HanGeng tiene muchas creencias debido a su nacionalidad China, a sus diferentes costumbres y tradiciones a los demás integrantes del grupo.
Desde que era un niño, su madre le había platicado la historia del ruiseñor.
El ruiseñor del que se escucha su canto en uno de los más bellos momentos de la vida de una persona.
El melodioso canto del ruiseñor es escuchado cuando conoces al amor de tu vida.
Desde que la madre de HanGeng le había contado aquella historia, y del como ella escuchó ese hermoso canto cuando conoció a su padre, cuando se dieron el primer beso, y de cuando se casaron... HanGeng vive con esa fiel creencia.
"El canto del ruiseñor sólo se escucha tres veces. En los acontecimientos más importantes de tu vida". Decía su madre, y él así lo sigue creyendo, pues sus razones tiene...
Su razón es Choi SiWon.
El día que HanGeng conoció a SiWon, sintió como si su corazón se desbocara al verlo, como si cada vello de su cuerpo se erizara ante el contacto que tuvieron después de la reverencia, estrechando sus manos, causandole rareza ello, porque... En verdad no es normal, no lo era para él en ese momento.
Pero lo que le causó más extrañeza, fue el creer que había escuchado al ruiseñor cantar, y con el temor de ello, no miró a su lado derecho, tal y como su madre le había dicho.
"Cuando escuches al ruiseñor cantar, mira a tu lado derecho y verás su precioso color azul a lo lejos."
¿El amor de su vida es un hombre? ¿Tal y como él?
Eso debía ser un error.
Y eso estuvo pensando por mucho tiempo, negandose a los sentimientos que crecían en su pecho hacia SiWon.
Cada que hablaban, cada que se sonreían, cada que tenían contacto físico, el extranjero sentía fuertes oleadas de emociones recorrerle todo el cuerpo.
Y así lentamente lo fue aceptando, pero no del todo.
Es que... El siempre se había creído heterosexual.
Pero fue en la fiesta que realizaron después de su debut cuando se dió cuenta y aceptó la realidad.
Su realidad de estar enamorado de Choi SiWon.
Y esa fue la segunda vez que escuchó el canto del ruiseñor.
En una de las esquinas de aquella habitación donde celebraban su primera aparición oficial como grupo, SiWon lo besó.
Fue tan de improviso, a HanGeng le sorprendió.
Primeramente creyó que fue debido al alcohol que ingerían en esos momentos, pues ello se dió tras una platica normal entre amigos, y de repente ocurrió.
Cuando trató de separarse de él para gritarse a sí mismo que eso era un sueño, SiWon lo sujetó con mayor fuerza de la cintura, atrayendolo más a él.
Y cuando ascendió sus manos hasta sus hombros, ese canto de ruiseñor se escuchó.
Pero ni siquiera se molestó en abrir los ojos para ver a ese pajarillo, pues él disfrutaría de ese momento, de ese beso.
SiWon también estaba y está enamorado de él.
Y he desde ahí que comenzó su relación, una relación demasiado perfecta ante los ojos de cualquiera.
Ternura, romance, pero sobre todo mucho amor.
Pero sólo van dos cantos de ruiseñor.
"—El ruiseñor canta cuando conoces al amor de tu vida, jamás se equivoca. Canta en ese preciso momento, pero la atención de ambas personas no se presta a ese bello canto.—"
DongHae no es exactamente un inseparable amigo de HanGeng, pero de vez en cuando se da la tarea de buscarlo y pedirle consejos.
¿Por qué?
Uno: Siente que son demasiado distanciados, que su amistad en sí no es amistad.
Dos: Es sentimental tal y como él, y con su perfecta historia de amor con SiWon podría darle algunos consejos para con quien tiene en mente.
Tres: Es uno de los mejores amigos de KiBum.
DongHae es enternecedor, sensible, torpe, sentimental, etc, etc.
Pero eso no es lo principal, lo principal es que dentro de ese corazón con dichas cualidades, yace Kim KiBum.
Los últimos años, Lee DongHae ha hecho lo posible por hacerse cercano a KiBum, y poco a poco lo ha ido logrando, pues no es tarea fácil, él suele ser algo callado, reservado, y se cierra en su pequeño círculo de amistades con HeeChul, HanGeng y SiWon, pero tanto es el interés que tiene DongHae hacia él, que en verdad se empeña por hacerlo, pero apesar de todo, no logra ser tan cercano como lo es HanGeng, así que se dedica a pedirle consejos sobre ello, y el extranjero le cuenta la historia del ruiseñor, haciendolo conocedor de esa frase.
Puede ser que haya escuchado al ruiseñor cantar cuando lo conoció, pero no le prestó atención; o eso es lo que quiere creer.
Ahora sólo suspira en el jardín de la casa donde viven la gran mayoría de los integrantes, sentado a lado de las flores, observandolas con detenimiento, como si en ellas escuchara la respuesta a sus problemas del corazón.
En serio desea que ese dichoso ruiseñor haya cantado en ese momento, y aún más, desea que vuelva a cantar en cuanto se atreva a besar a su menor.
Cierra los ojos luego de mirar al cielo para hundirse en sus pensamientos.
—¿DongHae?—
El castaño abre los ojos en cuanto aquella conocida voz lo llama, alzando la mirada, quedandose callado al encontrarse con él.
—¿Qué haces aquí? Te buscabamos por todas partes.— Cuestionando aquello, KiBum se sienta a su lado. —Te has alejado de mí, ¿Qué ha sucedido?—
DongHae agacha la mirada, sin darse cuenta de la sonrisa de KiBum, pues la razón del porqué se aleja de él, es exactamente por ocultar el amor que tiene por él.
KiBum toma su mentón entre el pulgar y el índice, aún sonriendole, haciendo que lo mire. —¿De qué sirvió que te acercaras a mí si ahora te alejas?—
DongHae parece estar petrificado, y ruega porque no lo haya descubierto.
—Sí no lo haces tú, lo haré yo.—
Y dicho esto sus labios se unen, y por fin DongHae puede escuchar al ruiseñor.
No sabe que le causa más alegría, si el beso que KiBum se atrevió a darle, o el escuchar al ruiseñor anunciando que él es el amor de su vida.
Después de todo, HanGeng tenía razón.
El canto del ruiseñor canta una vez que encuentras al amor de tu vida.
Falta un sólo canto para ambos, pero esa es otra historia.
Fin.
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