Cuanto llevaba así? Le dolía el cuerpo, estaba asustado… apenas paraban era para darle de beber y apenas un poco de pan para sostenerse por un día…
Estaba asustado si eso seguía su bebe saldría dañado, iba en un carruaje, amordazado y no podía calmar a su retoño sobándose el vientre, todavía tenía suerte el tipo que lo llevaba cautivo no lo había descubierto, ya habían pasado varios días… la misma posición le cansaba y le daba dolor infinito.
Su cuerpo entumecido, no podía hacer nada sus muñecas dolían por el rosar de las cuerdas. Y se moría de hambre.
Si eso seguía no creía poder lograrlo.
Paraban de vez en cuando para dejarlo ir al baño… no tenía un trato inhumano pero aun así le faltaban muchas cosas para poder… necesitaba regresar al lado de sasuke donde tenía todo… donde no le faltaba nada, donde él estaba.
¿Ya se habría dado cuenta sasuke que no estaba? ¿Lo estaría buscando?
Y si nunca lo hallaba, no sabía hacia donde se lo llevaban, por el camino tan largo supuso que era hacia tierras lejanas, y aun así si escapaba no sabría cómo regresar, no concia nada, estaba por quedarse inconsciente, cuando sintió que pararon todos los movimientos, se comenzaron a oír silbidos, entonces supo que habían llegado a su destino.
Hizo un sobre esfuerzo por no cerrar los ojos y dejar que lo descubrieran, sintió como el español le jalo para que saliera y caminara por sí solo, y así lo hizo, un poco débil pero lo intento, este chico lo condujo a una gran casa, casi igual a la que estaban, cuando entraron lo dejo en el suelo y él se fue.
Cuando regreso no venía solo, venía con ese hombre que tanto le había dado asco.
-muy buen trabajo pablo, lo habéis conseguido.
-vuestra merced fue un placer.
-ahora lárgate antes de que te de la hostia de tu vida cabron.
-sí.
Y el chico salió corriendo y ese hombre se acercó, el rubio se encogió protegiendo lo mejor que pudo a su retoño que no paraba de moverse, el hombre le agarro la cara y vio sus facciones, relamiéndose los labios.
-sigues tan hermoso como lo recuerdo.
-…
naruto no dijo nada, guardo silencio, y no hizo movimiento brusco, no quería recibir dolor físico, no cuando no era solo él.
-tan hablador como siempre… estas cochino, que te den un baño… porque después mmhm vas hacer mi perra.
Se sintió asqueado como nunca antes, quería escupirle en la cara a ese hombre, que se comiera sus putas palabras… el pecho se le volvió a calentar la loba rugió enojada…
El hombre Lo empujo hasta el baño y unas mujeres entraron para bañarlo, se alarmo y de un rápido movimiento se fue a una esquina abrazándose a si mismo con temor.
-yo puedo solo…
Las mujeres se vieron entre sí, para después dejarlo solo, rompiéndole el lazo de las manos, cuando se vio liberado toco su vientre para calmar un poco a su niño, al final lográndolo.
-eres un chico fuerte… vamos a salir de esto te lo juro.
Vio por la ventana fijándose en el oscuro paisaje, ya era de noche y la luna estaba redonda y brillando, había pasado tanto tiempo en ese carruaje, se sintió fatal, con ganas de llorar. Vio la tina llena de agua y no quiso meterse, era como aceptar lo que le iba a pasar y el no quería eso. Estaba tan débil no aguantaba nada.
La puerta fue tocada bruscamente y la voz de una mujer se escuchó.
-vuestra merced dice, que os apuréis, porque si vosotro no os apuráis seréis castigado.
No le quedaron ganas de mas, con dificultad se quitó la ropa y se metió a la tina para limpiarse la mugre y el mal olor, se limpió lo mejor que pudo, trato de lavarse su pelo, la puerta fue abierta y el dio la espalda rezando para que no fuera ese hombre, pero la mujer ahí presente solo había ido a dejarle un camisón para que se lo pusiera, volviendo a salir en el mismo instante.
Cuando termino se secó lo mejor que pudo y se puso ese camisón que le quedaba grande y le cubría todo, se arregló su pelo poniéndoselo sobre sus hombros, se enjuago la boca eh hizo sus necesidades.
Estaba mareado, sentía que en cualquier momento tocaría el suelo, salió del baño una mujer lo condujo hasta donde estaba su señor, el rubio pidió agua para beber y la amble mujer se lo dio, quizá eso fuera lo último que probara.
Cuando termino el vaso el hombre apareció furioso por haber esperado tanto.
-veo que eres una perra que se tarda arreglándose.
-…
-carajo!! Responde-el hombre le había golpeado la cara, contuvo sus lágrimas resignado.
-no se para que quiere que le hable… no tengo absolutamente nada que decirle.
-ah sí?. Eso está por verse perra, vas a gemir tanto que vas a pedir por más.
-no me dé más asco por favor.
-maldita puta.
El hombre robusto lo jaloneo hasta su cuarto aventándolo bruco contra el colchón, haciendo que naruto se quedara sin aire, aunque tratara de defenderse no podía, el hombre le levanto el camisón tan rápido que no pudo protestar.
Y supo que todo había acabado cuando el hombre se había dejado de moverse al ver su enorme pansa de embarazado.
El hombre estaba atontado viéndolo, ¿y ahora que le iba a pasar?
-qué es esto tío! Como podéis estar en… JODER TIO!!
Le presiono el vientre tan fuerte que se asustó, se removió con la última gota de esfuerzo que le quedaba, de un momento a otro todo se había vuelto oscuro y cuando fue consiente de todo… su cuerpo no estaba..
Se había convertido en un… lobo.
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Sai se mantenía encerado en su cuarto, ya no soportaba el ambiente familiar que se cargaba esa casa, la mujer esa le enfermaba con tan solo verla.
Gaara se había casado con ella lo más pronto posible y la iglesia lo había felicitado enormemente por su compromiso ante dios y esa mujer.
Habían hecho una digna fiesta y el, su pobre alma y corazón habían sido pisoteados.
No soportaba ver una sonrisa en los labios del pelirrojo, no lo soportaba ni lo aceptaba, solo él podía hacerlo sonreír, solo el, porque ahora era tan abierto y sonreía con todos, era ridículo, Gaara le había prometido cosas maravillosas en sus tierras originales porque ese sueño de ilusión se convirtió en una pesadilla sin fin.
Ahora se llamaba Sai no sabaku, hijo de Gaara. Los papales legales así lo convertían.
Estaba harto, pero no podía irse, que iba hacer de el en España.
Su ventana fue tocada y se asustó, era de noche quién demonios se la estaba tocando, con algo de miedo se levantó de su cama y arreglo su camisón, aunque se le caía por los hombros, se acercó a la puerta de su balcón y la abrió con cuidado sorprendiéndose al ver al chico ahí parado.
-que haces aquí!!!!
-tenía que verte mi dulce flor.
-no, no estás loco vete!!
-no lo are.
Dijo firmemente el joven empujándolo hacia dentro y robando un dulce besos de los labios pálidos de Sai.
Este se estremeció, era su segundo beso… y era delicioso. Quien era ese chico? Como lo había conocido?
Solo recordarlo, hacía que su corazón bombardeara con fuerza.
‘’estaba sentado viendo como la pareja de recién casado bailaban de un lado a otro, con la música clásica, tenía sueño y sentimientos muy encontrados, pero Gaara le había prohibido irse antes que ellos, así que estaba resignado a pasar una velada aburrida.
Cuando uno de los asientos de su lado fue ocupado por un chico muy apuesto, más alto que el, de un buen porte, ojos lilas y un cabello… rojo.
Se sobresaltó, se parecía un poco a Gaara, pero quito la mirada.
-estas solo?
-ah sí…
-eres el hijo de tío Gaara?
Ahora si lo miraba incrédulo, ese chico era el sobrino de Gaara.
-no lo soy…
-pero mama dice que sí, aunque ciertamente no te pareces en nada, de dónde eres?
-de las tierras nuevas.
-eso es genial!!! Tio, como es allá! Es bonito?
-como no tienes idea.-dijo melancólico.
-lo extrañas? Porque no vuelves, no tienes una familia que te espera?
-no-susurro dolido, ya no quería hablar el chico le había bajado la moral de un solo. Se levantó y se disculpó para salir a tomar un poco de aire, dejando al pelirrojo con la palabra en la boca.
Cuando salió vio el cielo, notando las estrellas que brillaban, agarro el mayor aire que le permitían sus pulmones, y se calmó, cuando sintió una mano en su hombro, se tensó.
-oye lo siento, no quise incomodarte, solo quería hablarte un poco.
-está bien, no te preocupes.
-es que te veías tan triste, solo me dieron ganas de consolarte.
Sai lo volteo a ver incrédulo, de verdad no estaba mintiendo, en los ojos lilas vio la verdad y se sintió aliviado.
-gracias.
-eres hermoso te lo han dicho?
-y-yo…
-wow te has sonrojado mucho tío, eres tierno.
Sai se había quedado sin aire, el chico lo acorralo contra una pared y le dio un beso suave en sus labios, el calor humano no se comparaba a las frías noches que el pasaba. Cuando se separaron el chico le sonrió mientras le acariciaba una mejía.
-y tu dios?
-n-no lo sé… si dicen que es tan misericordioso como es, siento que perdonara a un pecador como yo.
-pero esta incorrecto.
-para mi es natural, eres hermoso Sai.
Y ahora como demonios sabia su nombre, no pudo ni contestar porque llego una mujer y le grito al pelirrojo.
-vámonos sasori! Ya es tarde.
-si mama.
No había apartado su mirada de sus ojos y eso le ponía nervioso, ahora también sabía su nombre, y su corazón latía desenfrenado, oh diablos le habían quitado su primer beso. Y nada menos que el sobrino de Gaara en su propia boda.
Sasori se alejó de su lado y se fue con una sonrisa marcada en sus labios’’
Y qué decir, la familia de Gaara se había quedado por unos días en la mansión de este, y eso incluía al mismísimo sasori, que le comía la boca ahora, el chico pelirrojo dormía en la habitación continua, a lo que supuso que se tiro desde su balcón hasta el suyo, era todo un chico intrépido.
-b-asta-dijo sin aliento el pobre Sai.
-l-lo siento me deje llevar.
Los dos se sentaron el suelo recostando la cabeza del otro en sus hombros, era cálido, muy cálido, tanto tiempo sin sentir ese sentimiento, pero se sentía cómodo.
-cuántos años tienes Sai.
-tengo… 15.. No lo sé. Y tú?
-yo tengo 16, oh vaya la casa de tío Gaara da miedo en las noches.
-si lo sé-se encogió mas y sasori lo noto, lo apretujo contra si dándole protección.
Después de un rato Sai había quedado dormido entre los brazos de sasori y este lo miraba, repasando todas su facciones, con cuidado y un poco de fuerza llevo a Sai a la cama dejándolo ahí, quiso irse de regreso pero el pequeño pelinegro le tenía agarrado la camisa de dormir muy fuerte, tuvo que abrirse espacio en la cama y dormir con él, lo abrazo a su cuerpo.
-Sai eres la más hermosa flor que encontré.
Dijo suave.
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Un lobo? Su cuerpo era el de un lobo!
No lo podía creer, escucho como gruñía y le enseñaba los dientes en una amenaza muy clara al hombre que ahora miraba aterrorizado toda la escena.
¿Qué estaba pasando? No entendía nada, cuando el hombre agarro una pistola y lo apunto al cuerpo del lobo, este fue más rápido aventándosele encima y encajando sus dientes en el cuello del hombre desgarrándolo, Naruto estaba aterrado! El estaba haciendo eso! Pero el no controlaba el cuerpo, solo se sentía atrapado en ese cuerpo.
El lobo se abrió paso por la puerta buscando la salida, las mujeres al ver un lobo se asustaron y se apartaron, gracias a los dioses que no parecieron más hombres armados porque o si no les hubiera tocado tener gargantas desgarradas.
A paso firme el lobo se alejó de la casa, no llevaba prisa, iba muy confiado, como si fuera un dios mismo que no podía ser tocado, por nada y por nadie.
Cuando ya se habían adentrado en el bosque oscuro, tanto por la noche, el lobo se dirigió a un riachuelo para asearse y no tener sangre en su pelaje, cuando termino su faena, se sentó en su patas traseras y aulló a la luna.
El rubio vio a través de los ojos del lobo como en frente de él se hacía una copia igual del lobo, en llamas rojas, no había necesidad de mover el hocico, se veía majestuoso y temible, entonces la voz de una mujer le llego a los oídos.
-soy la loba que te ha cuidado todo este tiempo, la bendición que tus dioses te han dado.
Y ahí comprendió que no era un lobo si no una loba, estaba en el cuerpo de la loba que llevaba dentro.
-que ha pasado?
-cambiamos lugares, solo te defendí, defendí ese capullo de vida que llevas dentro, ahora está protegido en mí, así que no te preocupes, todo está bien, con la magia y bendición de los dioses todo saldrá bien, mi cuerpo te ayudara a llegar al lugar donde perteneces, con tu pareja.
-tu… sabes dónde…
-sí, te guiare, ahora descansa un poco, tu alama tiene que recuperarse, nada malo pasara.
Las llamas desaparecieron y la loba se puso en marcha, era un camino largo de recorrer, era demasiado pesado pero aun así lo lograrían.
Los días comenzaban a pasar, entre la faena de buscar comida y protegerse, oler el camino para saber cómo regresar.
Cuidar el retoño que llevaba dentro, eran varias las cosas que la loba estaba haciendo.
naruto de vez en cuando veía lo que pasaba, en otras veces el sueño era tan pesado que apenas podía abrir los ojos y solo escuchaba los ruidos, escuchaba el latido de su bebe, todavía no podía creer que eso le estaba pasando.
Cuando tenía la oportunidad miraba los paisajes que la loba le enseñaba con sus propios ojos, todo era hermoso, nunca en su vida había visto cosas como esas.
Los días siguieron trascurriendo hasta que al fin pudo reconocer algunas tierras, ya estaban cerca, estaba alegre al fin regresaba, cuando a lo lejos vio a una persona, que gritaba su nombre fuertemente.
-naruto!!!
Lo reconoció de inmediato, era sasuke! Venia armado y lo estaba buscando.
Entonces la loba volvió a aparecerse en frente, con sus llamas y lo miro fijamente con sus ojos dorados, y hablo.
-cuando él llegue estarás seguro, pero déjame advertirte, ha pasado mucho tiempo y tu etapa de embarazo todavía no está completa, pero cuando cambies a humano de nuevo entraras en labor de parto, con mi ayuda podrás tener ese bebe, pero escúchame muy bien Atsoa, cuando ese bebe nazca el poder mágico y yo desapareceremos y serás un humano común y corriente y no podrás volver a engendrar.
-y.yo…
-tendrás que acostumbrarte a tu nueva vida y no comentes esto nunca o tus dioses te castigaran, esta es su voluntad, así que síguela.
No tuvo como replicar porque sasuke llego y cambio tan abrupto, que tanto como el azabache y él se sorprendieron. Reacciono de una manera violenta cuando todo su vientre se acalambro, y sintió un terrible dolor, estaba asustado y sasuke se apresuró a sostenerlo.
-que está pasando??-preguntó alarmado.
-él bebe va a nacer.