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Botones, Locuras y Aceptaciones por HeartBreakerGirl

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Notas del capitulo:

¡Hola!


Es muy tarde por aquí, pero después de cuatro días, terminé de escribir este one-shot. Planeaba subirlo el miércoles, pero bueno... el tiempo y los deberes universitarios no están de mi lado.


Me hubiera gustado celebrar con más cosas mi semana de escritora, pero ni modo. Todavía estoy contenta por presentarles esta pequeña historia.


Esto salió de mi cabeza hace dos semanas y media. Poco a poco las ideas fueron acentuándose. Ha sido tan divertido escribirlo <3


Este one-shot se lo dedico a mi soulmate, Tzy (G-tzii) por su cumpleaños. ¿Te acuerdas que te dije que te tenía un tercer regalo y que fueras paciente? Pues bien, este es el mío <3


Lo hice con mucho cariño y diversión.


Sin más, lean ^^

        BOTONES, LOCURAS Y ACEPTACIONES

 

“El amor, como ciego que es,

 impide a los amantes ver las divertidas tonterías que cometen”

-William Shakespeare.

 

Millones de personas en este mundo viven su vida y cada una de ellas, lo hace a su modo. Después de todo para eso estamos aquí, en nuestra fugaz existencia sobre la Tierra, todos soñamos con dejar huella o vivir lo que nos toca. Cada uno puede tener un objetivo, dependiendo de las condiciones en las que nos encontramos y seguir lanzándose detrás de él, sin duda alguna. Como también algunos  solemos vivir sin metas o sin esperanza, tratando de sobrevivir, si es que no han decidido poner fin a su existencia.

Es fascinante.

Porque al final del día, no importa si llevamos una vida buena, mala o aceptable. Nuestro amor propio a nuestra identidad es lo que más prevalece. La vamos forjando poco a poco, pasando por errores y aciertos.

Y es así que nuestro planeta está lleno de matices de colores. Cada individuo tiene su propia aura y su propio eje. Cada persona arrastra consigo su pequeña comunidad.  Partiendo desde aquí, el punto más importante de nuestra vida.

El conocer a otros seres humanos.

Maravilloso, la manera en que se cumple lo que alguna vez dijo Aristósteles: “El hombre es un ser social por naturaleza” . Durante el tiempo que vivamos en este mundo siempre estaremos conociendo a personas, al menos un centenar de ellas pasan por nuestra humilde existencia. Algunas solo aparecen una vez y nunca las vuelves a ver. No es gran cosa porque no dejaron una impresión en ti o no tuviste el tiempo suficiente para conocerla. Otras se convierten en simples conocidos, no sabes de su vida y él no sabe de la tuya, pero saben del otro de vista. También, los que de manera forzosa o no conviven contigo a diario. Estos serían los compañeros de escuela, universidad o trabajo y luego están, esas personas, que muy aparte de tu familia, dejan una marca en ti. Ellos o ellas, que serán tus amigos para toda  la vida y por último, aquel, el único o única que se lleva tu corazón.

Cuando encuentras a esa persona, más importante de la lista, supones que tendrás un recuerdo anecdótico o memorable de ese día. Es una fantasía muy bonita, si tienes suerte la vivirás y si no, pues… al menos siéntete agradecido por haberte tropezado con ella.

Todo depende que si te das por enterado que la hallaste. A veces algunas personas son un poco despistadas. Es una manera bonita de decirles idiotas con cariño.

Eso fue lo que pasó con Seung Hyun, el día que conoció a Ji Yong fue en un día realmente malo. No del tipo peligroso, pero sí de mala suerte. Era uno de esos momentos en qué todo empezaba mal. Desde que se levantó y se golpeó contra la esquina de la cama, Seung Hyun  tuvo un aviso de esos días. No entendía el porqué tenía que sucederle precisamente en un día importante para él. No es que le ocurriese a menudo, pero de las pocas veces… ¿tenía que ser hoy? ¿Qué había hecho para merecer congraciarse con la parte fatalista del universo?

No había podido desayunar, cuando casi alcanzó a hacerlo durante el primer descanso entre las dos clases, se dio con la grata sorpresa que la cafetería estaría cerrada hasta la mañana, se tuvo que conformar con un paquete de galletas de soda en el kiosco más cercano de su campus porque había olvidado su billetera, la moneda hallada en su bolsillo le salvó de morir de hambre y ¿lo más dulce? Llevó la carpeta equivocada del trabajo. Sí. Dejando de lado la vergüenza a la que se vio sometido, fue una suerte, si se la podía llamar de esa manera, que su profesor confiara en su legajo de buen alumno y le diera la oportunidad de presentárselo mañana.

¡Estaba en el séptimo ciclo, Dios! ¡No existían novatadas a esas alturas!

Entonces cuando vio a Ji Yong por primera vez en su vida, no sabía si echarse a reír o a llorar en el suelo mientras la horrenda lluvia caía sobre él. Punto aparte él no trajo un paraguas. ¡Qué sorpresa! Empapándose completamente sin piedad de los cielos.

 Él no se quedó impresionado con Ji Yong, el chico no fue el motivo que le hizo detenerse en medio de la acera. ¡Por supuesto que no! Si no… que esto condecoraba su humilde día, la cereza del pastel acababa de ser puesta en definitiva.

Había tres tipos de personas en el momento que Ji Yong se cruzaba en sus caminos. Un tipo le ignoraban, pasaban de largo de él. Otro tipo le miraban como si estuviese fuera de sus cabales y algunos en una minoría diminuta, les hacía gracia. ¿Él en dónde estuvo? En el segundo grupo. Su rostro evocaba un poema facial que decía: ¿Qué demonios?  Pero hubo una diferencia notoria entre ellos y él, el grupo donde pertenecía siguió su vida, pero él no. Todavía seguía anclado sobre la acera, sintiéndose derrotado por la fortuna.

¿Qué iba hacer al tener esa visión, después del desastre de día qué tuvo? Él veía a un joven pelirosa cantando a pleno pulmón por la calle, sin llegar a alterar el orden público y daba brincos, en vez de caminar como una persona normal en plena lluvia. Tenía auriculares puestos. Sostenía con una mano su paraguas y con la otra un frasco enorme de Dios sabrá qué. Vestía un polo grande holgado de color negro con unos estampados deformes y lo más utópico del mundo,  la enorme falda plisada que calzaba del mismo color que su polo y le llegaba a la rodilla. ¿Acaso tenía sangre escocesa? No tenía las piernas desnudas, más bien unos leggins de color rojo brillante le cubrían. No sabía si a esas alturas eran eso o pantalones de cuero, desde ahí no podía ver bien y esos enormes zapatos de blanco y negro, le hacían ver pequeño.

 

Because your sex takes me to paradise
Yeah your sex takes me to paradise
And it shows, yeah, yeah, yeah

 

Reconoció la canción, era de Bruno Mars e inapropiada para cantarla en público. Se trataba de una oda total a los sentimientos que se producen al tener relaciones sexuales. Él no cantaba mal, aun así cualquiera pensaría que estaba haciendo invitaciones sugestivas, pero él parecía lucir inocente. Como si lo que cantara estuviese bien y fuera normal.  Nada tenía sentido con él y con el mundo.

 

Oh, yeah, yeah, yeah
Oh, yeah, yeah, oh, yeah, yeah

 

¡Porque Dios esto era lo más bizarro que le pasaba en el día!

Y cuando él definitivamente se hubo recuperado de sus lamentaciones y de lo ridículo que se veía inactivo en el pavimento, además de recordar que pescaría un enorme resfrío gracias a su momentus lapsus de estupidez, se dispuso a seguir con su vida. Pararse a culpar a un extraño de su pésimo día, sin que esa persona tuviera noción que lo hacía y que no se percatara de su existencia, no dejaba de ser raro. Bueno, no más raro que ese chico. Aunque era un alivio que no lo notara.

Seung Hyun solo alcanzó a dar unos pasos y él pudo optar por ignorarlo, continuar con su camino, pero no lo hizo. Aquel chico en medio de su ensismasmiento al estar cantando, agitó el frasco con fuerzo y no sabía cómo, él no era un adivino y no había momento para ponerse a dilucidar misterios, la tapa se abrió y todo su contenido se derramó en el suelo. Seung Hyun, en ese momento, descubrió que lo que llevaba eran botones. Sí, miles de botones de colores, desperdigados en la acera y eso hacía su día mucho más desconocido

¿Lo más particular? Los botones eran grandes y tenían diversas formas, algunos incluso demasiadas estrafalarias. La pregunta del millón era… ¿A quién le gustaría coleccionar botones y cómo los conseguiría? ¿En serio? ¿Acababa de generarse una segunda pregunta? Él no estaba bien. Definitivamente no.

Quería creer que un alien tomó posesión de su cuerpo o mejor dicho, sufrió una abducción por parte de ellos. Porque no había manera de explicar que él, se agachara para ayudarle a recoger los benditos botones y no, él no sentía que era el momento para aplicar sus buenos modales.

Lo miró de reojo, observó que aquel chico rápidamente atrapaba los botone más delicados, antes que la gente los machacara por completo con sus pisadas. Los ponía en el tarro y él hacía lo mismo.  Sus cabellos se humedecían, el paraguas estaba tirado por un rincón del pavimento y su expresión no era de molestia o tristeza, él seguía con el mismo espíritu de antes, cantando la canción.

Suspiró, suplicando paciencia. Le dolería la cabeza tratar de entender su día. Hasta que se fijó en algo.

 ¿Eso era un botón en forma de flor?

¿Qué diablos? ¡Basta!

Sacudió la cabeza y siguió con su tarea. No supo cuánto tiempo estuvieron así, pero cuando se dio cuenta que él sostenía el penúltimo botón y ese chico llevaba por consiguiente, el último. Se acercó a depositarlo. Dispuesto a murmurar una pequeña frase o palabra y desaparecer de su vida. Él, en serio, necesitaba llegar a casa.

-¡Listo! Aquí tienes- murmuró, palmeándose las manos.

El chico sonrió, metió el otro botón y cerró bien la tapa del frasco. Lo miró, Seung Hyun supo que hablaría, lo más seguro era para agradecerle. Solo tenía que aguantar un rato más y luego irse.

-¿No me vas a decir que estoy loco?

¿Qué?

El tipo aun le sonreía y tenía una cara que decía: ¡Oh, sé lo que piensas!

-Vamos. Dímelo, atrévete a decirme tu verdad- rió brevemente.

No se le pasó por lo alto, la manera singular de su declaración. Seung Hyun experimentó enfado ante sus palabras. ¿Quién era él para retarle? ¿Quién se creía que era? Las arrugas de su frente se juntaron, manifestando por partida doble su molestia.

-En serio, no hay problema.

Su voz sonó afable y eso le sacó de las casillas.

-¡Estás loco!

Amó la sensación burbujeante en la punta de punta de su lengua. Ese sentimiento que pregonaba: ¡Tomáte esa, idiota!  

Lástima que el efecto duró muy poco, enseguida recibió un buen golpe en su hombro.

-¡Ay! ¡Dijiste que no había problema!

Seung Hyun se quejó restregaba su mano en la zona afectada.

-Lo siento- la cara del pelirosa indicaba culpabilidad mientras se mordía el labio-No mentí. Todavía planteo que no me enojas- Seung Hyun le daba una mirada de muerte- En mi defensa, creo que mi inconsciente o parte irracional, no se pone de acuerdo con mi consciencia o parte racional.

 El chico se mordía las uñas, dubitativo. Seung Hyun pudo ver en sus ojos que él de verdad lo creía.

-¡Pues dile a tu magnífica inconsciencia, gracias de mi parte, eh!

Seung Hyun habló con todo el sarcasmo que tenía para dar  y se puso de pie. El pelirosa le imitó en el acto.

-Tampoco seas así.- le recriminó suavemente. ¿En serio? ¡Dónde estaba la cordura del mundo!- Aun así gracias, por ayudarme. En recompensa, te invito a tomar un café caliente.

-¡Eh, no es necesario una recom…!

Seung Hyun ya preparaba su argumento de rechazo, él moría por estar en casa y … ¡Por supuesto que no se dio! ¡Porque alguien le interrumpió, jalando su muñeca y arrastrándole en el proceso, por las calles!

-¡Espera! ¡Solo necesito estar en casa! ¡Ni siquiera te he dado el sí!- Seung Hyun en voz alta manifestó, tratando de zafarse del agarre.

Al menos la lluvia ya no le mojaba, tenía la mitad de ese paraguas enorme, sobre su cabeza. ¿Cuándo él cogió el paraguas tan rápido? Seung Hyun se asustó un poco. ¿Tan distraído estaba en plantearle su ya arruinada negativa…?

-¡Eres grosero!- acusó desesperado por escabullirse y enfadado, en partes iguales- ¡Te estoy hablando!

No sabía como el tipo tenía tanta fuerza. ¿Había mencionado que quería estar en su casa? Pues lo volvía a re-afirmar de nuevo en su mente: ¡Deseo estar en casa!

Tuvo efecto sus gritos a medias, el pelirosa se detuvo, sin soltarlo y volteó a encararlo.

-¿Tú casa queda cerca?- enarcó una ceja.

Buena pregunta. En realidad quedaba a unas quince cuadras, de más decir que no podía subirse en bus porque su carnet se encontraba en su olvidada billetera, ni soñar subir en taxi. Por eso estuvo caminando bajo la lluvia sin paraguas porque le agarró desprevenido en el camino y no podía entrar a algún establecimiento, al menos que tuviera dinero, cosa que no poseía por el momento. Sí, el día apestaba.

Seung Hyun no le iba comentar esos pequeños detallitos.

-No.

-Entonces acepta el café caliente. La gripe será más fuerte si sigues caminando bajo la lluvia.

-Pero yo iba a tomar la siguiente parada de autobús- mintió descaradamente.

-¿Y por qué no lo cogiste en la parada anterior?

El pelirosa le escrutó con la mirada.

-Porque quería caminar un poco y la lluvia me tomó desprevenido- lo segundo si era cierto, el resto no. Hay que ver como mentía hoy.

-Si tú lo dices, te creo.

El chico no parecía tragarse su mentira del todo.

-De igual manera, toma el café conmigo. No me hagas quedar como un maleducado.

-¿No darás tu brazo a torcer, cierto?

Seung Hyun adivinó con suspicacia.

-¡Exacto!

Seung Hyun suspiró. El detestaba admitirlo, pero seguir caminando en la lluvia era peligroso para su salud, no podía darse el lujo de faltar varios días a clases y ahora se le presentaba la oportunidad, técnicamente de oro, para resguardarse en algún lugar bajo el diluvio, que había decidido presentarse en Seúl, sin pagar ni una moneda. Pues todo lo saldaría aquel muchacho.

No había opción, debía ser sensato.

-Está bien.

La cara del pelirosa se iluminó, él pudo ver sus ojos brillando. ¿De dónde salió aquella extraña criatura?

-¡Te llevaré a un buen lugar, me darás la razón!

Seung Hyun salió desprendido de su estado inerte, casi se cae contra el suelo y el tipo ni siquiera pidió disculpas. Realmente había conocido a la locura personificada y … ¡Oh, sí! Las calles se vieron inundadas al ritmo de Born this Way. ¡Él cantaba otra vez y peor, hacía intentos de baile debido a la posición en la que se hallaba no era la ideal! ¿Quizá debería cavar un hueco y morir ahí mismo?

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CUATRO AÑOS Y MEDIO DESPUÉS

Los restos de lo que alguna vez fueron hojas llenas de vida, ahora convertidas en unas rojizas y amarillas, descendieron suavemente al compás de un baile tranquilo sobre la cabeza de Seung Hyun. Este al darse cuenta, llevó su mano hacia su cráneo y sacó el resto de ellas fuera de su cráneo, riéndose grácilmente. Miró, por un breve segundo, el cielo teñido de un hermoso azul intenso y sonrió antes de entrar a la cafetería. Nada como el otoño, su estación favorita. El tiempo era muy fresco y le permitía salir a pasear cuando quisiera, disfrutando del ambiente, como lo haría ahora.

El local estaba semi-lleno, lo que le hacía amar más el otoño. A estas horas y en esta temporada, la mayoría de los ciudadanos coreanos aprovechaban para salir a caminar o irse de excusión. Era muy bueno, así no se sentía mareado al ver a una muchedumbre. ¡Benditas costumbres coreanas! ¡Amén! Encontrar a sus amigos con su vista fue fácil, una vez más amaba el otoño y una vez que los ubicó, caminó hacia ellos con toda la paciencia del mundo.

Podía reconocer la silueta de SeungRi a espaldas suyas, no importaba que usara un gorro de lana, a su lado estaba Young Bae en la misma posición, el quien no reconociera sus amplios músculos era ciego, con Daesung no podía contar esta vez porque se fue de vacaciones con sus padres, nada fuera de lo normal, el chico amaba las tradiciones familiares y por último, a su mejor amigo llamado Kwon Ji Yong. Sí, ese que conoció hace cuatro años y medio.

No le sorprendió su vestimenta, un saco delgado de lana con botones grandes. Ji Yong amaba las dos últimas cosas. A veces solía molestarle con mencionarle que era una oveja en carne y hueso.

Seguía pensando que Ji Yong era la persona más loca que había conocido en su vida, pero no tan loca como antes. Esa oración tenía sentido, si la vivías en carne propia. Es difícil de explicarlo sin que te enredes en un gran nudo.

Con una sonrisa satisfecha por su razonamiento, se sentó al lado de él, quedando al frente de Young Bae y SeungRi.

Frescamente robó una de las papitas de Ji Yong y se dedicó a saborearla a su gusto.

-¿Creyendo que eres dueño del tiempo?-Ji Yong se burló de Seung Hyun. A veces le exasperaba su tranquilidad- Me alegro que disfrutes tanto de mi comida. Por favor, come más.

Evidentemente usó sarcasmo. Seung Hyun terminó de masticar el primer pedazo, lentamente para irritarlo y dirigió su mirada a los del frente.

-¡Hola chicos!

-¡Hola, hyung!

-¡Hola, Seung!

Escuchó a la pareja, saludarlo divertidos entre risas. Ensanchó más su sonrisa.

-Y se da el lujo de ser educado. Gracias por honrarnos con tu presencia, señor Choi.

Seung Hyun miró a Ji Yong, sin perder su chispa de buen humor y arqueó las comisuras de sus labios en una sonrisa petulante.

-Por supuesto que soy educado. Soy un buen chico- recalcó lo último, Ji Yong bufó- Y tomo tu oferta, esas papitas son mías. Al fin al cabo, no ibas a comer más, ¿cierto?

Seung Hyun no se esperó la respuesta y haló la bandeja hacia su sitio. Conocía a Ji Yong y él no había bromeado con sus últimas palabras.

-¡Rayos, tienes razón!

 Ji Yong sonó falsamente decepcionado.

 -¡Ya sabes compañero, lo disfrutaré en tu nombre!

-¡Oh, gracias!

 Ji Yong posó su mano en su corazón, simulando estar conmovido.

-Si ya terminaron con su interesante plática- SeungRi se hizo notar- Hablemos del tema que nos tiene reunidos por acá.

-Lo siento, Ri- el tono de voz de Ji Yong sonó ligeramente apenada- Cierto,  el cumpleaños sorpresa de Daesung, que no pudimos celebrar hace meses.

-¿Por qué tenemos que celebrarlo si ya pasó?- Seung Hyun no entendía.

-Porque se trata de Daesung- explicó Young Bae.

Tenía un punto válido. Eso acallaba sus quejas.

-Cierto- aceptó, mostrándose de acuerdo- Entonces, ¿qué haremos?

-¿Ir de campamento?- sugirió SeungRi.

-En dos semanas, él regresa del campamento. ¿En serio, Ri? ¿Quieres meterle en otro?- Young Bae rodó los ojos.

-Solo decía- SeungRi se defendió- A veces como novio no apoyas, pareces bruto.

Ji Yong y Seung Hyun se carcajearon de lo lindo, escuchando la ofensa del maknae.

-¿Bruto?

Young Bae no se lo podía creer, enarcó una ceja y más cuando escuchó a Ji Yong ocultar en una falsa tos, cierto.

Se veía que ni en lo más mínimo se arrepentía, ni siquiera porque Seung le dio un ligero codazo en las costillas.

-¡Tú necesitas aprender maneras, Bae!- reprochó el menor.

-Pero no te voy a esta mimando todo el tiempo. ¿Acaso lo quieres tú?

-No, no va conmigo- SeungRi se estremeció.

-¿Ves?

Lanzó un chasquido con sus dedos, la victoria se escuchó en la voz de Young Bae.

- No estás entendiendo el punto- SeungRi meneó la cabeza, exageradamente consternado- No tienes remedio, Bae. No importa, hablaremos en casa.

SeungRi acarició su mano y Young Bae no podía quitarse la sensación de sentirse como un perro, frunció el ceño unos segundos y luego se echó a reír.

-Tú tampoco cambias, Ri.

Los cuatro en la mesa soltaron fuertes carcajadas.

-Propongo que alquilemos el local de su restaurante favorito y hagamos una fiesta- propuso Ji Yong.

Seung Hyun dejó de comer en el acto. Maldijo mentalmente.

-No es mala idea- Young Bae se tocó la barbilla pensativo y SeungRi asintió conforme- A él le va a encantar.

¡A mí, no! ¡Por supuesto que no! ¡No, no y no!

Seung Hyun se decretó a si mismo, abogar por las causas de no ser una buena idea, aunque sabía que llevaba las de perder.

-Número uno, Seung Hyun quita esa cara de horror que andas guardando

 No fue necesario que Ji Yong se volteara a mirarlo mientras enumeraba el contra-argumento con sus dedos, a la par que lanzaba comentarios.

-No te molestes en negarlo- Seung Hyun frunció más el ceño- Tampoco hables.

¡Genial y él como idiota le obedecía!  

-Número dos, aclarado el primer punto. Aceptarás esa fiesta porque irán pocas personas. No morirás, Seung- el susodicho pujaba por manifestar algo minúsculo, pero no podía. Ji Yong lo tenía agarrado por todos los flancos- Número tres, tienes que pensar en la felicidad de Daesung. ¿Cuántos años llevan de amistad? Número cuatro, si te niegas a pesar de las razones antes mencionadas, te juro que encontraré una soga y con una hacha te llevaré a la fiesta. Entonces, ¿aceptas de una vez, sí o no?

Ji Yong en todo su esplendor demostrando su lado violento. ¡Tan amoroso, él! Por eso mantenía que su mejor amigo es loco, pero él no se dejó vencer ante estas últimas palabras tan bruscas.

-Llevas el hacha y saco la katana. Es rápida y mortal.

-¡Te gustan las armas grandes, eh!

-Sí, pero no es necesario sacar las armas- Seung Hyun hizo un ademán con su mano- Iré a la fiesta y si esperabas que dijera que tienes razón, solo diré… me has hecho pensar. Nada más. Que quede claro.

-Por supuesto, capitán Choi.

Ji Yong hizo la señal de lealtad de modo tan gracioso que todos terminaron riéndose.

-¿Contrataremos buffet? ¿Quién se hará cargo de las bebidas?- SeungRi preguntó.

Seung Hyun tenía la respuesta para la segunda pregunta y todos esperaron ansiosos porque se habían dado cuenta que abrió la boca, sin embargo nada salió de sus labios. Todos le miraron extrañados.

-Sigan conversando normalmente- el mayor masculló entre dientes.

La pareja le hizo caso y parlotearon entusiasmados de la vida, sin caer en exageraciones. Seung Hyun se vio obligado a fingir una risa tan natural, que cualquiera creería que era real. Ji Yong se dio cuenta de lo que pasaba, ambos desarrollaron una señal de emergencia para estos casos. Seung Hyun tomaba su mano disimuladamente y le daba dos apretones.

Traducción: Ex novia pesada al acecho.

Discretamente Seung Hyun le señaló el objetivo. Una despampanante pelirroja.

El menor no perdió el tiempo, movió su cuerpo más cerca de Seung Hyun, alzó su mano y comenzó a acariciar su cabello, lo hacía tan suavemente y miró los ojos del mayor sin temor. Mientras tanto Seung Hyun posó su mano en una de las mejillas de Ji Yong, dándole tiernas caricias. Esta situación no era nueva, es un acuerdo que ambos tenían. Daban la apariencia externa de ser una adorable pareja, sin ser excesivamente cursis.

Young Bae y SeungRi, fingían fastidio y rodaban los ojos, al “percatarse” del nuevo estado de la pareja.

-Estamos hablando un tema importante. ¿Hola?

SeungRi protestó.

-¿Van hacer esto ahorita?

Young Bae secundó a su novio.

-Ahora sí, estás apoyándome como debe de ser- SeungRi aprovechó para comentar.

El moreno bufó y los demás rieron entretenidos por el comentario del maknae.

-Déjame, Bae. Quiero tener un momento con mi novio- la irritación se palpó en Seung Hyun, no dejaba de mirar a Ji Yong- ¿No puedo?

-No seas aguafiestas, Bae- comentó Ji Yong, sonriendo a Seung Hyun- Tienes a tu novio para distraerte. Te tengo noticias, lo tienes a tu lado.

-Tsskk… con amigos así, no se puede- refunfuñó molesto.

SeungRi le consolaba abrazándole con cariño.

-¿Está cerca?- susurró el pelinegro.

-A la mitad.

¿Otro método que crearon? Susurrarse, viéndose más íntimos para el público.

-Mmm… te has hecho un tinte nuevo en el cabello y te los has cortado- Seung Hyun mencionó muy cerca del rostro de Ji Yong. Este percibía el aliento de Seung Hyun mezclándose con el suyo- Me olvidé de comentarte, te queda muy bien.

Ji Yong tenía la manía de tintarse el cabello o cambiarse de look, cada cierto periodo de tiempo.

-Gracias, es mi color natural.

-Lo sé.

-Mucho sabes de mí.

-A estas alturas… ¿qué no sé?- Seung Hyun elevó una de las curvaturas de su boca- Si sigues así, te quedarás sin pelo.

-Veré si tomo o no tu consejo.

-¡Qué gustarte tener la última palabra!

-¿Es parte de mi encanto?- realzó Ji Yong orgulloso- ¡Vamos! No te puedes quejar. Si no me pintara el cabello, nunca me hubieses visto de rubio. Te gusta ese look en mí.

-Es el que mejor te queda- admitió Seung Hyun- ¿Falta poco?

-Muy poco.

-¡Showtime!-murmuró.

Seung Hyun se inclinó despacio, pretendiendo quedarse embobado por Ji Yong y sus labios tocaron los del menor, dándose así un beso tranquilo, breve y profundo. Ji Yong le correspondió con la misma calma, siguiéndole el juego. Ambos eran conscientes que unos minutos serían interrumpidos.

Contaron hasta once en sus cabezas, simultáneamente.

Pararon al momento de escuchar una voz aguda y estridente.

-¡¿Seung?!

-¡Oh!- Seung Hyun fingió una genuina sorpresa- ¡Hola! No esperaba verte por aquí, Bom.

Los miembros restantes de la mesa, se fijaron en la muchacha. Presentaba un aspecto regularmente alto, su cuerpo estaba recubierto de un ceñido vestido de color azul marino, dos enormes aretes cubrían sus orejas, su larga cabellera pelirroja estaba recogida en una media cola, el flequillo tapaba su frente y poseía unos bonitos ojos almendrados de color marrón, el maquillaje ahumado les daba más enfásis.

-Lo mismo te digo, Seung- su tono se oía extremadamente precavido. El ambiente se tornó incómodo- Tiempo que no te veo.

-Sí. El trabajo me tiene ocupado, ya sabes- Seung Hyun trató de aligerar el ambiente, hablando sin importancia- Pero me las arreglé para darme un tiempo con mis amigos y mi novio.

Bien. Era oficial para ella. Se notaba que aun no asimilaba verlo besándose con otro hombre, mucho menos lo haría cuando Seung Hyun lo verbalizara. Bom permanecía en shock internamente.

-No mentías cuando me dijiste que eras bisexual- Bom habló precavida.

-No bromearía con algo tan serio- destiló con éxito un aspecto digno. Quizá debería dedicarse a la actuación- Soy bisexual.

Seung Hyun se encogió de hombros.

-Pero que mal educado soy. Ellos son mis amigos, Young Bae y SeungRi, y como adivinarás, este es mi novio, Ji Yong.

El pelinegro tomaba una postura tan fresca, que Bom tuvo muchos problemas para lograr dominarse.

-Mucho gusto- saludó a todos de manera general.

Ellos le respondieron asintiendo levemente la cabeza.

-Igualmente- Young Bae habló por todos.

- Mucho gusto. ¡Oh, cariño ella es muy bonita!- Ji Yong halagó inocentemente- ¿Es tu cliente o compañera de trabajo?

Ji Yong lo hacía para hacerla rabiar, así quedaron él y Seung Hyun para espantar a ex novias latosas.

-Ex novia- respondió Seung Hyun antes que Bom- Sabes que no tengo secretos para ti, amor.

-¡Oh, normalmente esto sería incómodo!- Ji Yong tranquilizó a Bom, la veía temblar su mano ligeramente, ella ni cuenta se había dado. ¡Perfecto!- Pero no tengo problema. ¿Gustas sentarte? Veo que tu mano tiembla, ¿estás bien? Young Bae-llamó la atención del moreno, Ji Yong lucía preocupado- Córrete un poco para que Bom descanse por unos minutos.

El moreno no dudó en acatar lo que pedía, Ji Yong. Bom nunca en su vida, supo lo que se siente cuando estalla una bomba y en ese momento, alcanzaba peligrosamente a comprenderlo. ¡Po Dios, Ji Yong le señaló de algo que ella no notó en su propio cuerpo! ¡Su vergüenza aumentaba cada vez más!

-¡Tienes razón, cariño!- Seung Hyun tenuemente alarmado, le cedió la razón- No sé qué me pasa hoy que no recuerdo mis buenos modales. Siéntate no es bueno que estés parada mucho tiempo- Seung Hyun señaló el espacio que Young Bae le hizo- Menos mal que te tengo aquí, Ji. Me haces recordar las cosas que se me olvidan.

El mayor le obsequió una bonita sonrisa a Ji Yong y este hizo lo mismo con él.

-No incomodarás si eso te preocupa. Me hará bien estar cerca de Bae- intervino SeungRi, invitándole cordialmente.

Algo en Park Bom estalló. La manera tranquila en que ellos dos se encontraban, ellos eran sinceros, se les notaba en los ojos la química que tenían y la actitud de Seung Hyun, le superaba demasiado. No lo soportaba. Sabía que ellos no tenían malicia contra ella, aun así no podía evitar sentirse enferma y ultrajada.

-No. Vine a reunirme con unos amigos, no será necesario- Bom con los dientes rechinándole, procuró encontrar amabilidad donde no la tenía. Ji Yong no tenía la culpa de tener a un imbécil como novio- ¿Y Seung?

-¿Sí?

¡Plaff!

El sonido de una sonora cachetada se escuchó en el local, varios curiosos se voltearon a verlos. Seung Hyun tenía los ojos desorbitados, al parecer lo tomó por sorpresa.

-¡¿Por qué pegas a mi novio?!- reclamó Ji Yong, sobando turbado la zona afectada del mayor- Él no te ha tratado mal, yo tampoco. Creí que eras alguien bueno.

El semblante de Ji Yong reflejó desilusión hacia su persona, algunas líneas de sus facciones se tornaron adustas.

-Lo siento, Ji Yong. Pero Seung Hyun lo sabe.

-¡Eso no explicación suficiente para agredir a una persona! Hacer una escena donde todos miran no es agradable- los comensales pillaron la indirecta y siguieron comiendo- ¡Solo porque Seung está explorando esa parte de su sexualidad conmigo!

Seung Hyun peñizcó a Ji Yong en la pierna, pasando desapercibido para el resto, él se estaba pasando con la actuación. Ji Yong no mostró signos de haberle sentido, el maldito sabía disimular perfectamente. Young Bae y SeungRi se mordieron la lengua para no reírse.

-Cariño, baja un poco la voz- Seung Hyun exhortó tranquilamente- Seguro que algo le hice a Bom, sin querer. No le grites, no es su culpa.

-Lo siento, a veces pierdo los papeles cuando veo una injusticia, me conoces- Ji Yong apenado hizo un puchero- Siento si me exalté contigo, Bom.

La pelirroja seguía parada, la conversación pasó tan rápido que ni tiempo tuvo de irse. ¡Dios, insoportables!

-No puedo decir lo mismo- Bom contenía su furia a duras penas- ¡Púdrete, Seung Hyun!

Se marchó a grandes zancadas en dirección a la salida del local, olvidando que tenía amigos adentro, esperándole.

-¿No estabas entrando?

Ji Yong preguntó tímidamente, alzó la voz lo suficiente. Bom se dio cuenta de su error e hirvió de coraje.

-No.

Con la poca dignidad que le quedaba salió del local.

Automáticamente Seung Hyun y Ji Yong se separaron como si repelieran.

-¡Tiene carácter, una fierecilla, eh!- Ji Yong sonrió burlonamente.

-¿Tenías que decir a media voz: “Explorar su sexualidad”?- Seung Hyun le fulminó con la mirada.

Los tres amigos prorrumpieron en risas. Para Seung Hyun no era nada gracioso.

-¡Hombre! ¡No sé  cómo no me tiré de risa al suelo al escucharlo!- SeungRi continuaba riéndose estrepitosamente.

-¡Dale, sigue burlándote! Cuando te encuentres con la ex novia de Young Bae, ahí te quiero ver- Seung Hyun advirtió. El menor paró de reír, tenía un tic nervioso en el ojo- Recuerda el karma.

-No atormentes a Ri- Young Bae sacudió la cabeza en desaprobación- ¿Por qué hiciste este show de nuevo?

-¡Dios, no sabes la tortura que sufrí con esa mujer!  Hacía drama por todo, muy celosa e insegura.  ¡Me consultaba para todo, si quería hacerse cirugía! No sé cuántas veces se ha operado. Me cansé de ella y corté por lo sano, fue difícil lograr que me dejara en paz.

-Tienes pésimos gustos en mujeres- señaló SeungRi.

-No se trata de eso. Al menos con esto la alejé por completo. Ella es una fuerte candidata en el futuro para llevar la palabra diablo, al próximo nivel. En serio.

Ji Yong rió.

-Eso te pasa por tener una vida libre, saltando de cama en cama- dejó caer Ji Yong.

-¡Me haces sonar como un maldito adicto al sexo! Déjaselo a Tiger Wood el título- Seung Hyun bufó- Saben lo que se atañen al salir conmigo, no les miento mientras estoy con ellas.

-Excepto cuando tienes que cortar con ellas- aclaró Ji Yong.

Seung Hyun rodó los ojos.

-Por el momento no quiero tener relaciones serias. Además, Ji Yong no eres el indicado para hablar.

SeungRi y Young Bae asintieron con muecas, estando de acuerdo.

-Cierto, sufrimos los mismos problemas- Ji Yong rió, no se ofendió- Tampoco soy adicto al sexo.

-Al menos salimos beneficiados con nuestro trato.

-¡Touché!

SeungRi y Young Bae se encogieron de hombros, riéndose de ese par.

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Seung Hyun introdujo la llave en la ranura y con pereza abrió la puerta del departamento. El desgano habitaba en él y haciéndole el honor, caminó por todo el lobby del departamento arrastrando los pies hasta que llegó a la sala. Se tiró directo al sofá provocando un ruido sordo y que la persona que ocupaba parte del espacio, pusiera pausa al drama que estaba viendo. 

Para ser las cinco de la tarde Ji Yong se veía enfundado en su pijama de estampados ridículos. Tan propio de él. Nunca encontrarías un pijama igual porque es única en el mundo. El dueño lo hizo a mano. Inspirador encontrar: “I don´t care”, “Fuck You”, “Nothing Special”, “I see you”, “Bang Bang you´re dead”, “Earth sucks”, “Do you want me, baby? Wait forever” ,“I´m a next supreme”, “Stay Wild”, “Take me to Neverland” etc, etc.

 -¿Y este honor?

Ji Yong le extendió el tazón de palomitas para que cogiera un poco. Seung Hyun recolectó una gran porción. Ventajas de tener una mano grande.

-Estaba aburrido.

Ji Yong puso los ojos en blanco ante tan usual respuesta.

-Siempre cuando te aburres, vienes a mi departamento. ¿Acaso soy tu bufón o qué?

-Cerca.

-¿Cerca?- Ji Yong entrecerró las esquinas de sus ojos- ¡Jódete!

-Con gusto, gracias- Seung Hyun aparentó entusiasmo.

-A veces me arrepiento de haberte dado la llave.

-Fue tu idea, ¿recuerdas?-Seung Hyun mencionó- Y para tu beneficio, que conste.

El pelinegro no mentía, después de un año de conocerse, Ji Yong le entregó una copia de la llave de su departamento. ¿Motivo? Veía una pérdida de tiempo pararse para abrirle la puerta a Seung. Este era quién más lo visitaba. Escogió ser práctico y facilitó una rápida solución. Un razonamiento genial, según él.

-El de ambos, a veces te gusta esconderte aquí- dio en el blanco con satisfacción- Igual, también tengo la llave del tuyo.

-¿Ves? No hay necesidad de sacar los trapos sucios- Seung Hyun concordó solemne- ¡Oh, espera! Eso fue un golpe bajo- señaló con su dedo al culpable- ¿Quién te refugia cuando alguien bebe de más?-el mayor colocó su mano detrás de su oreja- ¡Vamos, quiero oírtelo de tu boca!

Ji Yong levantó el puño mosqueado.

-Lo siento- pronunció Seung- No. Retiro lo dicho. No lo siento ni en mis huesos.

Declaró complacido.

-¡Tus huesos me van a sentir ahora!- amenazó.

-¡Qué salvaje eres!

-Salvaje es mi segundo nombre- Ji Yong atacó ingeniosamente, guardando su puño- Por hoy no me interesa pegarte.

-¡Sí, claro!- Seung Hyun bufó- ¿Qué estamos viendo?

Ji Yong poco faltó para tentarle dar una réplica inmediata, atacándolo, pero se lo pensó mejor. Más importante era ver el drama.

-Personal Taste.

-¿De nuevo? ¿Cuántas veces verás el drama?

-Es la tercera vez. Sabes que soy exigente para escoger dramas. Que la mayoría de los guionistas no escriban un buen libreto, no es mi problema- manifestó su lado crítico- También la actuación tiene que ser buena.

-Bien- Seung Hyun no quería escuchar más- ¿En qué escena vamos?

-En la boda de la perra básica de In Hee y el hijo de puta de Chan Ryul, miran a Gae In como si estuviera desubicada. Ni un poco de vergüenza tienen los malnacidos.

La furia subía como espuma sobre Ji Yong mientras relataba la escena, parecía que en cualquier momento saltaría encima del televisor a pegarle de alma. Seung Hyun no era muy adepto a las lisuras, las odiaba, pero en Ji Yong le originaba ataques de risas como ahora.

 -Nadie insulta como lo haces tú. Tienes un postgrado- Seung Hyun seguía riéndose.

-¡Es que no lo entiendes! ¡ELLOS ME SUPERAN! ¡ELLA ES UNA ZORRA, LA ODIO CON TODA MI VIDA!-señaló a la antagonista y luego al antagonista, gritando- ¡Y EL OTRO ES UN PUTO IMBÉCIL!

El pecho de Ji Yong subía y bajaba por exaltarse demasiado.

-Tienes toda la tarde para insultar, adelante.

Seung Hyun le quitó el control y puso play. Cuidadosamente le quitó el tazón de palomitas, en manos de Ji Yong resultaría estrellándose contra el suelo. Mejor es prevenir que lamentar. Ji Yong se mantenía muy  atento al drama,  ver su cara transformándose de acuerdo a las escenas era digno de observar.

-¡VIL ZORRA! ¡VES UN HOMBRE Y QUIERES MOVERLE EL CULO! ¡SOLO ASÍ FUNCIONAS MALDITA DESAGRADECIDA!

Si. Nadie ganaba a Kwon Ji Yong en cuestiones de vivir en un drama intensamente. Agonizabas de tanta risa, excepto en el tiempo que se lanzase a ver dramas lacrimógenos. Nunca verías a Ji Yong superar a Yoochun y Eun Hye en Missing You, no había día que le doliera los órganos vitales cuando lo vio por primera vez.

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El departamento de Seung disponía de un amplio espacio. Cualquiera podía perderse, si lo visitaba por primera vez. Felizmente no era el caso de Ji Yong, después de inspeccionar la cocina y la sala, dedujo sagazmente que el dueño estaba en su cuarto.

Ni corto ni perezoso, apresuró sus pasos.

En poco tiempo se halló frente a la puerta y en vez de tocar como una persona normal, la abrió de manera estrepitosa, tirando la puerta en el proceso.

No hubo sobresaltos por parte de Seung Hyun, continuaba en la misma posición que le encontró su mejor amigo, es decir, tumbado sobre la cama mirando el techo.

-¡No, no, no!- Ji Yong gimoteó- ¡Vamos! Vine porque tuve un mal día, se supone que me tienes que hacerme sentir mejor y te encuentro peor que yo. ¡Rayos!- Ji Yong hizo una pequeña rabieta. Parecía un niño saltando la soga- ¡Aish! ¡Muévete! Hazme espacio.

Seung Hyun no respondió y se corrió lentamente.

-Creo que vamos a tener una terapia juntos- Ji Yong se acomodó en el lado derecho de la cama, colocó sus manos sobre su estómago y miró el techo- ¿Qué pasó contigo?

-El contrato de publicidad por el que trabajé un año, puede que al final no sea aceptado o lo modifiquen- Seung Hyun suspiró.

-Eso…

-Apesta. Lo sé

-Iba a decir que era una patada el culo, pero apesta está bien- corrigió Ji Yong.

Seung Hyun rió por primera vez en el día.

-¡Dios, solo estamos en la fase final!- Seung trasladó sus manos sobre su rostro, irritado- ¿Y tú?

-Los nuevos reclutas malograron el trabajo previo para las propuestas de la colección de esta temporada.

-También tu día apesta.

-Tuve que responder por ellos.

-Pero a ti no te molesta que te gritaran o llamaran la atención- indicó Seung Hyun- Te fastidia su incompetencia en esta vez porque no les quieres ver afectados. Los quieres, lo sé.

-Este negocio es muy duro. No digo que no puedas fallar, pero un error al inicio de tu carrera no es prudente. Todos miran y los atacan por mí, porque de alguna forma son mi debilidad. ¡¡Odio al mundo!!

Ji Yong pataleó fuertemente contra la cama.

-¿Liberaste tu estrés?- preguntó Seung Hyun sosegado.

-No.  Lo peor es que les tengo que amonestar terriblemente, para que se levanten.

-Ellos saben que lo haces por su bien.

-Si las personas interpretaran al mundo como lo haces tú, sería un poco mejor- Ji Yong confesó- Pero el mundo está rodeado mayormente de gente idiota.

-Tú opinión de la gente es tan favorable. Me conmueves- sardónico Seung Hyun contestó.

-Necesitamos ambientarnos en nuestra propia miseria.

 Ji Yong ignoró a Seung Hyun y saltó de la cama, encandiló sus pasos hacia el stereo.

-¡Oh, no! Quiere decir que pondrás música deprimente.

Ji Yong escuchaba música de acuerdo a su estado de ánimo.

-Tú me conociste cantando, Seung.

-Sí. Cantando una canción sobre relaciones sexuales.

-¡Oh, por favor! ¡Cállate! El papel de puritano no te queda.

Ji Yong introdujo su USB lleno de música en el puerto del aparato electrónico.

-Antes de que inundes mi departamento música a volumen alto.

-¿Sí?

-Me dieron entradas para la obra musical del Mago de Oz. ¿Quieres ir el próximo fin de semana?

-¡¡Amo el teatro!!- Ji Yong sonrió contento por primera vez en el día.

-Eso significa, sí.

-¡Idiota!

 

Ji Yong puso play y de vuelta estuvo en la cama, en un solo brinco.

 

I know this isn't what I wanted
I never thought it'd come this far
Just thinking back to where we started
And how we lost all that we are


Antes de que Seung Hyun entrara a su vida, cada vez que su día iba de la patada o sentía tristeza, hacía este mismo ritual: acostarse en su cama mirando al techo y oyendo música a volumen alto.

Aquello le calmaba. Ahora que tenía un mejor amigo, ya no se sentía solo. Mañana sería un nuevo día, mientras tanto dejaría que Before the Storm, una de sus canciones favoritas, resonaran dentro de sus oídos.

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Era Martes. Ji Yong amaba particularmente ese día, le encantaba. Normalmente la gente escogería Viernes, Sábado o Domingo. No obstante con él se aplicaba lo ordinario a la reversa, la persona que conocía Kwon Ji Yong no debía sorprenderse que le gustara el segundo día de la semana.

Ji Yong decía que el universo había creado el Martes, pensando especialmente en él. Siempre vio este día como el que los cosmos decidían amistarse con él. No importa que tan malo sea un Martes, invariablemente sucedía algo que le hacía sonreír por unos minutos.

Martes. Martes. Martes.

Un día de la semana, que merecía ser amado.

Y hoy mismo reforzaba su teoría. Nada podía ser mejor que salir con sus cuatro amigos a perderse por medio Seúl. Dos semanas transcurrieron desde la celebración de cumpleaños de Daesung. Fue tan buena que hasta Seung Hyun tuvo que reconocer, que pasaron un momento muy ameno y divertido.

Aprovechando el feriado, los cinco hombres se encontraban por fin decentemente vestidos. Pasaron dos horas practicando escalada en uno de los tantos centros deportivos de la ciudad, incluso se dieron el lujo de hacer una competencia. Evidentemente el ganador fue Young Bae y los menos afortunados, Seung Hyun y Ji Yong. Ambos no estaban acostumbrados al ejercicio, aún así no desaprovecharon la oportunidad para ejercitar sus cuerpos, de manera saludable. Los cinco habían terminado sudorosos y cansados, pero el tiempo de calidad que pasaron valió la pena.

-¡Hyungs! ¡Les falta más resistencia física!- SeungRi se burló de los mayores.

-¡Cállate, maknae! Estoy acostumbrado a otro tipo de ejercicio físico- el más grande se amparó en esa pobre excusa.

-¡Bah!  ¡Bae y yo hacemos también ese tipo de ejercicio! ¡Y aún así les gané!- anunció frescamente SeungRi.

Completamente colorado con la vergüenza recorriéndole por el cuerpo y la mandíbula desencajada, Young Bae fulminaba a SeungRi dispuesto a tirarle desde un barranco.

-¡SeungRi!-corearon los tres amigos escandalizados.

El moreno seguía tan anonadado por la manera de hablar de su novio, que tenía la garganta obstruida con las palabras luchando por salir ferozmente. Si bien sus amigos le regañaron por el atrevimiento, a Young Bae no le parecía suficiente.  

-¿Qué? ¡No he mentido!-repuso SeungRi sin vergüenzas de por medio.

-No sé qué hacer contigo

Finalmente Young Bae halló la fuerza para recomponerse, agitando ligeramente su cabeza.

-Tú te aceptaste tener un novio así, te aguantas- Daesung abrió la boca bromeando.

-Me apiado de ti a veces- Seung Hyun rió- Tú sabrás porqué lo elegiste.

-¡Hey!- SeungRi hizo un pequeño mohín disgustado.

-Por supuesto, porque me enamoré de él- admitió Young Bae sin rastros de nervio alguno.

Esta vez fue el turno de enrojecer de SeungRi. Los demás rieron un poco, sabían que sus amigos se las arreglaban para funcionar como una bonita pareja, pero en el nombre de la amistad, a veces disfrutaban burlándose de ellos. Una manera de mostrarles su cariño. Simularon tener ganas de vomitar ante la declaración.

SeungRi no decía nada. No se sentía herido por las pullas de sus amigos, aun así se hallaba paralizado y no podía aplicar un contraataque a Young Bae porque a veces su novio le desarmaba, así como si nada.

-Nunca tendré un novio normal- dijo entre dientes.

Solo Young Bae alcanzó a escucharlo.

-Fíjate que yo tampoco.

Sus miradas se conectaron en un segundo. Young Bae sonreía y SeungRi batallaba para contener su sonrisa. Sin embargo en ese momento, de mutuo entendimiento, comprendieron algo... ¿Qué les quedaba hacer para olvidar rápido en la bochornosa situación en la que se metieron? Reírse y eso es lo que hicieron.

Rieron mucho, contagiando al resto.

-Ahora sí, ¿vamos a elegir dónde vamos a comer?- Ji Yong se colgó de los hombros de Seung Hyun.

Resultaba un espectáculo cómico de presencia, debido a que Ji Yong era menudo y no tan alto como Seung, a las justas podía alcanzar esa parte de su cuerpo.

-¿Soy tu tendedor?- Seung Hyun alzó una ceja altiva.

-Déjame pensarlo- Ji Yong colocó su dedo índice sobre sus labios- ¡Exactamente!

-Te deseo suerte con la duración.

-Logro lo que me propongo, no me retes Choi- la mirada de Ji Yong brilló- ¿Y, chicos? ¿Sugerencias?

Ji Yong mismo se interrumpió. Daesung fue el primero en sugerir.

-¿Comida tailandesa?

-Unos rollitos de primavera, no estarían mal-opinó SeungRi apoyándolo.

-Los fideos fritos no deben desaprovecharse- aportó Young Bae.

-¿Seung?- Ji Yong preguntó.

El mencionado no pudo evitar sonreí, Ji Yong siempre tenía en cuenta su opinión.

-Me parece perfecto.

-Entonces…. ¡Allá vamos!-alzó un poco la voz jubiloso.

Para los demás era normal su reaccionar, pues era parte de su personalidad. Con unas sonrisas en sus semblantes decidieron salir del local.

Una vez más, Ji Yong pensó que el Martes era su día. Su magnífico pensamiento no perduró mucho tiempo. ¿Tal vez no era su día por ese instante?

No cuando reconoció la cabellera de su exnovia a lo lejos.

De una forma sumamente natural, Ji Yong descendió su brazo hacia la cintura de Seung Hyun y con su otra mano cogió la mano de él, que reposaba en su hombro. La destreza con la que Ji Yong transformó la escena fue envidiable. En segundos, parecían una pareja abrazados cómodamente, más cuando Ji Yong se acurrucó a él.

Seung Hyun había captado todo desde el momento que Ji Yong le transmitió la señal, al tocar su palma y había entrado en su papel de inmediato.

-Es la rubia de pelo tintado- Ji Yong como enamorado que era susurró en la oreja de Seung Hyun con fastidio.

-Tan sincero como siempre- murmuró Seung Hyun riéndose.

-Yo sé que amas mi sinceridad.

Ji Yong dejó de susurrar en el oído, pero no dejó de hablar en voz baja. Sus amigos seguían caminando a un espacio moderado y a pasos más lentos, ellos seguían conversando entre los tres, ignorándoles como si fuese cotidiano ver a la pareja en ese estado.

-Siempre.

Guiándose por su instinto besó la coronilla de su frente.

-¿Falta poco?-preguntó Ji Yong.

-Calculo que cinco minutos.

-¡Lo más largos de mi vida! ¡Dios! ¿Por qué no se apura?-soltó un quejido el menor.

Sus labios formaron un puchero. Seung Hyun contuvo las ganas de rodar sus ojos y mejor decidió reír. Luego le dio un beso casto y para finalizar el pequeño acto, acondicionó su mirada a una tipo que decía: para mí eres lo más deseado del mundo.

-Tienes que aprender a ser paciente, Ji- razonó- ¿Cómo eres diseñador de modas?

-Mi querido amigo, eso es en la única cosa en que me permito aplicarla.

-¡Oh! ¿Y el resto?-abogó Seung-  ¿Qué lo esperen porque nunca sucederá?

-¡Exactamente!

Ji Yong se dio el lujo de efectuar pequeños aplausos por un breve tiempo.

-¡Choi Seung Hyun eres un maldito genio!

Mientras Seung Hyun tenía su brazo sobres sus hombros. Ji Yong se detuvo por un instante y agarró los cachetes del mayor, apretándolos a su gusto. El menor reía divertido de la situación, no se visualizaba a Seung Hyun enfurruñado, se evidenciaba entretenido con las acciones de Ji Yong. Incluso intentaba hablar, pese a su mala posición, ocasionando todo tipo de muecas y que las palabras no se entendieran del todo, sonando graciosas. Eso hacía reír más a Ji Yong.

Terminó desternillándose tanto de la risa que le empezó a doler su estómago y se quitó el brazo de Seung Hyun de sus hombros, quedando frente a frente.

Seung Hyun también se carcajeaba todavía con sus pómulos doliéndole y como debe de ser, después de ser liberado.

La manera como se removían los cabellos de Ji Yong con su nuevo look, un castaño claro, le hacía ver más chistoso.

-No, no, no puedo más- Ji Yong descansó sus manos arriba de los hombros de Seung.

Jadeaba muy agitado, trataba de controlar su respiración.

-Hora de tregua.

-Dale.

Ji Yong bajó sus manos, se acercó a Seung Hyun y reposó su frente en uno de sus hombros, sin darse cuenta enganchó sus dedos en la chaqueta de Seung Hyun. Este último tampoco prestó atención al hecho, estaba más concentrado en recuperar energías.

Tan sumergidos se hallaban que se olvidaron completamente de la existencia de la ex novia de Ji Yong, por no decir de todo el mundo.

-¿Ji Yong?

No fue de extañar que al escuchar la voz de su ex novia, Ji Yong y Seung Hyun se espantaron, profiriendo unos minúsculos gritos. El más sorprendido resultó siendo Ji Yong pues tenía la mano en el pecho.

-¡Por Dios, Chae Rin me asustaste!

Inmediatamente, los recientes pasmados recordaron el plan. ¿A su favor? Gracias a que se perdieron, la primera reacción resultó más genuina porque evidentemente si se asustaron. A Ji Yong le ayudaba mucho porque ChaeRin era astuta.

-Lo siento, Ji Yong.

-¡No se preocupen, yo estoy bien eh!-bromeó Seung Hyun.

-¡Oh, amor! ¡Lo siento! ¿Estás bien?- Ji Yong tomó su mano apenado.

-Solo un pequeño susto. Estoy bien- Seung Hyun acarició su mejilla por unos segundos- Tú te asustaste a muerte, ¿realmente estás bien?- Ji Yong asintió- Tal vez los demás tengan razón, esto nos pasa por perdernos en nuestro mundo.

Ambos rieron, entrelazaron sus palmas y luego encararon a ChaeRin.

-Disculpe, señorita. No se eche la culpa, esta vez nosotros fuimos los infractores- Seung Hyun aparentó ser una persona muy amable, que procuraba tranquilizarla.

A propósito no le llamó por su nombre, por supuesto que recordaba el grito de Ji Yong llamándola, aun así tenía que conseguir rabiarla. Un buen primer paso.

ChaeRin solo atinó a sonreír en modo de respuesta. Por dentro los observaba con suspicacia. No podía entender después de un mes y medio, Ji Yong fácilmente la había olvidado. Ella creía que Ji Yong pasaba una fase cuando le pidió tiempo y luego terminó con ella. Creyó que en algún momento él regresaría a ella, dándose cuenta de su error y ella, después de hacerse un poco de rogar, le concedería nuevamente el pase a su vida. Por eso no desaprovechaba el tiempo para acercarse a él con las excusas adecuadas, sin verse como una necesitada, que no lo era.

Ella tenía su propio autoestima, le favorecía que trabajaran el mismo rubro. Acercándose a él mostraba sus encantos sutilmente y a la vez lo tenía en su radar.

¿Ella era calculadora? Sí, pero solo con las personas que ella consideraba que valían la pena.

-Se llama ChaeRin, cariño- aclaró.

-ChaeRin, mucho gusto entonces.

Seung Hyun parecía una persona tan agradable que a ChaeRin inmediatamente no le gustó. Lo más probable es que fuera de esos tipos que intentan agradar a todo el mundo, detestaba a las personas que se esforzaban mucho por hacerlo.

-Igualmente-fue cortés. No mostró signo de amabilidad.

El ambiente se convirtió en uno cargante. Las tres personas lo percibieron.

-¿Y de dónde conoces a Jiyongie?- Seung Hyun buscó romper el hielo curioso.

-Somos ex novios- respondió ChaeRin queriendo ganarle la partida a Ji Yong  con placer interiormente.

Siguió examinando a esos dos. Ji Yong le había dicho que era bisexual, pero en su cabeza esa idea resultaba ser absurda. Él vivía para las mujeres. ¿Ji Yong con hombres? No tenía sentido. Aunque debía reconocer que ellos dos expulsaban química por todos sus poros. Nunca Ji Yong la miró así y su novio le miraba de la misma forma.

-¡Oh!-exclamó Seung Hyun un poco incómodo- Reconozco que no sé qué decir.

El pelinegro rió un poco. ChaeRin le percibió sincero, pero había algo encantador en la manera en que lo decía. Él no daba la impresión de ser una persona tonta, que se deja sentir intimidado a la primera, sus palabras no distinguían de ese modo. Él solo expresaba lo que sentía, en ningún momento evocó sentirse inferior a ella.

Muy interesante.

-Eres tan adorable, cariño- Ji Yong le besó la mejilla alegre. La rubia supo en ese instante que Ji Yong había captado lo mismo. No le sorprendió. Por eso le consideraba su igual - ¿Qué haces aquí ChaeRin?

 

-Tengo una cita de almuerzo con un posible nuevo socio a la firma-esclareció ChaeRin. Eso explicaba su vestimenta. El vestido no era adecuado para escalar- Vine a recogerlo.

-Es un posible inversor para tu tienda, ¿cierto?- Ji Yong preguntó- Seunghyunnie, ChaeRin será la primera de nosotros en montar su propio negocio.

Ji Yong no dejó de lado a su novio, ChaeRin lo pilló.

-Uno en que Ji Yong no acepta el trabajo que le ofrecí- dejó caer la rubia.

-Bueno, Jiyongie siempre se ha caracterizado por ser un persona fiel- Seung Hyun halagó a Ji Yong adrede. Igualmente decía la verdad.

ChaeRin mentalmente le concedió la razón. Ji Yong tenía ética, tanto como en lo profesional como en lo personal. Él jamás le engañó con otra, el  tiempo que estuvieron juntos.

-¡Seung, por favor!- Ji Yong se avergonzó.

ChaeRin continuó observando, las manos entrelazadas de ellos no se adherían con firmeza, signo de que ellos no se sentían afectados por su presencia. Confiaban plenamente el uno del otro, aquel hecho le dejó en shock. Nunca había encontrado ese tipo de fuerza oponente a ella.

Más cuando hubo algo en la sonrisa que le dedicó Seung a Ji Yong, tenía un toque tan íntimo y aumentó en el momento que se miraron a los ojos. Fue un instante tan breve, pero parecían mantener una conversación muy profunda sin palabras de por medio.

Ese poder la volvió a noquear y desde ahí tuvo una revelación.

-Seung tiene razón, Ji- su boca habló antes de ser consciente.

Ella misma se desconcertó, pero no permitió que lo notaran. Ellos no se esperaron su respuesta. ¿Desde cuándo un ex pesado le da la razón al novio de su ex? Nunca.

Ni siquiera lograron contestarle porque fueron interrumpidos.

-Sé que están conversando, pero… ¿me permiten un momento?- SeungRi habló con un tono de disculpas. Se inclinó en un leve saludo a ChaeRin, esta le correspondió el gesto y dirigió la atención de sus hyungs, que estaban a punto de moverse- Quédense, no tomará mucho hyungs. Solo queríamos avisarles que nos iremos adelantando al restaurante.

La oportuna intervención de SeungRi fue sincera y también abrió los ojos de los tres presentes, no podían quedarse hablando todo el tiempo con ChaeRin hasta que se sintieran incómodos. Porque ahora ellos dos, discernían en una misma sensación y era raro. Jamás auguraron ser volteados atrozmente en cuestión de segundos.

-De acuerdo- Seung Hyun despabiló.

-SÍ. Vayan chicos. No hay problema- Ji Yong asintió.

-Genial. Nos vemos ahí- SeungRi se despidió de ChaeRin rápidamente y les sonrió a los mayores.

Al girarse y caminar hacia los demás resultó gritando.

- ¡VAMOS!

Los tres amigos habían estado viendo la escena entre ellos con disimulo y ellos como espectadores disfrutaron del espectáculo, pero por razones distintas a la que pensaban los protagonistas. SeungRi rió al recordar.

Young Bae le dio un coscorrón cuando estuvo a su lado y Daesung sacudió la cabeza en desaprobación. SeungRi les sacó la lengua y ellos rieron, caminando directo a la entrada del local.

-Este chico no cambia- Ji Yong rió.

-Interesantes amigos tienes, Ji Yong- opinó ChaeRin honestamente.

-¡Oh, sí! Ellos son especiales- declaró Seung Hyun.

- Bueno, tengo que ir a ver a mi socio. No lo puedo dejar esperando.

ChaeRin comenzó a preparar su despedida y lo haría para siempre. Sí, ella podía ser una maldita calculadora. Su estilo no era meterse entre algo que evidentemente tenía ser luces de algo irrompible. No sabía cómo explicarlo con palabras, pero era un hecho lo enamorados que estaban. Casi nadie le hacía desistir tan rápidos. Ellos eran un caso excepcional.

-Tienes razón, ChaeRin y nosotros tenemos un carro que tomar- Ji Yong sonrió.

-Sí. No les interrumpo más. Un gusto verte, Ji Yong y también conocerte, Seung Hyun-habló con franqueza.

Seung Hyun todavía le caía mal, pero si fue un gusto conocerlo. No toda la vida encontrabas a personas interesantes y que tengan esa aura tan intensa. Nunca le cuajaría del todo Seung Hyun y quizá tenía que ver con que le quitó a Ji Yong. Su orgullo sufrió severas heridas.

-Igualmente, ChaeRin.

Seung Hyun no mintió. La reconoció como una mujer impetuosa y astuta, no olvidaba la manera sutil de declararle la guerra, al admitir que era ex novia de Ji Yong. Al final, él le ganó, captaba que ella enterraba el hacha de guerra. Por un momento creyó que no lograrían sacársela de encima y que todo el teatro se derrumbaría, algunas reacciones de ella lo destabilizaron. Felizmente supo manejarse por sus reacciones reflejas.

 -¡Suerte!

Ji Yong también se lo deseó sinceramente. No dejaba de sentirse algo raro. Bueno, más raro de lo normal.

-Gracias.

ChaeRin se despidió con una leve inclinación y caminó con pasos seguros hacia su destino. Ji Yong y Seung Hyun no se voltearon a verla.

-¡Wow!

Seung Hyun fue el primero en comentar. Soltó la mano de Ji Yong automáticamente.

-Exactamente. ¡Wow!- Ji Yong rió.

-Ella es muy densa. Sabe lo que quiere, no tiene miedo- Seung Hyun comenzó a caminar con Ji Yong- ¿Cuándo terminaste con ella?

-Hace un mes y medio. La semana anterior a la reunión en el café para planear la fiesta de Daesung.

-¿Cómo saliste con alguien así?- Seung Hyun rió.

-Ni idea. Al principio fue divertido, pero luego… -Ji Yong pausó- Es demasiado exigente para mi gusto. Encontraba fallas en todo el mundo, menos en ella y…  ¡Dijo que ver dramas me quemaría el cerebro! ¡¿Puedes creerlo?!-dijo lo último con tinte de aflicción.

-¿En serio? ¿Le cortaste por eso?- Seung Hyun se mofó.

-Fue la gota que derramó el vaso. Me ayudó a decidir a terminar con ella, no en ese momento por supuesto-narró Ji Yong- Es muy mandona. Que se quede con sus estúpidos documentales, yo me quedo con mis dramas.

Hizo un ruidito de aprobación, dándose de importancia. Seung Hyun blanqueó los ojos.

-Eres… un rompedor de paradigmas.

Las respuestas de Ji Yong sonaban tan él, pero a la vez… no lo veías venir.

-Gracias. Al menos enterramos sus esperanzas de regresar conmigo. Dejará de buscarme con excusas- Ji Yong se encogió de hombros.

-Cierto, por poco no conseguimos victoria.

-Sí, pero no importa. Pronto Kwon Ji Yong entrará de nuevo al mercado.

-¿Ah, sí?

-Algo bueno debe de haber por ahí- Ji Yong fingió toser- Después de todo, nací hermoso… ¿qué puedo hacer?

Ji Yong se quería demasiado, su ego era enorme. Sin embargo no es pretencioso.

-¿Ir a comer con tus amigos?

-Eso sí lo puedo hacer, no me cuesta nada-negó con su dedo índice. Luego se subió a la espalda de Seung Hyun- ¿Qué esperas, caballero? ¡Vamos por un taxi!

-¡Siéntete cómodo, por favor!

-¡Lo haré!-el menor obvió su ironía- ¡Let´s go!

Seung Hyun resignado y con buen ánimo siguió la petición de su mejor amigo, perdiéndose entre el gentío de la infraestructura.

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Lo particular de la amistad cosechada entre Seung Hyun y Ji Yong era que ellos podían hacer cualquier cosa o no hacer nada y sentirse cómodos. Tenían esa clase de unión donde a veces era mejor estar en silencio y no sentirse aburridos por abrumador que podía llegar a ser la calma. Tenían una extraña comprensión entre ellos. Inclusive, podían estar horas y horas parloteando de distintos temas, sin cansarse nunca. Como también dialogar o discutir a modo de juego, por cosas estúpidas, sin sentido y que no aportaban nada a la estimulación mental.

Pero se divertían en el proceso.

Tal como sucedía en este instante mientras se acercaban a la mesa que sus amigos habían reservado, el local ofrecía cuartos privados y ellos se dirigían a uno.  En algún momento la conversación se desvió hasta hacer esta pregunta: ¿Qué pareja elegirías para preservar la especie humana en caso de un holocausto nuclear?

¿Era tonta la pregunta? Sí.

No obstante, tratar de encontrar la respuesta proporcionaba el uso de un ingenio absoluto. Los dos eran muy buenos en ellos.

-¿Sabes qué? Me rindo por el momento- Ji Yong rió- Quiero comer.

-Te veo en la revancha, Kwon- Seung Hyun se deslizó y escogió su asiento- Hola, chicos.

-¡Por fin llegaron!-exclamó Daesung.

-Tomar el taxi fue difícil-explicó Ji Yong.

-¿Y? ¿Tuvo un final feliz el show?- burlonamente SeungRi inquirió.

-Si te refieres a que logré que abdicar cualquier esperanza conmigo, pues sí.

-Ha sido una gran oponente-admitió Seung Hyun- ¡Hirió mi pobre corazón!

El pelinegro simuló enterrar su puño en el corazón. Ji Yong puso los ojos en blanco bufando.

-¿Cuál fue la razón esta vez y de quién fue la ex?

Young Bae no aprobaba lo que ellos hacían, él ya había cumplido con advertir y hacerles ver las cosas desde otro punto. A pesar de su opinión, les ayudaba cuando la situación lo requería.

-En resumen la ex novia de Ji Yong eran una mezcla de la “modo esposa”, “la criticona” y “exigente”- el menor asintió de acuerdo- Ji me debe una grande por  el favor que le hice.

-¡No seas exagerado, Seung!

Ji Yong lo golpeó con el dedo índice muchas veces sobre su frente.

-¡No lo hago!- Seung Hyun apartó el dedo rápidamente- ¡Esta vez es cierto!

-¡Venga, ya! ¡Seung, por favor!-cuestionó incrédulo, negándose a ceder. Seung Hyun le miró con malos ojos, siendo demasiado insistente con la mirada-¡Bien! ¿Qué quieres? ¿Un saco de diseñador? ¿Entradas para un concierto?

Los ojos  de Seung brillaron ante la posibilidad de elegir y él, ya tenía una idea clara.

-Y no, vete olvidando de los bearbricks- el centello en los ojos del susodicho disminuyeron un poco, pero todavía no daba todo por perdido- Obviamente- recalcó vocalizando- Las sillas italianas, también están incluidas.

-No es justo. ¿Hola? ¿Chicos, me ayudan?- Seung Hyun chasqueó los dedos- Aboguen por el gigante empeño que puse para cumplir el  trato que nos beneficiaría a los dos.

Seung Hyun señaló a Ji Yong y él mismo.

-¡Sí, claro! ¡Beneficioso!- SeungRi ironizó.

Young Bae y Daesung rieron. Los mejores amigos no lo hicieron porque captaron perfectamente que aquellas risas no iban debido a que encontraran a Ri gracioso. SeungRi no buscaba serlo, ni siquiera fastidiarles de ese modo, dándoles la contra. SeungRi realmente pensó a conciencia cada palabra que pronunció.

 -¿Qué significa eso?

Seung Hyun no dudó en un instante en disparar la primera pregunta. Ni siquiera dejó que SeungRi le contestara.

-No y no solo va para ti, Ri. ¿Qué fue eso de reírse y estar de acuerdo con Ri?- apuntó a Young Bae y Daesung con el dedo, sin temor.

El dedo pasaba de un lado a otro.

-¿Y? ¿Van a responder?

-Hyung, deja de apuntar con el dedo, ¿vale?

Seung Hyun bajó su dedo, pero no dejó de fruncir el ceño. Ji Yong les miraba con reserva, tenía la impresión que SeungRi diría algo que no les iba a gustar.

-Bueno, ustedes dos… son…-SeungRi se rascó los cabellos, al no encontrar la descripción exacta- Olvídenlo. Vamos a ponerlo así: Ustedes hacen que lo raro sea normal.

-¿A dónde quieres llegar?-preguntó Ji Yong, no entendiendo nada- ¿Es algo malo, acaso?

-No. No. Para nada cuando se trata de ustedes- el maknae continuó explicando- La cosa es… que pensábamos que ustedes en su rareza se entendían, al menos que aceptaban inconscientemente que estaban juntos. Que son una pareja.

-¿Qué?-los mejores amigos hablaron al mismo tiempo.

Seung Hyun miró a SeungRi como si le hubieran salido, de repente, tres cuernos en la cabeza y Ji Yong estaba ocupado tratándose de convencer que había escuchado mal o que posiblemente les jugaban una broma, boqueaba como un pez… buscando la manera de pronunciar siquiera una silaba. No podía. Solo… abría y cerraba la boca constantemente.

Digerir las palabras de SeungRi costó un par de minutos.

-¿Pensaban?-musitó incrédulo Ji Yong- ¿Bae? ¿Dae?

Volteó tan rápido para mirar a sus dos amigos, que le dolió el cuello. Ignoró el dolor. No obstante al momento de ver los ojos de ellos, tuvo la respuesta.

Lamentablemente no era la que quería. Jadeó impresionado.

-¿Saben qué dice mi rostro?- Seung Hyun se señaló a sí mismo- Déjenme decirles: No, no y ¿adivinen qué más? No

-Es… es… absurdo- susurró Ji Yong conmocionado- Es una estupidez descomunal. Están equivocados.

Young Bae suspiró, ya veía venir sus reacciones.

-Les haré una pregunta, ¿vale?- Young Bae juntó sus palmas- Y quiero que me contesten con la verdad.

-No somos unos niños de kínder, Bae. Habla- Seung Hyun rodó los ojos ni bien terminó la oración.

-¡Já! Así parecen ahora.

SeungRi fue brutalmente honesto. La paciencia se le había acabado. No entendía como su novio lo aguantaba todo con tranquilidad y en vez, de ser alabado por ser directo. Daesung le propinó un codazo. Bueno, el mundo no era justo. Así se consoló.

-¿Qué sienten cuando se besan?

-Nada.

-Yo tampoco.

-¿De verdad?

Young Bae enarcó una ceja. Interiormente estaba decepcionado con sus amigos, esperaba respuestas más elaboradas. Al menos, por parte de Ji Yong. Par de cabezotas.

-¡Por favor aporte algo más!

-Bien. Hmmm…-Seung Hyun puso a trabajar un poco su cerebro- Me siento… ¿cómodo?

-¿Ji Yong?-animó Young Bae.

-Bueno lo siento normal entre nosotros.

-¡Exacto!- intervino Daesung- ¿Desde cuándo es normal besarte con tu amigo?   

-¡Pero nosotros no somos normales! ¡Lo han dicho!- replicó Ji Yong.

-Cierto. Pero ustedes lo sienten como si fuera lo más natural del mundo, dan la sensación que lo hacen todos los días- Daesung desembrolló poco a poco realmente importante que era el asunto- Nosotros sabemos que no lo hacen todos los días, Ji.

Ji Yong cerró la boca, cuando iba a protestar.

-Ustedes tienen esa química. ¿Por qué creen que hay gente no compran la idea, cuando les dicen que son mejores amigos? Lo he oído, hyungs varias veces. No intenten negarlo- Daesung se adelantó- O por lo contrario, ¿Por qué creen que fácilmente aceptan que ustedes son novios, cuando espantan a sus ex? Incluso hay rumores circulando por ahí, de la bonita pareja que hacen juntos. Lo he oído de conocidos.

Daesung trabajaba en relaciones públicas por lo que trabajaba con todo tipo de gente. Las profesiones de Seung y Ji Yong, también se aplicaban.

-¿Hay rumores de nosotros?

 Seung Hyun palideció tragando saliva. Ji Yong se hallaba del mismo modo. Sus tres amigos asintieron.

-No. No. No.

Ji Yong se negaba a considerar aceptar la idea descabellada de sus amigos.

-¡Por Dios, hyungs! ¡Hasta sus madres piensan lo mismo!- SeungRi se exasperó.

-Mi madre no piensa lo mismo- Seung Hyun se mostró seguro.

-¡Pff! Fue la primera en notarlo- SeungRi se ufanó.

-¡Claro que no! ¡La llamaré ahora mismo! ¡Y la pondré en altavoz!

Seung Hyun no se iba a dejar vencer. Confiaba plenamente en su madre, aunque por dentro algo le decía que los argumentos de Daesung sonaban razonable, al menos en parte. Pero eso no quería decir que a ellos les sucediera eso.

-Adelante.

SeungRi hizo un ademán con su mano. Se escuchó el timbre del celular, todos estaban expectantes y nerviosos. Los tres amigos sabían que la victoria estaba a su favor. Ji Yong comenzó a morderse los dientes de la ansiedad.

A la tercera timbrada, la madre de Seung Hyun contestó y él aspiró una bocanada de aire.

-¿Mamá?

-¡Hola, hijo! ¿Cómo estás?

-Bien- Seung Hyun le mintió descaradamente- Mamá, llamaba para hacerte una pregunta. Es que verás, escuché un rumor tan loco que me eché a reír cuando me enteré.

Seung Hyun soltó una pequeña risa divertido, sus esperanzas tenían el tamaño de la Torre Namsan.

-Dime.

-Mamá, la gente cree que Ji Yong y yo estamos saliendo- Seung Hyun bufó.

-Pero si es verdad que están saliendo. No veo lo que te causa gracia.

El brillo de triunfo y la sonrisa gigante de los tres se evidenció al instante. Sobre todo SeungRi se sentía extremadamente complacido, teniendo los brazos cruzados.

Seung Hyun perdió la sonrisa y sus hombros decayeron. Ji Yong palideció dos tonos más.

-Mamá…-la voz de Seung Hyun se tambaleó un poco- Ji Yong y yo no somos novios. Mamá yo salgo con chicas. Ji Yong también.

-¿En serio, cariño?- la señora Choi se asombró- Calculaba que salías con él hace dos años. Yo pensé así, como no te he visto con chicas.

 -Pues ahora lo sabes, mamá.

Seung Hyun procuró recuperar la compostura.

-¿Cuánto tiempo le dedicas a esas chicas?

-Dos veces por semana.

-Bueno, cariño. A ver si un día me presentas alguna novia- regañó la señora Choi- Seguro que vi cosas donde no habían. Es que la manera que se miran, como a veces se meten tanto en sus conversaciones y como tienes la llave del departamento de Ji Yong, sé que pasas mucho tiempo allá. Entonces até cabos y me apresuré a concluir eso- la mamá de Seung Hyun rió- ¡No importa! Son los desvaríos de una anciana.

Las razones de su madre fueron un cubo de agua fría para Seung Hyun. Palideció más, si era posible hacerlo. Al igual que Ji Yong, el pobre ya parecía un fantasma a punto de ser llevado al espíritu más vil del planeta.

-Te veo el fin de semana, mamá.

Seung Hyun se las arregló para sonar tranquilo.

-¡Vale, me saludas a tus amigos y a Ji Yong!

 Seung Hyun se sintió más miserable con lo dicho por su madre.

-Les diré. Adiós.

E inmediatamente colgó.

La mesa se sumó en un profundo silencio. Seung Hyun y Ji Yong esperaban las burlas ante lo ciegos que fueron, sin embargo nada de ello sucedió.

-Iremos a tomar un par de tragos a la barra- SeungRi se paró, les miraba con afecto. Padeciendo más ambos- Tienen que hablar. No se preocupen, le diremos al mesero el pedido de ustedes.

Los tres con sonrisas alentadoras, abandonaron la habitación.

La cosa sucedió así. Seung Hyun no se atrevía a mirar a Ji Yong y viceversa. Mirar el mantel blanco era mucho mejor.

-Hemos… estado saliendo, sin salir

Ji Yong encontró fuerzas para pronunciar su pensamiento en voz alta. La oración no iba dirigida a Seung Hyun, si no para él. Cuando la señora Choi mencionó que Seung Hyun pasaba más tiempo con él, la realidad cayó en picada sobre su cabeza. La mujer tenía razón.

Seung Hyun también pensó lo mismo. Él dedicaba más sus horas libres en estar con Ji Yong. Si no era en el departamento de Ji Yong, lo era en el suyo o quedaban en algún lugar para verse. Él cumplía dos veces por semanas con sus “novias”, cuando estaba en periodo de noviazgo y el resto de los días, ni se molestaba por saber de su existencia hasta que las recordaba en la nueva semana. También salían ellos cinco, pero eso más acentuaba la teoría de su madre porque Ji Yong estaba ahí y lo peor… es que Ji Yong hacía exactamente lo mismo, no era necesario que lo pusiera en palabras.

Él lo sabía. Bueno, ahora lo sabía con más detalle. Ji Yong también lo sabía. Recién también se había enterado y aparentemente todo el mundo lo sabía.

Y por todo el mundo, Seung Hyun se refería a las personas que más les importaba.

-Hemos estado en la friendzone y a la vez no- aportó Seung Hyun.

-Hemos estado comportándonos como pareja y a la vez no lo éramos- añadió Ji Yong quería morir ahí mismo.

-Hemos sido unos completos...-Seung Hyun alzó la cabeza.

-Imbéciles- completo Ji Yong enfrentándose a Seung.

-Iba a decir tontos, pero también funciona.

Ambos se rieron después de mucha tensión.

-¿Entonces qué hacemos?

-¿Somos novios?-contestó Seung.

-Espera. ¿Tengo decirte que te amo, ahora?-preguntó Ji Yong curioso.

-No, si no lo deseas- Seung Hyun encogió sus hombros- ¿Quieres decirlo?

-No.

-Yo tampoco.

Ambos no sentían que era el tiempo preciso, todavía estaban asimilando el descubrimiento del día.

Seung Hyun sonrió, de alguna forma comenzaba a sentirse liberado. Como si Ji Yong y él hubiesen descubierto un mapa de tesoro o que el día nublado, de pronto se haya vuelto soleado. Era sumamente extraño.

Ji Yong percibía al mundo de cabeza, aun así todo lo sentía como click, click, click.

-Vayamos poco a poco, creo.

Seung Hyun reveló una mueca inseguro.

-¿Qué te parece con beso?

-Me parece buena idea.

Seung Hyun se inclinó despacio, dándole la oportunidad de retirarse, cuando notó que Ji Yong se mantenía firme, fue a todo por sus labios. El primer roce, hizo que todo tuviera sentido. Es como si hubiesen prendido un interruptor en ellos. Algo que dentro de ellos se estuvo conteniendo. Seung Hyun trató de ir despacio, pero Ji Yong no lo dejó. No había manera que Ji Yong lo permitiera, pues al sentir los labios carnosos del mayor, se percató del perfecto ensamble que hacían sus bocas. Lo estrechó más con sí mismo, dejándose llevar por su irracionalidad.

Juntos exploraron lo que era un exquisito ósculo. Profundizándolo cada vez más.

Sintieron una especie de capa que los envolvía, muy agradable, demasiado cálida y se dieron cuenta que eran sus propios sentimientos manifestándose por primera vez.

Sentir todo al mismo tiempo y juntos, hizo que este beso fuera una memoria especial.

Por más que quisieron alargarlo no pudieron, se concentraron tanto en palpar sus emociones y comerse la boca que necesitaron aire.

Terminaron jadeando incontrolablemente por lo intenso del beso. Sus pupilas se hallaban dilatadas y se perdieron en los ojos del otro.

-Esto sella el trato oficialmente- Ji Yong habló con la voz ronca.

-Por supuesto que sí.

-¡Dios, me siento estúpido!-confesó.

-Si te ayuda, yo también.

Seung Hyun descansó su frente sobre la de él.

-¿Pero sabes? No me arrepiento de esto. De lo que acabamos de hacer- la honestidad de Seung Hyun se hizo presente.

-Ni yo. No me arrepiento ni me arrepentiré- Ji Yong sonrió. Luego se dio cuenta de algo- ¿Eso quiere decir que hemos sido infieles técnicamente?

-Dejando de lado que eres bueno matando el romance, sí- Seung Hyun en tono cansado le concedió la razón- Pero ya no lo seremos más, en realidad nunca lo fuimos. Lo que sea- Seung Hyun se irritó por tener su cabeza hecha un revoltijo- Ahora solo existes tú.

-Entonces, solo mis ojos te verán a ti, señor Choi.

Declaró Ji Yong.

-Ahora que aclaramos toda nuestra situación. ¿Iremos a ver a los idiotas de nuestros amigos?- propuso Seung Hyun- No lograran retener mucho tiempo a Ri en el bar.

-Tienes razón. Vamos, novio.

-Vamos, novio.

Seung Hyun y Ji Yong automáticamente se pusieron de pie, entrelazaron sus manos y salieron de la habitación, dispuestos a dar la nueva buena noticia. Al menos de manera oficial. ¿O no? Lo que sea. Ji Yong pensó que era por eso que los Martes resultaban ser sus días favoritos. Este era el acontecimiento especial del día. Jamás le fallaba.

A veces las cosas tendían a suceder con ese estilo. A veces hay gente que necesitaba un buen par de patadas para abrir los ojos, para darse cuenta que quizá el amor estaba más cerca de lo que esperamos y ellos, tuvieron esa clase de historia.

No tan perfecta, ni tan bonita, pero debería ser suficiente de ser especial para ellos mismos.

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado.

Amé reirme mientras escribía o al menos sonreír al imaginar las escenas. 

Este one-shot es especial porque puse detalles que caracterizan a Tzy, ella ya sabrá de los que hablo y me divertí mucho escribiéndolo <3

No hubo canción inspiradora esta vez. 

¡¡Así que espero sus lindos reviews!!

Hasta mi próximo escrito o actualización ^^


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