Cubrí mi nariz y mi boca con la bufanda que llevaba, era un día frío y nevaba, así que no era el único que llevaba puesto algo como eso, mi cabeza era cubierta por un gorro negro. Mi bufanda y el gorro eran negros, todo yo iba de negro. No resaltaba pero al mismo tiempo lo hacía, llamaba la atención de personas que ni quería.
La luz se volvió verde y empecé a andar, esta fecha siempre era así desde hace tres años: triste y sola; y con mi humor por los suelos. No es que no pudiera cambiar, es que no quería hacerlo. No quería perder aquellos recuerdos que tenía y que si pudiera volvería a vivir sin tener la menor duda.
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No sé cómo es que he llegado aquí, lo único que sé es que hay muchos niños jugando con la nieve que recientemente acaba de caer, se ven realmente felices yendo de allá para acá persiguiéndose unos a otros con bolas de nieve detrás de ellos. Puedo escucharte a ti detrás de mí persiguiéndome como si fuéramos niños. Muerdo con fuerza mi labio inferior caminando lo más rápido posible de ahí. Así es ese día, todo lleno de recuerdos y todos de ti.
¿Eres feliz dónde estás?
¿Estará nevando por allá?
¿Estás bien?
¿Me.. recordarás?
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Vuelvo a soltar un suspiro, he caminando por muchos lugares de aquí y todos ellos tienen tu recuerdo. Te odio, ¿sabes? A pesar de que ha pasado mucho tiempo no puedo olvidarte, me es imposible y aún que suene estúpido sigo esperando por ti todos los días, aún espero poder verte a ti a un lado mío después de despertar, aún espero todo de ti.
Espero el tren que me llevará hasta casa, aún pienso en todo lo que quisiera hacer llegando a casa si es que estuvieras conmigo. Extraño esos inviernos contigo.
Por fin llega el metro que me llevará a casa. Subo en él como cientos de personas más, todas me empujan… ese día no tengo ganas de replicar nada. Me ha tocado estar frente a la puerta del metro, me sirve un poco; al menos no tendré que ser empujado nuevamente para poder bajar primero.
Miro mi reflejo en el vidrio, mi rostro se ve triste, opaco. “Mañana ya estaré mejor” me repito a mí mismo, hay ojeras en mi rostro al igual que un rastro de lágrimas en mis mejillas, de nuevo lloré sin darme cuenta, ese día no puedo evitar derramar lágrimas.
Miro por el vidrio a las personas a mi alrededor para ver si alguna de ellas no ha visto mi semblante.
r13;Yuu.. r13; Susurré. Voltee rápidamente hacia donde te encontrabas para poder verte después de tanto tiempo; pero no estabas, solo vi como gente se me quedaba viendo ante mi repentina acción y de nuevo no pude evitar soltar una lágrima. “¿Qué parte de tu mente no entiende Takanori que él no regresará?” Me digo de nuevo en mi mente. “¿Tantos son mis deseos de verte Yuu?”
La puerta se abre y salgo lo más rápido que puedo de ahí hasta llegar a la salida del metro, miro al cielo deseando una vez más poder estar a tu lado, que estés aquí conmigo como me lo habías prometido.
“r13;Te lo prometo, Taka.. regresaré por ti.”
Vuelvo a caminar rumbo a mi casa, casa en donde tú y yo vivimos por años, hasta que tuviste que irte…
r13;Sé que hay mejores personas que yo y es por eso que no has regresado.r13; Me digo a mi mismo sin dejar de caminar.