Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

We have a secret. por MermeladaMeow

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

La verdad no sé por qué esta pareja, pero me lo imaginaba genial. (?

Espero les guste. 

Enjoy. -w-~

Notas del capitulo:

Demasiado lemmon afecta la vista. (? Por eso no puse mucho.

El cuarto estaba oscuro, las cortinas estaban cerradas y el único rayo de "luz" que entraba era el de una ventana.

Te encontrabas en una enorme habitación, con muebles lujosos y todas las comodidades que cualquier persona nunca podría tener. Lo más cómodo era la gran cama en la que te encontrabas, era suave y podías escoger tus posiciones para dormir libremente, era fresca y caliente –según tus necesidades- y tenía unas cortinas que, al bajarlas, daban mucha privacidad.

Te encontrabas obviamente en un castillo.

La verdad amas mucho ir al castillo, es grande, espacioso, lujoso y elegante.
Pero la razón más obvia por la que ibas era por el gobernante. Sí, el príncipe y dueño del castillo. Era tu mejor amigo –más que un amigo- y siempre eras bienvenido.

Despertaste, vestido con una camiseta y unos pantalones muy cómodos. Te revolcaste entre las sábanas para dar un gran estirón. Sonreíste y volteaste a ver al otro lado de la cama donde, supuestamente, debería de estar tu acompañante.

Pero no. La verdad es que siempre que despiertas nunca está. Y eso te pone muy triste; ya hace varios meses que siempre que vas a dormir con él, despiertas solo. Aunque él no tiene la culpa, pues es príncipe, tiene ocupaciones, deberes, cargos, etc. Etc. Toda la vida debe atender asuntos propios de la realeza y el gobierno y eso consume su tiempo completamente. Solo tiene espacios para satisfacer sus necesidades –Comer, dormir, asearse, etc.- y era de esperar que no te prestara mucha atención, o menos de la que necesitas. Y aunque has pensado en muchas cosas para poder estar más tiempo con él, fallas.

Por más privilegios que tengas por ser "el consentido del príncipe” nunca tendrás los privilegios suficientes como para estar con él en reuniones, atender cargos, etc, etc. Es como si estuvieras prisionero –cosa que tú aceptaste- en un lujoso castillo. Y no, no quieres eso. Muy pocas –poquísimas- veces puedes estar verdaderamente con él, y cada día pides que sea uno de esos días.

Escuchas la puerta abrirse y cierras los ojos. Cuando ves que era tu amado acompañante, sonríes levemente y finges estar dormido. Se acerca y besa dulcemente tu frente sonriendo. Toma su corona y la deja en un mueble al costado de la cama. Se sienta.

Al parecer tus súplicas fueron escuchadas, nunca duerme de más, a excepción de cuando está contigo.           

Pero alguien tocó la puerta. Inmediatamente se levantó y se puso su corona. Abrió la puerta y era un guardia. Al conversar unos segundos, te volteó y te miró… cerrando la puerta tras de sí.

Había vuelto a irse y no sabes cuándo regresara. Pero ya estás acostumbrado a esto, y ya no te afecta tanto. Aunque eso no significa que ya no te duela cuando se marcha.

Soltaste un suspiro y te relajaste, confiabas en que pronto volvería y podría volverte a abrazar mientras ambos descansaban profundamente.

Pensaste en eso y te alegró un poco. Te encantaba dormir con él, es lo más hermoso que podría haber existido en el mundo.

Que fuera tu pareja era lo más preciado para ti.

----------------------------------------------------------------

No sabías cuanto tiempo había pasado desde que te quedaste un poco dormido, pero abriste los ojos y viste que aún no había llegado. Te entristeciste.

Pero, casi sin notarlo, él volvió a entrar y te alegró el día completamente.

Tus ojos rojos y los ojos –también rojos- de él chocaron.

--Hey. Ya despertaste, dormilón.-

-Sí, desperté hace unos minutos.- Lo veías con la mirada más triste y suplicante que pudiste haber hecho en la vida. "Ven, ven conmigo". Intentabas decirle en un lenguaje no-verbal.

Sonrió y se acercó. Quitando su vestidura y sus armaduras, se recostó contigo, se puso de lado y apoyó su cabeza con su brazo, mirándote.

-¿Qué tienes?- Preguntó.

-No es nada. Ya no estás conmigo mucho tiempo.- Te pusiste en la misma posición que él.

-Sabes que no me gusta irme cuando estás conmigo, pero esos son los deberes de gobernantes. Y sabes que siempre voy a regresar.

-Lo sé, lo sé. Pero, yo quiero estar más tiempo contigo.- Usabas un tono de persuasión que salía sin querer de ti y con eso conseguías todo lo que querías.

-Oye.- Besó tu nariz. –Intentaré estar más tiempo contigo, sé que no solo comer conmigo y dormir conmigo te es suficiente.- Sonreíste como loco al saber que también quería estar más contigo.

-Vale, vale. Me agradaría.- Te sonrojaste levemente y dirigiste tu mirada a otro lado. -¿T-tienes tiempo?-

-Estoy libre hasta la noche- Aproximadamente ya era la tarde.

-¿Podemos hacer algo?- Preguntaste, de nuevo con tu tono persuasivo.

-Vale. Solo porque lo pides. ¿Qué quieres hacer?-

-Jugar.-

-¿Jugar? ¿A qué?- De todas las cosas que pudiste haber pedido, está fue la que más lo confundió. Sonreíste y pícaramente te acercaste y besaste su oreja, jugueteando con ella y haciéndolo sonrojar.

Entendió a qué tipo de juegos te referías y se puso sobre ti. Besando –al grado de casi devorarte- tu cuello, bajando y subiendo lentamente. Le encantaba cuando te desesperabas por lo lento que lo hacía y te volvías loco. Acariciaba con las yemas de sus dedos suavemente tu pálida y piel, despojándote de tu ropa. Mientras la otra mano te hacía entrar en excitación con el frote de tu entrepierna. Sus labios mordían ligeramente tu oreja y tu cuello. Te volvías tan loco con todas las sensaciones que te hacía tener tu pequeño príncipe.

-¿Y después volaremos en Argorok?-.

-Estaremos dormidos después de acabar esto.- Sonreíste y abrazaste su espalda, acariciando su blanca espalda.
En verdad eran los mejores momentos que podías tener con él. Lo amabas.

Notas finales:

No me gustó, pero espero que a ustedes sí. /u////u

Nos vemos. -A-

Gracias por leer, criaturas. uwu7


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).