1 - El desconocido en medio de la noche
Mierda, ese ruido era constante, era constante y molesto… tan molesto que había conseguido arrancarlo de su sueño profundo. De seguro tanto escándalo tendría nombre y apellido. Lee Taemin su joven vecino, alguien quien se especializaba en organizar fiestas casi todas las malditas noches de su vida. Y esta noche como tantas, le fastidiaba el descanso.
Su cuerpo enérgico se removió fatigado cuando vario la posición de la cabeza, desprolijas las hebras castañas cayeron en su frente tapando apenas el ceño fruncido que se generó al ver que eran las tres de la mañana.
Lo mataría. Definitivamente algún día mataría a ese mocoso ruidoso
Los parpados pesados cerrándose paulatinos luchaban por caer nuevamente en un descanso más que necesario y merecido después de tantas horas de trabajo, después de tanto estrés, había conseguido por fin un tiempo de alivio y ese pendejo despreciable le cagaba una oportunidad casi única de dormir en su mullida cama.
Otra serie de golpes lo hicieron gruñir. Si no estuviera tan agotado, pero tan agotado al punto de no poder mover ni uno de sus dedos, de seguro hubiera subido a molerlo a palos.
Más golpes, más fuertes. Tan cercanos. Parecían provenir dentro de su propio departamento y una maldita voz que confirmaron sus peores sospechas. El niñato estaba llamándolo mientras golpeaba su puerta.
Definitivamente hoy Lee Taemin había decretado su propia muerte.
-doctor Choi, doctor Choi- la voz lo aclamo con urgencia mientras arremetía una y otra vez contra su puerta.
- Vete – protesto vociferando. Cuando el silencio se impuso del otro lado de la puerta, Minho creyó que había sido lo suficientemente escalofriante como para espantarlo. Respiro aliviado encaminándose a su dormitorio, dispuesto a recuperar el sueño interrumpido.
-doctor Choi… es urgente- Mierda, ese pendejo persistente.
-mejor que tengas una muy buena excusa para joderme a estas horas-
-por favor Choi-
-¿qué rayos quieres? ¿Acaso no te importa morir joven?-Choi Minho, el alto y guapo doctor de 28 años no daba crédito a lo que estaba viendo -¿qué carajos es esto, Lee? – Taemin lo miraba con los ojos desorbitados, asustado. Pero eso no fue lo que llamo su atención, sino el joven inconsciente que tenía en sus brazos y más aún la herida profunda en su cabeza. Una que le bañaba de sangre todo el perfil derecho.
-demonios Doc, hace rato que estoy golpeando su puerta- Taemin agitado y nervioso hablo atropellando las palabras –necesito su ayuda -
-No, No, ¿Quién es, algún amiguito tuyo pasado en drogas?- Minho se interpuso bloqueando la puerta apenas descubrió las intenciones del más chico de ingresar a su casa
-doc yo no consumo drogas… y este chico necesita atención inmediata- tal vez porque estaba asustado, o muy nervioso corrió al doctor adentrándose a la sala.
-entonces de alcohol… no me hare cargo de tu amiguito pasado de alcohol, llévalo algún maldito hospital-
-escúcheme Choi este chico ni siquiera es mi amigo…-
-eso te pasa por hacer fiestas de mierda e invitar gente que no conoces-
-no lo entiende… - Taemin elevó el tono mirándolo cansado- porque mierda no me da una mano y luego se queja… pesa- bufo reacomodando al joven en sus brazos.
-¿y por qué debería?- Choi no se movió ni un centímetro, cruzándose de brazos.
-porque es doctor-
- no estoy trabajando, además deberías haber llamado a una ambulancia, si una de tus conquistas se pasa de rosca con la bebida y luego se cae rompiéndose la cabeza-
-las ambulancias tardan… ya, ¿podría ayudar?… Mierda, pensé que como médico era su deber-
-Mierda tú y mierda mi deber… crees que porque tú te pasas de listo y tu novio se pasa de copas yo tengo la culpa-
-Choi, que parte no entiende… no es mi novio, no lo conozco y así lo encontré-
-¿he?- los grandes ojos se abrieron sorprendidos- ¿qué quieres decir? … mierda Lee-
-lo vi desplomarse, corrí a ayudarlo y lo vi tan mal herido que me asuste y solo pensé en usted –
-eres un inconsciente… no puedes andar levantando personas heridas de la calle… sabes que hay pasos a seguir… como llamar a la policía, por ejemplo. Puede ser un ladrón o quien sabe- Minho negó con ambas manos.
-es que yo no lo pensé… solo me dio mucha pena –
-pues si eres tan amable y bondadoso recoge perros de la calle y no personas-
-mire Doc, si no lo ayuda… lo denuncio por abandono -
-¿me estas amenazando?- increíble, ese mocoso idiota lo estaba amenazando. Minho estaba ahora realmente seguro que Lee Taemin era un gran idiota, un perfecto inconsciente y que solo hacia cosas sin siquiera pensar en las consecuencias. Sin embargo a pesar de lo increíblemente estúpido que le resultaba el accionar de Taemin. No le quedaba otra que auxiliar al joven. Lo último que deseaba era que le revocaban la matricula, si ese desconocido moría, seguro Lee lo denunciaría y él había luchado demasiado por su carrera- maldito niñato. Juro que esto no te saldrá barato- Busco unas toallas grandes para colocarlas sobre la mesada de mármol – maldito niño estúpido siquiera debiste levantarlo – con cuidado y ayuda de Taemin colocaron al joven sobre las mantas.
-es que no pensé en ello-
- me sorprendería que pensaras en algo – el doctor rebusco su maletín tomando unos guantes descartables y una tijera, con ella corto la camisa oscura manchada de sangre y barro.
- ya le dije, regresaba de una fiesta cuando lo vi, caminaba lento e inestable y “PUM” de pronto cayó al suelo. Cuando corrí hacia él ya estaba inconsciente… es decir si fuera un lindo perrito o un gatito tampoco lo hubiera podido dejar tirado-
-solo tu compararías a una persona con un animal…- inspecciono con cuidado los cardenales del pecho. Los golpes parecían recientes.
-dios, lo golpearon bastante -
-sí, asi parece – la mano experta toco las costillas y un quejido se escapó de la boca del inconsciente- tiene más de dos costillas rotas, no puedo hacerle placas pero es casi seguro por los hematomas formados- Minho levanto la vista mirando furioso a Taemin- sigo pensado que debiste dar aviso a la policía- gruño volviendo a la tarea de inspeccionarlo, todo su torso superior parecía haber sido blanco de golpes – tal vez sea algún ladronzuelo al cual atraparon infraganti-
-pero… es casi un niño- Taemin observo frustrado, el chico sobre la mesa no debería ser más grande que él.
- eso no quita que pueda llegar a ser peligroso... tal vez este metido en algo turbio y tú como si nada lo traes a mi casa– cada vez que hablaba se contenía de darle un coscorrón al tonto de su vecino- ve por un poco de agua debo limpiar la herida y la sangre de su rostro-
-es que no podía dejarlo tirado- Taemin coloco la jarra con agua dejando que el doctor limpiara de apoco la sangre del rostro – además mire, es realmente bonito- El joven tenía la piel clara, tan blanca que los cardenales formados debajo de su labio y su ojo izquierdo resaltaban notorios.
-idiota, calma tus hormonas que no sabes nada de el- con cuidado reviso el corte de la cabeza, la herida era reciente por lo que no estaba infectada, al parecer el o los que le hicieron esto fueron rápidos y concisos.
- Mírelo bien doctor, apenas es más alto que yo y su cuerpo es casi tan delgado como el mío. Mire sus manos, son delicadas ¿acaso cree que alguien tan bonito y delicado puede hacerle daño a otra persona? –
Minho no le contesto. Él podía tener una teoría diferente. Nada sabían de ese chico. Lo que si sabía era que, quien o quienes lo habían golpeado, lo habían hecho con saña. Lo habían dañado lo suficiente como para que sufriera. Minho cerró los ojos expirando. Nada quiso decirle a su vecino, pero algo sabia bastante bien como para reconocerlo sin siquiera tener pruebas de su veracidad. A este chico lo habían escarmentado, le habían dado un furioso aviso… lo habían dejado vivir solo para que supiera que ellos podían matarlo si asi lo quisieran. La mafia estaba tras ese chico.
-bien el corte no es tan profundo como creí en un principio – lo había suturado de manera rápida y limpia, con suerte y tiempo apenas se notaría la cicatriz.
-¿él se va a poner bien?-
-por lo pronto está estable, de todas maneras le suministre antibióticos por vía intravenosa para prevenir cualquier tipo de infección –
-eso es bueno-
- hay que esperar la evolución, por lo visto no hubo una gran pérdida de sangre, y tal vez la fatiga más el shock por los golpes recibidos lo hicieron desmayarse-
-¿y sus costillas? dijo que podría tener alguna rota –
- no le podemos hacer placas, pero seguro son tres – Taemin miro al joven con pena – no te preocupes pendejo, le hare un vendaje para que salden -
-¿qué haremos con él?- Lee se acercó mirándolo con fascinación – es muy bonito… quien le haría tanto daño a alguien así-
-por lo pronto tú no harás nada mas - Minho bufo sacándose los guantes para tirarlos en el tacho de basura – déjame decirte que ya bastante has hecho, ahora vete a dormir-
-pero… yo me lo quiero llevar-
-¿crees que es un cachorro o lago por el estilo?-
-yo lo encontré-
-si idiota y no sabes si es un tipo peligroso-
-¿no deberíamos llevarlo a un hospital?-
-ahora piensas en un hospital después de haberme jodido la maldita noche – Minho lo tomo de los hombros mientras lo arrastraba a la salida – no sabemos quién es, no tenemos ni documentos, ni numero social, tú mismo lo dijiste la policía empezara con sus absurdas preguntas – además no quería terminar en un asunto donde la mafia y policía parecían entrar en una misma oración.
-pero me quedare a cuidarlo…-
- esta sedado y no creo que reaccione pronto. Ahora vete-no espero respuesta del mocoso antes de cerrar la puerta.
-mañana vendré a cuidarlo… - grito molesto antes de subir por las escaleras.
Mierda.
¿Cómo había terminado asi? El solo había querido descansar sin preocupación alguna y ahora parecía estar metido en algo que no le agradaba.
Miro con detenimiento al joven sobre la mesa. Debía ponerlo en un lugar adecuado, pero antes tenía que vendarlo para que sus costillas no dañaran ningún órgano. Las vendas fueron envolviendo el torso delicado del joven. Minho podía ver de cerca las facciones y tubo que concederle a Taemin que el desconocido era muy bonito. Delicado y casi femenino.
-¿Quién eres? ¿Y por qué carajo tienes a la mafia tras de ti?- porque Minho podía verlo, Los certeros golpes dados, ninguno de gravedad pero lo suficientemente doloroso como para atemorizar una mente. Este era un acto mafioso y si asi era, el no deseaba estar envuelto- espero que tengas una muy buena historia para contar cuando despiertes muchacho y espero que valga mi tiempo- Minho acomodo sin darse cuenta los cabellos negros despejándolos de la frente. Cogió una manta limpia y la coloco sobre el muchacho. Por la mañana vería bien qué hacer con aquel desconocido que había aparecido en su vida en medio de la noche.
continuara...