Después del partido contra Kaijo y que todos se fueran a descansar iban dos jóvenes camino a sus casas como solían hacerlo siempre que salían de clases, hoy ambos habían tenido un altercado durante el enfrentamiento de sus respectivos equipos de baloncesto y aunque salieron ganando con tan solo un punto de diferencia había algo que al pelinegro con lentes le estaba molestando desde que salieron del gimnasio donde se libró su batalla.
-¡Oe! Kiyoshi –se paraba Hyuga y dejaba que el castaño diera dos pasos más delante de él.
-¿eh? ¿Pasa algo Hyuga? –se cuestionaba el más alto, desde que habían salido del gimnasio no habían hablado ninguno de los dos y fue el de anteojos que rompió el hielo.
-bueno… etto… ¿te gustaría ir a mi casa? –preguntaba el pelinegro de lentes desviando la vista hacia algún lado ocultando un leve sonrojo provocado por lo dicho por el mismo.
-¿Te sientes bien Hyuga? –preguntaba Teppei, no era muy común que Hyuga hablara después de una pelea entre ambos usualmente siempre el primero en ceder era el grandote de Seirin, que por más que lo negara quería y mucho al de lentes, o mejor dicho no lo negaba simplemente nadie se lo había preguntado tan directamente.
-Si no quieres ir di que no idiota… -decía con rudeza y avanzaba rápidamente el pelinegro acomodándose los lentes.
-¡oye! –lo sostenía del brazo para impedir que saliera huyendo evadiéndolo como venía haciendo desde hace un rato –yo nunca dije que no a esa invitación, es solo que fue un poco raro que bueno… tú me invitaras a ir a tu casa –decía el castaño.
-que tiene de raro idiota… es solo que –comenzaba a recordar lo hablado con la entrenadora.
-Flash-Back-
-¿Hyuga-kun que fue todo eso? –haciendo alusión a lo sucedido en la cancha hace unos minutos, solo estaban la castaña y el pelinegro de lentes en el vestidor, ya todos habían salido después de que Kuroko les contara todo sobre su estancia en Teiko.
-no sé a qué te refieres Riko –evitaba el tema, le daba pena reconocer porque lo hacía.
-Sabes muy bien a que me refiero, a tu mini pelea con Teppei ¿Qué paso con eso? Me sorprendió verlos peleando en un partido –decía algo preocupada la castaña.
-Bueno yo… etto… no me gusta… -decía el Hyuga –lo detesto cuando saca esa actitud de culpabilidad por algo tan pequeño, si cometió esa falta pero y ¿Qué? no tenía que desmoralizarse por algo tan idiota y luego deja que ese imbécil de Kaijo le diga toda esa sarta de idioteces y no le responde, lo odio cuando hace eso, me saca de quicio –decía rápidamente Hyuga.
-Huh… -suspiraba Aida, si algo tenia era intuición y a pesar de que el de lentes dijera que no le gustaba que lo odiaba, ella intuía que era todo lo contrario –no tienes que preocuparte tanto por el, Teppei es fuerte y sabe salir adelante, por algo lo conocieron como el “Corazón de Hierro” y como un “Rey sin Corona” no preocupes por nada –decía Riko.
-yo no estoy preocupado por ese idiota, si quiere hacerse la victima cada vez que algo así suceda por mi está bien, pero viene y con su actitud de perdedor quiere perjudicar al equipo no se lo permitiré –decía un poco molesto y sonrojado por que la entrenadora le había insinuado que se preocupaba por el más alto.
-Hyuga-kun no tienes remedio eres un poco Tsundere lo sabes –Hyuga solo levantaba una ceja en señal de molestia e inconformidad con ser catalogado de esa manera –aun y cuando gritas que lo odias y que es molesto esa no es la realidad, y creo que deberías de aprovechar la oportunidad antes de que se alejen para siempre –decía la castaña con tristeza.
-¿Qué paso? –Hyuga se empezaba a preocupar un poco por lo dicho por Aida – ¿Por qué dices eso Riko? –preguntaba ahora asustado de la respuesta de la castaña.
-Ustedes dos son importantes para mí, y sabes que por un tiempo estuve saliendo con él, no funciono eso también los sabes, creo que porque dentro de mí se lo que él siente hacia ti y lo que tu sientes por él –Hyuga carraspeo por el comentario de Riko –como sabes el solo vive con sus abuelos y ellos ya son mayores Teppei ya no quiere ser una carga para ellos, así que decidió dejar el sueño de entrar a una universidad y meterse a trabajar a tiempo completo para ayudar en los gasto de su casa, ya este es su último año en el equipo de baloncesto antes de que bueno lo operen por la lesión en la pierna, y el ultimo solo lo pasara yendo a clases –era interrumpida por Hyuga.
-¿Cómo sabes todo eso? –preguntaba un poco celoso Hyuga de que le haya contado a ella y no a él, que a diario caminaban juntos a casa, aun y cuando a poco más de la mitad del camino se separaran, no le tenía tanta confianza, ese le dolió un poco.
-descuida como ya te dije soy consciente de lo que él siente por ti, eso me lo conto hace poco cuando fue el partido contra Makoto y que por primera vez en la vida lo aceptaste como compañero de equipo y como amigo, esa palmada de manos durante el partido significo bastante para él –a Hyuga se le achicaba un poco el corazón, siempre lo ha tratado mal –no desperdicies tiempo con tonterías como esas, si estas junto a él todo estará bien, eso me dijo “mientras pueda ver a Hyuga aunque sea de lejos estaré bien” –recordaba las palabras que Teppei le había contado.
-¿Qué debo hacer? –preguntaba un tanto dudoso Hyuga.
-Seguirlo y hacer las paces con él, tú lo quieres eso se nota y él a ti, no lo desperdicies por orgullo –le guiñaba un ojo y salía del vestidor dejando solo al de lentes meditando sobre lo que Riko le había dicho.
Fue cuando esa posibilidad de alejarse de ese bobo grandote le asusto y salió corriendo para alcanzarlo.
-Fin del Flash-Back-
- es solo que… -hacia una pausa y agachaba la mirada, no quería mostrar ese sonrojo tan notorio que ahora estaba en su rostro.
-Eso solo que ¿Qué? –Se acercaba Teppei y se agachaba buscando la vista del pelinegro -¿Hyuga? ¿Estás bien? –Le preguntaba ya tenía una actitud demasiado extraña –si es por lo del partido descuida yo tuve la culpa… no debí dejar que eso me molestara tanto y tampoco debí gritarte eres el capitán y sabes lo que dices –decía Teppei enderezándose y colocando sus manos en los hombros de Hyuga.
Esa acción hiso hervir de vergüenza a Hyuga, aun a través de la chaqueta del uniforme que llevaba podía sentir la calidez de esas grandes manos – ¡No!... –gritaba Jumpei –no siempre se lo que digo –Kiyoshi ahora si no entendía nada.
-¿Qué dices Hyuga? –se preguntaba Kiyoshi.
-yo siempre te digo que te odio y que eres un idiota y molesto pero la verdad es que… tu…bueno tu… -Kiyoshi estaba a la espera de lo que dijera Hyuga.
-Yo ¿Qué? –se acercaba cada vez más al menor.
- ¡disculpa por lo que te dije en la cancha! –gritaba de repente, rompiendo la atmosfera que ya había creado y así desilusionando al castaño, quien ya imaginaba cosas entre él y Hyuga.
-Huh… -suspiro –era eso, no te preocupes Hyuga me han llamado así y aunque no me guste siempre me seguirá, normalmente los apodos no te los pones tú mismo de ser así me hubiera puesto “el vengador de la justicia” o algo así –hacia pose de súper héroe eso le sacaba una sonrisa a Hyuga -¿huh? Sonreíste –decía sorprendido Teppei.
-Yo no hice tal cosa idiota –decía Hyuga acomodándose los anteojos.
Seguían caminando Teppei no quiso contradecir al de lentes para no cabrearlo más, ya había sido suficiente enojo por un día.
-¿y bien? –Volvía a preguntar Hyuga -¿quieres venir a mi casa o no? –insistía, tenía miedo, vergüenza un gran sentimiento atorado que quería sacar a toda costa, en el sentido de confesar lo que sentía.
-bueno veraz ¿Por qué mejor no vienes a mi casa? Esta noche mis abuelos fueron con unos tíos míos y pues así podremos festejar el triunfo no crees –decía a modo de broma, aún era jóvenes como para beber y tendrían el partido de la final pronto así que no podían tomar alcohol.
-Idiota, somos menores de edad –decía Hyuga reprimiéndolo, pero la idea de tener casa sola lo alentaba a hacer cosas un tanto pervertidas.
-lo decía en broma, sé que tenemos que ser mayores para poder comprar alcohol, aunque hay algo de eso en casa ¿Qué dices? –le decía con una sonrisa al parecer ya los ánimos se habían calmado entre ambos, pero Hyuga lo veía con ganas de querer ahorcarlo –solo bromeo, tendremos partido pasado mañana y si Riko se entera de que estuvimos bebiendo no quiero pensar en lo que nos hará –decía Teppei, Hyuga sonreía al parecer el grandote era más maduro de lo que creía.
-Está bien acepto, pero tengo que llamar a mi casa para avisar que pasare primero a la tuya y pedir permiso de llegar un poco tarde –decía Hyuga tecleando un numero en su celular.
Ya todo en orden, decidieron pasar a una tienda de autoservicios y comprar algunas cosas como botanas y refrescos para pasar el rato en casa del castaño.
-Bien llegamos Bienvenido a mi casa –le decía cediendo el paso a Hyuga para que entrara a la casa, era de aspecto tradicional y un poco antigua pero muy bien cuidada –todo esto lo limpio yo –decía con orgullo mostrando uno de sus brazos y haciendo fuerza para que notara su “conejo” en el antebrazo.
-gracias, perdón por la intromisión –decía Hyuga entrando en la casa, que por dentro tenía un aspecto agradable y cálido, además esa demostración por parte de su acompañante le subió un poco la temperatura.
-¿comemos aquí o en mi cuarto? –Preguntaba Teppei dándose cuenta después de cómo sonaba eso –creo que prefieres aquí ¿cierto? –se corrigió enseguida después de la primera pregunta.
-estaría bien en cualquier lugar, además aquí se nota que esta todo limpio, no quiero ensuciar la sala de estar de tus abuelos, tal vez tu cuarto sería buena idea –se sonrojo y desvió la mirada, en que estaba pensando al pedirle que lo llevara a su habitación.
-por aquí Hyuga, iré a la cocina a traer unos vasos para tomar el refresco y unos platos para las papas, ponte cómodo –le decía y corría hacia abajo a la cocina –Tranquilo Kiyoshi Teppei –se mojaba la cara y se palmeaba –hasta hace rato ambos estábamos peleados no pasara nada –en ese momento estaba muy nervioso.
En la habitación del grandote se encontraba Hyuga viendo todo a su alrededor, una cama normal como cualquiera, estaba pensando en que el gigante de Seirin dormiría en un futon, unos cuantos discos que al parecer también le gustaban al megane, una mesa para hacer su tarea supuso, un balón de básquet, computadora, varios posters de diferentes jugadores y equipos de básquet, una foto de todo el equipo de Seirin junto a su mesa de noche y un cesto de aparentemente ropa sucia, una cosa paso por su cabeza, y después se regañó mentalmente así mismo –“pero qué demonios estás pensando, no puedes oler la ropa de los demás” –aun y cuando decía eso tenía sostenida en sus manos una de las camisas del mayor, se disponía a hacer lo que pensaba cuando….
-Hyuga ¿estuvo difícil el partido de hoy? Cierto –entraba mientras el megane no atinaba más que hacer bola la camisa que tenía en las manos y meterla en su mochila, solo esperaba que no se diera cuenta que le faltaba en el cesto de la ropa sucia.
-mmmph… si supongo que sí, aunque ahora me preocupa Rakuzan y ese tal Akashi del que Kuroko habló hoy –decía viendo hacia otro lado.
-¿te importaría si me cambio? Estoy muy sudado por todo el partido –diciendo eso comenzó a desnudarse frente al chico de los lentes, este solo se concentraba en tratar de no ver directamente al grandulón solo escapaba pequeñas miradas hacia ese enorme cuerpo.
Se quitaba la chaqueta, la playera que traía debajo de esta y se quedaba en pura camiseta pero también fue removida y después paso a quitarse el pants que traía y quedando en puro short, ya que hasta sus calcetines salieron sobrando quedando completamente descalzo, eso a Hyuga le ponía aún más elevada la temperatura–creo que deberías hacer lo mismo, ambos trabajamos mucho el día de hoy te presto el baño para que te des un regaderazo –decía sin pensar y Hyuga lo veía un poco raro –pero no me malinterpretes no es que huelas mal, hueles bien… -se avergonzaba el castaño –bueno no es que te esté oliendo solo quiero decir que así descansarías mejor, bueno eso creo –cerraba su atropellado discurso.
-Si yo también lo creo, aunque en algo tienes razón huelo un poco a sudor –decía Hyuga –pero me podrías prestar algo de ropa solo traigo el uniforme en la mochila y no me lo quiero volver a poner –decía el megane.
-toma - le daba una toalla y un short - la llave del agua caliente es la derecha y la fría la izquierda –le explicaba –ahí adentro hay jabón y shampo por si quieres usarlos –indicaba, una vez todo aclarado Teppei le pidió que dejara su ropa sucia en el cesto del baño él la metería a la lavadora y secadora para que estuviera limpia para cuando se fuera y así fue, Hyuga saco el bote de ropa del baño y Teppei lo recogió.
-Claro que los usare idiota no me voy a enjuagar nada mas –hablaba y se metía al baño, tardo poco más de 10 minutos dentro bañándose, cuando iba a salir recordó que traía una playera limpia en su mochila y que esa podría usar para no tener que ponerse la ya sudada, iba a salir cuando en un descuido y como no traía sus lentes puestos tiro short y toalla dentro de la ducha mojando ambos, no tenía nada con que poder taparse al salir así que decidió gritarle a su amigo -¡Kiyoshi! –el castaño acudió al llamado tal parecía que aguardaba a que el pelinegro lo hiciera.
-¿Qué pasa Hyuga? ¿Acaso olvidaste cual era la llave de agua caliente? –bromeaba el castaño.
-No idiota, por accidente tire el short y toalla que me diste y ahora no tengo con que secarme y que ponerme, no puedo salir de aquí –decía Hyuga.
-esta bien no te preocupes ahorita te traigo otro short y otra toalla –le decía.
Antes de irse de ahí donde estaba parado el castaño Hyuga lo llamo –o por cierto no te preocupes por la playera en mi mochila ahí una limpia cuando salga la busco –le dijo, fue mala idea o buena depende de que ángulo la veas.
Teppei fue y busco otro short para su ciego y mojado amigo, y recordó que le dijo que tenía una playera limpia en su mochila, por querer ganar puntos con su amado y ser amable (rara vez funciona todos se dan cuenta que te gusta menos quien debe darse cuenta) fue y la busco a la mochila y se encontró con una sorpresa -¿eh? Mi camisa ¿Qué hace mi camisa aquí? –de la sorpresa de encontrar una prenda de vestir suya dentro de la mochila de Hyuga se le olvido que tenía que llevarle toalla y short y solo se fue a preguntarle por qué tenía esa prenda en su mochila.
-Hyuga –decía entrando al baño -¿Por qué estaba esto en tu mochila? –preguntaba.
Hyuga se sorprendía por dos cosas, la primera por que entro y lo vio completamente desnudo y la segunda porque el bobo del castaño había encontrado la camisa que el pretendía olfatear en un principio y ahora como se justificaría -¡¿Qué haces aquí dentro imbécil?! –decía tapándose con ambas manos su virilidad y con un sonrojo notorio en la cara.
-bueno es que me sorprendió encontrarme mi camisa en tu mochila –decía el castaño.
Mientras tanto Hyuga se metía de nuevo a la ducha y trataba de cerrar la puerta corrediza que había en ella –déjame cerrar esto Kiyoshi –le ordenaba ya que el castaño estaba empeñado en que le respondiera –te acusare de pervertido -le decía el pelinegro.
-si no me dices que hacia esto dentro de tu mochila pensare que el pervertido es alguien más –le decía sosteniendo la puerta para que no la cerrara y la jalaba hasta que lograba entrar a la ducha junto con Hyuga –Hyuga por favor dime –decía- necesito saber si soy correspondido –ya había llegado a la conclusión final.
Kiyoshi solo vestía el short y de arriba iba desnudo, en un movimiento de forcejeo Hyuga abrió las llaves del agua y Kiyoshi comenzó a ser bañado, a ojos de lo que podía ver Hyuga (por qué recordemos que es medio cegatón) le percibía sexy con todas esa agua bajado por su ser, se sonrojaba.
-¡TU ME GUSTAS IMBECIL! –le gritaba no era su máximo en confesión pero al menos lo logro y además ya estaba acorralado –lamento haberte dicho que eres un cabeza hueca, un idiota, un imbécil y decirte cosas que no te gustan como rey sin corona o ese apodo de corazón de hierro –decía y desviaba la vista para que Kiyoshi no viera ese sonrojo que por más que quisiera esconder era muy notorio.
-Me haces feliz, ahora sé que soy correspondido te quiero desde hace mucho tiempo –decía Kiyoshi abrazándolo.
-Por favor… nunca te separes de mí, yo también te quiero aunque te diga todo eso, siempre te he admirado desde que te conocí como el corazón de hierro y cuando me encontraste en aquel pasillo y me invitase al club de baloncesto, fui feliz porque podría ver a quien yo admiro y me empezaste a enamorar con esa actitud, que aunque no te guste te queda muy bien mi “Corazón de Hierro” –Hyuga recargaba su cabeza en el pecho desnudo y húmedo de Kiyoshi.
-Hyuga… -decía Kiyoshi.
-ya sé que no te gusta pero… -era interrumpido por Kiyoshi.
-Creo que algo más tomo la consistencia de hierro –decía señalando la virilidad suya y la del mismo –te harás responsable por esto –le decía con un puchero.
-Imbécil te dije que me gustas y estoy aceptando que estés aquí dentro, ¿tú que crees idiota? –No era muy amoroso que digamos –Te Amo Kiyoshi y no permitiré que te alejes de mi –lo besaba, un tierno beso que paso a ser más pasional.
-Hyuga yo también Te Amo, y nunca me separare de ti, lo prometo –después de decir eso continuaron ambos con ese beso que al parecer ya era necesario desde hace mucho tiempo, ambos continuaron con su primer encuentro, el que marcaría el inicio de un largo viaje en el que ambos ya habían comprado el boleto.