Su vista estaba nublada y sentía dolor tanto en sus muñecas como en sus tobillos. Cuando su vista se volvió completa se sorprendió un poco al verse totalmente desnudo, luego notó que estaba encadenado en una enorme cama y sonrió ladino cuando la puerta se abrió dejando entrar a un joven alto, vestido en ropa de cuero ajustada y con unos intrumentos bastantes exitantes.
-Aominecchi veo que has despertado -La melodiosa y sádica voz retumbó por todo el dormitorio y la polla del atado latió emocionada
-Daiki ... -El muchachito subió a la cama gateando hasta sentarse agresivamente en el pene del otro
-Ngggh -Gruñó mirando como el chico sentado encima suyo sonreía -Sueltame Ryota
-Aominecchi m-más aaah quiero más -Kise frotaba su trasero en el pene del otro quien forcejeaba con las cadenas que lo tenían prisionero
-Sueltame maldita puta! -El menor sonrió meciendose más, estaba logrando su cometido
-Mmmm Daiki que rico que me follas -Aomine tiró tan fuerte de la cadena que esta se rompió quedando una parte en su muñeca y la otra todavía en uno de los barrotes de la cama
Kise abrió los ojos asustado, para luego sonreír al ver el enojo de su esposo ¡Había logrado su cometido! ¡Había logrado enfadarlo!
Con rápidez Aomine se desató de su otra muñeca y tomo la cintura de su pequeño para tirarlo de la cama, seguido a esto se desató de sus tobillos y miró al chico que todavía estaba en el suelo, mirándolo con deseo con ... perversión.
Aomine se masturbó su pene y el rubio se lamió los labios ante la excitante vista -¿Qué estás esperando para castigarme? -La gruesa y sexy voz del mayor incitó al menor a tomarlo bruscamente de los cabellos para luego postrarlo nuevamente en la cama
-Haz desobedecido Daiki y te has soltado -El menor sacó una pequeña navaja del bolsillo de su traje para luego posarlo en el marcado abdomen de su esposo -Ahora te daré una lección
-Ahhh -Aomine gimió al sentir el filo cortar su carne
-No sabes como me excita esto -Kise pasó su lengua por la sangre que chorreaba desde el pecho hasta el colchón
Otro corte fue hecho en los muslos y también la sangre fue dulcemente saboreada, los brazos, el cuello, las manos, los pies todo fue teniendo cortes y su sangre fue chupada
-Dios Ryota! -Aomine ya estaba demasiado excitado para parar asi que con la fuerza que le quedaba le despojó el ajustado traje y con máxima brusquedad lo tiró a la cama
-A-aominecchi -Kise veía los ojos de su marido, podía ver ira, emoción,amor, perversión ... podía ver ... puro sadismo
-No te voy a partir en dos, te voy a partir en cuatro esta vez -Kise tembló ante lo dicho para luego sonreír de costado
-Lo espero con ansias -Se acercó hasta rozar los labios del mayor -Su esclavo lo espera con ansias, amo -Sabía que a Aomine le encantaba el juego de "Amo y Esclavo" así que lo uso como punto a favor.
Aomine sin esperar un segundo atacó el cuello del rubio sacándole sangre y absorviendola como si realmente fuera un vampiro.
-Aaah D-Daiki quiero ... aaah -No podía articular bien las palabras
-Que quieres? -La voz del peliazul había sonado tan dura, tan fría y gruesa que los pelos del cuerpo de Kise se pararon
-Quiero que me azotes -Aomine sonrió de lado para luego bruscamente colocar a su pareja en cuatro -A-abajo de la cama e-está el l-látigo -El pene de Kise chorreaba pre semen, estaba sumamente excitado
Daiki bajó hasta el suelo y tomó el látigo para luego subirse nuevamente a la cama y sonreír de costado.
Dio el primer azote y Kise se curvó -Aaaah -Gimiendo
-No eres más que una puta -Otro azote -Te gusta que te domine -Otro -Que te corrompa cada vez más -Otro -Que te de tan duro que no puedas caminar por días -Un fuerte azote le rompió la piel al rubio y éste se corrió manchando las colchas
-Aaaah!! -Sus ojos estaban llorosos -Sí, sí, sí me gusta Aominecchi -La mano de Daiki golpeó fuertemente la nalga del rubio
-Soy tú Amo -Susurró en su oído
-A-amo quiero que me penetre -Kise ya no podía más, su pene nuevamente se había levantado con aquella nalgada. Maldita sea!! quería que Daiki lo penetre fuertemente
-Que quieres? -Preguntó Aomine pegándole en las nalgas una y otra vez -Súplicame maldita puta, suplicame que te embaraze con mi polla
-Aaah! Sí nggh! -Kise intentaba tocarse pero su esposo tenía tomada sus muñecas con una de sus manos -A-amo quiero que me penetre, por favor complasca a su putita
Aomine sonrió excitado, amaba cuando Ryota se decía a sí mismo puta, súplicandole por su polla, suplicandole con placer.
Sin pensarlo, ni prepararlo y sin una pizca de delicadeza penetró hasta el fondo al rubio quien se curvó y de sus ojos comenzaron a caer lágrimas -Por dios!! -Gritó al sentir la terrible punzada en su parte trasera.
Aomine tomó su rostro para besar sus labios y luego las lágrimas. Aunque Aomine sabía que debía esperar no lo hizo, su polla palpitaba furiosa entre esas estrechas paredes. Sin resistirse comenzó a mover sus caderas.
-Aaah!! -Kise gemía algo adolorido. El placer de ser lastimado le excitaba demasiado así que el dolor no tardó en desaparecer -M-más quiero más -Daiki sonrió para tomar los rubios cabellos con su mano y estirarlos hacía atrás, se movía frenéticamente buscando el punto indicado.
-AAAH! D-DAIKI!! -Cuando Kise gimió de tal manera viniéndose por segunda vez, se dio cuenta que había tocado aquel punto, su prostáta. Soltó los cabellos de su esposo para darlo vuelta pero sin quitar su pene de aquel exquisito orificio. Las piernas del rubio rodearon la cintura del peliazul y éste enterró su rostro en el blanco cuello, sus embestidas se convirtieron en brutales y lastimeras para la estrecha entrada de Ryota quien solo gemía sin descontrol, aumentando así el líbido del morocho.
Aomine sacó por completo su pene para nuevamente entrarlo por completo, tan brusco, tan errático tan ... doloroso y placentero para Ryota
-E-estoy llegando una vez más Da-daiki -El juego de AMO-ESCLAVO había sido completamente olvidado.
-Vamos, correte gimiendo mi nombre -Daiki se acercó para tomar sus labios, sus caderas seguían moviendose freneticas sin parar y cada vez más rápido.
Sólo bastaron una par de embestidas más para que Kise se corriera por tercera vez nombrando a su esposo entre gemidos y jadeos. Aomine al sentir las paredes afixiar su pene no pudo resistirse y eyaculó dentro de su esposo también gruñendo su nombre.
La sesión había sido más que cansadora, una vez que terminaron Aomine cayó rendido en el blanco pecho de su esposo, ambos respiraban agitadisimos.
Kise sonriendo abrazó a su esposo -Me arde abajo -Dijo susurrando, Aomine se sobresaltó y sacó su pene de la entrada y, efectivamente comenzó a salir semen mezclado con una intensa sangre. Ryota miró preocupado como los ojos de su esposo se lagrimeaban -¿Qué sucede?
-T-te h-he lastimado p-peor que otras ve-veces -Kise no podía creer lo tierno que se veía su esposo de tal manera, tomó su muñeca y lo atrajo nuevamente a su pecho, rodeó su cuello y lo besó -Quiero que se repita lo que acabamos de hacer, te amo Aomine Daiki y no importa si termino lastimado, contigo siempre será hermoso y placentero.
Aomine rodeó al rubio por la cintura y rozando sus labios habló -También te amo Ryota nunca lo olvides
Kise sonrió para atraerlo más a sí mismo y besandolo -Me arde un poco pero quiero otra ronda -Aomine negó con la cabeza y Ryota frunció el ceño -Aominecchi! -Se quejó
-No, la última vez que lo hicimos así terminaste internado -Aomine lo miraba serio ignorando por completo el puchero que hacía su esposo
Sin decir nada Daiki se recostó a un lado y atrajo a su esposo quien apoyó su rostro en aquel macizo pecho -Siento haberte cortado por todos lados, también me he pasado.
Aomine sonrió acariciando los rubios cabellos -No importa, sabes que me gusta
Ambos sonrieron y Kise lo miró, sus ojitos estaban chiquitos -Hasta mañana amor -Susurró para luego quedar completamente dormido
Aomine sonrió y susurró -Hasta mañana bebé.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español