OPORTUNIDAD
Todos se encontraban quietos y callados mirando atentos a Shaka, quien permanecía al frente del salón al lado de su padre, mientras él se dirigía a los demás con una expresión de felicidad y agradecimiento.
-así es, por fortuna mi hijo apareció y está sano y a salvo.- Aioria miraba a Shaka atento y con una sonrisa en el rostro, este volteo a verle y le sonrió también discretamente.
-bueno director, es un alivio que su hijo haya aparecido todos nos alegramos por usted y Shaka. – la maestra se acercó a Shaka y lo tomo por los hombros. Mientras el director se despedía de los alumnos y también de su hijo.
-Bueno Shaka, nos da gusto tenerte de vuelta, ya puedes volver a tu sitio.-
-gracias. – la maestra mando a Shaka a su asiento ante la mirada de los demás.
-bien es hora de iniciar las clases así que saquen su libro de literatura.- dijo la maestra, mientras Aioria yShaka se miraban de reojo.
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Ya era la hora del receso, Aioria no le quitaba la vista de encima a Shaka, sabía que aun tenia miedos y se sentía confundido así que le daría tiempo, ya después podrían profesar su amor de manera abierta.
-es un alivio que el rubio haya aparecido, no lo crees Aioria?- milo miro a Aioria quien parecía distraído, así que le dio un leve golpe en la cabeza, cosa que hizo que Aioria reaccionara y le prestara atención.
-cómo? – tanto milo como Camus miraba a Aioria desconcertados.
- Aioria,hoy pareces más distraído que de costumbre, dime que te traes? – pregunto milo mirado atentamente a Aioria, quien solo miraba a Shaka a lo lejos y veía que ingresaba al mingitorio.
-te dije que….-Aioria interrumpió a milo parándose de su sitio.
-me disculpan un momento, ya regreso.-milo se quedó con la palabra en la boca. Camus solo miraba a Aioria algo extrañado por su comportamiento mientras este se alejarse de ambos.
-qué rayos le pasa?-milo se veía algo molesto.
-bueno, tal parece que hoy no le hacen gracia tus chistes. – dijo Camus bebiendo un delicioso jugo de manzana.
-pues que extraño.-milo se cruzó de brazos mientras imitaba a Camus.
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Al ingresar Aioria vio aShaka parado en el lavamanos, luego observo a su alrededor y vio que había alguien más con ellos, así que Aioria espero a que ese alguien se fuera para estar a solas con Shaka.
Ambos vieron atentos como el muchacho salía, entonces Aioria lo cogió de la mano y lo atajo hacia sí, Shaka no se rehusó.
-me alegra vete.- le dijo al oído, Shaka solo esbozo una leve sonrisa, Aioria quiso besarlo, pero Shaka lo detuvo.
-nos pueden ver.-Aioria miro a su alrededor y lo condujo a uno de los cubitos.
-no aquí.-Aioria poso sus labios en los de Shaka y este rodeo sus manos alrededor de su cuello, se besaron por largo tiempo sintiéndose tan dichosos y felices. Hasta que sonó la campana, entonces Shaka se separó de Aioria.
-qué tal si si…nos….nos veremos….después… a la hora de salida.-dijo Shaka recuperando el aliento y acercándose a la salida, Aioria asintió feliz y ambos salieron discretamente sinque nadie los viera.
…
Aioria ingreso a al salón con una enorme sonrisa en su rostro, milo y Camus lo miraban intrigados mientras se dirigía hacia su lugar.
Shaka ingreso luego y se fue a su asiento mientras miraba distraído por una de las ventanas sin poder evitar el tener una leve sonrisa en sus labios cosa que para su fortuna nadie noto.
-Aioria, donde te perdiste, mira que no te vimos por muuuucho tiempo, dónde estabas? –milo se acercó a Aioria quien solo le sonrió.
-bueno…digamos que tenía algo muy importante que hacer por ahí.-milo lo miro susceptible, iba a preguntar más, pero para su suerte el profesor ingreso al salón.
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-bueno muchachos, nos vemos mañana.-hablo Camus despidiéndose de sus compañeros e ingresando a su auto.
-si! hasta mañana. -milo se despedía animado de Camus, mientras Aioria miraba hacia el auto de Shaka que yacía parqueado en el mismo lugar de siempre.
-Bueno Aioria.- dijo milo dirigiéndose a Aioria.- nos vemos mañana, y no te olvides de hacer el trabajo de física para mañana, recuerda que me tienes que ayudar. – Aioria volvió a ignorarlo. Hasta que milo lo sacudió para que le prestara atención.
-he,me decías algo?milo hartó y molesto por su actitud se alejó de Aioria.
-mejor me voy, hoy estas muuuuy despistado, adiós.-milo se alejaba de Aioria notoriamente molesto.
-Milo espera….- Aioria intento detenerlo, pero sintió como alguien lo llamaba por detrás.
Cuando volteo, fue grade su sorpresa al encontrarse con el profesor de música.
- ma…maestro. -Aioria apenas y podía hablar con saga mirándolo molesto.
-ven, quiero hablar contigo. -Aioria intento refutar, pero callo al ver el semblante serio y molesto de saga.
-bu… buen. -Aioria volteo a ver a su espalda mirando el auto de Shaka algo angustiado.
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Shaka iba acercándose a la salida, se sorprendió al no encontrar a Aioria aun, pues él había salido antes que él. Respiro hondo y decidió esperarlo por un momento.
-Aioria, donde estás? – lentamente se acercó al auto que lo aguardaba, mirando a los alrededores en busca de Aioria.
Luego de unos minutos Shaka ingreso al carro algo decepcionado y confundido.
-vamos.-ordeno a su chofer quien solo asintió para luego encender el auto y alejarse rápidamente.
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Al ingresar a su salón, Saga, insto a Aioria a que tomara asiento en una de las sillas, mientras que Aioria se veía algo incómodo e impaciente.
-recuerdas lo que hablamos, anteayer?-Aioria no entendía a lo que se refería saga, hasta que vino a su mente la conversación que tuvo con él, en donde le prometía hacerle una audición para ver sus aptitudes con el violín y saber si podría tomar sus clases como su alumno.
-yo…-Aioria quiso disculparse, pero saga lo callo molesto.
-no me importa si lo sientes.- saga se acercó a él y lo miro a los ojos. – no me gusta que me tomen el pelo, sabes. -Aioria sintió un pequeño escalofrió recorrerle el cuerpo tras escuchar esas palabras.
-yo no…no quise faltar, se lo juro, es solo que…-saga se puso en pie mientras le daba la espalda.
-se te olvido o mejor dicho no te importo, verdad? - refuto saga, Aioria negó con la cabeza.
-claro que no, a mi si me importa y créame que yo lo siento mucho. – respondió Aioria algo apenado.
- no te creo. –saga volteo a verle y se acercó a Aioria hasta tenerlo cara a cara. - no vuelvas a burlarte de mí ni vuelvas a hacerme perder el tiempo.- dijo en tono frio e intimidante.
-no,es en serio! – grito Aioria. –en verdad lo siento y quiero que sepa que uno de mis más grades anhelos es poder tocar el violín y que usted pueda ensenarme es solo que ayer yo …no puede, perdóneme por favor.- saga miro a Aioria detenidamente por un tiempo, sabía que era sincero, pero también le molestaba su inmadurez y lo despistado que era.
-si en verdad quieres resarcir tu error entonces me lo demostrara con tu responsabilidad. Ven conmigo a mi casa y ahí te hare la prueba ya que se terminaron las clases, además, ahí decidiré si tienes potencial o no?– aioria abrió los ojos algo asombrado.
-yo…-Aioria dudaba, pues le había prometido a Shaka se verían después de clases.
-acaso tienes algo mejor que hacer?-saga miraba las expresiones que ponía.
-si…bueno es que.-saga se molestó nuevamente por su actitud. Se acercó a la salida del salón.
-bien, entonces vete ya, no me importa. De todas maneras no me interesa trabajar con alguien tan irresponsable e inmaduro como tu.-saga se iba retirando, pero Aioria lo detuvo.
-¡espere!-saga volteo a verlo.
-no es eso…yo…-Aioria lo pensó un poco, podría estar con Shaka después, le explicaría lo que le paso, el entendería.
-está bien iré, solo….solo déjeme despedirme de alguien, por favor.-saga lo miro de reojo y asintió mientras se dirigía a la salida.
-te espero en el estacionamiento, en el auto azul oscuro. -Aioria asentía mientras veía como saga salía del salón.
-Shaka- pensó para luego correr a su encuentro, pero para su mala suerte no visualizaba a Shaka por ningún lado.
Al parecer se había ido pues el auto y su chofer ya no estaban.- ¡rayos!– se sentía frustrado y decepcionado.
Lentamente y sin muchos ánimos se dirigió hacia el estacionamiento, vio un lujoso auto azul parqueado, era el único de ese color así que se acercó a este algo dudoso.
-sube.-saga le abrió la puerta para que entrara y se acomodara a su lado, Aioria asintió y entro.
Aioria miraba de reojo a saga, quien conducía y mantenía la vista fija en el camino. A la vista de los demás, saga, era una persona: fría, distante, inexpresable y un tanto malvada. Pero a él no le parecía del todo una persona malvada, aunque, debía de admitir que se sentía algo incómodo y nervioso a su lado. Pero él no tenía porque pensar así de saga, pues a él lo había tratado bien, hasta podría decirse que amable, eso le decía que no era del todo cierto lo que los demás decían de él.
Le asombraba que eso estuviera pasando incluso milo de seguro no le creería y lo llamaría fanfarrón si le contara lo que pasaba. Ante la idea sonrió para sí mismo, saga lo miro de reojo y enarco una ceja.
Él también se sentía extraño al hacer lo que hacía, pues jamás antes había hecho algo similar, si lo normal hubiera sido darlo por irresponsable, reprenderlo y olvidarse del asunto para siempre, pero no lo hiso e incluso decidió llevarlo a su casa en su auto para hacer dicha audición, ni el mismo se entendía y reconocía en esos momentos. Era un suceso tan extraño y ajeno a él tanto que no quería pensar en lo que pasaba.
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-ya llegue, padre. – Radamanthys lo miro de reojo.
-eso veo. – sonrió para sí mismo. Shaka se veía algo triste.
-me retiro, tengo trabajos pendiente, con permiso. – Shaka hizo una leve reverencia y justo cuando estaba por abandonar la estancia su padre lo llamo.
-espera, -lentamente Radamanthys se acercó aShaka hasta quedar justo en frente de él.
-he estado pensando las cosas y…creo que sería bueno que te fueras de viaje. -Shaka abrió los ojos asombrado.
-pero….yo…-
- así es, encontré un muy buen internado, halla en Londres, puedes aprender mucho además así evitaríamos que te escapes nuevamente. -Shaka trago en seco.
-no…yo…preferiría terminar mis estudios aquí. -Radamanthys lo miro y sonrió. – pero hijo, antes tu más grande anhelo, era alejarte de aquí y sobretodo de mí, esta es tu gran oportunidad, la rechazas? me tienes desconcertado. -Radamanthysno quitaba la vista de su hijo.
-he… cambiado de parecer. - dijo Shaka algo nervioso.
-dime porque has cambiado de parecer, Shaka, que pasa? Si yo creí que esta noticia te aria por demás feliz.-Shaka volteo a ver en otra dirección evadiendo la mirada de su padre.
Radamanthys sonrió.-está bien Shaka, quédate, solote advierto que si llegas a hacer algo incorrecto o que me moleste, entonces te irás al internado y te quedaras a vivir en Londres bajo mi vigilancia, que das advertido.- Radamanthys sonrió con cinismo mientras le daba la espalda a Shaka. - ya retírate.-
-sí, padre.-Shaka sonaba molesto apenas contenía la infinidad de emociones que lo perturbaban tras las palabras de su padre.
…
Tras cerrar la puerta de su recamara un par de lágrimas descendieron por sus mejillas.–porqué… por que me tiene que pasar esto a mi.- desganado y triste se recostó en su cama con la mirada fija en el techo de su enorme y solitaria habitación.
–Aioria… por que no apareciste, te extraño.-Shaka se abraso a si mismo pensando en Aioria el quizá en esos momentos era la única persona en el mundo que le importaba y por la cual soportaría la presencia de su padre rechazando así el viajar.
Antes esa habría sido su salvación, pues ya le había dicho a su padre que debería de largarse por el bien de ambos y que cualquier otro sitio era bueno en tanto no estuvieran juntos, pero su padre se rehusaba, siempre se rehusaba y ahora que por fin tenía la posibilidad de largarse y dejarlo todo en el pasado no quería, pues ahora era diferente, tenía a Aioria y ahora se daba cuenta de que él también quería estar a su lado y que haría todo para que su padre no los separa.
Necesitaba pensar bien las cosas, nadie podría saber de su reciente relación con el leonino, pues enfrentar a su padre de seguro sería algo agobiante y peligroso.
-mi padre no puede ni debe enterarse, no mientras este bajo su custodia. – respiro agobiado, tantos pensamientos lo tenían agotado.
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Aioria descendió del vehículo y vio a su alrededor asombrado, todo era tan grande y lujoso, algo más ostentoso que la casa de Shaka; eso era muy evidente, saga salió de su vehículo y lo miro de reojo.
-ven, sígueme.-dijo saga apartándose lentamente en dirección a su casa, Aioria asintió algo nervioso y siguió a saga.
Al ingresar a la casa todo estaba en completo orden y cuidado. Saga parecía vivir solo pues no había nadie más que ellos dos en la casa y unos cuantos sirvientes que atendían a saga,los cuales, lo trataban con sumo respeto y distanciamiento.
-siéntate.-ordeno, Aioria obedeció sin dejar de mirar a los alrededores.
-dijiste que tenías un violín o me equivocó?- le pregunto mirándolo, Aioria entonces le prestó atención y asintió.
-si…bueno, ahora está en mi hogar, así que…-
-está bien, yo te presto el mío, ahora regreso.-saga fue por su violín dejando solo a Aioria, este aprovecho el distanciamiento para merodear por los alrededores, claro, la curiosidad siempre era uno de sus más grandes defectos.
Veía todo asombrado, lo que le llamo la atención era que en esa casa no se apreciaba ninguna fotografía o retrato de familiares ni nada por el estilo. Solo había dos pinturas de diferentes paisajes.
Hubo una que llamo su atención de sobremanera, así que se acercó al cuadro tomándolo entre sus manos. Era un paisaje muy careciente de vegetación, se distinguía a un hombre cargando una enorme y pesada piedra. Su rostro reflejaba suma tristeza y agonía, cerca de él había otro hombre, este lo miraba con superioridad, parecía burlarse del miserable hombre y disfrutar su sufrimiento. Cuando quiso mirar el nombre de quien había pintado el cuadro escucho la voz de saga.
-deja eso en su lugar. – Aioria se sobre salto y rápidamente dejo el retrato en la pared ante la mirada de molestia de saga.
- perdón, no quise ser imprudente ni husmear entre sus cosas yo…-
-ten.- saga le interrumpió y le entrego su violín, este parecía ser de una madera especial y fina, sus cuerdas estaban muy bien ajustadas, tenía el nombre de Saga grabado en una esquina a Aioria le parecía un instrumento muy hermoso y autentico.
-Muéstrame cuanto sabes.-Aioria asintió y con algo de nerviosismo comenzó tocar las pocas notas que sabía, las que su hermano le había ensenado, saga lo miraba atento y en silencio hasta que termino.
- sé que mis conocimientos son muy básicos, pero…realmente me encantaría aprender más y si usted…-saga se puso en pie y le dio la espalda.
Aioria sentía ganas de salir corriendo. Sabía que había tocado mal; pues estaba tan nervioso que algunas notas se le olvidaron y otras no las toco como era debido, estaba decepcionado y muy avergonzado.
-yo…lamento no ser lo que espera. – Aiora se puso en pie, con cuidado deposito el violín en un mueble y se fue en dirección a la salida, hasta que saga lo detuvo.
-no te dije que te fueras.- Aioria volteo a verle mientras saga se acercaba. Tomo el violín entre sus manos.
-siéntate. –Aioria obedeció algo confundido.
-te lo mostrare solo una vez así que pon mucha atención.- Aioria asintió mientras saga se colocaba el violín a la altura de su mentón y cogía la otra parte con su mano derecha.
Entonces Saga comenzó a tocar una sencilla, pero hermosa melodía. Aioria estaba impresionado, saga tocaba con una distinción y con una gracia única.
Sentía las notas vibras en sus oídos e impregnar cada parte de su cuerpo, tanto así que, cerró los ojos y recordó brevemente a su padre, unas diminutas lagrimas cayeron de sus mejillas, saga al verlo se sorprendió y paro de tocar.
-te sientes bien? – le pregunto acercándose a Aioria.
-si…yo…lo siento, es que usted toca con una dulzura y con una increíble aptitud que me recordó a mi querido padre. – saga se sorprendió por lo que le dijo pues nadie nunca antes se había referido así de su manera de tocar, solo miro en otra dirección
-bueno… gracias.-saga miro a Aioria.
- mejor sería que practiques con tu violín asíquizá te sientas más cómodo y relajado.-Aioria lo miro sorprendido.
-eso…eso quiere decir que si me dará clases? – saga asintió levemente.
-gracias, muchas gracias…pero…-Aioria de repente cambio su semblante a uno de tristeza.
-yo…no puedo pagarle mucho es que…-saga lo callo mientras guardaba su violín en el estuche.
-no te preocupes por eso, debe de haber algo que puedas hacer por mí. – saga miro de reojo Aioria. - es más, necesito a alguien que me ayude con mi biblioteca pues está hecha un desastre y yo a veces no tengo muchos ánimos ni tiempo para arreglarlo así que, qué tal si tú la ordenas y así me pagas con trabajo, ha pero eso sí, quiero que te concentres y que me demuestres cuantas ganas tienes de aprender.- Aioria asentía feliz.
-le juro que hare mi mejor esfuerzo para que no se arrepienta.-
-bueno, las clases serán los jueves y martes después de clases solo duraran dos horas, en tanto los sábados me ayudaras en lo que te pida, trabajaras para mí y no te preocupes por la hora ni el transporte, pues mi chofer te llevara y te traerá, te parece bien?- saga lo miro de reojo Aioria asentía con una gran sonrisa.
-me parece perfecto, y de nuevo, muchas gracias por…-
-no me agradezcas nada aun, pues yo espero me retribuyas el favor con tus acciones, nada más. -
-yo... Le prometo que no lo voy a defraudar y que voy a aprender rápido y adar lo mejor de mí, ya lo vera. -Aioria de improvisto lo abraso, saga solo se quedó quieto algo extrañado, por su actitud.
-bueno… nos vemos pasado mañana. – dijo saga apartando a Aioria de sí. - Mi chofer te llevara a tu casa solo indícale donde queda.-
-claro maestro y muchas gracias por todo lo que hace por mi.- saga asintió levemente, mientras Aioria salía por la puerta muy contento.
Saga cogió nuevamente el violín entre sus manos. –espero no arrepentirme por hacer esto. – dijo para luego comenzar a tocar una dulce melodía. Le encantaba la música, después de todo, era su pasión y su única compañera y alivio.
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-Gracias por traerme, señor. – Aioria se despedía alegre del hombre que lo había traído hasta su hogar por órdenes de saga.
- No hay de que muchacho. – el hombre se fue alejando en el lujoso auto.
…
-ya llegue! – grito Aioria contento entrando a su departamento, su hermano al verlo, se acercó a él molesto.
-Aioria! Me quieres decir por qué llegas tan tarde? Mira que me tenías muy preocupado, para que crees que te compre el celular si vas a terminar dejándolo en casa, he?– Aioros estaba muy alterado y no paraba de reprender a su hermano por su retraso.
-ya ya hermano, perdóname, es solo que yo…no encontré mi celular y cuando me di cuenta ya eran las 7 de la noche, perdóname siii. –Aioria lo miro con ojitos de gato a medio morir.
- además hay algo muy importante que te quiero decir. - Aioros lo miro de reojo mientras permanecía cruzado de brazos. – bueno, pero primero te doy algo de comer, espera aquí que ya vuelvo. – Aioros salió con dirección a la cocina mientras Aioria esperaba ansioso en la sala.
- y bien, que es eso tan importante que tienes que decirme. – Aioria le sonrió ampliamente mientras terminaba de comer su cena.
-recuerdas que te dije que: quería aprender a tocar el violín como nuestro padre. – Aioros lo miro algo melancólico y asintió.
-claro que lo recuerdo, aunque con lo poco que te ensene no es suficiente.-
- hermano, yo en verdad aprecio tus enseñanzas. – dijo Aioria mientras posada su mano en la de su hermano. - quiero que sepas que si me atrase fue porque estaba en una audición jeje. – Aioros lo miro enarcando una ceja.
- como que en una audición? A que te refieres con…-Aioria lo callo mientras le sonreía.
-veras… hay un maestro en mi colegio que me va a dar clases privadas para aprender a tocar el violín como un prodigio.Y si me atrase fue porque estaba en su casa mostrando mis cualidades. –Aioros miraba a su hermano aun sin entender sus palabras. - Estoy más que seguro de que él me instruirá muy bien pues es estricto y muy capaz. – Aioria hablaba muy emocionado e ilusionado.
-deberías de oírlo y verlo tocar; es increíble y créeme que me alegra muchísimo que el haya decidido y aceptado impartirme clases. –Aioros lo miraba algo susceptible.- solo te pido me des permiso para asistir. –
-Yo…
-las clases serán en su casa, solo los martes y jueves, 2 horas después de clases. Él dijo que me mandaría a su chofer para que me recoja y de traiga, así que de eso no te preocupes, además, no me cobrara nada; tan solo me pidió que lo ayude con algunos deberes los sábados en las mañanas y también que le demuestre mis ganas de aprender. Dime que si me dejaras ir, por favor, prometo llamarte siempre así sabrás que hago y donde estoy, si? –Aioros estaba anonadado, por tanta repentina información, respiro hondo.
- si eso es lo que en verdad quieres, tienes mi apoyo solo…solo no descuides tus estudios y no te sobre cargues de trabajo ok ah! y además quiero conocer personalmente a ese profesor…
-Saga, se llama saga. –interrumpió Aioria.
- si a saga, quiero tratarlo y saber qué clase de persona es. – Aioria le sonrió algo nervioso su hermano siempre se preocupaba por él.
-bueno eso lo veremos después, gracias. – Aioria le dio un abraso fraternal a su hermano este le correspondió.
-vaya que cuando algo se te mete en la cabeza no hay quien te detenga. – hablo Aioros.
-créeme, aprenderé a tocar tan bien que seré muy famoso y reconocido por todo el mundo, también quiero recordar la hermosa melodía que nuestro padre solía tocar para nosotros. – Aioria lo miraba con una gran sonrisa se veía tan ilusionado y confiado. – tocare para ti. –Aioros asentía.
-no dudo de ninguna de tus palabras… solo procura cuidarte y decirme todo lo que te pase, estamos? - Aioria asentía. – bien,ahora mejor descansa. -
-ha! y por cierto, que fue de ese muchacho…Shaka, ya regreso al colegio. – Aioria abrió los ojos algo anonadado pues se había olvidado por completo de Shaka y de loque había pasado.
- si…el el volvió al parecer ya se recuperó por completo. – Aioros lo miro detenidamente.
-Aioria, hay algo que quieras decirme con respecto a Shaka? – Aioria lo pensó unos minutos, pero luego negó con la cabeza. Sabía que su relación con Shaka era en secreto y que así debía de permanecer por lo menos hasta que ambos estén seguros de sus sentimientos, aunque Aioria no tenía dudas en que amaba a Shaka.
- no…nada, mejor me voy a mi recamara que estoy algo cansado. – antes de que su hermano dijera algo Aioria ya se había retirado.
-hay Aioria…que voy a hacer contigo.– Algo en el fondo le preocupaba, pero no sabía qué.-solo espero estés seguro de lo que haces.- Aioros recogió los trastes y los llevo a la cocina.
…
Cuando Aioria ingreso a su recamara se recostó en esta completamente exhausto y con muchos pensamientos y planes en su cabeza.
Cogió el violín de su padre y lo miro con detenimiento.
- Si llego a tocar como un prodigio sería muy reconocido y entonces podría demostrarle al padre de Shaka que yo si soy merecedor de su hijo y…- Aioria se sonrojo un poco. – y estaría a su lado sin que nada pudiera entrometerse.
- Pero para que eso pase tengo que esforzarme mucho y practicar, sí, eso hare, ya lo veras Shaka veras cuán grande es el amor que profeso por ti tocando como nadie y demostrándole a todos quien soy, ya lo veras mi amor. -Aioria se recostó abrazando su violín.
CONTINUARA