Deambulo por las calles como un perro callejero, después de todo es lo más lógico. Me muevo como un moribundo mientras escupo sangre en el suelo y sobo mi estómago. Mis piernas fallan y de golpe me desplomo en el suelo, poco a poco empiezo a reír descontroladamente. Como las cosas pueden cambiar tanto. Lo único que no cambiara es todo lo que debo… Una lagrima rebelde escapa de mi ojo y la risa desaparece entre el frio nocturno.
FLASHBACK
-¿¡!MAMA , DONDE ESTAS?
-Baekhyun estoy aquí, en la cocina!!
Llegue corriendo a la cocina y la abrace por la espalda.
-MIRAAAA MIS NOTAS EXCELENTE NOTABLE NADA SUSPENDIDOO- Chille eufórico mi madre se giró con una gran sonrisa.
-Muy biennn que listo eres mi bebe- Mi madre era una mujer muy hermosa pelo castaño claro casi rubio, unos ojos marrones que tenían un brillo especial y sobretodo esa sonrisa que era tan brillante.
-No soy un bebe- Dije haciendo un puchero, como si estuviese enfadado.
-Para mí siempre serás un bebe, un bebe de 17 pero un bebe- Dijo riéndose con esa maravillosa sonrisa. Yo solo pude sonreír mientras la miraba.
-Bueno habrá que celebrarlo no ?- Me dijo ella.
-Claro
Fue perfecto aunque no teníamos mucho dinero y siendo sincero apenas podíamos pagarnos nuestro mini apartamento mi madre me invito a un restaurante. Estuvimos horas hablando riendo fue perfecto me hubiese gustado que mi padre estuviese ahí. No es como si estuviese muerto pero mi madre nunca me quiso hablar de él, le recordaba a una época “oscura” de su vida. Fue oscureciendo y volvimos a nuestro acogedor apartamento. Aunque nuestra casa no era de ensueños, ni grande era perfecta para mí. Tenía mucha luz y olía siempre a la comida de mi madre además estaba pintada de colores muy cálidos.
-Baekhyun- Dijo mi madre mientras mantenía la cabeza baja y se estrujaba las manos.
-¿Qué pasa?- Conteste algo preocupado, ya no sonreía más bien estaba algo nerviosa, lo pude notar por su sudor frio de su cuello.
-Mira Baek, me ha llamado un viejo conocido y me voy a reunir con él esta noche. Tenemos que aclarar unos asuntos- Me miro y raídamente se acercó a mi preocupada al ver mi cara de terror.
-No bebe no es lo que piensas, le voy a decir que ya no ofrezco esos servicios que ya no trabajo de eso- Dijo agarrando mis hombros para después abrazarme, me daba mala espina todo eso pero no quería preocuparla más y no me hubiese hecho caso.
-Claro mama, no te preocupes- Dije intentando ofrecerle una sonrisa.
-Bueno vete a dormir temprano, si tienes hambre hay una hamburguesa de ayer calienta la, me voy intentare volver lo más temprano- Cuando estaba a punto de irse.
-Baekhyun estate atento al móvil por si te llamo o algo, te quiero mucho no lo olvides- Esas últimas palabras me sorprendieron y a la vez me acojonaron.
-No soy un bebe se cuidarme, yo también te quiero- Dije sin intentar preocuparme mucho por esa última frase. Pero no fue posible se me quedaron dando vueltas en la cabeza.
Estuve mirando la tele hasta las dos de la mañana, me empecé a preocupar mi madre no volvía y si le había pasado algo. Un escalofrió recorrió mi espalda. No no Baekhyun no pienses eso o le va pasar algo malo tranquilízate. La pantalla de la tele se empezó a ver borrosa hasta que al final termine por dormirme.
-Piri Pirir Piriri cógeme Baekhyun cógeme- Era el tono de mi móvil me despertó de golpe. Me quite las lagañas con la manga de mi camisa y con los ojos algo cerrados conteste la llamada.
-Hola- Bostece
-Baekhyun, soy mama ¿estás en casa?
-Hola mama ¿como que no estás aquí con quien estas?
-Baek- Chillo de golpe- Escúchame es importante coge todo lo que tengas rápido y vete a casa de un amigo de acuerdo.
-Mama ¿Qué pasa?- Dije algo asustado
-Baek vete ya- Chillo
-Pero..
-Corre Baekhyun- Escuche un golpe y un chillido después
-Mama!!!- Me colgó de repente y volvi a llamar.
-El número al que usted llama está apagado o no puede contestar ahora mismo deje un mensaje después de la señal- Después de escuchar eso colgué y de golpe escuche un ruido era como de un coche eso hizo que me acojonara del todo un sudor frio navegaba por todo mi cuerpo, mis ojos estaban secos y estaba estresado presa del pánico.
Corrí hacia mi habitación casi cayéndome al suelo, entre a mi habitación y debajo de la cama agarre la maleta metí ropa sin ver del todo que estaba metiendo cogí una caja de mi madre.
Esta caja me la dio cuando era pequeño y cuando me la entrego me dijo que si pasaba algo me la llevase.
Fui directo al comedor me puse mis zapatillas antes de salir me dirigí a la nevera para coger algo de comida. De repente de la puerta emergieron dos voces como de dos hombres. Me acerque a la mirilla, sabía que tenía que huir no me estaba dando muy buena espina nada esto. Al acercar mi ojo pude ver a dos hombres trajeados, corpulentos en la puerta hablando entre sí.
-Derribamos la puerta a la de tres vamos- Chillo el más bajito, aunque los dos eran como dos gorilas.
Al escuchar eso corrí hacia el baño y lo cerré con el pestillo, estaba en blanco por donde podía huir. Escuche el ruido de la puerta caer y los pasos de los hombres como entraban.
-Dónde está?
-Mira en las habitaciones o tenemos un problema.
-Maldita puta tendríamos que haberle roto la mano para que no pudiese llamar.
Estaba asustado mi sudor chorreaba por todo mi cuerpo me temblaban las manos de reojo vi mi reflejo y casi pegue un grito pero si que me pegue un cabezazo contra las baldosas azules del baño, ruido perceptible para los asaltantes, me sobe la cabeza y al rato escuche como los dos gorilas aporreaban la puerta para derivarla.
Entre todo ese pánico por fin pude ver mi solución la ventana del baño, había distancia del piso al suelo pero prefería torcerme el tobillo en el peor de los casos a que esos dos me cogieran y a saber para que me querían. Agarre mi mochila y de alguna manera me cole por la ventana. Me agarre al marco de esta y mire al suelo buscando una manera para poder bajar. De golpe el sonido de la puerta cayendo me asusto y me deje caer.
Al caer me había dado un buen golpe en el trasero y me torcí la muñeca o algo parecido porque me dolía horrores. Me sobe el culo y me quite la suciedad de mi ropa.
-Está ahí!- Grito uno de los animales mientras miraba por la ventana.
Estaba un poco aturdido pero no lo suficiente para al ver la mirada de ese hombre no correr como si no hubiese un mañana.
Después de correr sin dirección por las calles de Seúl caí rendido al suelo y empecé a llorar mientras tenía un insoportable dolor en el costado debido al flato.
-Joder- Tosí y llore.
De golpe aparecieron dos borrachos o eso parecían.
-Que tenemos aquí niño no puedes escapar de casa a estas horas no sabes que es peligroso- Dijo mientras me pateo.
Me gire estaba enfadado después de huir de esa casa con esos matones y escuchar a mi madre por lo que parecía mi última vez no iba a dejar que unos borrachos me pateasen a su antojo por esa noche había tenido suficiente, o eso pensé.
-Que dices abuelo borracho eh! Preocúpate de ti o tendré que patear tu culo arrugado.
-NI—ATO NO ME HABLES A SI!- Cuando estaba a punto de aventarme un golpe en la mejilla fui más rápido y le pegue en la entrepierna. Al ver como caía en mi rostro apareció una sonrisa cínica.
-Pequeño diablo- Dijo su compañero que hasta al momento había estado callado.
-Que quieres el mismo destino que el de tu amigo- Le miro mientras en el asfalto frio se retorcía del dolor por la patada.
-Mierda- Y salió corriendo, después al final de la calle pude ver un coche no sabía de quien era y no quería descubrirlo por si acaso no me fiaba de nadie.
Seguí corriendo pensando donde podía esconderme, pero no tenía ningún amigo, al menos ninguno después de que se enteraran del oficio que tuvo mi madre.
Llegue a un parque y me deje caer en el banco estaba agotado no podía más había dejado de llorar porque aunque estaba triste no podía llorar más. De golpe bajaron de un coche negro los dos matones del apartamento y se dirigieron hacia mí. Quería correr pero por el cansancio o el miedo no respondían mis piernas.
-Vaya vaya por fin que rápido corres chaval, no te vamos hacer nada malo así que queda te quieto.
-Vamos mocoso entra en el coche no quieres ver la puta de tu madre? Pues se un buen chico y entra
-No pienso entrar que pensáis que soy imbécil malditos gorilas- Escupí al suelo mientras les miraba con despreció, sabía que no era la mejor elección y que lo lamentaría pero no tenía nada que perder porque dudaba que mi madre estuviese bien.
-Jodido niño de mierda- Caí al suelo después de recibir un puñetazo, me toque la mejilla y escupí la sangre. Antes de poder levantarme el que me había pegado empezó a patearme el estómago. No podía hacer nada estaba cansado y el dolor de sus patadas no me dejaba pensar. Solo escupía y tosía sangre.
-Vamos no te cebes déjalo vivo que el jefe lo quiere vivo- Dijo uno atrás sentado en el banco donde había estado yo antes.
Arañe la arena del suelo mientras escupía, el tipo me había dejado de pegar después del comentario de su compañero, ahí estaba mi manera de escapar cogí un puñado de tierra con mis manos y se la lance a los ojos.
-Maldito perro vagabundo como te atreves sarnoso hijo de puta.
De alguna manera me puse de pie y salí corriendo como si el mismo diablo me estuviese persiguiendo sabía que si me volvían a coger me matarían.
Fin del flashback.
Estaba en el suelo tendido y se me ocurrió el único lugar donde no me encontrarían, me levante agarrando mi mochila y caminando cojeando me dirigí a mi instituto. Me seque las lágrimas de mi cara y con las mangas sucias de mi camisa me limpie un poco la sangre de mi rostro.
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