La reunión dorada.
Un clima seco y a su vez húmedo, un sol en medio del cielo alumbrándolo todo a su alrededor pero el viento frio que corría carcomía la piel, no era otro que Jamir, el lugar abandonado en los milenios donde un antiguo descendiente de Mu reparaba las armaduras. En un recinto abandonado en medio de la nada, sobre un gran pico de enormes dimensiones, un edificio de seis pisos, repleto de ventanas y puertas al frente, salvo en el piso inferior, allí no había puertas, era un lugar cerrado, el lugar perfecto para una reunión curiosa.
El día elegido fue el sábado y domingo, dependiendo el continente, los que vivían a la derecha del meridiano de Greenwich decían era sábado y los que vivían a la izquierda decían era domingo. Sin importar cual fuera el día o la hora, solo algo estaba claro, lo importante era la razón por la que todos estaban allí, doce niños que estaban entre los quince y ocho años junto a dos adultos.
En un principio todo fue felicidad, sonrisas y risas, los viejos amigos que se abrazaron, bromearon entre ellos como si el tiempo que los separo hubiera sido un par de días o semanas, una misión de por medio. Pero entre tanta felicidad había seriedad, no solo de parte de los dos mayores que querían aparentar que todo estaba bien, los dos adolescentes se miraban y formaban un ambiente tenso alrededor de ellos, no era por odio o desprecio de uno hacia el otro, era algo más.
-Bien- exclamo el mayor de cabellos verdes- Supongo pocos conocen a quien ha llamado a esta reunión, como el patriarca de todos ustedes soy su líder, por favor Sagitario es tu turno de hablar.
El de cabello castaño oscuro salió de su lado seguro, soltó las manos de quienes hasta ese momento venia protegiendo bajo su ala, no por temor, no por ser considerado sobreprotector o por las edades de los niños, sino por lo que esa reunión era para él. Camino hasta un especie de estrado, un pequeño escalón alto y se paró mirando a todos a su alrededor, evito mirar a Saga, el cual estaba en un rincón, casi oculto entre sombras.
-Veo todos los aquí presentes hemos recobrado nuestras memorias, para quienes no me conocieron y para aquellos que sí, soy Aioros, antiguo santo de Sagitario.
-¿Por qué dices antiguo?- pregunto Milo de escorpio levantando la mano, sentado en el suelo.
-Porque ya no lo soy, al igual que todos, el actual santo de Sagitario se llama Seiya, por lo que tengo entendido.
-Sabíamos que lo lograría- Interrumpió Aldebarán- ese es nuestro Pegaso.
-Que ya pasa los treinta años de edad- le interrumpido el castaño oscuro- concentrémonos por favor, sé que muchos no quieren estar siquiera aquí, quieren dormir, los que vivimos en Argentina por ejemplo sabemos es de madrugada y entraremos a un nuevo día, actuemos por un momento como lo que fuimos, hombres que lograron llegar a ser santos dorados, creo algunos intuyen lo que quiero hablar.
-Me aburro- bufo Milo, recibiendo como respuesta un golpe de parte de Camus, quien lo golpeo con el codo para callarlo.
-Volviendo a los motivos de la reunión- exclamo mirando a Milo sonriendo como se sobaba el brazo ante el golpe que recibió como reprimenda- Debemos tomar una posición, creo todos nos hemos dado cuenta estamos en plena guerra santa.
-¿Qué?- exclamaron todos a la ves salvo por tres voces que permanecieron en silencio.
-La desaparición de los llamados santos de bronce no creo sea casualidad, la fundación Graude, fundada por el anciano Mitsumasa Kido sigue en pie, como si nada pasara, pero nadie sabe de lo que está haciendo Saori Kido, la cabeza de la corporación, no es casualidad.
-Leí algo de eso- interrumpió Shura- estuvieron en España, no sé el porqué, pero no fue Athena quien estuvo como representante, fue un hombre viejo y con bigote.
-¿Tatsumi?-pregunto Mu- sí, él debe ser la cabeza cuando Athena no está.
-Volviendo al tema en cuestión, podemos suponer la guerra que se está llevando a cabo no tiene efecto directo con la humanidad hasta que ocurra el desenlace, conociendo a los santos de bronce capaces de lograr milagros ya suponemos el desenlace, todos sabemos que los terremotos, inundaciones e incendios tienen sus origen de forma natural, y no he visto catástrofes sin explicaciones, por lo que podemos suponer no es un dios que tena poder en ello.
- Poseidón esta sellado pero tiene poder de acción, el ayudo a los santos de bronce en la guerra de hades- recapacito Dohko en vos alta- Hades fue vencido, Apolo y Artemisa también, Ares está desaparecido pero de ser el dios que este provocando una nueva guerra santa habría masacres en todo el mundo cada segundo, es lo que se cuenta de la guerra que protagonizo contra Athena en la mitología.
-Kiki desapareció también con los santos de bronce, por lo que él debe estar en la guerra actuando.
-¿Cuál será nuestra posición a tomar?- pregunto Aioros- Maestros Shion y Dohko, debemos tomar una posición, los dioses podrían tomarnos como posibles reclutas…
-No creo sea posible que seamos reclutados Aioros y mucho menos podremos servir de ayuda a Athena, salvo Mu, Shaka y yo por la psicoquinesia, pero ese es el límite que tenemos, no podríamos ser de mucha ayuda.
-Pero maestro- interrumpió Mu.
-Yo no me involucrare- se levantó DeathMask- mi madre no sabe que estoy aquí y tengo un horario muy estricto.
-Pero sé que vas a desarrollar la psicoquinesia y la teletrasportacion, y las usaras para ir a verme todos los días, Angelo.
-No me digas así- reto el de cáncer a su camarada de piscis.
-Silencio, todos- alzo la voz Shion- debemos de tomar una decisión.
-La cuestión es la posición a tomar.
-Creo no hay que decidir- interrumpió Camus a Dohko mirando son seriedad- si yo desaparezco mi mamá se alertara, rápidamente se difundirá la noticia y en una semana mi cara estaría en cada noticiero alrededor de todo el mundo, también puede pasar que la policía crea que mi familia me lastimo y en vez de buscarme los llevarían a todos a cumplir una condena por un crimen que no cometieron, no puedo moverme de Francia.
-Yo no puedo moverme de Argentina, vivo cerca de las fronteras, mis padres todos los días me hablan sobre la trata de blancas o niños raptados- acoto Milo- Para muestra sobra un botón, mis padres se encargan de llevarnos y recogernos del colegio, en salidas con amigos mi mamá o mi papá están presentes, y en los cumpleaños a los que asisto ni les cuento.
-Y yo vivo en el centro del país, pasaría lo mismo- continuo Aioria- espera, Milo ¿Vivimos en el mismo país?
-Mi mamá también se preocuparía si me desaparezco- exclamo pensante Aphrodita.
-El papá de Shura no lo suelta y ni hablemos de mis padres- continuo Aioros- como dijo DeathMask cuando nos encontramos en el vaticano, estamos limitados por la existencia de nuestros padres y la falta de cosmos, pero tampoco podemos hacer algo en contra de ello, por más que lo he intentado no he logrado encender mi cosmos.
Todos se miraron con la incógnita en sus rostros ante lo que Aioros acababa de aclarar y las palabras de Shion de tener que buscar una opción, una decisión ante la guerra santa estaban latentes. Saga no se movió ni un momento, siempre escucho esperando el momento oportuno de poder decir su parecer, pero al parecer el momento no estaba llegando, no estaba cerca, debía esperar a escuchar más.
-Muy bien, escuchen, la razón por la que pedí a Seiya y sus amigos que los buscaran fue para saber con qué tratamos y el ambiente en el que todos nos encontramos atados, como dijo Aioros todos tenemos padres, estamos entre países que, sin importar el costo, rápidamente mandarían alertas internacionales si uno de ustedes desaparecen, todos son niños pequeños, con padres con buenos recursos económicos y dentro de sistemas de justicia que se mueven rápido, pero no son tan efectivos a la larga.
-Yo vivo con mi papá, mi mamá y mi hermano Zen- interrumpió Mu al anciano maestro-mi maestro Shion no vive lejos de nosotros porque todos los días pasa a verme y yo paso a verlo a él también.
-Ya sabemos eso Mu, no hace falta lo menciones- miro Shion a su alumno sonriendo.
-Yo vivo en Brasil, tengo cinco hermanos, vivo con mis padres…- comenzó a contar Aldebarán.
-Yo vivo en el norte Argentino, con mis padres y mi hermano gemelo- comento Saga.
-Yo vivo en Roma, con mis padres y dos hermanos mayores…y una hermanita que es bebé-bufo el de cáncer.
-Yo vivo en la india, soy hijo único, si desaparezco no creo allá problema mis padres pensaran que estaré en templo.
-Yo vivo en el norte de Argentina con mis padres, mi hermana mayor y mi hermano menor…Saga ¿Dónde vives?- interrumpió Milo a Shaka mirando con intriga a Saga.
-Yo vivo en Argentina con mis padres y mi hermanito- aclaro rápidamente Aioros, intentando no querer escuchar a Saga, quien miro impresionado.
-Yo vivo en España con mi papá...- bajo la mirada al ver que era el único que parecía tener una familia disfuncional.
-Yo vivo en Francia con mi madre y mi abuelo- exclamo Camus sin darle importancia.
-Yo vivo en Suecia con mis padres, solo nosotros tres.
Dohko anoto cada dato con asombro y noto los rostros tan diferentes de quienes tenían familia disfuncionales, Shura miraba tristemente y Camus parecía no haber tomado importancia de ello- Shura y Camus ¿Saben que les paso a…?- pregunto con temor a cada palabra que decía, intenciones de afectar a los niños no era algo que tuviera.
-Mi madre nunca me habla de mi padre y no me quiere hablar de él, mi abuelo me dijo que era un doctor y eso es todo lo que sé, no me afecta no tenerlo, para eso estaba Hyoga hasta que desapareció.
-Mi madre falleció poco después de que nací, mi papá me habla mucho de ella cada vez que le pregunto, según mi papá ella dio su vida por mí.
-Por lo que veo y sin miedo a equivocarme, todos tenemos alguna atadura, y por ello debemos de tomar una decisión- exclamo Shion con seriedad.
-Podríamos esperar- interrumpió Saga- La adolescencia es la edad de la rebeldía, mi madre sabe que si me desaparezco no me pasa nada, escaparse de la escuela o ir a caminar por ahí, fiestas y todo eso, solo en ese momento podríamos realmente hacer algo o intentar hacer algo.
-¿Sugieres que esperemos un par de años? Hyoga desapareció hace un año- exclamo Camus levantándose molesto- podría estar muriendo y yo disfrutado una vida que el también merecería hacerlo.
-Camus, conoces a esos chicos, nada los mata y esta Kiki con ellos.
-Aphrodita, no puedo estar tranquilo, Hyoga siempre ha tenido ayuda de mi espíritu cuando lo necesito y ahora yo estoy vivo no puedo ayudarle ante una situación de vida o muerte.
-Camus de ello ya ha pasado años desde la última vez que tu espíritu lo ayudo, y es mas en ese tiempo tú has vivido sin problemas, es posible Hyoga sea santo de oro ya, portando tu antigua armadura, como Seiya o Kiki que han de portar de las de sus antecesores.
-Shiryu no está portando la armadura de libra- interrumpió Shura- el me lo dijo antes de desaparecer, seguía siendo el santo de dragón, tuvo un hijo y lo iba a entrenar como a su sucesor.
-Quizás después de que su hijo tome la armadura de Dragón él tome posesión de la armadura de libra, es suya por derecho- sugirió pensante Dohko.
-No entremos en pánico- exclamo DeathMask mirando sin darle importancia- son Seiya y sus amigos, vivirán para más guerras, Hades intento matarlos, Apolo intento matarlos y Artemisa también fracaso en el intento, si algo sabemos bien es lo fuertes y la capacidad de supervivencia que poseen, sabemos que aunque se estén desangrando y su cosmos esté a punto de desaparecer en el viento, se levantaran dando su vida en el último ataque, mataran el enemigo y vivirán para contar su hazaña, ya escucharon, la lagartija ya tiene a su sucesor y es de su sangre y probablemente de la hija del maestro Dohko, si ese niño no tiene la capacidad más allá que las de un santo dorado me sentiré defraudado.
-Shunrei es mi hija del corazón, no compartimos ningún lazo de sangre- aclaro el castaño mirando sonriente- desgraciadamente para mí, mientras Shiryu está desaparecido Shunrei, el pequeño Ryuho y Genbu, quien se convirtió en mi discípulo antes de mi muerte y no pude continuar su entrenamiento, desaparecieron también, deben estar ocultos por si quieren atacarlos mientras mi discípulo no ha regresado.
-Athena debe estar en las mismas condiciones con el pequeño Koga- continuo Shion- es lo que nos contaron en las cartas.
-Shun creo no formo una familia, vivía solo en Suecia y solo para estar conmigo hasta que desapareció.
-Hyoga por poco se juntaba con mi mamá hasta antes de desaparecer, estaba muy apegado a mi familia, no creo el comenzara la propia…creo él quería ser mi papá…- exclamo pensativo Camus- pero más por mí, no creo sintiera alguna clase de sentimiento hacia mi madre, sería extraño si fuera así.
-¿Por qué?- preguntaron todos los niños al mismo tiempo, incluido Milo.
-Mi madre se llama Natassia, es rubia y de ojos azules, la madre de Hyoga se llamaba igual, y si no mal recuerdo por una foto que pude ver, se parece mucho a mi madre- explico- sería como que Hyoga se juntara con su madre muerta…
-Niños por favor, hay que concentrarnos en el tema.
-Yo quiero que Hyoga regrese, mi abuelo lo necesita, mi mamá lo necesita y yo lo necesito.
-Yo quiero ver de nuevo a Ryuho, no pude abrazarlo nunca y una vez Shiryu me lo dio en brazos, pero, pero en ese momento era Autista y no comprendía que debía hacer.
Aioros, Saga, Dohko y SHion notaron a los niños que habían cambiado su interés, algunos bostezaban, otros como Milo ya se habían dormido a pesar de minutos atrás estan tan despiertos como si recién se hubieran levantado, y un grupo aun no terminaba de discutir sobre que querían, se miraron entre si los cuatro antes de decidir que sus otros camaradas eran demasiados pequeños para comprender la magnitud de todo. En pos de terminar rápido la reunión Shion ordeno a todos que fueran a un piso superior de la torre a dormir, sería una cuesta para algunos y para otros la noche, pero dormirían en fin.
Aioros termino de recostar a Shura y Aioria en la misma cama, les prometió volver en unos minutos con una frazada mas y los abrazaría a los dos durmiendo, por lo que los menores no objetaron cuando lo vieron alejarse de la habitación a paso lento. Saga se ocupó de Milo y Camus, el primero ya estaba dormido y el segundo más entusiasmado en hablar de que esperaba que Hyoga se convirtiera en su padre cuando regresara de la guerra santa, y tan pronto como lo recostó el francés siguió hablando hasta dormirse, Saga en ese momento agradeció que Milo tuviera el sueño pesado. Shion y Dohko se ocuparon del resto, agradecieron que Mu fuera obediente junto a Shaka y ambos tan pronto se dio la orden se durmieron, Aldebarán agradeció ser arropado y con una sonrisa se quedó dormido hasta que vio a ambos adultos desaparecer tras la puerta. DeathMask y Aphrodita eligieron dormir en el mismo cuarto donde estaban Shura y Aioria, se recostaron en una cama frente a ellos y los miraron dormir hasta que sus ojos se cerraron, rodeados del silencio, dándole la razón al patriarca y al anciano maestro, estaban cansados y tenían sueño.
-Bien- exclamo Saga cuando llego a la amplia sala del piso inferior- Con todos durmiendo, ya podemos hablar.
-Saga no te apresures- advirtió Aioros- la decisión a tomar es seria.
-No hay ninguna decisión- objeto el de largos cabellos- no podemos hacer nada, no sabemos si los chicos de bronce han de regresar de esta guerra y aunque quisieras hacer algo, estamos atados a nuestros países de residencia.
-Saga tiene razón- interrumpió Dohko cruzándose de brazos, siendo observado con sorpresa por Shion- no podemos hacer nada, todos hemos desarrollado afecto por aquellas personas que hoy forman parte de nuestras familias, padres, hermanos, tíos, primos y abuelos, mi familia por ejemplo son mis padres, Shion y Mu, y Shion tienes una responsabilidad con el pueblo de los descendientes de Mu, como Mu tiene que estar con sus padres y hermanos- explico mirando con seriedad- Aioros, tú lo dijiste, el padre de Shura no lo suelta, si el desaparece rápidamente se correría la noticia, Camus de Acuario, todos recordaran como era un hombre que se evadía de los sentimientos, porque ellos eran una debilidad, que lograba arrancar de su corazón cualquier emoción hacia sus seres amados y demostraría indiferencia ante todo, lo escucharon, ese niño que hemos visto ama a su madre, ama a su abuelo y quiere que quien fue su discípulo sea su padre, ha abierto un abanico de emociones en una tarde.
-Pero no podemos…
-No hay decisión a tomar, sin cosmos, sin fuerzas y atados a familias que no pedimos tener pero se unieron a nosotros, no podemos hacer más nada, Aioros- exclamo Dohko bajando la mirada- no puedo abandonar a mis ancianos padres, alguien tiene que cuidarlos y sería un mal hijo si me alejara como si nada, también se debe cuidar sus tierras si algo les pasa, alguien tiene que llevar el dinero a casa, porque ellos ya son ancianos.
-Dohko.
-Shion, tú tienes una obligación, eres el líder de tu pueblo, no puedes abandonarlo para dirigirte a una guerra a la que ni siquiera sabes donde se está llevado acabo- intento Dohko hacer que Shion recapacitara- Es como si aún fueras el patriarca del santuario y por una guerra santa te vieras en la obligación de…
-Mi maestro lo hizo, ¿Lo recuerdas?- exclamo casi gritando mirando al chino con seriedad- Sage dejo el santuario para ayudar a Manigoldo en su batalla contra Thanatos, falleciendo en la batalla, mi maestro Hakurei ocupo su lugar y se vio obligado a dejar el santuario al enfrentarse a Hypnos…
-No es lo mismo, ahora no estamos involucrados.
-Somos Santos de Atenea.
-Dejamos de serlo al renacer.
-Podríamos esperar- sugirió Saga mirando los rostros de sorpresa de todos los presentes, intentando detener una pelea que posiblemente seria de los mil días solo que sin cosmos de por medio-como dijo Dohko, no sabemos dónde se está llevando a cabo la guerra y no tenemos acceso a nuestros cosmos, Aioros tú lo dijiste, lo intentaste, no puedes despertar tu cosmos por más que lo intentes, sugiero que esperemos en algún momento los santos de bronce regresaran de la guerra.
-No estoy de acuerdo con eso.
-Aioros, se racional, si fuéramos a esa guerra solo seriamos una carga para los santos, lo mejor es confiar en ellos y esperar, tarde o temprano van a aparecer, Seiya, Shiryu y Shun siempre aparecen de nuevo, Hyoga va a buscar a su maestro y Kiki volverá a Jamir.
-¿Cómo estas tan seguro?- pregunto Aioros mirando acongojado- ¿Qué certeza tienes de que volverán?
-Porque son ellos, Seiya, Shiryu, Hyoga, Shun e Ikki fueron entrenador por lo mejor del santuario, tu guiaste varias veces a Seiya en las batallas Aioros, tu espíritu siempre estuvo con él, su maestra fue Marin de Águila, una de las amazonas más sabias y poderosas que hallas podido conocer y Aioria también fue su guía, yo le entregue la armadura de Pegaso a Seiya, yo sé de lo que es capaz ese chico, perdón, ese hombre porque Seiya hoy es un hombre, y confío ciegamente en el…y los demás…Dohko, tu entrenaste a Shiryu.
-Estoy seguro regresara, es mi alumno, mi orgullo y el sucesor legítimo de mi armadura, no podría confiar en nadie más- acoto sonriendo- Hyoga fue entrenado por Camus y en palabras del mismo el cisne lo supero, no podemos esperar menos de él.
-Shun de Andrómeda fue entrenado por uno de los santos insignias del santuario, Albiore de Cefeo, un santo de plata con la capacidad de llegar a igualarse a un santo dorado, que tuvo que ser asesinado por dos santos dorados ¿Qué más decir de él? Shun alcanzado el séptimo sentido mucho antes el saber el de que se trataba, Ikki de Fenix, tal como su nombre renace de sus cenizas, es un ave inmortal que sin importar los golpes que reciba se levantara, fue capaz de derrotar a Shaka, quien fue el hombre más cercano a los dioses, Fénix fue capaz de derrotar a mi hermano Kanon, quien poseía un poder cercano al mío, y es capaz de muchas cosas más- aclaro Saga con seguridad en cada palabra- yo confío en esos hombres.
-Sé que Shiryu regresara, no es su estilo dejarse morir-finalizo Dohko.
-Somos dos contra dos…
-Yo estoy con Saga- interrumpió DeathMask entrando a la habitación con Shura y Aphrodite-No puedo abandonar a mi familia, tengo doce años, puedo distinguir el bien del mal y Saga tiene toda la razón esta vez, aunque signifique que le demos la espalda a Athena.
-No es darle la espalda a Athena, DeathMask- exclamo Saga aclarando la situación- no podemos hacer nada desde donde estamos, lo que somos y a lo que estamos atados.
-Soy hijo único- acoto Aphrodita- mis padres me tienen en un pedestal muy alto, no puedo abandonarlo, seré un niño de diez años pero comprendo todo perfectamente.
-Aioros, lo siento- exclamo con tristeza Shura- soy lo único que tiene mi padre, no puedo abandonarlo, es egoísta, lo lastimaría si llegara a desaparecer… sé que Shiryu con excalibur derrotara a todos y no es que esté dándole la espalda a Athena pero…ahora mi padre me necesita, no puedo abandonarlo Aioros…
-Entonces esa es la decisión de ustedes.
-Los otros son muy pequeños patriarca, seguramente Mu y Shaka, e incluso Camus dirán que querrán ir a la batalla pero en su interior no quieren hacerlo-miro Aphrodita acongojado-ellos son pequeños para poder diferenciar lo que está bien y lo que está mal ahora.
-Tu solo eres un año mayo que ellos Piscis.
-Lo sé, patriarca pero ellos pensaran en su deber más que en su querer y está mal, ya nos hicieron pasar por ello, que pensar primero en el deber antes que en lo que nosotros queríamos después ¿Qué fue lo que paso patriarca? Shura asesino a Aioros, Aioria fue marginado, Mu aislado durante trece años, Camus fue enviado a Siberia porque desconfiaba del patriarca y DeathMask fue nombrado el asesino del santuario, trece años después declararon Roshi traidor ¿Es la imagen que debieran proyectar los santos dorados? ¿De enemigos entre sí? ¿No deberías haber dado una imagen de compañerismo? La única vez que todos estuvimos juntos por un mismo fin fue frente al muro de los lamentos, eso no debería haber pasado, siempre debimos de ser compañeros y amigos.
Shion y Aioros se miraron desanimados sin comprender realmente por qué sus camaradas dejaban de lado su deber como santos de Atenea, Dohko asintió y se retiró a paso lento buscando un lugar tranquilo donde pensar, DeathMask y Aphrodita regresaron a la habitación que habían elegido para dormir, pero no para descansar, estaban desacuerdo con su decisión, fue algo que ambos no tardaron en tomar cuando se volvieron a ver y esa pregunta surgió a sus mentes, necesitaban pensar si la decisión que tomaron fue la mejor realmente, para ellos y para los demás.
Aioros bajo la mirada cuando vio a todos retirarse, pidió disculpas al antiguo patriarca y subió algunos pisos donde encontró una habitación con un pequeño balcón, cerró la puerta detrás de sí solo para ir hasta aquel espacio abierto y se recargo sobre el mármol que le impedía caerse. Se quedó mirando el atardecer, sin notar que alguien lo venía siguiendo desde que se fue, suspiro fuerte pensando estar solo mientras veía con nostalgia el sol ocultarse.
-Lo siento Aioros- exclamo el pelinegro bajando la mirada, mirando tristemente.
-¿Lo sientes? ¿Por qué?- pregunto sin comprender el castaño, mirándolo con sorpresa ante el susto que se dio por escucharlo, pero al verlo triste no dudo ponerse a su altura.
-Lo siento- repitió- lo siento, sé que debo apoyarte, pero no puedo, mi papá me necesita Aioros.
-Te comprendo Shura, te comprendo- exclamo secándole las lágrimas- no tienes por qué ponerte triste.
-Siento que debo apoyarte, como tu novio, pero en eso no puedo, no ahora.
-Shura, no eres mi novio- miro con sorpresa- eres un niño.
-Soy tu novio Aioros, por ello cuando nos volvimos a ver recobre mis memorias, y como en el pasado nos volvimos novios en el mismo momento que nos conocimos ahora también lo somos- exclamo mirando con seriedad, recordando aquel pasado que los unió antes de que el español lo asesinara.
-Ya entiendo, Shura ya no servimos al santuario como antes, nunca nos presentamos ante el patriarca, no hemos despertado nuestro cosmos y mucho menos hemos sido entrenados para portar una armadura, no estamos atados a las reglas del santuario pero si lo estamos a las leyes de nuestros países.
-¿Eso qué quiere decir?- pregunto sin comprender.
-Según un trabajo de investigación que tuve que hacer para la escuela- le respondió con seriedad el castaño- y estoy seguro los dioses tuvieron que ver con eso, la edad de consentimiento sexual en España es a los dieciséis años, la mayoría de edad en España es a los dieciocho años, por lo que…
-Pero tú eres griego ¿no deberías seguir esas leyes?
-Estoy peor, a los diecisiete es la edad de consentimiento sexual y la mayoría de edad a los dieciocho, pero en ese caso, de tener tú y yo un noviazgo, aun eres pequeño, tienes once años y yo quince- le explico sonriendo-además, en mi caso debo de acatar las leyes de España, porque tú eres el menor, debo respetarte y hacer que te hagas respetar.
-Yo quiero ser tu novio, como antes.
-Lo se Shura y yo también, pero no podemos, no ahora, eres un niño y yo un adolecente, mi cuerpo es una revolución de cosas y no quiero que en esa revolución salgas lastimado, no es como cuando estábamos en el santuario, que cuando cumpliste diez años y yo catorce, que a los ojos de todos ya éramos hombres, es diferente ahora, a los ojos del mundo tu eres un niño y yo un adolecente.
-Aioros…
-Seremos novios en un mañana Shura, prometo esperar el tiempo que sea necesario para que estemos juntos y no dejar de visitarte mientras tanto, ahora que todos nos hemos vuelto a ver puedo asegurarte que, y con ayuda de Mu, te veré tan seguido que te aburrirás de verme y nuestros padres no tendrán que gastar en vuelos en avión.
-¿Lo prometes?- pregunto el español mirando tristemente.
-Es una promesa- sonrió y noto como el rostro de tristeza del niño se llenó de ilusión, Aioros se prometió a sí mismo no fallar esa promesa.
Cuando termino el horario de la llama siesta fue el momento en que Dohko y Shion optaron por que todos se despidieran y regresaran a sus hogares, todos prometieron volverse a ver cada vez que pudieran y Mu juro que encontraría un modo de comunicarse con todos para ayudarlos a moverse de un país a otro sin los molestos contratiempos de un vuelo de muchas horas y el gasto de dinero. DeathMask prometió a Aphrodita volver a aprender el uso de la tele-trasportación para así verlo más seguido para protegerle de los brabucones hasta que Shun regresara. Shaka le aseguro a Aioria siempre estar en contacto gracias a su habilidad de telequinesis, y Aioria le pidió no molestarlo mientras duerme. Mientras el resto, que no pudo hacer más nada que prometerse escribir.
Finalmente cuando todos se fueron Dohko y Shion se alejaron tomando caminos separados, pasaría mucho tiempo para que ambos se volvieron a hablar a pesar de no haberse pelado, a pesar del pasado que los unía, sus prioridades en cuanto al deber eran otras. No miraron hacia atrás mientras se separaba, sabían que cuando las cosas se enfriaran volverían a ser amigos inseparables, pero en ese momento era mejor distanciarse para evitar una pelea que no tendría un retorno en su amistad.
Continuara