Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El hilo rojo del destino por Chiaki28

[Reviews - 553]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chico por favor cuando acaben lean las notas del final para evitar malos entendidos y ya sabes espero que les guste <3 <3

Takano Pov

Fragilidad; nunca habría pensado que yo sería quien encarnaría esta palabra ante mi deplorable estado, sé que es hipócrita la manera en como ahora me estoy lamentando por algo que yo mismo ocasione; no tengo el derecho de ocultarme para que el dolor no me encuentre, como si mis recuerdos me pudieran proteger de las despiadadas sensaciones.

Estoy cansado de tener que admitir lo idiota que fui; un desconsiderado, jamás me imagine el daño que le estaba causando a Ritsu con mis propias manos, como en lugar de darle la seguridad que tanto anhelo lo termine confundiendo, convirtiéndome en la causa de que esas resplandecientes orbes se apagaran, hasta extinguir todo el fuego que alguna vez me deleito acompañado de esa radiante sonrisa la cual hoy es solo una vaga ilusión.

Hay tantas cosas que habría hecho diferente, me habría tanto gustado ser su apoyo todos esto años en los que sollozo en silencio, haber reparado su espíritu en vez de aplastarlo con desprecio como lo hice con mis egocéntricas acciones, sé que una disculpa no es suficiente para enmendar todas las lágrimas que fueron derramadas, para curar las heridas que grabo en su delicado corazón o las añoranzas de las que me burle al haber tomado esto como si de un juego se tratara, actualmente lo único que me queda es arrepentimiento.

Por no haberle dado la oportunidad que yo no merecería, por habernos condenados a ambos marcando  esa nívea piel con mis sucias garras, rompiendo esa inocente mirada para transformarla en una llena de dolor, ¡Maldición!, me duele haberlo hecho sufrir, lo único que ahora quiero es amarlo, sin embargo, cada vez que me acerco a esas deslumbrantes orbes lo termino corrompiendo con las desgarradoras lagrimas que escapan de su mirada llena de decepción, aquella que me clava cada uno de mis errores en mi despedazada persona.

Merezco todo lo que estoy pasando, me di cuenta muy tarde de mis traspiés, como me habría gustado ser yo él que se casara con Ritsu, ver esa sonrisa, tocar ese rostro tan perfecto, solamente quería amarlo, ese era mi único deseo, no obstante,  me veo obligado renunciar a lo que más pleno me ha hecho concebir, es por eso que mi interior se desgarra, puedo sentir como toda mi piel se retuerce con el simple hecho de pensar en  no verlo.

Ya no temo por como acabe mi historia, mi única preocupación es mantener esa perfecta sonrisa en mis memorias con la seguridad de que será feliz aunque yo no este presente, que será amado, que soñara dejando de lado las pesadillas, que se podrá enfrentar a sus demonios hasta vencerlo y de esa manera avanzar con su vida, tener la certeza de que yo quedare como un desagradable recuerdo, el cual enterrara en lo más profundo de su ser con el único propósito de que desaparezca cada una de mis caricias.

Llegue muy tarde, mi único consuelo es que Shouta está completamente enamorado de ese ridículo príncipe resplandeciente, quien  lo cuida más que a su propia vida, al menos mi destino es el único que acabo torcido ante mis irresponsables acciones, ya no podía seguir siendo un egoísta al anteponerme sobre los que más amo.

Es por esa razón que velo por la felicidad de Onodera, así como mi pequeño hermano mayor, aspiro a que tenga un fuerte romance con la persona que le corresponda, yo no pude estar ahí para él cuándo se sentía tan miserable, Haitani sí, es hora de aceptar lo que yo mismo aclame a gritos, mi propio martirio, la sentencia que escogí, dejar que mis propias cadenas se aten a mi cuello para ahogar  las escasas esperanzas que guardo en mi espíritu.

El ruido de la puerta me saco de mis pensamientos, con pesadez decidí levantar la mirada del refugio que había construido con mis frazadas desesperado al ya no percibir el calor de mi cuerpo, al  no poder tener entre mis brazos la dulce piel de ese castaño, quien siempre debió ser el otro extremo de mi hilo.

“Masamune” Musito mi hermano adentrándose a la habitación con una sonrisa llena de amargura, como si me compadeciera por mi lamentable manera de alivianar las emociones oscuras con las que ahora debo lidiar.

“Shouta, pensé que tú y Yukina saldrían toda la tarde” Declare levantándome de mi cama para poder verlo de frente.

“Por favor ya sal de esto” Me pidió acariciando mis cabellos con esfuerzo debido a la diferencia de tamaño con la que nos enfrentamos.

“Ya sé que no debería sentirme así, soy patético ¿Cierto?” Murmure para mí mismo dejando que mis pensamientos fluyera “No quiero que me tengas pena, no quiero que te sientas mal por cómo me intento desahogar, es imposible que me encuentre feliz cuando el amor de mi vida se va a unir con alguien más” Proclame con seguridad entrelazando nuestras miradas provocando que el peli negro se sobresaltara ante mi seriedad.

“No te pido que te sientas extasiado, pero sí que te prepares para esa reunión, para verlo una vez más y finalmente cerrarlo todo” Con aquellas proclamaciones una mueca se dibujó en mis labios, al estar tan inmerso en mis confusiones olvide que hoy era la junta final en la que tendría que vislumbrar esos acusadores ojos sin amor.

“Solo quiero que sea feliz” Confesé mordiendo mi labio para que los recuerdo se detuvieran, no quería tener que cargar toda mi vida con Onodera, lo más maravilloso que conocí y a quien vi irse delante de mi mirada sin poder detenerlo, es mucho más desolador perder algo cuando sabes lo esplendido y lleno que te apreciaste al tenerlo.

“En verdad has cambiado bastante” Musito el oji café permitiendo que me recostara su pequeño pecho, mientras sus manos por inercia recorrían mi espalda intentando darme algún consuelo, haciendo que me sintiera menos despreciable.

“Después de esta reunión voy a pedir un cambio de escritor, no soportare verlo sonriente por su matrimonio, ni ver como sus hijos jugaran felices en la editorial o tener que ir a su casa sin ser capaz de probar sus labios, yo no quiero eso” Declare con la voz quebrada, percibiéndome furioso al no ser lo suficientemente fuerte como para aceptar mis propias acciones, no debo mostrar un semblante tan patético.

“Yo respetare cualquiera de tus decisiones, sabes que no te dejaremos solo en esto, pero pienso que te estas equivocando al dejar ir a Ritsu, sé que lo haces para que sea dichoso, no obstante, no creo que ustedes lo logren separados” EL mayor tomo con dulzura mi mentón para lo observara sin miedo.

“El cambio ya está hecho, además ya escuchaste a Shinobu yo no tengo quien me rescate, no puedo pasar toda mi vida arrepentido, necesito intentar avanzar” ME defendí percatándome de como algo dentro de mi interior se quebraba con mis propias palabras, aunque me dolía tener que dejar de luchar por quien más me importa, es lo correcto, ya no deseo ser más la causa de sus males, lo más noble que puedo hacer es poner antes de mis ególatras necesidades sus melódicas risas y su seguridad.

“Supongo que tienes razón Masamune” Proclamo derrotado Kisa escondiendo su expresión debajo de su flequillo “Espero que después no te andes arrepintiendo de lo que has hecho” Susurro levantándose de mi cama para alejarse de mi lado.

“Yo ya estoy agobiado por mis decisiones, no las puedo empeorar” Antes de que el más bajo me rebatiera el castaño apareció con una mirada llena de lastima observándome con clemencia, seguramente sintiéndose aliviado de haber luchado por el corazón de mi hermano hasta devolver su destino al lucido futuro que tendrán.

“Perdón Shouta, ya nos debemos ir” El mayor soltó un cansado suspiro yendo hacia su pareja para dejarme solo “No te equivoques otra vez” Musito antes de irse de mi pieza dejándome con una amarga sensación.

Inspire intentando darme energías evadiendo esas pulcras orbes verdes de mis pensamientos para poder darme un baño rápido y vestirme con las primeras prendas que fui capaz de encontrar en mi desordenado armario.

Nunca pensé que me podría sentir tan pequeño ante las consecuencias e ironías de la vida, no me imagine sufriendo por un romance, ni creí que mi reputación me arrebataría a lo que con más fuerzas me aferraba, negándome el amor más puro que pude disfrutar, los canticos más dulces que pudieron haber sido míos cuando él me recitara su cariño, las miradas más ardientes que pudimos enlazar para batallar hasta fundirnos en una sola alma, solté un quejido al percatarme de que yo era el único hombre tan necio como para regalar su otra mitad.

 Tome un gran bocado de aire para encaminarme a Marukawa, en todo el trayecto en el tren no me pude sacar de mi mente el posible futuro que yo mismo me negué, el haber podido acariciar esos suaves cabellos cada una de mis mañanas, habría sido la sensación más gloriosa con la que me podría despertar, ¿Porque? ¿Por qué rayos fui tan terco? Mierda, lo único que puedo hacer es sentir una gran frustración hacia mí.

Me detesto por todo le daño que cause, por las vidas que altere y las emociones egoístas que se agolpan en mi interior, intento calmar aquella parte que me implora tomarlo entre mis brazos y escapar sin importar lo que Onodera sienta por mí, ambicionar ser yo a quien mire con esa cálida sonrisa, sin embargo, gracias a ese joven que me roba el aliento no puedo hacer eso, porque ya no quiero ver más lagrimas descender por sus mejillas.

Lo dejare de atormentar después de esta junta, sé que él será alguien muy exitoso, el brillo que emana Ritsu no se puede ocultar con facilidad, por eso tengo la certeza de que florecerá como él escrito que es vendiendo miles de trabajos, superando cada uno de los obstáculos que se presenten en su camino.

Ingrese a la sala de juntas encontrándome con Isaka-san y un alterado castaño, el cual se negaba a verme, escondiendo todo el dolor que le producía nuestro encuentro, mi pecho comenzó a desgarrase en mi interior al percatarme de las muecas confundidas que Onodera intentaba esconder de mis ojos, como me desagrada ser el causante de sus males, siento que con cada paso que me intento acercar lo rompo más, termino por quemar sus hermosas alas en lugar de sanarlas, por corromper sus ilusiones en vez de fomentarlas.

El más alto bufo indicándome que me sentara al lado de mi escritor, con fuerzas me acomode al lado de Ritsu ocultando mis pasiones, tome un gran bocado de aire oliendo por última vez aquella adictiva esencia, vislumbre con mis ojos cada una de sus perfectas facciones para guardarlas como la memoria más pacífica de lo que pudo haber sido la historias más preciosa jamás contada, sin embargo, ahora solo tenemos esta tragedia.

“Muy bien quería hablar con ustedes dos antes del lanzamiento del libro” Declaro el castaño poniendo encima de la mesa un pequeño manuscrito de tapa negra, el cual era recorrido por el dibujo de un brillante hilo rojo desgarrado.

“¿Ya lo imprimieron?” Pregunto el menor sin poder contener su emoción al observar el arduo trabajo de sus pensamientos.

“Este es solo el piloto, pero me gustaría ver que les parece” El mayor con cuidado le paso el libro a Onodera, quien sonrió tiernamente al distinguir el libro terminado, recorriendo con su mano la cubierta con una expresión nostálgica, mi corazón se aceleró al ser capaz de presenciar esos sublimes gestos llenos de cariño.

“Me encanta” Musito terminando de examinar la portada para después extendérmela sin encontrarse apto para sostener una mirada.

“Takano ¿Qué piensas tú?” Alce mi mano rozando por accidente de la Ritsu logrando que un escalofrió recorriera todo mi cuerpo, al sentir mi calor las centellantes orbes del más bajo se encontraron con las mías chocando en una poderosa conexión, como si de estas comenzaran a escapar un par de descargas.

“Si mi escritor está de acuerdo no tengo ninguna objeción” Proclame con sinceridad intentando esbozar en vano una sonrisa.

“Genial, entonces lo mandaremos a imprimir, muy buen trabajo, aunque el final en donde Saga se despide de Oda antes del matrimonio me pareció demasiado trágico, pero en general el libro es interesante” Ante esas honestas afirmaciones el ambiente se tornó más denso al tener similitud con la historia.

“Creo que Saga no fue competente al no darle a Oda la seguridad que necesitaba, es por eso que termino por escaparse de sus brazos” Susurro apenado el castaño escondiendo su rostro debajo de su flequillo.

“A mí me parece que en primer lugar no debió ser tan cerrado como para alterar así su destino, a pesar de que me haya molestado un poco que Saga quedara tan destrozado es lo que merece ¿No?” Divago el más alto observando un punto en blanco “Aunque sea una narración de fantasía no es malo poner realismo en el final” Solté una pequeña risa irónica ante sus palabras, las cuales se grababan en el interior de mi corazón marcándome con las crueles consecuencias de mis hipocresías.

“Supongo que es verdad” Susurre para mí mismo deseando que todo esto solamente se tratara de una sádica pesadilla, de alguna broma más del amo del destino, de un sueño que me prevendría de mi futuro, sin embargo, esos pensamientos se quedaron como lo que eran, ilusiones mías para calmar las heridas que se reabrían.

“Eso es todo por ahora” Isaka-san se levantó de su asiento para mirarnos con una cálida sonrisa en sus labios “Ustedes dos son un maravilloso equipo, Takano después te llamare para que tengas a cargo los futuros trabajos de Onodera”

“No puedo seguir trabajando como su editor” Declare seguro sin tener la fuerza para mirar la expresión del castaño.

“¿Porque? ¿Acaso son muy incompatibles?” Me interrogo confundido el director ante mi precipitada decisión.

“Pienso que cualquier otro editor sería más apto para seguir trabajando con Onodera-san” EL más alto abrió sus ojos impactado al ser un testigo más de los engaños con los que yo mismo acabo condenando mi muerte en vida.

“No hay problema, después hablaremos de eso” Cuando el mayor salió del cuarto me pare con velocidad para cerrar con llave la puerta, dispuesto a acabar de una vez por todas esta etapa llena de remordimiento y amargura.

“Así que estas huyendo” Musito Ritsu levantándose de su asiento para confrontarme con ira reflejada en sus hermosas orbes.

“No puedo trabajar cerca de ti nunca más” Respondí con sinceridad acercándome al cuerpo del más bajo, el cual temblaba con impotencia, retrocediendo para no encontrarse con el mío ni fundir por última vez nuestro calor.

“Eres un cobarde igual que yo, no te creas mejor” Proclamo chocando contra la pared siendo acorralado por mis imponentes brazos que le impedían escapar.

“No soy un cobarde” Conteste cansado de tener que cargar con mi mentiras y secretos “Estoy enamorado de ti Ritsu” Las orbes del menor se cristalizaron al escuchar mis descaradas palabras reflejando un destrozado corazón, permitiendo que todas las heridas apareciera en frente de mis ojos para enseñarme como estas aun sangraban.

“Eso mismo me dijo él” Susurro dejando que una fina gota cristalina cayera por sus mejillas mientras mordía con fuerza su labio “Enserio te quiero creer Takano, pero no puedo si no me das alguna prueba” Sonreí percatándome de como mi alma compartía ese desgarrador llanto y mi corazón de cristal se quebraba en frente de esa demacrada expresión, concediendo como mi interior se fragmentaba despiadadamente arrancando con mis propias manos aquellas ilusiones soñadoras que atesore.

“Lo siento” Musite cansado acariciando su delicado rostro “No te podre dar nunca la prueba que tú necesitas” EL más bajo me miro sorprendido abriendo su boca, inmovilizando todo su cuerpo sin emociones.

“¿No me lo puedes probar?” Susurro permitiendo que mis dedos recorrieran su suave piel con una infinita melancolía “Pero Takano, yo” El menor se limitó a apretar con fuerza sus ojos y sus puños reprimiendo sus pensamientos “YA NO PASARE POR ESO DOS VECES” Grito intentando empujarme lejos.

“No quiero verte mal por mi culpa” Declaro aferrándome con desesperación al delgado cuerpo que evitaba nuestra cercanía.

“MENTIRA” Sollozo con histeria “Eres igual que él, todos se termina  rindiendo, es porque yo estoy roto ¿Cierto? Soy el causante de que todos se alejen” Proclamo el castaño perdiendo sus fuerzas dejándose caer en el suelo “Es mi culpa, soy yo muy complicado o no se amar a las personas de la manera correcta” Me agache a la altura de Onodera para acunarlo en mi pecho sintiendo como un fuerte nudo se formaba en este.

“No eres el del problema, tú lo hiciste todo a la perfección, solo un idiota te dejaría ir” Proclame acariciando sus cabellos.

“¿Entonces porque rayos me dejas ir?” Esa pregunta desato todas las emociones que había escondido en el interior de mi espíritu para que nadie contemplara mi verdadera esencia, dejándome completamente frágil a la vista de esos ojos verdes que encendían mi mundo para luego derrumbarlo.

“Porque te amo, quiero que seas feliz con Haitani, no detendré tu matrimonio, no voy a impedirte que sonrías” El menor con sus temblorosas brazos rodeo mi cuerpo dejando escapar un par de afligidos gemidos.

“Me estas dejando porque no hago las cosas bien, por la misma razón que él lo hizo, pero no puedes decírmelo de esa manera, por eso me entregas  Haitani, solo dime ¿Qué fue lo que hice mal contigo?” Mis orbes comenzaron a arder al escuchar las destruidas palabras con las que mis esperanzas se opacaban en las profundidades.

“Nada” Declare con seguridad permitiendo que se aferrara aún más a mi cuerpo, unificando nuestros latidos.

“Entonces por favor no me dejes, Takano yo no soy de los impulsivos pero con una prueba que me des podría dejarlo todo por ti, amo a Haitani por eso me caso con él, quiero hacerlo feliz, sin embargo, yo estoy tan enamorado de ti que me duele, no sé qué hacer, estoy tan confundido y aun así te propongo esa clase de locura” Un ácido liquido comenzó a descender hasta mis mejillas, el destino juega con mi frágil corazón como si quisiera pulverizarlo hasta que ya no sea capaz de recordar a lo que se asemejaba la alegría.

“No puedo” Susurre ganándome una mirada llena de decepción del castaño “Es hora de que tu sepas la verdad”

“¿Qué me ocultas?” Me pregunto separándose de mi cuerpo mientras sus dientes temblaban reflejando el temor que había en sus ensueños.

“Ritsu” El cuerpo del más bajo se estremeció al escuchar como mi voz pronunciaba esa angelical música “¿Recuerdas la convencían en la que nos conocimos tres años atrás?” Con angustia me acerque hasta él para poder tomar su mano.

“Si, pero no entiendo a que evoca la pregunta” Declaro pensativo uniendo sus dedos a los míos para que no nos separáramos.

“En esa convención yo conocí al amo del destino, un mocoso malcriado rubio a quien amenace y por eso me maldijo para ver los hilos rojos” Los gestos angustiados del más bajo fueron reemplazarlas por carcajadas.

“Takano-san esa trama ya la use para escribir un libro, creo que el trabajo te afecto demasiado” El menor dio un pequeño brinco al percibir la seriedad con la que me encontraba narrando, dándole a entender de que esto no era un juego.

“Finge que me crees un segundo” Cerré los ojos permitiendo que las finas gotas se derramaran al haberme llevado a este destructivo extremo “Yo cuando seguí mi hilo a la fuerza me encontré con que tú eras mi otro extremo” Susurre acariciando el pequeño meñique de Onodera el que estaba atado a un ferviente hilo.

“NO entiendo porque huyes de mi si estamos desinados” Proclamo el más bajo agarrando con ternura mi camisa para atraerme.

“Porque fui un idiota y cambie tu hilo para unirte a Haitani” Los hermosos ojos se abrieron reflejando ira, furia e impotencia mientras que sus labios comenzaban a temblar reteniendo el llanto que amenazaba con salir.

“¿Cambiaste mi hilo?” Pregunto arrastrando las palabras de su garganta mientas llevaba su mano hasta su pecho.

“Lo siento, sé que fui un imbécil por cambiar mi destino, y no hay instante en que no me arrepentía, Ritsu te amo y te perdí, estoy condenado, yo mismo me castigue así como le paso a Saga, no hay segundo en que no desee respirar tu aire, en que no anhele poder ser yo quien cure tu adolorido corazón” Con fuerza toma el rostro de Onodera del cual seguían descendiendo dolorosas gotas de traición.

“Eres un cobarde” Declaro con asco dándome una fuerte cachetada que termino de devastar la vida que me quedaba.

Por primera vez me sentía pequeño, insignificante, he hecho tantas cosas mal que desearía reparar, puedo percibir como todo mi interior queda vacío al igual que esas resplandecientes orbes verdes, como mi boca se llena de un sabor amargo y mi piel arde con más intensidad que el mismo infierno que yo he creado.

Cada una de sus lágrimas es como una filosa daga que se clava en mi espalda, descendiendo para abrir mi piel y dejar que la sangre escape como si de un sacrificio me tratara, ahora soy un mártir del destino, un sádico que jugo con fuego para quemarlos a todos y aplastar sus ilusiones como si en el dolor ajeno encontrara gozo.

Pago mi sanción, mi castigo siempre será tener la culpa grabada en mi pecho de haber apagado sus esperanzas, de haber conocí el más magnifico dulzor para permitir que se fuera junto con la vida que más anhelaba, entregándolo a un hombre quien nunca debió ser el merecedor de sus melódicas risas.

Acabo de trazar mi final aceptando mi asqueroso hilo rojo para unirme a la sentencia que yo me instale hace años, permitiendo que ese ángel en frente de mis orbes se corrompa hundiéndose en la desesperación, ya no quiero verlo más así, por eso lo dejó ir para que pueda ser feliz al lado de otro hombre.

Porque mi felicidad es algo que ya no recuperare si Ritsu no está a mi lado, ya no volveré a sonreír al recordar como sus lagrimas caen sin consuelo, ya no tengo más sueños si no son a su lado, ya no existe la voluntad en mi corazón, me rindo, ahora me declaro como una víctima más del destino cuya suprema ambición es la alegría que no le pude dar a quien más apreciaba, por quien ahora lo daría todo para que se pudiera quedar a mi lado.

“¿QUÉ ES LO QUE ES TAN TERRIBLE DE MI?” Exclamo con desesperanza agarrándose los cabellos de la cabeza con frustración mientras yo lo intenta calmar depositando suaves besos en su nuca “Me cambiaste sin conocerme, me cambiaste porque imaginaste que no lo valía, tú me entregaste, Takano me regalaste” Lo único de lo que fui capaz en esos momentos fue de abrazar con intensidad su espalda percibiendo como las palabras se hundían como navajas profundizando en mi pulverizado espíritu.

“Ritsu quiero que me escuches” El menor con odio reflejado en su mirada me observo atentamente con desprecio “Eres la persona que yo más amo en este mundo, eres al único que quiero poder besar, sé que en el pasado fui un completo inútil al dañarte, quiero verte sonreír, quiero que sepas que cuando te hice el amor esa noche me entregue en todas las maneras posibles hacia ti, quiero que tú al menos seas feliz por ambos, es por eso que permito que te cases con Haitani, si me rindo es porque me importa mucho más tu felicidad que la mía, quiero que conserves esa ingenua mirada, además aunque me correspondas ya nada podemos hacer con este hilo, no estamos unidos, solo nos dolerá separarnos si nos juntamos” El semblante del más bajo se calmó al escuchar mi devastado discurso.

“No se puede hacer nada en contra de lo que es el destino” Susurro resignado relajando su cuerpo en contra del mío.

“NO sabes cómo me arrepiento” El menor se sobresaltó al escuchar mi declaración para mirarme asombrado llevando su pequeña y frágil mano hasta mis mejillas limpiando las amargas lágrimas que corrían de mis ojos.

“TE creo y no te odio por haber hecho eso, creo que yo fui quien sobre-reacciono” Confeso mientras sus mejillas se adornaban de un dulce color carmín y su mano curaba mis deformes cicatrices imaginarias.

“Te amo Ritsu, te amo más que a mi vida, por eso te dejo el camino para que seas feliz” El castaño se limitó a sonreírme con falsedad sin dejar de tocar con timidez mi rostro, creando corrientes eléctricas entre nuestros cuerpos.

“Takano-san, hubiera deseado que las cosas salieran de otra forma” Musito pegando su frente a la mía.

“Ojala no hubiera sido tan idiota” Confesé para mí mismo llevando mis grandes manos hasta la cara del más bajo “Por favor dame un último beso” Onodera se limitó a asentir con un intenso rubor acercándose a mis labios.

Con pasión comencé a morder su labio encendiendo mi sangre por una última vez, recorriendo con mi lengua aquellos carnosos y perfectos pétalos que anhelaba poder probar cada instante, llevando mis dedos hasta sus sedoso cabellos para fundirnos en uno solo.

Las manos del menor se aferraron con angustia a mi espalda acercándonos para que pudiéramos sentir nuestras respiraciones, la suya era fresca y deliciosa, su calor era lo que más anhelaba, su esencia lo más adictivo con lo que he teniéndole honor de deleitarme.

Mi lengua ingreso a su boca creando la última sinfonía que disfrutaríamos, danzando hasta desfallecer para que fuera capaz de probar el sabor más exquisito con el que me he seducido, mi corazón latía con intensidad mientras mis respiraciones se cortaba, el air se escapaba de mis pulmones al igual que mi vida.

No quería que ese beso se acabara jamás para así morir en sus labios y que mi cuerpo fueran consumido por el candente amor que nos estábamos profesando con nuestras desesperadas caricias, con fuerza baje mis manos hasta su cintura para aferrarme a esta intentando no soltarla, importándome poco que el aire escaseara.

Al momento de separarnos con lentitud deguste sus labios una ultima vez mordiéndolos con deseo y cariño para mirarnos con nostalgia y arrepentimiento, las cristalinas orbes verdes se encontraron con las mías dándole un adiós.

Ritsu me dio un tierno beso en la nariz para después levantarse y dirigirse a la puerta de la sala de conferencias mientras mi cuerpo nuevamente era presa de la oscuridad y la soledad que conlleva esta amargura.

“Ritsu te amo, no lo olvides jamás” El menor quito el seguro para abrirla y vislumbrarme con una melancólica sonrisa.

“Se feliz Takano” Lo único que me queda es un infinito remordimiento al haber cambiado mi brillante futuro por uno lleno de lamentos. 

Notas finales:

Quiero aclarar quedan pocos capitulos, este no es el final y NO QUIERO QUE NADIE ME ANDE SACANDO CONCLUSIONES APRESURADAS!! Se los pido con amor.

Han escuchado esa frase uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde...no se les hace familiar?? Pues esto era necesario pero ya sabes no es el final y al fin y al cabo las emociones mas fuertes son las que saldran a la luz, asi que por favor alguien tengame algo de fe T_T.

Y bueno eto..para quienes piensan que es un sueño o algo asi lamento el spoiler pero no lo es, la verdad no se me habia ocurrido pero es para que no se hagan ideas y despues los desiluciones.

Bueno mis amados lectores por favor no anticipen el final y ponganse en el lugar de ambos personajes; para Ritsu ya es dificil lidiar con el rechazo de su ex pareja, imaginense el cambio de hilo como se debio sentir de rechazado y por otro lado Takano ya no soporta ser el impedimento de Onodera, es por eso que decide abandonar su propia felicidad por la de Ritsu porque bueno de ser feliz en un futuro con Haitani lo sera, aunque no como con Takano.

Bueno y para hacerlo mas entendible actua lo mismo que paso con los eroticos, el hilo no los une por ende Takano sabe que no acabaran juntos por eso sabe que en cierto momento debera herir a Ritsu y es eso lo que trata de evitar...para que se pongan en su lugar mas o menos pero no me asuman el final!!


Espero que les haya gustado, ojala comenten y mil gracias por leer, el siguiente capitulo se decide todo, es lo que les digo <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).