Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Deliciosamente acorralado por fantasma kum

[Reviews - 378]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Para Taemin habia sido fascinante haber encontrado a ese chico, de golpe se sintio genial, el le habia salvado la vida... como cuando era chico y el habia savado a un lindo y pequeño gatito... uno tan pero tan lindo como ese desconocido que habia recogido.

 

 

 

 

 

Nunca en su vida se había levantado tan temprano, había puesto el despertador a las ocho, sin embargo eran las siete y ya estaba de pie. No podía sacarse de la cabeza al muchacho que había recogido, no podía sacar de su mente la imagen de ese rostro bonito lleno de golpes y el susto que se había llevado al verlo ensangrentado. Nunca había visto a alguien herido y ver a este lo había shockeado al punto de tener pesadillas, soñando que el doctor Choi le informaba que el chico había muerto.

La ansiedad por saber lo estaba matando, lo era mejor ir hasta el departamento del doctor mal humorado y ver como se encontraba.

Además si Choi tenía trabajo u obligaciones, alguien debería cuidar al chico herido, por otro lado también era su obligación al fin de cuentas fue él quien lo rescato de una muerte segura, así fuese de frío o inanición… él lo había salvado.

 Taemin se sintió grandioso, él era el héroe de ese chico. Recordó cuando era pequeño y había salvado a un pequeño gatito de las garras de un perro. Recordó como el minino se había apegado a él agradecido.

Y así seria, ese joven bonito lo miraría con agradecimiento y como su gatito lo hizo en el pasado se apegaría para que lo llenara de cuidados y mimos.

Esa sensación era tan buena que de manera inmediata asolo un maravilloso pensamiento, para cuidarlo debidamente lo mejor sería llevarlo a su propio departamento. Perfecto, esa era una idea excelente.

 

Pero

 

 ¿Dónde lo pondría? Por más que estaba muy emocionado por ayudar a quien más lo necesitaba, no podía cederle su propia cama. Aunque tal vez podría compartirla, asi abrázalo por las noches cuando tuviese frio.

 La imagen de Choi criticando esa idea se hiso fuerte.

 Era verdad estaba herido y con las costillas rotas, tal vez le causaría más daños si lo abrazaba…

 

¿Entonces?

 

¡Claro! ¿Cómo no había pensado en ello?

 

 En épocas de campamento había comprado una cama plegable (dormir en el piso o bolsa de dormir no le hacia ninguna gracia).Aunque hacia bastante tiempo desde la última vez que la había utilizado, seguramente la tenía guardada en algún de la casa

 

¿O la habría tirado?

 

Unas cuantas cajas esparcidas, un par de bolsas tiradas en el suelo. Unas sábanas limpias, una colcha mullida y una sonrisa complacida habían sido el resultado final.

Todo estaba bien predispuesto en su propio cuarto. Tener allí ese lindo muchacho al que cuidaría como un gatito sería fantástico.

 

 

 

 

-Señorita Park- Minho aun secaba su cabello con una toalla después de una ducha matinal cuando decidió llamar a su secretaria- habla el doctor Choi, tengo un pequeño problema – los ojos chocolate se pasearon por la forma humana que había adquirido la palabra “problema”, una que reposaba pálida sobre la especie de camilla que era ahora su mesada -  y como estoy algo retrasado no creo llegar para las primeras citas de la mañana–  suspiro controlando su mal genio al escuchar un pequeño reproche de la muchacha – mire sé muy bien cuáles son mis oblaciones, tal vez solo deba recordarle a usted cuales son las suyas… solo cancéleme las malditas citas, yo iré apenas resuelva mi inconveniente - siquiera espero respuestas cuando colgó el teléfono.

Era increíble que su propia secretaria le indicara que debía o no hacer. Claro que era la primera vez en años de ejercer su profesión que no acudía como todas las mañanas a su consultorio. Pero tampoco podía dejar a un desconocido solo en su casa, no era que fuera a levantarse y robarse algo ya que en esas condiciones siquiera podía ponerse de pie. Pero tampoco quería arriesgarse a que se descompensara y que al regresar solo se encontrara con un cadáver.

Perfecto no había empezado el día y ya le dolía la cabeza, siquiera podía sentarse a desayunar por que la mesada estaba ocupada por ese chico.

 

Mierda, en qué lindo embrollo lo había metido Taemin

 

Los pasos lo llevaron justo al lado del muchacho y su mano se posó sobre la frente afiebrada, acomodando de manera inconsciente las hebras algo húmedas a causa del sudor. Los largos dedos juguetearon con los negros cabellos viendo como las mechas se escurrían rebeldes para volver a caer.

 Minho lo recorrió con la mirada, las facciones ahora más relajadas a causa de los calmantes difería de la sufrida de la noche anterior. El doctor estudio cada línea, cada trazo y a pesar de los magullones, lo declaró realmente bonito. Ese niño debía ser muy admirado.

Las preguntas se suscitaron  inmediatas  ¿Por qué lo habían golpeado de ese modo? ¿Qué habría hecho para terminar asi? ¿Sería que la mafia estaba tras este acto?

Tal vez solo estaba sacando conclusiones exageradas, tal vez eran solo sus fantasmas del pasado Y el muchacho solo había sido víctima de un robo o alguna venganza al azar.

 

El timbre sonó perturbando sus pensamientos y un Taemin demasiado sonriente para su gusto fue lo que descubrió la puerta cuando se abrió.

-hola doc ¿Cómo está el gatito?-

-¿gatito?- tan confundido o sorprendido por la palabra, que siquiera atino a detener al intruso.

-sí, es que no se su nombre, además me recuerda a uno que tuve de pequeño y como también lo recogí de la calle –

-dios eres verdaderamente estúpido- no sabía si reírse o golpearlo para acomodarle las ideas - ya te he dicho idiota, las personas no son animales…-

-yo no dije que fuera un animal, solo que me hace acordar a un gatito que tuve de pequeño…-

-en fin, no entiendo porque vienes a joderme las pelotas tan temprano-

- ¿Porque siempre tan gruñón?-

-por lo mismo que tú eres tan estúpido-

- se ve más tranquilo – Taemin ignoro el insulto acerándose al muchacho - ¿paso una buena noche?-

- Claro que paso una buena noche, ¿o acaso no te das cuenta de que está totalmente sedado?-

- se ve que su humor de la mañana es mucho peor que el de las noches - bromeo el más chico

-mucho peor y si no quieres terminar lanzado a la calle, dime qué rayos te traes, ¿acaso no fue suficiente el paquetito que dejaste anoche?-

-sí señor Choi, sé que para usted ayudar a alguien que no sea a usted mismo va contra las reglas-

-oye infeliz, soy doctor ¿o quizá tu cabecita hueca no logra entender? yo salvo vidas-

- pero solo a quien le paga por ello… mí mamá me dijo que sus honorarios no son para cualquiera-

-mira - Minho aspiro y expiro controlando el impulso de golpearlo - salve a tu amiguito y no recuerdo haber recibido paga alguna-

-porque le rogué, además de amenazarlo-

-Créeme mocoso, decidí ayudarlo por cuenta propia y si asi no lo hubiese querido, ni tus ruegos hubieran importado y mucho menos tus amenazas me hubieran atemorizado-

-lo se doc, lo sé, pero ¿por qué no se relaja? Desde que entre no hizo otra cosa más que fruncir el ceño –

-¿fruncir el ceño? Carajo, debe ser porque tengo que escuchar tus estupideces desde muy temprano y siquiera he podido tomarme una taza de café  ya que tengo un desconocido durmiendo sobre la mesada-

-bien por eso ya no debe preocuparse… a eso vengo-

-¿a prepararme el desayuno?

-no, vengo a llevármelo – 

-¿Qué?– ¿acaso había escuchado bien?

-  sí, ya no tiene que hacerse más problema por gatito, me lo llevo… -Taemin sonrió amplio ante la mirada perpleja del doctor -sabe resulta que tenía una camita plegable que usaba cuando iba de campamento y es muy linda y cómoda-

-¿acaso las drogas y el alcohol afectaron tu cerebro?- indago atónito.

-ya le dije que no consumo drogas-

-entonces estas mal de nacimiento, es claro que no puedes llevártelo –

-¿Por qué?- ahora era Taemin quien fruncía el ceño.

 -porque ya te lo he dicho, no es un cachorro ni nada parecido ¿en verdad crees que una mascota?-

-no, pero yo lo encontré - refunfuño dando una pequeña patadita al suelo, como niño que se le niega un dulce - además usted siquiera lo quería curar ¿y ahora se lo quiere quedar?-

-mira, voy a apelar a mi escasa paciencia para explicarte las cosas, asi tu idiota cabeza lo comprende de una maldita vez… ese chico- su dedo señalo al joven sobre la mesada -  tiene más de dos costillas rotas por lo que es obvio que no podemos moverlo como si fuera un mueble y por otro lado debido a las lesione ha levantado temperatura y dudo que en tu casa haya algún tipo de medicamentos para bajar la fiebre–

-ho, no sabía que tenía temperatura… ¿eso es grave?-

-no, es una reacción común… pero entiendes ¿verdad? No podemos moverlo, al menos hasta que se recupere…-

-pero puedo quedarme a su lado, es decir, usted tiene trabajo-

-bueno, se ve que no eres tan irresponsable. Pero ¿has cuidado alguna vez de alguien enfermo?-

-ya le dije, una vez salve a un gatito…-

-dios… - Minho negó con la cabeza, discutir con ese niño no tenía sentido alguno-  hace rato dijiste que tenías una cama plegable ¿es asi?-

-sí, la prepare y había quedado muy bonita-

-bien… vamos a buscarla-

-¿he?-

-  traeremos tu cama o lo que hayas encontrado, será  mucho más cómodo que la mesada, además me gusta desayunar sobre ella y no tener a alguien que siquiera conozco recostado sobre donde habitualmente tomo café-

-pero era mi idea-

-mira pequeño idiota, vamos a buscarla y  ya no discuta pendejadas que bastante tengo con el lio en el que me metiste-

 

Taemin se vio absolutamente derrotado, y es que la mirada sería más la altura de Choi intimidaban.  Juntos trasladaron la cama y con esfuerzo de no moverlo demasiado acomodaron al chico sobre esta.  De pronto se sintió camillero cuando ambos levantaron el camastro para llevarlo hasta un cuarto que oficiaba de estudio.

Minho le había dado un sinfín de indicaciones, el horario exacto de la medicación y del calmante. Volvió a repetirle una y otra vez que ni por casualidad se le ocurriera moverlo o despertarlo. Minho le aseguraba que aún no sabían nada de ese chico, ni quien era o que tan peligroso podría llegar a ser.

Cuando al fin Choi se fue. Taemin respiro aliviado… ese hombre le gustaba dar órdenes e indicaciones.

-bien gatito… ahora yo cuidare de ti – sonrió complacido mientras acomodaba las mantas sobre el chico. Minho le había dicho que no lo acobijara  porque la temperatura se elevaría, pero Taemin lo vio tiritar y él no era tan inhumano como Choi… era claro que no lo dejaría con frio- Ahora… ¿cuál era el horario de la medicina? Mmmm… de seguro te la daré cuando las necesites-

 

 

 

 

Ya había recorrido la casa unas tres veces, y además de la horrible y aburrida decoración, lo que llamo su atención fue que no había ni una fotografía en toda la casa… ni en la habitación, ni en el estudio y tampoco en la sala de estar. Bastante impersonal diría Taemin. Estar en el departamento de Choi era como estar en esos lujosos hoteles, cómodos en extremo, excesivamente pulcros y ostentosos, pero carente de vida y calidez.  Era una realidad que de su vecino conocía poco y nada, solo lo que su madre le había dicho el día que le había regalado su departamento en ese edificio.

Choi Minho un prestigioso doctor, se había recibido con honores y a edad muy temprana. Un hombre serio del cual no se conocía ni un escándalo. Un persona dedicada absolutamente a su profesión. Y él podía dar fe de eso, desde que se había mudado allí hacía más de dos años apenas si había cruzado palabras con Minho. Se sonrió al recordar la primera vez que le hablo, fue una noche que Taemin había organizado su primera fiesta… desde ese día solo se dirigió a él bajo los motes de “pendejo estúpido” “cabeza hueca” o “mocoso ruidosos”. Él no podía negar que había tenido un flechazo  inmediato y es que quien no se enamoraría de ese hombre alto, enérgico y con un carácter de mil demonios.

-por eso no quiero que te quedes aquí gatito- Taemin miro al joven – ese Choi es tan guapo como malhumorado  y yo te quiero para mi…- con un paño seco la frente traspirada y de manera fraternal apoyo sus labios sobre ella – se separó alertado cuando el joven se agitó – mierda… estas demasiado caliente –

-no… no por favor – la voz salió débil y tan sufrida que Taemin se estremeció. El muchacho temblaba y parecía estar hablando en sueños – se los ruego… por favor-

-hey… no pasa nada – con el mismo paño que había secado la frente, ahora le secaba las lágrimas que caían  indómitas. Mierda. A ese chico algo le pasaba, si no de que otra forma lloraría estando inconsciente…

Perfecto, Choi  le había indicado la hora de la medicación, la hora del calmante, pero no que hacer si ese chico lloraba… él no sabía qué hacer, pero tal vez Jonghyun si…

 

 

 

-¿ósea que lo encontraste y se lo trajiste al señor “detesto a la sociedad”? – Kim Jonghyun sonrió ante ese hecho – creo que las cosas más extrañas te pasan a ti Tae, debería escribir una de tus historias, sería una canción perfecta y un éxito asegurado-

-jajaja sí, pero solo si me das regalías por ello –

- y Choi estuvo de acuerdo en que lo dejaras aquí… no sabía que ese tipo tuviera algo que se llamara corazón –

-calculo que no es tan malo como aparenta… el insistió que se quedara aquí para su recuperación-

- o no es tan malo, o tal vez este chico sea muy bonito- Kim arqueo una ceja juguetón.

-lo es  ¿verdad?  – Taemin asintió emocionado

- no tanto como tu Tae-

-¿yo?-  el nombrado se señaló, y sus mejillas se sonrojaron

-claro que si… - el músico despeino los cabellos rubios de manera tierna

-gracias, pero creo que el gatito es muy bonito…-

-¿gatito? Asi le llama Choi, vaya que es raro-

-perfecto… no te basta con traerme un desconocido herido a mi casa, por lo que ahora me traes un segundo desconocido, pero debo agradecer que por lo menos este está consiente–Cuando Taemin y Jonghyun se voltearon se encontraron con la cara seria y la mirada asesina de Choi– de un día para otro invades mi vida y mi departamento -Minho mostro su marcada molestia. El hacía solo unas horas era un hombre tranquilo y sin problemas- dije que lo cuidaras que no trajeras a tu amante para ayudarte-

-doc ¿Por qué demonios vive pensando que todo hombre a mi lado es mi amante? – Taemin resoplo indignado, estaba bien que él siempre tenía compañía atractiva y que se enamoraba fácil, pero esto era demasiado.

-¿sabes lo que pasa Tae?- el de pelo platinado sonrió soberbio mientras le pasaba un brazo sobre los hombros –estoy que me parto de bueno y sería un verdadero desperdicio no comerme entero-

-bien, un enano con complejo de galán- Minho susurro por lo bajo

- solo lo llame por que no sabía que hacer…-

-así es mí estimado vecino, Taemin me llamo desesperado porque no sabía qué hacer con tu bonita mascota, ya que volaba de fiebre y no había manera de contactarte… deberías haberle dado tu número -

-¿vecino? ¿Mascota?- Choi estaba cada vez más confundido

-Si tu mascota… linda- señalo al muchacho recostado – y soy tu vecino Choi… sé que eres algo ermitaño y poco sociable, pero esto supera cualquier expectativa-

-no soy ermitaño- gruño irritado

-no, claro que no, solo que el prestigioso doctor no tiene tiempo de conocer a sus vecinos- Taemin sonrió infantil

-no, claro que no, ya que soy una persona muy ocupada-

-me imagino - se burlo

-no te gastes Jonghyun. El doctor  Minho vive en una burbuja-

-Demonios, yo no vivo en ninguna burbuja, solo es que tengo algo que se llama obligaciones-

-aburrido Choi… en fin, soy Kim Jonghyun, músico y compositor… bastante famoso diría yo-

-es verdad él es un genio, los mejores artista trabajan con el- Taemin acoto entusiasta

-interesante, ahora váyanse de mi casa-

-mira Choi, tu  gatito levanto mucha fiebre  por lo que empezó a delirar y Taemin se asustó-

-¿mi gatito?-  esto era el colmo

-no es su gatito, es el mío- retruco Taemin

-ya te lo he dicho, no es tu gatito – lo reto ofuscado

-ha, ¿entonces? si es tu gatito – Jonghyun expuso en tono divertido

-no es mío ni de nadie… este idiota que cree que las personas son mascotas-

-pensé que era tu mascota y que tienes fetiches raros Choi- Jonghyun sonrió pedante logrando que la paciencia de minho se esfumara

-mira enano que tú te parezcas a un cachorro de dinosaurio-

-wooa, el doctor Choi tiene un temperamento de mil demonios- el músico lejos de ofenderse le causaba mucha gracias las reacciones de ese parco doctor – Taemin… mejor vamos a tomarnos algo-

-pero yo quiero quedarme un rato más con el gatito- Taemin miro con cariño al muchacho y entonces se percató de algo. Una mirada ruda y felina se había posado sobre él – Hey al fin despertaste-

 

 

 

                                     CONTINUARA...

Notas finales:

Niñas mias es un placer enorme escribir para ustedes, espero y si mi inspiracion lo permiter estar actualizando dos veces por semana. Saben que para mi es muy importante la continuidad de las historias. siempre digo lo mismo, un libro se lee de corrido y no una vez cada tanto. Las adoro y muchas gracias por su bonita compañia.

Nos leemos pronto


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).