes nada de qué preocuparte, tu hilo es muy fuerte y se encuentra unido a una persona maravillosa, que te amara por siempre, será incondicional contigo” La mirada del más bajo se llenó de brillo y esperanza, esbozando una amplia sonrisa.

“Muchas gracias” Lo abrazo sin quitar aquella ingenua expresión de adolecente enamorado de su rostro.

“¿Y tú?” Me pregunto con algo de molestia frunciendo el ceño “¿Qué es lo que me quieres preguntar?” Solté una carcajada al escuchar su comentario, que risa, me confundió con uno de los raros que creen en esas cosas.

“Yo solo vine acá a acompañar a mi hermano, no ha verte” Seguía sin poder contener mis carcajadas, no lo puedo creer.

“¿Y qué es lo que te causa tanta risa?” Me dijo cortantemente mientras me miraba con mucho odio y desagrado.

“Es que me confundiste con uno de esos raros que creen en esas tonteras del destino y esas cosas” Sonreí superiormente.

“¿Qué fue lo que dijiste del destino idiota?” El más oji gris se levantó del lado de mi hermano y quedo frente a mí, cara a cara como si creyera que fuéramos iguales, pobre niño ingenuo, es obvio que no lo somos.

“Que esa basura de hilos rojos y destino, son cosas que estafadores como tu utilizaran para ganar dinero con gente torpe como mi hermano” Declare con autoridad ganándome una mirada molesta de los dos más bajos.

“¿Así que soy un estafador?” De repente el menor miro sorprendido mi mano, luego esbozo una macabra sonrisa, lo cual no me agrado “¿Qué harías si te dijera que tu hilo rojo en este momento está muy tenso?”

“¿Qué significa eso?” Odio que las personas le den muchas vueltas al asunto, mientras más directo mejor.

“Que la persona cuyo destino está unido al tuyo se encuentra en esta convención” Shouta se cayó de la silla al escuchar aquellas palabras.

“¿QUE?” Grito el peli negro sorprendido con una enorme y torpe sonrisa pegada en su rostro, que inocente.

“Ja” Solté una pequeña risa “No digas tonteras, mi novia Erika no se encuentra acá” Analice la situación un par de minutos hasta que por fin pude seguir hablando  “Digamos que te creo solo un par de segundo, y pienso que ves los hilos y eres el amo del destino” Ambos me miraron confundidos.

“¿A qué quieres llegar? ¿Significa que aceptas estas cosas?” EL oji gris me miro de forma penetrante, como si viera a través de mí.

“No, te estoy dejando en evidencia” Declare victorioso “Aunque yo fuese un ingenuo como Shouta, me daría cuenta de tu estafa, porque mi novia no se encuentra en este lugar, por ende, es imposible que mi hilo este tenso” Declare con aires de superioridad y arrogancia, me sentía bastante satisfecho con mi análisis.

“Lo siento pero ella no es la persona con la que debes estar” Me paralice al escuchar sus palabras, la rabia se apodero de mí.

“ESCUCHAME IDIOTA, DEJA DE JODERME CON TUS CUENTOS PARA NIÑOS” Agarre la camisa del menor levantándolo violentamente.

“Masamune basta” Me suplicaba el oji café, jalándome de la polera, para que dejara tranquilo al pequeño rubio.

“NO, EL DEBE APRENDER QUE CONMIGO NO SE JUEGA” Grite histérico, me sentía enojado ¿Quién era el para decirme que yo y Erika no estábamos destinados a terminar juntos? Nadie, él no es nadie para decidir por mí.

“No juegues con el destino Masamune” Sonrió cínicamente el oji gris, ganándose un puñetazo mío en el rostro.

“SI VAS A ESTAFAR GENTE HAZLO BIEN, AL MENOS TEN LA DECENCIA DE QUITARTE EL UNIFORME Y PONERTE UN DISFRAZ O ALGO”

“Ya basta”  El peli negro abrazaba al oji gris intentando arrebatármelo de los brazos, yo ya hastiado de todo, lo solté haciendo que ambos cayeran al suelo.

“No soy un adivino, no estoy disfrazado, solo comparto lo que puedo ver y no es mi culpa que no te guste tu destino” Proclamo fríamente el mocoso, suficiente, ya había escuchado muchas estupideces por un día.

“EL DESTINO NO EXISTE” Grite saliendo de la carpa, lo último que escuche antes de irme del lugar fueron unas palabras del rubio.

“Ya lo veremos”  No vi su rostro, aunque podría jurar que tenía una gran sonrisa maliciosa por el retorcido tono de voz que utilizo.

Después de escuchar aquella declaración me fui furioso del lugar, jamás en mi vida quiero tener que volver a ir a una de esas convenciones, la pase pésimo, hoy pude salir a beber con mi amigo Akihiko o tener una noche salvaje con mi novia, pero no, preferí pasar el día con mi hermano mayor, el perdedor, que a pesar de estar a punto de ir a buscar trabajo sigue gastando su dinero en posters y chapitas.

Además es tan egoísta, no puedo creer que me obligara a ir con ese amo del destino, el solo me puso de malhumor, el busco pelea, no yo, yo no tengo la culpa de nada, simplemente fui una víctima de los caprichos de mi hermano.

Me encontraba tan sumergido en mis pensamientos que no supe en que momento o de qué forma me logre subir al tren,  examine detenidamente el vagón de un lado a otro, hasta que mis ojos se pegaron en un cómodo y reconfortante asiento vacío, rápidamente corrí a usarlo, por fin me pasa algo bueno en todo el día, se sentía glorioso ir sentado en el tren, el viaje es muy largo para irse de pie.

Ahora con un mejor humor me puse a observar a las personas a mi alrededor, como siempre hago, en el carro del tren había; una pareja muy acaramelada juntos, sentí algo de envidia por ellos, yo también quería ir así con mi novia, no obstante a ella no le gustaba viajar en tren, prefiriere andar en el auto de Akihiko, mi supuesto mejor amigo, también vi a un hombre de traje negro con lentes de sol y mirada de pocos amigos, el cual a mí, parecer se veía, algo sospechoso con esa aura misteriosa, junto a él había una señora embarazada y un pequeño niño aburrido jugando con una revista, sentado casi frente a mí un lindo castaño con la mirada perdida en el paisaje ¿Un lindo castaño? Al observarlo mejor, me di cuenta que era el mismo idiota de la convención que había derramado su bebida en mi polera, la diferencia es que ahora el venia solo en el tren ¿Qué habrá pasado con sus escandalosos amigos? Igual no me importa, solo lo estoy pensando porque no tengo nada mejor que hacer.

El más bajo contemplaba afuera con cierta melancolía, había algo en su mirada que me llamaba la atención, lo mire un buen tiempo, observando cada una de sus expresiones, a veces sonreía por sus propios pensamientos, otras veces su rostro mostraba una gran nostalgia, me pregunto ¿En que estará pensando?

Cuando quedaban diez minutos de viaje una señora mayor entro al vagón, todos los que estábamos sentados fingimos no verlas, porque a nadie le gusta ceder el asiento a otro, además yo me encontraba muy cansado, Shouta me arrastro todo el día de puesto en puesto, también tuve que soportar demasiadas emociones, merezco este asiento.

“Disculpe” Dijo tímidamente el oji verde llamando mi atención “¿Quiere sentarse en mi lugar?” Pregunto.

“Que amable jovencito” La anciana le sonrió dulcemente ocupando el lugar del menor, el cual quedo muy cerca mío de pie.

“No es nada, no se preocupe” Sonrió sinceramente el oji verde ¿Cómo puede estar feliz de irse parado? ¿Sera idiota?

“Que caballero es usted” La mujer de cabellos blancos miraba con ternura al chico, como si se tratara de su propio hijo.

Al observar el buen comportamiento de más bajo me sentí levemente culpable por hablarle gritado de forma tan agresiva, no se veía como una mala persona, le daba el asiento a las personas mayores, y siempre mostraba una cálida sonrisa a quien le hablara. Tal vez de verdad no me vio y me mancho de forma accidental.

Después de discutir, mucho tiempo, internamente sobre qué haría con el castaño, decidí que este merecía una disculpa, muy en el fondo sabía que había sido mi culpa por haberlo seguido para ver lo que hacía.

Cuando finalmente me dispuse a hablarle para disculparme por haberle gritado, mi estación llego, por lo cual me vi forzado a bajar, de igual forma no creo que le importe si me disculpo o no, después de todos solo somos un par de desconocidos.

Camine con flojera a mi departamento para poder dormir, no tenía ganas de enfrentar a mi hermano ni sus histéricos gritos, seguramente me regañaría por mi grosero comportamiento con su extraño amigo.

Cuando finalmente pude conciliar el sueño me encontraba listo para fantasear con mi novia como siempre lo hacía, sin embargo esta vez no fue así.

…………………………………………………………………………………………………………..

En mi sueño observaba la luna llena, me senté un rato para poder apreciarla mejor, se veía absolutamente hermosa en aquella noche, era tan grande, brillante, más blanca que la leche, de alguna forma lograba transmitirme tranquilidad, la luna se veía especialmente majestuosa aquella noche.

De pronto de la luna apareció una silueta, la cual no pude distinguir, por eso corrí para observar quien era la persona sobre la luna, avance todo lo que mis pies me permitieron y mucho más, me intrigaba saber quién era aquel misterioso individuo, debía ser alguien muy importante para poder pararse en aquel lugar.

Cuando llegue lo suficientemente cerca para poder visualizarlo, me di cuenta que la persona era un anciano, de cabellos largos y blancos, el cual trataba de bajar de la luna, quise gritarle para decirle algo como “¿Necesitas ayuda?” Sin embargo mi voz simplemente no salió, no podía hablar, me sentía como un simple espectador.

El anciano salto de la luna cayendo delicadamente sobre un brillante y hermoso estanque azul, en el cual habían dos bultos, al poder acércame más, me di cuenta que estos bultos eran bebes muy bien tapados.

El hombre se posiciono para quedar frente a un bebe de cabellos negros, al cual le ato cuidadosamente en uno de sus meñiques un hilo rojo, el pequeño azabache sonrió tiernamente jalando de su hilo, luego el anciano se dirigió al otro pequeño bebe, a este no lo pude observar bien porque se encontraba muy tapado, aunque pude inferir por el contexto que de igual forma le ato el otro extremo del hilo.

“Así no se perderán pequeños”  Sonrió tiernamente el hombre de largos cabellos blancos a ambos bebes “No importa lo que pase, ustedes terminaran juntos porque sus almas se pertenecen la una a la otra”

Después ambos bebes desaparecieron junto con el anciano, ahora me encontraba solo, sumergido en la oscuridad, solo con mis pensamientos resonando en toda mi cabeza, ¿Por qué debía ver esas leyendas hasta en mi sueños? No creo en eso, solo es fantasía, a mí nadie me obligara a estar con otra persona, el destino no existe, yo decido mi propio futuro, me niego a creer en estas fantasías infantiles.

“Masamune” Escuche una suave voz llamando mi nombre, observe desesperado a mi alrededor sin ver nada “Masamune” Seguía susurrando “Masamune” Intentaba buscar a la persona que me llamaba.

“No te puedo ver” Dije con mucho esfuerzo en un volumen apenas audible, el silencio se hizo presente nuevamente hasta que volví a escuchar.

“Masamune” En un tímido susurro me pidió una última cosa antes de desaparecer “Encuéntrame” Después de oír aquellas palabras todo volvió al silencio.

……………………………………………………………………………………………………………

Desperté de golpe en mi cama, observe a mí lado sin poder encontrar a mi hermano, seguramente ya se había levantado, me estire perezosamente para luego dirigirme a mi armario en busca de algo que ponerme, cuando estaba a punto de quitarme mi pijama, me di cuenta de que en mi mano había un pequeño hilo rojo.

“¿Pero qué rayos?” Declare en voz alta observando el fino hilo que se encontraba atado a mi meñique “SHOUTA” Grite furioso mientras lo buscaba en toda la casa, caminaba de un lado a otro como si fuera un león enjaulado.

“¿Qué pasa Masamune?” Me pregunto el más bajo con un cepillo de dientes en su boca, la cual estaba llena de pasta.

“¿Qué se supone que es esto?” Lo mire frustrado mientras le ponía mi mano en su cara, ya era hora de finalizar esta broma.

“¿Tu mano?” El oji café me miro confundido y nervioso, que buena actuación, por un segundo de verdad le creí.

“Idiota, lo que se encuentra en ella” Declare molesto golpeando al peli negro en la cabeza, haciendo que soltara un gemido.

“A ver, déjame ver” Kisa me tomo de la mano para poder observarla mejor, en ese momento me di cuenta que él también tenía un pequeño hilo amarrado a su mano, esto ya se volvió raro, atarme un hilo era una cosa pero unirlo a su extremo ¿Acaso se quería declarar? ¿Le gustaba a Shouta? Esos pensamientos me revolvían el estómago “Lo siento, no veo nada” Proclamo el peli negro con seriedad.

“YA BASTA DE BROMAS” Grite enojado “Además ¿Por qué ataste mi extremo al tuyo’” Mire molesto los hilos.

“No sé de qué hablas” Mientras más lo negaba más furioso me ponía, ya es suficiente, no quiero saber más del destino y esas cosas.

“DE ESTO” Grite agarrando el hilo, sin embargo no lo pude tomar “¿Eh?” Una vez más hice el intento, fracasando nuevamente “No lo puedo tocar” Musite sorprendido, ¿Acaso esto no era una broma pesada?

“Masamune no sé si te intentas vengarte de mi por llevarte a la convención, pero me estas asustando” Proclamo mi hermano, al observarlo note que nuestros hilos no se encontraban conectados, yo lo había asumido por un impulso al ver que  él también tenía su meñique atado, que alivio que no sea mi otro extremo, un problemas menos pero ¿Por qué puedo verlos?, mi cuerpo se estremeció al recordar a cierto rubio.

“Shouta ¿Ese tal amo del destino te dijo algo ante de irte?” El más bajo me miro sorprendido al escuchar mi pregunta, luego me sonrió de forma lasciva, lo cual no me dio un muy buen presentimiento.

“Qué curioso que lo preguntes” Musito feliz mientras comenzaba a caminar de un lado para otro “Entonces eso era lo que te pasaba”

“¿Que?” Dije tratando de averiguar la verdad, esta situación no me gusta, no podía creer que el rubio hablara enserio.

“Él te lo advirtió, no te burles del destino” Proclamo Kisa algo divertido por la situación.

“Ya basta, me estoy asustando ¿Qué te dijo?” Decidí apelar a mi último recurso, ganarme la compasión del mayor.

“Me dijo que te daría un pequeño regalo, el cual te haría mejor persona y te enseñaría a valorar el destino” Mire sin poder creer las palabras de mi hermano, ¿De verdad esto estaba pasando? Que pesadilla.

“¿Solo te dijo eso?” EL oji café asintió efusivamente cambiando su expresión a una más preocupada por mi estado.

“¿Qué es lo que te pasa Masamune? Has estado actuando raro todo la mañana” Tomo mi hombro de forma cariñosa, esa era la señal que me daba para confiar en él, si a alguien le podía contar era a mi hermano.

“Kisa creo que yo puedo ver los hilos rojos” Declare avergonzado por mis propias palabras.

Notas finales:

Asi es Takano puede ver los hilos rojos, moraleja de la historia, no te metas con Shinobu jamas.

Bueno la pregunta del millon es ¿Se atrevera a seguir su propio hilo rojo?
Espero que les haya gustado, ojal comenten y muchas gracias por leer <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).