HanGeng no recordaba nada, slo de repente se encontraba en un lugar sin fin, sin inicio, totalmente blanco y puro.
Y lo observ caminar desde lo lejos, llegando hasta l en slo unos cuantos segundos, quiz un par de minutos, quin sabe, l slo apreciaba la belleza de aquel hermoso hombre.
Ojos razgados tal y como los suyos, labios gruesos, facciones afinadas, y una contextura tan delgada y linda.
…l tambin iba vestido de blanco tal y como ese lugar.
HanGeng sin percatarse de ello, estaba vestido de igual manera.
El contrario llega a l, y slo se queda mirandolo, observando cada detalle de su rostro, tal y como l lo hace.
Su piel es blanca, muy blanca, por no decir plida, pero vaya que es hermosa.
Aquel hombre coloca su delgada mano en la mejilla de HanGeng, sonriendole an, y suspira.
—No te dejar solo, HanKyung.— Voz suave, preciosa.
HanGeng est confundido, no sabe a que se refiere, slo sabe que ese chico, al cual le calcula una edad cercana a la suya, es hermoso.
No puede dejar de admirarlo, es que es la belleza ms grande que Geng jams haya visto.
Su cabello, rojizo, ms largo de como l lo trae, cubriendole cierta parte de la frente.
HanGeng asciende la diestra y acomoda el cabello de aquel hermoso chico, provocandole cerrar los ojos y sonrer ante su tacto.
Tan lindo, tan delicado, tan precioso.
—An no es tu tiempo, HanKyung.— Vuelve a hablar aquel hermoso desconocido.
HanGeng niega an ms confundido.
Y l toma las manos de Geng entre las suyas, sonriendole tan pacfico, tan tranquilo.
—No olvides mi rostro, no olvides mi nombre.—
—Eso quiero saber... Quin eres?— Por fin habla HanGeng, igualmente tranquilo, jams se haba sentido en tanta paz.
El contrario acrecenta su sonrisa a la par que entrecierra un poco los ojos.
—Soy tu ngel guardin... Kim HeeChul.—
"Kim HeeChul, Kim HeeChul". Jams olvidara ese nombre, no. Jams.
—An no es tu tiempo, HanKyung.— Vuelve a decir lo que haca un corto momento.
Y su corazn comienza a latir con rapidez, cuando HeeChul se acerca poco a poco a su rostro, uniendo sus labios en uno solo.
Un beso tan dulce, un beso que poco a poco lo fue sintiendo lejos, como si HeeChul se alejara de l.
Y recuerda su sonrisa...
—Despejen!— Escucha HanGeng aquel grito de repente, ahora sintiendose incmodo.
Y una gran opresin en su pecho le hace tomar una bocanada de aire, causandole abrir los ojos de golpe.
Observa ahora a unos cuantos hombres y mujeres a su alrededor, sonriendole, celebrando.
Celebrando qu? Dnde est ahora?
Dnde est HeeChul?
Se pregunta mentalmente mirando ahora a todos lados, ms que confundido, y cuando trata de levantarse, aquellos hombres que parecen ser mdicos, lo detienen de los hombros, y l siente un gran dolor a un costado de su cuerpo.
—Dnde est HeeChul?— Apenas puede formular palabras, y el mdico que an lo sujeta lo mira con extraesa.
—HeeChul?— Cuestiona de la misma manera, mirando a un lado suyo a una enfermera.
HanGeng se observa as mismo, y puede notar su ropa ensangrentada, y siente dolor en todo el cuerpo.
Se han formado lgrimas en sus ojos.
—Qu me ha sucedido?— Pregunta con la voz quebrada.
—Has tenido un accidente automovilstico, hijo.— Responde el mdico y nota como la enfermera regresa despus de haberse ido por unos minutos, diciendole algo al doctor al odo.
—Por quin preguntabas?— Se dirige la enfermera a HanGeng, y l de inmediato responde.
—HeeChul, Dnde est l? Hace un momento l y yo...—
—En verdad lo conocas?—
HanGeng no sabe que decir.
—Ese chico... Kim HeeChul, fue quien provoc tu accidente, y nos dijeron que cuando te vi salir disparado del parabrisas, inconciente, hizo lo posible por llegar hasta a t, pero l tambin tena heridas graves.— El mdico coloc su mano sobre el hombro de la enfermera, como si temiera de que prosiguiera, pues la respiracin de HanGeng empezaba a colocarse irregular, pero ella slo asinti.
—Cuando llegamos, l te tomaba del rostro y lloraba pidiendote perdn. A ambos los trajimos al hospital pero... …l muri hace apenas media hora.—
HanGeng sinti como si su corazn se detuviera.
Comenz a respirar an ms aprisa y cerr los ojos tan fuerte como pudo, y entonces empez a recordar.
…l acababa de salir del trabajo y conduca por la ciudad de Sel por la noche, tranquilo, escuchando msica en el radio, y cuando l pensaba en algunas cosas sin importancia, de repente sinti el fuerte golpe de frente.
Se senta agonizar en ese momento, no saba como pero haba terminado hasta el otros extremo de la calle, slo escuchaba los gritos de la gente a su alrededor, y senta terribles dolores en todo el cuerpo.
Entonces ese chico de piel plida y cabello rojizo, con el rostro ensangrentado, estaba llorando frente a su cara, HanGeng apenas poda verlo, tena la mirada desenfocada, vea luces parpadear, y escuch la voz contraria.
"—Perdname... No quera hacerte esto. Vive, por favor...—"
Y despus de ello sus labios, un beso.
Ya no record ni vi ms, hasta ahora.
HanGeng ahora en ese preciso momento se negaba a creer todo ello, eso slo poda ser una pesadilla.
Una maldita y cruel pesadilla.
"No olvides mi rostro, mi nombre... Soy tu ngel guardin, Kim HeeChul."
Esas palabras que HeeChul le dijo mientras estaba en agona, y su rostro, su rostro...
Recordaba de repente pequeas veces haber visto su rostro en la oficina, escondiendose de l.
A l le pasaba totalmente desapercibido.
No saba que HeeChul estaba enamorado de l.
Pero bien le haban dicho, que despus de que l confirm su futuro con su novia de haca unos aos, HeeChul haba salido enloquecido de la oficina.
—Mi ngel guardin...— Susurra y tanto los doctores como las enfermeras lo miran con rareza, como si hubiese perdido el juicio.
Pero no... …l no est loco.
A HanGeng ahora le duele ms el corazn que esos fuertes dolores y fracturas.
Porque ahora que HeeChul est muerto, se ha dado cuenta del tiempo que desaprovech, que jams lo volver a ver, que ahora l est perdidamente enamorado de su ngel guardin.
Fin.
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